Fotorreportaje
Nuestros colores de lucha.-los muros de Santo Domingo acompañan a Ayotzinapa
Los colores de la primavera, nuestros colores de lucha
El barrio de Santo Domingo siempre ha sido solidario, desde que la ocupación que lo precede tiene lugar hasta ahora, las calles y las casas han sido parte de la lucha social de esta ciudad y de este México tan golpeado. De aquí han salido caravanas, delegaciones de apoyo, varias decenas de colectivos y organizaciones han encontrado en este barrio la posibilidad de reunirse, de confabular para construir ese otro mundo que tanto nos hace falta, ese otro país que necesitamos con urgencia. Las historias de vida que dan identidad a la que es una de las ocupaciones de tierras más grandes de América latina, son historias de lucha, de justicia, de dignidad. Hoy, con más de 30,000 desaparecidos y con 43 estudiantes normalistas reclamados por sus familias, Santo Domingo mantiene las puertas abiertas para que madres y padres de los estudiantes nos compartan su palabra y su fortaleza.
Afortunadamente no es sólo esta colonia, también hay otros barrios vecinos que componen la Comunidad Pedregales por Ayotzinapa, un esfuerzo organizativo que lucha junto con las familias de los 43 desaparecidos que también realiza trabajo de base informativo y de discusión, así como de denuncia de las diversas problemáticas que acontecen día con día en esta zona de la ciudad. El pasado 24 de abril recibieron por tercera ocasión a una comisión de los familiares de los normalistas para construir un diálogo con los habitantes e inaugurar 3 de los ya 25 murales pintados en estas calles; dos se presentarían este día y el 25 de abril sería el turno para el tercero.
Cheran K´eri: cuatro años construyendo Autonomía
Cheran K’eri: cuatro años construyendo autonomía
Fue el coraje por el cual nació este
levantamiento y por todas las muertes
que estaban sucediendo, secuestros y todo
pues, ya estaba un globo bien infladito.
El pasado 15 de abril, el pueblo de Cherán K’eri festejó cuatro años del levantamiento contra la devastación y contaminación de sus bosques y su ojo de agua a manos del crimen organizado, los talamontes y el gobierno, todos ellos coludidos. La lucha no sólo les ha permitido detener la devastación, sino que paso a paso les ha llevado a destituir al gobierno, que pasando por encima del pueblo, lucraba y destruía a la comunidad, su territorio y su cultura.