Reserva de Calakmul recibirá más de 6 mil autobuses al año
La majestuosa armonía de los cantos de las aves, los monos saltando de un árbol a otro, el viento marcando el paso; así se va pintando el paisajre de la selva que hoy es conocida como la Reserva de la Biosfera Calakmul, ubicada en el estado de Campeche. Esta gigantesca alfombra de árboles y de vida es la segunda mayor extensión de bosques tropicales conservados del continente americano, superado tan solo por la selva del Amazonas en Sudamérica.
De pronto, la armonía se ve irrumpida. El estruendo de un motor de una camioneta de redilas toma por asalto el paisaje. Luego aparecen otras más. Sobre los vehículos van varios hombres que portan un casco amarillo y un chaleco color naranja. Son trabajadores de la construcción. Las camionetas, aunque no lo tienen permitido, viajan dentro de la reserva a más de 60 kilómetros por hora. Se dirigen presurosos hacia una carretera que se está construyendo al interior de la selva.
El general Blas Andrés Núñez Jordán informó en la conferencia matutina de la presidencia, el pasado 7 de agosto, que “se construye un camino tipo rural de 10 kilómetros, con un ancho de cinco metros”.
Este denominado camino, hacia donde se dirigen los trabajadores, es una carretera de cemento hidráulico que puede soportar carga pesada. Un equipo de Avispa Mídia que visitó la zona pudo constar que, a simple vista, no parece de cinco metros de ancho, ya que es de dos carriles. Sus medidas rondan entre 10 a 12 metros. Incluso este tipo de construcción fue realizada en comunidades en el estado de Oaxaca, por ello, el general Núñez agrego que en la obra hay presencia “de trabajadores del estado de Oaxaca”, y que lleva un avance del 22%.
Este fragmento de camino de concreto, al interior de la reserva, conecta la zona arqueologica Calakmul con un hotel que esta siendo construido por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que lleva el mismo nombre de la reserva, Calakmul.
Estas son algunas de las “obras complementarias” del área de influencia del Tramo 7 del Tren Maya. En el trascurso de este tramo se tiene proyectado la construcción de al menos cuatro estaciones, ubicadas en Nicolás Bravo, Xpujil, Conhuas y Centenario.
En un documento que lanzó la organización no gubernamental Greenpeace, en agosto del 2022, como parte del procedimiento de evaluación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del Tramo 7, argumentó que Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) “no presentó un análisis general de todas las actividades indirectas que serán potencialmente incidentes en la región”.
En términos del flujo del turismo se agregaron solo “generalidades de un estudio de demanda de pasajeros y de servicios de STTER (consultora) con fecha del 09 de febrero de 2021”, detalla la organización ambiental.
Derivado del análisis sobre la MIA se destaca que solo de las estaciones establecidas en Conhuas y Xpujil, principales puntos de donde provendrá el turismo hacia la Reserva de la Biosfera de Calakmul y al Sitio Patrimonio de la Humanidad Antigua Ciudad Maya de Calakmul, se espera que arriben a través de vehículos o autobuses 43 mil 600 personas para el año uno de operaciones.
Esto representa 1,453 autobuses de 30 personas cada uno que se internarían hacia las entrañas de la selva. Siendo que para los años siguientes se espera el triple de turistas, casi el equivalente a 6,600 autobuses al año.
En ninguna parte de la MIA se detallan posibles afectaciones hacia la reserva por posibles emisiones contaminantes de los automotores o sobre los niveles máximos permisibles de ruido, vibraciones, de aguas residuales y de basura.
El Hotel
A casi 35 kilómetros de donde cruzará el Tran Maya y a 10 más de la zona arqueologica de Calakmul, se edifica, bajo el mando de la empresa Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica S.A. de C.V. de la SEDENA, el Hotel Calakmul. Un complejo turístico que contará con capacidad de 144 habitaciones distribuidas en dos torres de dos niveles.
En el mes de abril, diversos activistas y ciudadanos de la región denunciaron que esta obra no cuenta con los permisos, ni con la Manifestación de Impacto Ambiental correspondiente. Gilberto del Pozo, director ejecutivo de la organización Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C., afirmó haber revisado la Gaceta Ecológica de la Secretaría de Medio ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y el resultado fue que no encontró nada público. Esta organización finalmente presentó una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
SEDENA replicó que el predio ya se encontraba impactado en su totalidad, como consecuencia de haber sido utilizado como campo chiclero hasta la década de los 90, es decir tres décadas atrás. No obstante, la Ley General del Equilibrio Ecológico exige que cualquier cambio en la reserva requiere presentar una MIA ante Semarnat. Hasta la fecha no se sabe si existe.
