
autonomía
INOCENTES | Subcomandante Insurgente Moisés
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.
Mayo del 2025.
A quienes firmaron la Declaración por la Vida:
A la Sexta Nacional e Internacional:
Al Congreso Nacional Indígena:
A los pueblos de México y el mundo:
Compañeras y compañeros, hermanas y hermanos:
Les explicamos lo que pasó con los dos compañeros bases de apoyo zapatistas, José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Säntiz Gómez, que fueron detenidos ilegalmente y secuestrados por las fuerzas conjuntas del gobierno federal y el estatal el pasado 26 de abril de este 2025.
Estuvieron en calidad de desaparecidos por 55 horas y sólo fueron presentados ante la autoridad corrupta, gracias a la presión del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. Fueron acusados de secuestro agravado en contra de Pedro Díaz Gómez.
En la detención, las fuerzas de la Guardia Nacional, el ejército federal y las llamadas Fuerzas de Reacción Inmediata Pakal, aprovecharon y se robaron pertenencias y paga de los afectados y de las comunidades. Robaron un automóvil, una motocicleta y una fuerte cantidad de dinero en efectivo.
Mientras el supremo gobierno jugaba con la vida, libertad y bienes de los dos detenidos ilegalmente, las autoridades autónomas zapatistas llevaron adelante su propia investigación con la guía de Verdad y Justicia en común.
Les recuerdo que, como pueblos organizados que somos en común, tenemos principios y reglamentos. No está permitido atentar contra la vida, libertad y bienes de otras personas, cualquiera que sea su ideología, partido, religión, preferencia sexual, color de piel, raza, lengua, nacionalidad o posición social. En el caso de asesinato, secuestro, asalto, violación, falsificación y robo, estas son faltas graves. Además, están las de no permitir el tráfico de drogas, su producción y su consumo. Así como las borracheras y otras faltas que son determinadas en común.
Cualquier compañero o compañera, sin importar su cargo o rango, que incurra en delitos graves, queda fuera de zapatista.
Conocida la detención y grave acusación en contra de estos dos compañeros, los GALEZ investigaron si es que andan metidos en asuntos de secuestro. La estructura organizativa encargada de investigar llegó a la conclusión de que los dos compañeros son inocentes.
Así se le hizo saber al Frayba.
No conformes con eso, las autoridades autónomas siguieron investigando y llegaron a confirmar la participación en el crimen de otras dos personas. Esos dos criminales fueron detenidos y, con respeto a sus derechos humanos, se pusieron bajo custodia en una de las comunidades zapatistas.
Los dos criminales confesaron el secuestro y asesinato en contra de Pedro Díaz Gómez, y señalaron el lugar preciso donde habían enterrado el cuerpo. Señalaron la complicidad de otras personas.
Así se le hizo saber al Frayba, quien lo comunicó a las autoridades del mal gobierno.
Viendo que quedarían una vez más en ridículo, las autoridades corruptas corrieron a movilizar a sus fuerzas y detuvieron a uno de los señalados que estaba prófugo. Esta persona confirmó lo confesado a las autoridades zapatistas. Fue así como llegaron al lugar donde estaba enterrado el cuerpo de la víctima del delito.
Todo esto lo supo el gobierno en sus tres niveles de gobierno, pero nada hizo. En lugar de liberar inmediatamente a nuestros compañeros inocentes, le dieron largas al asunto y propusieron un intercambio de detenidos. Así podrían sobornar a los medios de comunicación y venderles la historia de que todo había sido mérito de la justicia estatal y federal. Y también podrían quedarse con lo que robaron a los originarios pobres que sufrieron su ataque.
El mal gobierno volvió a mandar a sus fuerzas represivas en búsqueda de un cuarto implicado. Pero no sólo no lo detuvieron, también aprovecharon para seguir robando pertenencias de las comunidades.
Mientras tanto, las autoridades federales y estatales presionaban y amenazaban a los defensores de derechos humanos porque su denuncia los iba a mostrar tal cual son: unos represores de inocentes y fabricantes de culpables.
En la madrugada de este 2 de mayo del 2025 se entregaron a los dos criminales confesos detenidos por los zapatistas al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas para que revisaran el estado de salud de los detenidos y certificaran si habían sido violados sus derechos. El Frayba procedió a entregar a los culpables a la autoridad oficialista.
En el transcurso de la mañana de este día 2 de mayo, nuestros compañeros Baldemar y Andrés fueron liberados. Pero los robadores gubernamentales se niegan a devolver todo lo que despojaron.
Los gobiernos de la mal llamada 4T mienten en todo lo que dicen respecto a los pueblos originarios y los movimientos sociales. Son iguales o peores que los gobiernos priístas y panistas anteriores. Esas cantidades que presumen de “detenidos”, para agradar al Trump, son en su mayoría inocentes. En lugar de comprar opiniones favorables en los medios y redes sociales, los malos gobiernos deberían pagarles bien a sus fuerzas represivas para que no tenga que robar a quienes menos o nada tienen.
Lo sucedido no es sólo en nuestros territorios. En toda la geografía llamada “México”, las comunidades originarias, los defensores de la madre tierra, los defensores de los derechos humanos, los movimientos y organizaciones sociales, los migrantes y hasta las personas sencillas, que trabajan día a día para ganarse honestamente el sustento diario, son extorsionadas, agredidas, secuestradas, desaparecidas, encarceladas y asesinadas por un gobierno ansioso por congraciarse con el poder del dinero.
No tienen remedio.
El sistema capitalista nació mal, producto de injusticias, sangre y robo. Así sigue hasta ahora, sin importar las banderas bajo las que se esconda. Su signo es la muerte y así lo llevará hasta el fin de sus días.
Como pueblos zapatistas hemos pensado en una forma de combatir al imperio de la muerte. Nosotros llamamos a ese camino “El Común”.
Y en esta penosa situación pasada, se vio que el Común camina por la verdad y la justicia.
Este logro de la liberación de nuestros dos compañeros inocentes fue fruto de un triple esfuerzo: el de los defensores de los derechos humanos, el de la solidaridad y apoyo nacional e internacional, y el de la justicia autónoma.
Es momento de no olvidar a otros pueblos hermanos, cerca y lejos en geografía, que sufren los ataques mortales del mal sistema. No olvidemos a los pueblos originarios, a los desaparecidos y a quienes les buscan, a los defensores de la madre tierra, a las personas que sólo son un número en las estadísticas del crimen, al pueblo Palestino.
Por la vida: justicia y verdad en Común.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Moisés.
México, mayo del 2025.
Exército Zapatista de Libertação Nacional (EZLN): o espelho que me persegue
En español aquí.
Tradução: Aline Spaniak
“O EZLN é o espelho que me persegue”, foi o que nos disse o artista oaxaquenho Lukas Avendaño durante o Encontro (Rebel e Revel) Arte, realizado no Caracol Jacinto Canek e no Cideci/UniTierra, em Chiapas/México, de 13 a 19 de abril de 2025. Mas não é qualquer espelho, ele esclareceu: é o espelho fumegante de Tezcatlipoca, o espelho de obsidiana que reflete seu verdadeiro ser, mesmo que você não queira vê-lo. Para ele, como para tantas e tantos outros, o EZLN é um espelho onde vê refletido seu próprio ser — no seu caso, seu ser indígena e seu ser muxe (termo Zapoteca para identidades de gênero não binárias) — com dignidade; reflexo que o impulsiona a contribuir com suas performances e sua vitalidade para a construção de outra humanidade possível.
O Encontro (Rebel e Revel) Arte foi isso: um espelho fumegante que, a partir da reflexão sobre a crise global que atravessamos, nos interpela com uma questão desconfortável, porém, mais necessária do que nunca: e vocês, o que estão fazendo? Uma pergunta que ganha força diante da constatação de tudo o que eles e elas — sobretudo os jovens e as jovens — fazem para enfrentar a tormenta que vivemos, não apenas com coragem e determinação, mas também com uma alegre rebeldia.

