“La autonomía es todo”: una entrevista con el preso político indígena José Antonio Arreola de Nahuatzen
La siguiente es una entrevista con el preso político indígena José Antonio Arreola Jiménez, uno de los tres presos políticos de la comunidad p’urhépecha de Nahuatzen, Michoacán, que actualmente están cumpliendo sentencias de siete años basadas en delitos inventados. La entrevista fue realizada a finales de noviembre por Scott Campbell, un colaborador de IGD.
¿Puedes presentarte y hablarnos un poco sobre ti?
Sí, mi nombre es José Antonio Arreola Jiménez. Soy originario de la comunidad indígena de Nahuatzen, Michoacán. Nahuatzen es una comunidad indígena que está enclavada en el corazón de la Meseta Purépecha. Tengo a mi esposa y tengo cinco hijos.
¿Puedes compartir con nosotros algunos detalles sobre Nahuatzen, su lucha, y tu papel en esa lucha?
La lucha de Nahuatzen comenzó en el 2015, cuando el último presidente municipal se nos fue impuesto por el gobierno del estado, por Silvano Aureoles Conejo. Entonces, este Miguel Prado Morales, que es su nombre, él llegó con más de veinte o treinta gentes armadas fuera de la comunidad, manifestando que era su policía particular, que era su escolta. De lo cual, a nosotros, como comuneros, nos pareció mal porque dentro del pueblo no hay necesidad traer armas, no somos gente de pelea, de armas. Somos gente de trabajo, gente pacífica. Eso fue, más que nada, lo primordial.
Entonces, un día se les pidió audiencia al presidente este, la cual se nos dio y le pedimos que queríamos que la seguridad fuera de la comunidad de Nahuatzen, resulta que dijo que sí, pero posteriormente ya no quiso. Cuando al día siguiente nos citó para presentar a los elementos de seguridad, se nos hecho encima toda su familia, todo el ayuntamiento. Entonces, hubo una revuelta, hubo un conflicto y hubo descalabrados y golpeados. Pero en ese momento, la comunidad decide hacer una reunión, una asamblea general, y desconocer al ayuntamiento. Entonces, nosotros ante un auditorio público en la plaza principal, hicimos esta asamblea.
Yo soy un representante de nosotros. La comunidad de Nahuatzen se rige por cuatro barrios: primero, segundo, tercero, y cuarto. Su servidor, represento el barrio primero. Entonces, el día que se hizo la asamblea, se llevó a cabo la propuesta para los compañeros. Déjame decirte que yo era suplente, yo no era concejal mayor, yo era suplente. El concejal mayor de mi barrio en ese entonces éramos nada más cuatro, éramos un concejal por barrio y un suplente. Entonces nos dimos cuenta que él que estaba propuesto como encargado de mi barrio, el representante de mi barrio, pues tenía vínculos con el crimen organizado. Se decidió hacer una reunión y retirarlo y yo subí al representante del barrio. Yo soy el representante del barrio primero y me encargo de la seguridad de la comunidad. Cada concejal tenemos una tarea, entonces mi cargo, que yo tengo, o que yo tenía, era la seguridad del pueblo de Nahuatzen.
¿A qué condena te enfrentas y cuál es la situación de tu caso?
La condena que se nos dio es de siete años por sabotaje. Explico que el sabotaje no existe, es una condena que se le da a personas como yo, que peleamos por un movimiento social en común, por los derechos humanos de la comunidad indígena en particular. Porque si tuviéramos que haber defendido una ciudad o algún otro pueblo, posiblemente no accedió al sabotaje, pero como es una comunidad indígena, como es también de saber que, en el 2017 la Suprema Corte nos da el fallo a favor de que fuéramos una comunidad indígena y nos da la libre determinación, la autonomía, y el autogobierno, entre otras cosas, representatividad en el gobierno del estado y en el gobierno federal. Entonces, prácticamente fue una lucha que, con esa resolución de la Suprema Corte de la Nación de México, ganamos. Ganamos todo lo que estábamos luchando. Fue una situación muy difícil, que el gobierno del estado con su nuevo gobernador nos echó más encima todavía, incluyendo policías estatales, municipales y políticos allí de la comunidad porque hay unos que están con políticos todavía.
La Suprema Corte nos dio una resolución en el 2017, cuando nos reconoce como comunidad indígena y autónoma. Somos autónomos. Simplemente que el gobierno del estado ha estado imponiéndonos el ayuntamiento. Existe el Concejo en Nahuatzen, el ayuntamiento no debería de existir en Nahuatzen, pero ese es el pleito político que tenemos. Entonces el ayuntamiento no debe de existir en nuestra comunidad de Nahuatzen. Más bien, está impuesto por el gobierno del estado.