El general Núñez sostiene que el complejo turístico se está construyendo acorde a las “más estrictas normas ambientales y considerando equipamiento de punta como un sistema de generación eléctrica para el adecuado funcionamiento del hotel, el cual será totalmente solar”.
En 2021, la institución responsable de la planeación y desarrollo de proyectos turísticos sustentables, Fonatur, contrató a consultores externos para realizar lo que denominó como “Proyectos conceptuales de integración urbano arquitectónica para las áreas de servicio de las zonas arqueológicas”, en Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La creación de los planes maestros y los estudios estuvieron enfocados a las zonas arqueológicas de Edzná, Uxmal, Oxkintok, Chichén Itzá, Tulum, Cobá y Calakmul. Su objetivo fue identificar las necesidades que favorezcan el atractivo turístico, tales como: alojamiento, servicios de alimentos y bebidas, transporte, atención médica, esparcimiento, conectividad, entre otras “que permitan la correcta operación y funcionamiento del sitio”, según Fonatur.
En los distintos tramos del Tren Maya, la SEDENA construye los llamados Hoteles Tren Maya, principalmente los que están ubicados cerca de las zonas arqueológicas de Palenque, Chiapas; Calakmul, Campeche; Uxmal y Chichén Itzá, en Yucatán. Contarán con un promedio de 160 habitaciones, albercas, gimnasio, restaurantes y otros servicios.
Según el general Núñez de la SEDENA, al fin de este año 2023 se va a concluir la construcción “de los seis hoteles y las oficinas de la empresa de participación estatal mayoritaria Tren Maya”, a cargo del órgano militar. El proyecto ferroviario atravesará o pasará por el área de influencia de 15 áreas naturales protegidas.
Seguridad
En la Reserva de Calakmul no solo se están creando las condiciones para que permitan los mejores servicios para el turismo, sino que también se está proyectando la seguridad de la zona. El pasado mes de junio, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores González, en un evento realizado en la reserva, anunció que se destinaban 10 hectáreas dentro de la selva para la Guardia Nacional.
En el marco de esta gira se entregó a SEDENA este polígono para que se construya una base operativa para la Guardia Nacional “en la que se implementarán acciones de detección y prevención de la tala ilegal”, anunció Albores junto al Comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Adán Peña.
De acuerdo con las declaraciones de estos funcionarios, la ubicación estratégica de esta base “facilitará que este destacamento enfrente los delitos ambientales en la zona y se convierta en un emblema y ejemplo a nivel nacional”, además, enfatizaron que beneficiará “en el cuidado y salvaguarda de la RB (Reserva de la Biosfera) Calakmul”.
Un equipo de Avispa Mídia realizó un recorrido por esta ruta y, certeramente, pudo constar que actualmente hay elementos de la Guardia Nacional bajo los árboles en casas de campaña y hamacas. Mientras tanto, en el área destinada se realizan diversas actividades.
Falta de Agua
En la propia MIA del Tramo 7 destaca que, debido a la composición topográfica de la región, existe muy baja capacidad de retención de agua en la superficie, ya que este “vital líquido se filtra hacia los mantos subterráneos”. Así que los principales centros urbanos sufren estrés hídrico, incluso, son abastecidos por medio de tanques cisterna, mejor conocidos como pipas.
En 2019, en las vísperas de la firma del Plan Calakmul, encabezada por Fonatur – cuyo objetivo era la coordinación entre los tres niveles de gobierno, las comunidades y actores locales para empujar el complejo del Tren Maya en la región y sus obras complementarias -, Fonatur ofreció pipas de agua.
El director general de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, afirmó que las pipas serían entregadas “por parte de Conagua; es el principio de una serie de trabajos para ir resolviendo paulatinamente el problema del agua” en las comunidades, destacó. En ese momento anunció, a través del Comunicado 42/2019, que se invertirían más de 200 millones de pesos en obras de infraestructura social y productiva.
Una de las mayores preocupaciones de las comunidades aledañas al complejo turistico de Calakmul, es ¿de dónde van a traer agua?. Una incognita que aún esta por resolverse.