Como é possível que nesses espaços onde, durante uma semana, se insistiu — por meio de todas as formas artísticas (poesia, teatro, música, dança, circo, performance, cinema, artes plásticas, literatura e mais) — no provável colapso do nosso mundo diante da voracidade do capital, e na morte e no sofrimento inconcebível que esse processo de colapso implica e implicará para boa parte da humanidade, o que tenha predominado foi justamente a alegria, a festa, a celebração da vida?
Parte da resposta está no contexto. Como confirma o relatório do Centro de Direitos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Chiapas na espiral da violência armada e criminal, Chiapas vive, há anos, uma gravíssima situação de violência armada, com operação impune de grupos do crime organizado, desaparecimentos e recrutamentos forçados, militarização, assassinatos, imposição de megaprojetos, criminalização e agressões contra defensores do território, entre muitas outras violações. Nesse contexto, as comunidades indígenas e camponesas enfrentam um processo de decomposição social que empurra os jovens a abandonar a terra, muitas vezes migrando para o norte ou unindo-se à delinquência.
É nesse contexto — em que muitos “especialistas” previam o fim do zapatismo — que as e os jovens zapatistas se manifestam com força, criatividade e alegria, incorporando a ética de defesa e amor pela vida impulsionada pelo zapatismo há mais de três décadas. Lá estavam as e os milicianos (zapatistas civis com treinamento militar para a autodefesa das comunidades) com sua dignidade rebelde, jovens artistas protagonistas de peças teatrais extraordinárias, artistas plásticos, rappers, poetas. Uma juventude muito outra, rompendo os moldes do que se entende por juventude indígena, com a vitalidade de uma tradição viva, um olhar voltado para o futuro fundamentado na consciência do passado. Ou seja, uma esperança de vida em meio à tormenta.

