El 17 de noviembre de 2024, el antes palacio municipal de San Cristóbal de Las Casas, hoy Museo de la Ciudad MUSAC, despertó con un Viaje por la Vida, entre las rejas de la plaza de los héroes, lugar que hace casi 31 años se cimbró e hizo estremecer al planeta entero con el grito encapuchado de un ¡Ya basta! Hoy siguen presentes con la Travesía por la Vida, Capítulo Europa, sueño de los, las y loas zapatistas por surcar los mares para encontrarse con territorios lejanos donde otros mundos también son posibles. Un recorrido visual de la Delegación Marítima Escuadrón 421, saliendo del Semillero Comandanta Ramona, Caracol de Morelia, Chiapas, su abordaje en Isla Mujeres, Quintana Roo, así como su llegada al continente Europeo. Su paso por Galicia, Valencia, Cataluña, Francia hasta su recorrido por las calles de Madrid el 13 de agosto de 2021.
“En 500 años de resistencia los zapatistas abren el surco de una historia al revés declarando: ¡NO NOS CONQUISTARON!”
Esta obra contextualiza con profundidad las autonomías en tiempos del necrocapitalismo y se adentra en la problematización de territorios en resistencia. Estudia el movimiento indígena michoacano, sus procesos autonómicos y cómo se generan respuestas teniendo en cuenta los formatos estatales. Expone cómo la defensa de derechos indígenas ha generado una amplia emergencia del movimiento indígena que ha reconfigurado la geopolítica municipal. Focaliza la seguridad comunal teniendo en cuenta la tensión entre institucionalización y la defensa de la autonomía. Explora lo que sucede con los territorios indígenas ante el extractivismo necrocapitalista. Estamos ante una etnografía colaborativa. Se pretende y se consigue la superación de jerarquías epistémicas. Recuerda que las luchas autonómicas han estado presentes en la historia de los pueblos. Plantea que las demandas contemporáneas autonómicas se enfrentan a una estructura de despojo y de violencia. Considera que los avances legislativos en materia indígena son aprovechados por los pueblos en la defensa de sus derechos y territorios. Se ahonda en las autonomías diversas por el control de bienes comunes. Describe, analiza y compara varios casos paradigmáticos. Se hace hincapié en que las luchas autonómicas se expresan en escenarios contenciosos. Se problematiza si administrar recursos implica ejercer autogobierno y autonomía. Se insiste en que la autonomía comprende todas las dimensiones de la vida colectiva, como binomio indisoluble con el territorio. Se analizan los desafíos comunales que implican la administración del presupuesto directo, en un escenario estatal en el que los territorios indígenas son devastados por las agroempresas extractivistas en connivencia con actores de economías ilegales. ¿Qué autonomías territoriales son posibles en este modelo de acumulación? ¿Cuáles son las respuestas estatales para hacer avanzar las agendas económicas y las diversas respuestas comunitarias? Se trata de un estudio minucioso desde un pensamiento crítico bien elaborado.
Dr. Jorge Alonso Sánchez
Con motivo de la publicación del libro, el Grupo de Trabajo CLACSO “Cuerpos, territorios resistencias, la Cátedra Jorge Alonso, la Cooperativa Editorial Retos y El Colegio de Michoacán organizaron el Pluriversario “Cartografías autonómicas en Michoacán, utopías y resistencias”, con la participación de:
Carmen Ventura. Grupo de Trabajo CLACSO Cuerpos, territorios, resistencias, El Colegio de Michoacán Jorge Alonso. Grupo de Trabajo CLACSO Cuerpos, territorios, resistencias, CIESAS Occidente David Romero. Universidad Intercultural Indígena de Michoacán Xochitl Leyva Solano. Grupo de Trabajo CLACSO Cuerpos, territorios, resistencias, CIESAS Sureste
Chiapas: el padre Marcelo camina nuevamente con el pueblo pobre, con el pueblo que denuncia, con el pueblo que sufre. Miles peregrinan para exigir justicia. Foto: Radio Pozol
San Cristóbal de las Casas. 3 de noviembre. Miles exigen justicia en Chiapas. Comunidades integrantes del Pueblo Creyente, de los Altos de Chiapas, peregrinaron este domingo para exigir justicia por el asesinato del padre Marcelo Pérez, defensor de derechos humanos, así como de la tierra y el territorio, quien sufriera un atentado el pasado 20 de octubre, lo que ha tenido repercusiones a nivel nacional como internacional, sin que hasta ahora las autoridades de los tres niveles den informes del proceso de investigación, denunciaron sus familiares.
Evidentemente indignados, los pueblos originarios que caminaron este día arribaron a la catedral de San Cristóbal gritando consignas de manera firme: “Alto a los desplazamientos forzados. Alto al crimen organizado. Alto a la narcopolítica”.