Te comento que el sabotaje realmente no existe. Nos dieron siete años con beneficio de tres y medio. Entonces se nos inventa un delito el gobierno del estado, junto con el ayuntamiento y los partidos políticos de nuestro pueblo, nos inventaron un delito en donde nosotros robamos un camión de volteo y dos Tsurus, despensas, de lo cual no pudieron comprobar nada, el de dos Tsurus y el camión de volteo. El camión de volteo, comentarles que es con lo que recolectamos la basura, y los dos Tsurus es donde se movía la ronda comunal, que es la seguridad que nosotros tenemos registrada en nuestra comunidad. No es policía municipal ni estatal, se llama ronda comunal porque son puros comuneros del pueblo de Nahuatzen. Entonces, nos inventan un delito, el cual que no ha sido comprobado.
En coordinación también con los jueces, incluso de un ministro de Morelia, del estado, de la capital, dicen que somos culpables, entonces nos tienen encerrados desde el 14 de noviembre de 2018, y pues esa es la situación de lo que se nos acusa.
¿Cómo pueden ayudar los de fuera a apoyar tu lucha por la libertad?
Las personas, como ustedes, como organizaciones, como la comunidad de mi pueblo, en lo que nos pueden ayudar, nos pueden ayudar en presionar la Suprema Corte para que ya resuelva, pues el caso de nosotros se fue hasta la Suprema Corte. Lo tiene allí un ministro del apellido Pardo, entonces legalmente ya está fuera de tiempo, ya debería de haber resuelto en este mes, pero yo no sé por qué no ha pronunciado todavía. Entonces, esa es la ayuda que podemos recibir de ustedes de afuera, que se le mandan cartas al ministro que se le presione, y más que nada ayudarnos a tener una manifestación fuera de la Suprema Corte.
[Ver la alerta de acción de la Federación de la Cruz Negra Anarquista para obtener información sobre cómo ponerte en contacto con la Suprema Corte y hacer donaciones para apoyar la lucha en Nahuatzen].
¿Puedes compartir con nosotros un poco de cómo es la vida dentro de la cárcel?
Sí, decirles cómo está, es que la vida aquí es muy difícil. Cuando uno es en contra del sistema, del gobierno, tiene muchas carencias, muchas más de las que los compañeros pueden tener. No es muy fácil acceder a medicamento, a comida, a ropa. Entonces, de recién de que llegamos los mismos custodios, golpes, abuso del gobierno, pero en el momento en que se dieron cuenta que es realmente el gobierno del estado en lo que nos estaba inventando el delito, pues como que comprendieron ellos también y a conocernos un poco más, miraron que no somos personas problemáticas, más que nada.
Sí, comentarles que aquí para acceder a un medicamento tiene uno que comprarlo. Y lo curioso, que los mismos doctores de aquí, todos tienen una farmacia, entonces ellos mismos te lo venden. Aquí ha habido accidentes muy grandes, donde se han muerto compañeros por falta de un medicamento, por falta de un doctor. Entonces, creo que es muy triste vivir una situación aquí. Y, como nosotros, hay muchos compañeros que no deben de estar aquí o no deberían de estar aquí, pero el gobierno del estado y el sistema así se maneja. No agarran a quien es, pero sí, al que no la debe.
Pues, es muy difícil la vida aquí dentro de la cárcel. Yo pienso que muchas veces se le hace muy fácil a la gente decir que le den muchos años de cárcel o que se pudren en la cárcel, por esto, por alguna acción que han cometido los compañeros. Pero no se dan cuenta que creo yo que con cinco o un año, cinco, seis, siete años, creo que es suficiente para pagar muchísima condena. Porque aquí es la situación diferente, que no en veces te dejan pasar cobijas, estás con una o dos, tienes frio, o los cuartos están totalmente agujerados, no hay electricidad, no hay muchas cosas a las que tengas acceso.
¿Qué significa la autonomía para ti y para Nahuatzen?