No dia 15 de abril, no Caracol Jacinto Canek, uma centena de jovens vindos dos 12 caracóis apresentaram a peça “A natureza se revela e se rebela”. Vestidos com belíssimos figurinos — confeccionados por eles mesmos — representando uma grande variedade de animais, explicaram como a destruição do planeta e a mercantilização da vida os afetam. Também deram voz à água, fonte de vida cada vez mais escassa e contaminada, e por fim, à própria Terra, que sofre com a mineração, a poluição, os agrotóxicos e muito mais. É então que os seres da Terra decidem se organizar e defender a vida de forma coletiva. Quando os empresários chegam com seus portfólios, sua ganância, suas máquinas e seus operários, os insetos — seguidos de todos os outros animais — os atacam e os expulsam. “A vida é comum, comum é a vida; agora nos cabe recriar e renascer outra vida, e isso deve ser em comum”, dizem.



“O comum”, nos dizem por meio das peças de teatro, das músicas, dos poemas, das artes plásticas, é o único caminho diante da maquinária de morte de um sistema cuja voracidade não conhece limites. A prática do “comum” no zapatismo não é novidade. Na verdade, é o fundamento de sua construção desde os tempos da clandestinidade. A organização e o trabalho coletivo foram, desde o início, a base de todo o caminhar zapatista — e, certamente, da construção da autonomia —, desde o autogoverno e a justiça autônoma até a saúde e a educação autônomas, a soberania econômica, a comunicação, a agroecologia e todas as formas de resistência e rebeldia. Mas, é nos tempos recentes que “o comum” se coloca explicitamente como o centro não apenas das grandes transformações internas em curso nos últimos anos, mas também da interpelação do zapatismo para fora, para nós, no contexto da crise global. Sem a ação coletiva de organizações, grupos e indivíduos ao redor do planeta — tanto no campo quanto na cidade —, não haverá vida possível diante da destruição em curso, nos diz o zapatismo uma e outra vez.
Quando o EZLN tornou explícita a noção de “o comum” pela primeira vez em dezembro de 2023, referia-se especificamente a uma proposta radical de posse da terra: a “não propriedade”. Ou seja, terras recuperadas que o EZLN declarava “em comum” — terras de ninguém e de todos — nas quais, após acordo coletivo entre zapatistas e não zapatistas da região, qualquer indivíduo ou coletivo poderia trabalhar coletivamente, beneficiando-se de sua produção, mas sem ser proprietário da terra nem de tudo o que nela fosse construído. Defender a terra, portanto, não significa buscar o reconhecimento oficial de sua propriedade por parte do Estado, mas, ao contrário, abolir o próprio conceito de propriedade e promover o uso comum da terra para o benefício coletivo. No entanto, a proposta do comum não se limita às comunidades indígenas zapatistas e não zapatistas de Chiapas: ela se abre ao mundo, diante da urgência de enfrentar coletivamente a crise global. Diante disso, indivíduos e coletivos de qualquer geografia são convidados a trabalhar em comum para aprender a cultivar a terra e adquirir conhecimentos que ajudem a sobreviver à tormenta.
As peças de teatro e demais criações artísticas apresentadas durante as celebrações do 30º aniversário do levante zapatista, no caracol de Dolores Hidalgo, entre dezembro de 2023 e janeiro de 2024, elaboraram ainda mais a ideia do comum. E, na primeira sessão dos Encontros de Resistência e Rebeldia, em dezembro de 2024 e janeiro deste ano, a comandância, as autoridades civis e os promotores e promotoras de educação e saúde compartilharam o sentido e a genealogia da ideia do comum, que não deriva do marxismo nem de qualquer outra teoria de origem europeia, mas sim da experiência dos avôs e avós dos povos originários.