“El padre Marcelo, nos enseñó a caminar con el pueblo pobre, con el pueblo que denuncia, con el pueblo que sufre”, aseguró a medios nacionales Dora Roblero, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba).
“En el fondo hay una actitud racista. El padre Marcelo empezó a ser una persona muy brillante, no sólo en México, también fuera de México, lo que no aceptaban los que rechazaban al padre por ser un indígena que hablaba de justicia, que hablaba de defensa de derechos humanos, y que en todos los lados donde lo ponían adquiría una autoridad tal que suscitaba odio. Él tenía una autoridad moral muy grande, tenía un eco ahí en su diócesis y en el extranjero. ¿Cómo lo iban a soportar que un indígena llegara a este grado de reconocimiento?”, denunció el obispo Raúl Vera a medios de comunicación en México.
Por su parte, la diócesis de San Cristóbal, reiteró en un comunicado (ver abajo) que la violencia en Chiapas no es nueva, y que desde hace varios años se ha denunciado la situación de “injusticias y violencia” que viven en la zona Frontera, Sierra, Soconusco, Costa, Cuxtepeques, Fraylesca, Valles, Selva y Altos. En el estado se viven “asesinatos, desapariciones, desplazamientos forzados, secuestros, desapariciones de niñas y niños, adolescentes y jóvenes, así como reclutamiento forzado”, puntualizaron al final de la peregrinación, denuncias que hasta ahora pocos se atreven a realizar ante la indiferencia de los tres niveles de gobierno.
“Seguimos aprendiendo como Pueblo a caminar en medio de la violencia y no vamos a renunciar a hacerlo”, afirmaron de manera decidida los cientos de comunidades de los Altos de Chiapas. “Que se haga justicia hasta llegar a los verdaderos autores intelectuales y materiales, evitando acusaciones ligeras para evadir la presión social”, exigió la diócesis de San Cristóbal. Esto debido a antecedentes de fabricación de culpables por parte del poder judicial y ejecutivo en el estado.
De igual forma, la Organización de las abajas de Acteal, se pronunció para que la población civil ya no siga siendo “carne de cañón”. “No somos animales, somos seres humanos”, afirmaron al tiempo que convocaron a la Organización de las Naciones Unidas y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para que realicen una observación permanente por “la violencia desbordada e incontrolable por el gobierno de Chiapas y de México”.
Comunicado del Pueblo Creyente leído al terminar la peregrinación:
La muerte llevaba tiempo acechando la espalda de un hombre de paz. Solía caminar a su lado, asombrada de cuán inquebrantable y valiente el padre era. Se le había puesto precio a su vida, lo querían muerto, lo querían fuera del escenario que los actores de guerra orquestan en tierras chiapanecas.
Y con todo y eso, la muerte veía asombrada como el padre no se escondía ni se rendía, sino que seguía, caminaba entre la neblina de la madrugada y el sol de medio día, caminaba con su pueblo, entre su pueblo, y como dicen, le pasó lo que le pasa a su pueblo.
La muerte caminó largo tiempo a su lado, y llegó a quererlo, llegó a sentir un gran respeto por el padre, no es común ver a hombres que con sus pasos hacen florecer la esperanza, y que con su palabra la siembren en el corazón.
La muerte comenzó a temblar sabiendo que su tiempo pronto llegaría; no quería que acabara ese andar florido. Sus ojos se llenaron de lágrimas, por un momento pensó que ningún ser se ofrecería para cometer tal acto, pero sí, había alguien, había alguienes, y podía eso suceder en cualquier momento. La muerte no estaba lista, le dolía, sabía que el precio era muy alto, para su comunidad, para su familia, para todas las personas que lo seguían y lo querían.
La muerte abrió suavemente sus ojos y se sorprendió a ella misma hincada y rezando. Había lagrimas en sus ojos, y brillaba entre la luz un color amarillo que alumbraba un camino alformbrado de cempasúchil. Al fondo, el padre acostado, no parecía muerto ni parecía vivo, así que la muerte no sabía si ya era hora de llevárselo. Así que lo dejó ahí, en ese espacio donde se crean santos, en ese espacio en donde las almas descansan en plena paz, pero siguen emanando una luz para la tierra.
Texto: Valentina Arana Foto : Centro Prodh, tomada de internet
Arde Chiapas. Arde con una guerra entre cárteles del crimen organizado. Arde con la reproducción de grupos armados por doquier. Arde con conflictos por el control territorial alentados por los gobiernos estatal y federal. Arde con violencia contra quienes luchan contra la violencia.
Frente a eso, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional crea tierras en común para contribuir con la paz. Planea encuentros de reflexión sobre la crisis civilizatoria. Estimula las artes y las ciencias para combatir la catástrofe. Propone el diálogo, la creatividad, el pensamiento crítico, la reflexión. Propone vida.