La autonomía, ¿qué significa? Pues, es la separación de nuestra comunidad, de quitarnos el yugo, de quitarnos el pie de encima del gobierno del estado. De autonomía significa ser libre, significa poder decidir tú con la gente en que gastan tu recurso, cómo hacerlo, porque todo el ayuntamiento que ha pasado más de cien años por la comunidad de Nahuatzen ha robado a manos llenas. Decirles que en las alturas hay gente que literal se sigue durmiendo en el piso, gente que en verdad necesita un tejado o un piso donde poder poner una cama para dormir, una cocina donde puede cocinar bien, y no la hay. Se necesita empleo, se necesita economía, se necesita mucha educación, muchos doctores.
Entonces, es en la autonomía, el ganar la autonomía para Nahuatzen es todo, y para un servidor también es lucha de varios años de seis, siete años ya de lucha que no vamos a dejar de hacerlo hasta que logremos terminar el proyecto, porque este es un proyecto, no es algo que se termina en uno, dos, tres años, no. Quedó que vamos empezando nuestro proyecto. Desafortunadamente nos tomaron presos, pero no nos han dejado trabajar, nosotros estamos convencidos primeramente que la Suprema Corte va a dar el fallo a favor y vamos a regresar siendo autoridades en nuestra comunidad y vamos a seguir manejado el recurso, el cual significa mucho. Significa todo. Significa la ayuda a los necesitados. Eso es la autonomía, es lo que significa para nuestra comunidad, para la mayoría, y para un servidor.
Déjame decirte que a nosotros nos da mucho orgullo ser punta de lanza en la Meseta Purépecha. Somos los segundos, Cherán fue el primero, que es una comunidad hermana de nosotros, y que colindamos con ellos. Para nosotros ser la autonomía es ser punta de lanza en Nahuatzen en donde ya ahorita si tú te fijas o si te das cuenta, ya no somos dos, las comunidades indígenas autónomas, ya son varias, son Santa Fe de la Laguna, Pichataro, Comachuén, Sevina, Turícuaro, Arantepacua, y prácticamente del municipio de Nahuatzen son ya cinco o seis, fuera de ella están cinco o seis más. Significa que este es un movimiento muy bueno. Creo que, en su momento, Pichataro lo vivió y lo han vivido varias comunidades más, pero gracias al no bajar la mano, gracias al estar enfrentándose al gobierno, al sistema, creo que hay muchas comunidades hermanas que se están levantando también y creo que están en su derecho de ser autónomos.
¿Qué conexiones ves entre tu caso y la lucha en Nahuatzen con los de otros presos políticos indígenas, las luchas por la autonomía y la política estatal de represión?
La conexión es siempre la misma. Dar, echarle con todo, con todo el corazón, con todas las ganas del mundo, para que tus hijos y los hijos de tus hijos tengan un futuro mejor, tengan mejor estructura, mejor obra, mejor educación, mejores escuelas. Y que sus padres tengan un trabajo, un sueldo, una economía, que nuestro pueblo tiene una economía estable. Ahorita decirte que de los cien por ciento comuneros que hay en Nahuatzen, el veinte por ciento trae dinero, entonces ochenta por ciento no lo trae o no lo tiene. Nuestra idea, la ideología de su servidor es que dentro de a tardar a dos o tres años, dejándonos trabajar como se debe, el ochenta por ciento trajera dinero, tenga dinero, y el veinte por ciento nos falta por tenerlo.
Creo que mientras no bajen las manos, mientras tenga uno la respiración en el cuerpo y el corazón latiendo no debe uno dejar luchar porque es un orgullo ser un luchador por tu pueblo, por tu comunidad.
¿Hay algo que te gustaría añadir que no hayamos tocado?
Mira, solamente, esta cuestión de la autonomía es mucho sentir, pero sí me gustaría añadir que llegamos hacer la comunidad más segura del estado de Michoacán, ya que nosotros mismos nos cuidamos, nos autoprotegemos. Decirte que nosotros, en cuatro meses que nos lleva la oportunidad a trabajar y con el recurso que se nos dio en ese momento hicimos más obras públicas de lo que hizo en setenta años los partidos políticos en la comunidad. Bajamos el drenaje, el drenaje para nuestro pueblo, pusimos red eléctrica a nueve colonias, las más abandonadas, pusimos cuatro calles, dimos más de trescientos empleos. Entonces, creo yo que esto es un movimiento social y común bastante fuerte. El orgullo de todos nosotros debe de ser que somos indígenas y que debemos demostrar que no por ser indígenas no sabemos gobernar, no podemos gobernar. Creo que el gobierno se equivocó al enfrentarse con nosotros y no ayudarnos, al no darnos la oportunidad como nos dio la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuando decidió darnos la autonomía. Ella en la federación confió en nosotros, y no la estamos defraudando.