Agora, neste Encontro (Rebel e Revel) Arte, a noção de “comum” se abre a toda forma de coletividade organizada e radicalmente democrática. Assim, a peça “O amor na tormenta e o dia depois”, criada por jovens dos caracóis de La Realidad, Oventic, Garrucha, Morelia, Roberto Barrios e La Unión, explora a privatização da terra em comunidades irmãs, não zapatistas, o que leva à sua subsequente subdivisão geração após geração, até que se torne impossível viver dela. A peça também aborda a exclusão das mulheres do direito à terra; a decomposição social; a criminalidade, o uso de drogas, o alcoolismo e a prostituição; a migração e a venda das terras diante do endividamento. Já no final, uma comunidade irmã procura os zapatistas, que os orientam com ideias e formação para a construção da autonomia em comum. Dessa forma, a proposta do “comum” vai além da não propriedade das terras recuperadas. A coletividade do comum se estende a todos os aspectos da vida: saúde, educação, justiça, autogoverno, criação e reprodução de mundos em todos os cantos — sementes para o florescimento de uma outra humanidade “no dia depois” do colapso de nossa civilização.
Esse esforço consiste também na partilha “em comum” de conhecimentos e saberes que ajudem a enfrentar a tormenta. Assim, jovens zapatistas — entre 12 e 20 anos — compartilharam saberes herdados de seus ancestrais, que permitem viver de forma autônoma, sem depender de avanços tecnológicos que, por sua vez, dependem de um sistema não sustentável. Fabricação de cestos, pigmentos, adobe, panelas e pratos, cal hidratada, cordas, entre outros — tudo feito com materiais naturais.



Por outro lado, as muitas obras apresentadas pelas e pelos artistas não zapatistas nos convidaram a refletir e a sonhar outras possibilidades a partir de uma extraordinária pluralidade de perspectivas, em uma grande variedade de contextos e geografias. Em tudo isso, evidentemente, a Palestina, assim como as “buscadoras” — os coletivos de mães incansáveis que buscam seus filhos desaparecidos no México — estiveram sempre presentes.
No último dia, 19 de abril, no Cideci/Universidade da Terra, o encontro foi encerrado com uma mesa coordenada pelo Capitão Marcos, da qual participaram Los Zurdos, Payasos en Rebeldía, Stefani Weiss, Antonio Ramírez, Luis de Tavira e o Subcomandante Moisés.

Encerramos aqui com algumas palavras de Iván Prado, do coletivo Payasos en Rebeldía, que nos lembra que é na infância e na juventude que se encontra a esperança de um novo amanhecer: “As crianças mantêm um lugar de espontaneidade, de crença profunda na capacidade de viver nossos sonhos: a força de sonhar. A capacidade do ser humano de construir mundos a partir dos sonhos. A inocência, a consciência e a potência que temos na infância têm a ver com saber quem somos e onde estamos. Somos a semente desse futuro, desse dia depois. O que vimos nestes dias é a semente dessa arte futura que virá após o colapso. Nós, artistas que participamos deste encontro nestes dias, estamos semeando esse amanhã, porque o amanhã se semeia hoje.”
Olhando-nos no espelho de obsidiana que a arte e a criatividade zapatista colocam diante de nossos olhos, partimos deste encontro confrontados com a provocação escrita em grandes letras no palco do Caracol Jacinto Canek: “Despertem já, povos do mundo”. E, com ela, a pergunta insistente que nos lança o espelho zapatista: E você, o que está fazendo?

Veja também:
- Artes plásticas en el Encuentro (Rebel y Revel) Arte
- Audiovisuales en el Encuentro (Rebel y Revel) Arte
Alguns áudios das apresentações, gravados pelo coletivo KeHuelga, estão disponíveis aqui.
Entrevista a Lukas Avendaño: (Descarga aquí)
Entrevistas realizadas pelos RZtitas, o comando infantil de RZ:
Payasos en Rebeldía: (Descarga aquí)
Mastuerzo: (Descarga aquí)
Entrevistas realizadas pelo coletivo KeHuelga:
Delmar Penka: (Descarga aquí)
Errante Piratería Roja: (Descarga aquí)
Paz de Bitácora de Aguas: (Descarga aquí)
Titze Malambé: (Descarga aquí)
Mesa de encerramento
Los Zurdos: (Descarga aquí)
Payasos en Rebeldía: (Descarga aquí)
Stefany Weiss: (Descarga aquí)
Antonio Ramírez: (Descarga aquí)
Luis de Tavira: (Descarga aquí)
Subcomandante Insurgente Moisés: (Descarga aquí)
Entrevistas em vídeo realizadas por Armadilla del Sur para Rádio Zapatista:
Foto-reportagem
























































































Foto de portada: Carlos Ogaz