Frente a eso, el capital, el Estado y el crimen organizado (el tripié que sustenta la catástrofe nacional) responde con más violencia. El 16 de octubre, el EZLN, en voz del Subcomandante Moisés, denunció que personas de la comunidad de Palestina han estado agrediendo a la comunidad zapatista de 6 de Octubre, perteneciente al Caracol de Jerusalén, amenazando a los pobladores con expulsarlos de sus tierras, recuperadas en el levantamiento de 1994 y ocupadas pacíficamente por ellos desde hace tres décadas. Esto con promesas de “legalización” de las tierras a favor de los invasores de Palestina por parte de los gobiernos municipal y estatal y con la participación del crimen organizado. Por esa razón, el EZLN contempla la cancelación de la serie de encuentros anunciada, que comenzaría este diciembre.
A esto se añade el infame asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, incansable luchador por la paz en Chiapas, el domingo pasado en San Cristóbal de Las Casas. Acabar con toda voz dedicada a construir la paz y a denunciar la violencia, el abuso y la arbitrariedad… esa parece ser la consigna de los poderes fácticos en este estado y este país que se desmoronan.
Frente a eso, miles de personas marcharon en diversas ciudades el 24 de octubre, día internacional de lucha en apoyo a los pueblos zapatistas. En la marcha en la Ciudad de México participó el Congreso Nacional Indígena, la comunidad otomí residente en la Casa de los Pueblos Samir Flores y miles de personas solidarias.
Estas fueron las palabras del Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno frente a Palacio Nacional:
Palabras de la comunidad otomí residente en la Ciudad de México:
Es con profundo dolor que comunicamos que el día de hoy, domingo 20 de octubre de 2024, el padre Marcelo Pérez Pérez, incansable defensor de los pueblos y mediador por la paz en Chiapas, fue asesinado en el barrio de Cuxtitali, en San Cristóbal de Las Casas, al salir de oficiar una misa. Según testigos, fue asesinado al subir a su vehículo por personas a bordo de una motocicleta.
En un momento de violencia descontrolada en Chiapas, cuando más se necesita la labor pacificadora y mediadora de personas como el padre Marcelo ante la cómplice ausencia del Estado, su pérdida no es sólo fuente de profundo dolor para quienes lo conocimos, sino un duro golpe para la posibilidad de un retorno de la paz a Chiapas.
Durante muchos años, el padre Marcelo ha acompañado la lucha por la vida de los pueblos, denunciando la grave situación de violencia e impunidad reinante en el estado y actuando como mediador en los conflictos, siempre a favor de la paz.
Por su labor, durante años, el padre Marcelo fue objeto de agresiones y amenazas de muerte por parte del crimen organizado y de criminalización por parte del Estado.
El hecho de que este asesinato, al igual que los renovados ataques a las comunidades zapatistas con la complicidad activa del Estado y del crimen organizado, suceda al inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum y de la elección de Eduardo Ramírez como próximo gobernador de Chiapas, también por Morena, es indicación sombría de lo que nos espera en este “segundo piso” de la “cuarta transformación”.
Desde el Colectivo Radio Zapatista, nos sumamos al clamor de justicia por el cobarde asesinato del padre Marcelo y honramos su vida y su memoria.
Desde nuestra vivencia sabemos que no se impugnaron las relaciones coloniales de opresión después de que los procesos de independencia edificaran el Estado-nación mexicano. La Colonia culminó en términos formales y jurídicos y obtuvo reconocimiento internacional, sin embargo, la colonialidad ha persistido hasta el día de hoy. De esta suerte el Estado se revela como uno de los instrumentos de dominación mejor articulados para el sostenimiento del sistema capitalista mundial, donde una característica que resalta para el caso de México y de su último sexenio, es la participación activa de miembros de pueblos indígenas que pretenden construir el rostro indígena de la actual administración estatal, y quienes en conjunto con la élite blanca gobernante son los “nuevos” capataces de la finca llamada México. Historias locales y diseños globales configuran la experiencia de sometimiento y opresión, así como de resistencia que cada pueblo ha levantado para persistir a los embates del Estado a lo largo del planeta.
En México hace 30 años (1994) un nuevo ciclo de luchas y resistencia indígena se hizo presente. El levantamiento armado del EZLN cimbró al planeta entero y mostró el proyecto civilizatorio maya que como hace miles de lunas, sigue hoy, asegurando la vida y creando opciones en tiempos de muerte y destrucción que arroja la crisis civilizatoria que enfrentamos como humanidad.
A lo largo de estas tres décadas hemos presenciado la aparición de discursos, políticas públicas, modelos educativos y la discusión sobre la diferencia étnica en México, las cuales sufrieron una transformación radical a partir del levantamiento armado del EZLN. Esta bifurcación histórica transformó las maneras de nombrar, visualizar y pensar a los pueblos indígenas, de ello ineludiblemente se desplegó un renovado indigenismo de Estado con raíz colonial, pero con discurso multicultural e intercultural, con perspectiva de género, interseccional y descolonizante; sin embargo, los discursos desde el Estado, no han logrado detener la guerra de conquista y exterminio que azota a nuestros pueblos y a todo el país.
En las geografías del México de abajo se reconoce desde hace mucho tiempo que el ejercicio de la autonomía y la reconstitución integral de nuestros pueblos son un buen comienzo para impugnar el colonialismo histórico. Por su parte, en los calendarios del poder de arriba se buscó incluir en el lenguaje lo referente a la diversidad. Fue así como a la luz del neoliberalismo, la diferencia étnica, la multiculturalidad e interculturalidad se convirtieron en parte del paquete discursivo de políticos, científicos sociales, ONGs, universidades e indígenas afines a los partidos políticos y a los gobernantes en turno. Durante el último sexenio se consolidó un nuevo consenso alrededor del Estado en México. Hubo un reajuste en la relación del Estado y los ciudadanos. La serie de reformas que en la actual administración se articulan son para hegemonizar ese cambio en el Estado mexicano. En otras palabras, la máquina que perpetúa la muerte en el país necesita una modificación, ya que el capitalismo “no puede parar”.
A esto, debemos sumar la situación de la cooptación, imbricada con los intereses de poder de personajes indígenas, lo cual ha dado como resultado no solo la creación de indígenas permitidos, como lo nombramos en 2019, sino también ha consolidado una clase de políticos profesionales indígenas que buscan corporativizar y tener fichas para negociar en el nuevo reacomodo de fuerzas. Sí, así justo como en el pasado con el INI, CDI y ahora el INPI de la “4D”, o sea, la Cuarta Destrucción.
Si bien el Estado y sus instituciones siempre están en una constante subsunción retórica hacia las demandas de los pueblos, ahora podemos observar cómo durante este sexenio, se registra la adopción de un lenguaje técnico y de una indumentaria por parte de los miembros de la “izquierda ilustrada e institucional” que ahora sirve a los gobiernos en turno. Observamos un uso políticamente correcto de las demandas históricas de los desposeídos, se enarbolan las demandas y frases emblemáticas de los movimientos indígenas. Afuera de sus palacios y de las mañaneras, la realidad es diferente a la percibida por los gobernantes étnicos en turno.
Por tanto, ante la constante cooptación del lenguaje y la disputa narrativa conviene señalar que una cosa es la creación del Consejo Nacional de los Pueblos Indígenas (CNPI) impulsado por el INPI con su actual director Adelfo Regino, quien es calificado como traidor al movimiento indígena; y otra cosa es el Concejo Indígena de Gobierno (CIG), sí, así mero con C, y que nació a mediados del 2017 como una iniciativa del EZLN – CNI presentada en 2016. El primero corre sobre los rieles del tren del progreso con dirección a la catástrofe y el otro teje la vida desde abajo y a la izquierda.
De ahí que no nos resulte extraño las limitantes de la hoy tan “controvertida” Reforma Constitucional y Legal sobre los derechos de los pueblos indígenas y afro mexicanos, puesto que nació muerta. Solo basta recordar el año 2001 para tener claro que el Estado tuvo una oportunidad para cumplir los acuerdos de San Andrés firmados en 1996 y no estuvo a la altura. Por ello, el movimiento indígena desde el espacio del Congreso Nacional Indígena CNI y el EZLN decidieron romper el diálogo y enfocarse en lo que seguía para sus pueblos. Lo anterior decantó en el ejercicio de la autonomía por la vía de los hechos, ejemplo paradigmático fue la creación de los caracoles en 2003 por el EZLN, así como la recuperación de tierras de la comunidad nahua de Ostula, en la costa de Michoacán en 2009. Muchos argumentan desde el púlpito del poder que ahora el Estado sí cumplió y que por ello la reforma va. Olvidan que no puede venir la vida de la máquina de muerte que es el Estado y esa enseñanza la miramos todos los días en nuestros pueblos y a través de las madres buscadoras. Por otra parte, es necesario señalar que en ese 2001, algunos cuantos decidieron aceptar la oferta del poder y con ello participar en los partidos políticos. De ese tiempo viene la traición de Adelfo Regino.
Sumado a lo anterior, recordar que desde el 2019, cuando el INPI y su actual director Adelfo Regino convocó a foros regionales a lo largo de la república mexicana, lo hizo bajo la bandera de que esta iniciativa cumpliría los temas que quedaron pendientes en los Acuerdos de San Andrés, y paradójicamente continuaron legitimando una política de militarización en Chiapas y de todo el país. Con la mano derecha crean “nuevas leyes” —estirando y lucrando con las demandas—, con la mano izquierda reprimen a los que se organizan y con ambas aplauden el festín de la élite gobernante.
Pero incluso antes de que fuera “descafeinada”, ya desde el 2019 en el foro nacional fue discutido el punto referente a Tierras, territorios, recursos, biodiversidad y medio ambiente de los Pueblos Indígenas, puesto que uno de sus principios marcaba abiertamente la supeditación de los pueblos: Reconocer el derecho de los pueblos y comunidades indígenas a poseer, utilizar, desarrollar y controlar sus tierras, territorios y recursos o bienes naturales, salvo aquellos considerados estratégicos para la Nación, para estipularse en la modificación de la fracción VI del apartado A. del Artículo 2° y en la adición de un párrafo segundo a la misma. Un punto nada desdeñable considerando que los recursos estratégicos para la nación son: el petróleo, los minerales, la energía nuclear, los ferrocarriles y la petroquímica básica.
Por otro lado, las instituciones del Estado mexicano confirmaron una vez más que llegan tarde, sin actualización y sin querer reconocer las formas que los pueblos despliegan para asegurar la vida día con día. O sea, estamos ante la presencia de una mezcla entre una etnicidad S.A. de C.V. al servicio del Estado mexicano y revestido de progresismo ilustrado del siglo pasado, lo cual es perfectamente combinado con la participación en cargos públicos, y con todo ello, nos quieren hacer creer que las demandas de los pueblos en lucha han sido cumplidas y que ahora todo cambió. Hace un año el CNI señaló:
México, a pesar de los disfraces y mentiras que brotan del gobierno de la Cuarta Transformación, no es la excepción y las cifras que describen la violencia y la guerra son elocuentes: más de 156 mil homicidios dolosos, más de 43 mil personas desaparecidas y no localizadas, más de 4 mil feminicidios, 75 periodistas y 104 personas defensoras de tierra y territorio, pueblos indígenas, derechos humanos y medio ambiente asesinadas en este sexenio, casi la mitad de estos últimos participantes en el espacio que es el Congreso Nacional Indígena CNI (CNI, 2023).
Las cifras del colapso y la destrucción son claras. Ante la oscuridad que va adquiriendo la tormenta, es nuevamente necesario continuar con los trabajos de base, escuchando la palabra, reconociendo y enlazando dolores; es decir, llevar la organización a nuestras vidas, con nuestras familias, vecinos, amigos, miembros de la comunidad.
Por último, no debemos olvidar que es necesario dejar constancia en la historia de quien decidió servir al amo y quienes decidieron caminar por abajo y en colectivo.
[1] Zoque de Chapultenango, Chiapas, México. Historiador, antropólogo e integrante del Centro de Lengua y Cultura Zoque.
Indignación. Se siente por doquier, duele. A 10 años de la desaparición de los normalistas de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, y a pocos meses del fin de la presidencia de quien prometió verdad y justicia y luego traicionó no sólo a ellos, sino a todo el país, las madres y padres de los normalistas siguen luchando por justicia y verdad. Este 26 de septiembre de 2024, junto con miles de personas solidarias, marcharon al zócalo de la Ciudad de México cargando su dolor y su digna rabia.
Como si la mentira, la burla, el encubrimiento, las calumnias contra los defensores de derechos humanos que los acompañan y, sobre todo, la traición de parte de un presidente en el que muchos confiaron no bastara, en este décimo aniversario de ese macabro capítulo de nuestra historia el Estado intentó bloquearles el paso con vallas de concreto. “Como si viviéramos en una dictadura”, dijo uno de los padres. Como si las víctimas de los crímenes del Estado no tuvieran derecho de alzar la voz.
Sobre Paseo de la Reforma, al lado del antimonumento +43, montaron un memorial con las imágenes de todos los normalistas desaparecidos. Un memorial que nos recuerda las vidas de los ausentes, pero también que vivimos en un país donde esos horrores son posibles, y donde el poder, cualquiera que sea el color con el que se pinte, es siempre ajeno a la justicia.
En el templete en el zócalo, las palabras de los padres y madres son duras; su rabia es mucha, pero también su determinación de seguir luchando, no sólo por sus hijos, sino por todos los desaparecidos y desaparecidas del país, por todos los asesinados, por todas y todos los que sufrimos la brutalidad de este narcoestado y de un ejército criminal al que el presidente entregó el país estos últimos años. Como dijo el obispo Don Raúl Vera, es necesario agradecer a los padres y madres de Ayotzinapa, porque con todo su dolor a cuestas, su lucha es por México, este México tan pisoteado por la voracidad del poder.
Audios del mítin en el zócalo:
Palabras iniciales (Descarga aquí) Mario González, padre de César Manuel González (Descarga aquí) Hilda Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa Legideño (Descarga aquí) Vidulfo Rosales, abogado (Descarga aquí) Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete (Descarga aquí) Representante de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa (Descarga aquí) Representante de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas (Descarga aquí) Obispo Don Raúl Vera (Descarga aquí)
Al día siguiente de la marcha y de la instalación del memorial con los rostros de los 43 normalistas de Ayotzinapa, varios de los rostros amanecieron rotos. Aquí el comunicado de los Colectivos de Familias de Desaparecidas y Desaparecidos:
El día de ayer a 10 años de la desaparición forzada de 43 estudiantes de Ayotzinapa, los padres y madres junto con otros familiares y organizaciones colocamos memoriales con los rostros de los muchachos en la avenida Reforma junto al antimonumento +43.
Hace diez años amanecimos con la dolorosa noticia de la desaparición, hoy con la noticia de que varios rostros amanecieron rotos. Repudiamos este acto de desprecio y odio para los jóvenes y sus familiares. Exigimos al gobierno de la Ciudad y al gobierno federal brindar protección a los memoriales que con tanto esfuerzo hemos colocado para que nadie olvide a las personas desaparecidas y para seguir exigiendo verdad y justicia por nuestros hijos e hijas. Demandamos que se investigue y castigue a quien haya dañado los memoriales y sobre todo solicitamos enérgicamente se devuelvan estos memoriales que son fruto de la lucha y parte de la memoria que impulsamos las familias de personas desaparecidas.
Le aseguramos que cuando nuestros hijos regresen con nosotras, quitaremos sus rostros de todo el país. Pero mientras eso no suceda, seguiremos recordando a la sociedad y al gobierno que las personas desaparecidas nos faltan a todxs. ¡No se puede borrar la memoria destruyendo los memoriales!
¡Hasta que los 43 vuelvan a casa! ¡Hasta encontrarles a todxs! ¡La memoria no se borra!
Colectivos de familias de Desaparecidas y Desaparecidos
Mientras en Palacio Nacional se reúnen periodistas y medios que se presentan como independientes; a quienes acompañan en medios libres las luchas de los pueblos las agreden por hacer resonar las resistencias, como Xochimilco
Es verdad. “No se podría comprender la Revolución sin los periodistas revolucionarios”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador. Los periodistas que acompañan las luchas de los pueblos son esenciales para los cambios sociales. Concuerdo. Recordó los periódicos Regeneración, El Hijo del Ahuizote; enunció periodistas anarquistas como los hermanos Enrique y Ricardo Flores Magón.
¿Les estaba diciendo “revolucionarios” a los periodistas, youtubers o comunicadores que estaban en Palacio Nacional en el Primer Encuentro Continental de Comunicador@s Independientes: Informar es liberar organizado por la misma presidencia? No lo creo. ¿Acompañar al poder es independencia?
Hay que ubicarnos. Quiénes hacen ese periodismo revolucionario serían quienes acompañan las luchas de los pueblos, de las víctimas, de obreros quienes resisten la tormenta capitalista neoliberal, frenan la imposición de megaproyectos, la violencia de grupos ilegales, la urbanización voraz, la apropiación de territorios comunes, quienes se movilizan por sus derechos, por la naturaleza y por la vida.
Con los Flores Magón, el periodismo era contra el poder de un dictador como Porfirio Díaz quien ostentaba el poder político y económico. Hoy, quienes están en el gobierno se presentan como revolucionarios, dicen que devienen de un movimiento social y que generaron una transformación. Ponen de enemigos a los medios corporativos. Dividen al gremio: los chayoteros contra los paleros. Y el panorama, sin embargo, no ha mejorado.
Cuando toda esta ola del periodismo independiente tuvo su flor fue cuando muchos atravesamos censuras, malos tratos, en la plena crisis del papel y de los medios que hicieron de la palabra una mercancía. En lo digital nadie paga por información. Estos medios carecían de una visión social en un contexto donde la violencia se acrecenta. Por ende, pocas historias de derechos humanos o justicias porque no vende. La posición independiente sigue siendo pertinente.
Lanzo la pregunta porque en el encuentro de presidencia se nombran independientes. ¿Independientes de quién?
El término independiente resulta engañoso. Siempre hay que preguntarnos de quién son independientes y de quién dependen a la hora de realizar el trabajo. A la hora de tomar decisiones editoriales. A la hora de recibir recursos. Todos los medios tienen una agenda. Todos requieren financiamiento. No lo podemos obviar. Incluso ahora, que las personas son los medios, pensando en las individualidades crecidas a través de canales de youtube. El medio es el mensaje y el masaje, diría Marshal McLuhan.
Los medios nativos digitales, que nacieron con independencia de los poderes políticos, económicos, han servido como contrapesos y al mismo tiempo como muestra de un periodismo de investigación. Muestran enfoques distintos, organización horizontal y no vertical, agendas de derechos humanos, culturales, sociales e indígenas que antes no se veían. Abren el espectro mediático en una época en la que el espectador no es pasivo. Es productor de contenidos y elige, más que nunca, qué consume.
Parece que la independencia ya no es suficiente para el ejercicio periodístico en plena libertad. Vemos que hay medios nativos digitales que se enuncian independientes, están contra AMLO y dependen de empresarios, como Claudio X. González. Hoy se evidencian más los poderes y élites que están detrás de los medios. Las diferencias que tienen con los políticos.
Vemos que varios medios independientes se alinearon al llamado de AMLO: “es importantísimo que ustedes se reúnan como medios alternativos independientes. Se necesita la contribución de ustedes” en la “revolución de las conciencias”.
Y les dijo: “Por primera vez, esa prensa, esos medios, al servicio de los intereses creados, no pudieron evitar la transformación de México por el impulso del pueblo. Muchos hemos trabajado, millones, en lo que llamamos la revolución de las conciencias. Se ha logrado que el pueblo mexicano sea de los pueblos con más conciencia del mundo. De los pueblos más politizados”.
En el encuentro de independientes, el presidente dio la palabra a diversas comunicadoras y periodistas, entre ellas, Nancy Flores de la Revista Contralínea. De este autonombrado medio independiente es notable el cambio de línea editorial y las prioridades a la hora de elegir el enfoque. Desde que abres su página brinca la publicidad gubernamental.
Contralínea dio riguroso seguimiento a la militarización en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Expuso convenios entre fuerzas armadas mexicanas y el ejército de Estados Unidos para entrenar tropas de élite, así como la formación de los Kaibiles. Denunció atropellos a los pueblos indígenas como en San Juan Copala, cuando los emboscaron. Demostró la corrupción de Pemex y les quitaron contratos de publicidad oficial. ¿Y ahora? No recuerdo alguna investigación que exponga al gobierno en turno.
“El periodismo de avanzada, siempre está vinculado a una causa”, dijo AMLO. ¿Es la causa del presidente la independencia?
¿Dónde están esos medios libres, “periodistas de avanzada”, que ejercen con libertad la comunicación de las causas sociales?
Grupo de choque agrede activistas de Xochimilco y periodistas de medios libres
Como no han logrado que varios pueblos xochimilcas, entre ellos Atlapulco, cedan al turismo, la gentrificación y la urbanización, el ex alcalde José Carlos Acosta (ahora diputado por Morena) y su equipo arreciaron el hostigamiento contra quienes defienden el territorio comunitario, como el Panteón, la criminalización a las y los defensores del agua, de las chinampas, la lengua y la organización nahua que persiste en el territorio. Así abrieron carpetas contra Hortensia.
En esta protesta, Mayahuel (o Estefanía Galicia) documenta cómo los policías antimotines (antes granaderos) se van de la explanada de la alcaldía Xochimilco justo cuando entra un grupo de personas vestidas de civil con palos, cuchillos y armas a agredirles. El reclamo estaba enfocado contra los funcionarios de la alcaldía, entre ellos el ex director Jurídico y Gobierno, Francisco Pastrana, presente en la protesta.
“Yo empiezo a ver cómo están golpeando los compañeros, así en el suelo y en ese momento escucho que los policías dicen “no dejen ir a la de rosa”.
Entonces empiezo a correr, a correr, por varias calles de Xochimilco. No estaba huyendo de una detención, sino de golpeadores, huyendo para salvaguardar mi integridad física. También persiguen a la compañera Anselma comunicadora de la comunidad Otomí. Hay un punto en el que no solo nos están persiguiendo los golpeadores, sino también ya nos está siguiendo la policía. Minutos antes de nuestra detención, los golpeadores detonaron un arma de fuego. Yo me meto a una tienda y a los demás los detienen y golpean. Me sacan de la tienda personal de la alcaldía”, narra Mayahuel en entrevista.
Primero la versión fue que estaban cinco personas desaparecidas, que después confirmaron que estaban detenidas en total irregularidad. Con tortura psicológica, sin darles agua o permitirles hacer una llamada o hablar con un abogado, como dice la ley. Las llevaron primero a un MP en Xochimilco y terminaron en un MP de Tlalpan donde hubo un segundo escenario de represión.
El ataque estaba direccionado hacia Mayahuel. La ficharon dos veces, una de manera informal en la que avisaron de inmediato a la alcaldía de transición para que dijeran los nombres públicamente. La segunda para retratarle hasta los tatuajes. El médico legista no le pidió a nadie quitarse la ropa más que a ella. Cuando escuchó la exigencia por su liberación, los policías les dijeron que eso complicaría su defensa. Ahora la acusan de agresora de funcionarios cuando no hay pruebas de ello.
Para ella, hay una esperanza de participar en el medio libre Radio Zapote “al hacer visible lo que está pasando aquí con la gentrificación, con el agua- Evidenciar que este gobierno, que se dice progresista según desde su discurso, reprime. Que es neoliberal, pese todo el discurso que tiene disque de izquierda. Que incluso presume de paridad de género, pero nos estén violentando a las mujeres originarias, que cuidamos estos territorios”.
Esa tarde, tanto policía como civiles armados estilo grupo de choque agredieron a por lo menos 40 personas, la mayoría adultas mayores que participaron en la protesta por Hortencia y luego en la protesta por la liberación de las cinco.
Se fueron directo contra periodistas de Medios Libres como Sueña Dignidad. Elizabeth Díaz documentó la protesta por la liberación de las detenidas y fue violentada de diferentes maneras por su labor de acompañamiento documentando en primera línea.
Dentro del Ministerio Público de Tlalpan, que ya estaba custodiado por antimotines, detonaron el gas blanco que dejó ciegos a todos y en ese momento aprovecharon para robar la cámara a Elizabeth quien apenas logró cambiar la tarjeta de memoria minutos antes.
Estas fotos son las pocas que pude salvar antes de que estos mal llamados antimotines, me robaran mi cámara y agredieran sexual-físicamente en el #HalconazoMorenista, este año he dejado de hacer mucho fotoperiodismo por violencia y amenazas. pic.twitter.com/Z9oVmn5uYa
“Ahí tengo la fotografía donde da la orden de empezar a atacar y me señala a mí. Luego me gasea directamente al rostro mientras documento con la cámara y el celular. Avanzan y me empiezan a pegar y me trato de agarrar de un barandal. Es cuando uno de los policías mete sus manos en mis senos y a tocarme de una forma muy fuerte. (…) En ese momento empezamos a forcejear yo obviamente me defendí como pude. Era casi imposible porque eran unas bestias”, describe Elizabeth Díaz.
Se resguardó en el baño del MP junto con otras mujeres. Ahí las encerraron los policías. La golpearon, violentaron sexuelmente y le robaron su cámara y micrófono. Elizabeth tiene el Mecanismo de Protección Federal para periodistas, el cual no le sirvió. En llamada, después de activar el botón de pánico, le dijeron que mejor colgaran para no llamar la atención en su situación. Salió solo hasta que llegó su abogada.
“Me indigna mucho, como persona de medio libre, que a nosotros sí nos metieron una súper golpiza y a mí me violentaron sexualmente, nos torturaron de diversas formas. Y a ciertas cadenas televisivas, les dieron hasta espacio dentro del mismo cerco policial, para que tuvieran exclusiva”, cuenta Elizabeth del medio libre colectivo Sueña Dignidad.
Es la segunda vez en el año que se queda sin equipo después de una represión. La primera fue en mayo, en Oaxaca. A pesar del trato “raro” que le dieron en la Fiscalía abrió una carpeta de investigación con su denuncia y espera que pare la filtración de datos y que no haya represalias en su contra por denunciar, pues teme por su integridad. Exige la reparación del equipo fotográfico robado. La labor de medios libres es independiente de los ingresos de empresas, gobiernos, corporaciones. Es una labor autogestiva. Por ello urge reponer la herramienta de trabajo.
La labor que realizan tanto Mayahuel como Elizabeth recuerda más a lo que hace ya 10 años describieron los zapatistas después del asesinato del maestro Galeano en una reflexión dedicada a los medios libres en donde el SupGaleano asegura que los medios de paga actuan como si dieran limosna a las causas, en cambio, “para los medios libres, alternativos, autónomos, etcétera, no es una limosna. Es un deber que están cumpliendo, que lo hacen a pesar de todas las dificultades que tienen”.
“El problema que tenemos todos en el mundo es, si ni la información, ni el análisis, ni la investigación están ya en los medios de comunicación, si es que alguna vez estuvieron, entonces dónde los vamos a encontrar. Hay un vacío pues en el espacio mediático que está en disputa”.
Ambas periodistas de Medios Libres decidieron denunciar por los hechos y responsabilizan de su seguridad, integridad y su vida a las autoridades de los tres niveles de gobierno, ya que han filtrado sus nombres e indagando de más sobre su labor periodística y comunitaria. La exigencia es dejar de criminalizar a Hortencia y a todas las defensoras que como ellas, expanden las luchas. Exigen también que las autoridades detengan a los autores materiales y sobre todo a los intelectuales que tienen ubicados dentro de la Alcaldía.
Mayahuel acentúa: “Xochimilco no es pueblo mágico, es pueblo de lucha y resistencia”. En la era de las noticias falsas y la hipermediatización, quienes informan a ras de tierra hacen el periodismo revolucionario que se necesita para frenar el despojo. ´Para visibilizar y aliar a quienes enteran.
De esto nos enteramos por ellas y por los medios comunitarios digitales como TOR, Radio Zacatepec Tlaxcalancingo, El Tekpatl, Observatorio Memoria y Libertad, Otomíes en Resistencia, la Coordinación de Pueblos, Barrios Originarios y Colonias de Xochimilco, Tejemedios, Radio Pozol, Radio Zapatista. Que más que independientes, son acompañantes libres que luchan por una causa a través del periodismo.