En la Universidad Estatal de Los Ángeles, California, se celebró este 26 y 27 de abril el Encuentro 25 años de zapatismo, a través del tiempo y el espacio. Allí se reunieron activistas, académicos, militantes y miembros de organizaciones y colectivos de los Estados Unidos que han estado luchando por la autonomía, la justicia y la dignidad en ese país, muchos de ellos inspirados por el levantamiento zapatista. Allí estuvieron presentes también concejalxs del Concejo Indígena de Gobierno, los intelectuales Raúl Zibechi y Gustavo Esteva, via internet, y otros activistas y periodistas de México, quienes dieron cuenta de la situación que se vive en el país y la organización de la resistencia y la rebeldía.

Desde el levantamiento del 1º de enero de 1994, y sobre todo desde el Encuentro Chican@-Zapatista en agosto de 1997, el zapatismo ha sido inspiración para un gran número de colectivos y organizaciones en Estados Unidos, sobre todo chicanos, migrantes y en general de gente de color, que han adoptado formas de lucha zapatistas para resistir la violencia del Estado, el racismo y la represión contra los pueblos de color, el encarcelamiento masivo, el aburguesamiento de las ciudades y el desplazamiento sistemático de los de abajo, la explotación laboral, las deportaciones, las redadas y mucho más. Así, a lo largo de estos 25 años, han surgido grupos artísticos (ver, por ejemplo, nuestro documental sobre el movimiento musical chicano-zapatista, Ritmos de Zapata), experiencias de autonomía alimentaria, espacios comunitarios, colectivos de medios libres, grupos de académicos que proponen epistemologías otras, organizaciones de autodefensa, intercambios y delegaciones de jóvenes militantes en Chiapas, grupos de mujeres, etc.

Este encuentro, por lo tanto, fue una oportunidad para intercambiar experiencias y conectar luchas, al mismo tiempo que se reflexionó sobre los cambios en el propio zapatismo a lo largo de estos cinco lustros, la crisis civilizatoria por la que atravesamos y la situación para los pueblos bajo el gobierno mexicano actual.

De fundamental importancia en este encuentro fue la participación de lxs concejalxs Betina Cruz Velázquez y Fortino Domínguez Rueda, del Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno (CNI-CIG). Desde su lugar como miembro del pueblo Zoque, Fortino nos condujo en un viaje por los caminos del CNI hasta la creación del CIG y su relevancia para los pueblos originarios de México y del mundo, en el contexto de la devastación provocada por el capitalismo actual. Betina Cruz, por su vez, hizo un análisis contundente y cuidadosamente documentado de esa devastación, ahora encabezada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su supuesta “cuarta transformación”.

Esto se complementó con los análisis de Raúl Zibechi y Gustavo Esteva, quienes también dieron cuenta de la relevancia del zapatismo para los movimientos sociales latinoamericanos (o “sociedades en movimiento”, como prefiere Zibechi) y, de nueva cuenta, la amenaza que el actual gobierno mexicano representa para los pueblos originarios y para la construcción de la autonomía zapatista. También vía internet, desde México, las activistas María Laura Orozco y Evangelina Ceja y el periodista Arturo de Dios hicieron un análisis del uso de la desaparición forzada como herramienta del Estado, a partir de casos específicos. Y un compañero de Radio Zapatista explicó lo que para los zapatistas significa la tormenta y la crisis civilizatoria que nos acomete.

Desde la educación, se discutió la influencia del levantamiento zapatista al interior de la universidad en los Estados Unidos y las aportaciones de la educación zapatista para un pensamiento decolonial y desescolarizante en ese país. Las temáticas de las fronteras, las identidades, las naciones y los Estados orientaron varias de las mesas, así como el patriarcado, el feminismo y la subversión queer. Ex miembros de la ya extinta organización Estación Libre compartieron la experiencia de los esfuerzos por conectar las luchas de la gente de color en Estados Unidos y las ideas y prácticas del zapatismo. De la misma manera, Emory Douglas, Caleb Duarte y Rigo 23, de Zapantera Negra, hablaron sobre la conexión artística entre el movimiento de las Panteras Negras y el movimiento zapatista. La justicia alimentaria estuvo presente en la compartición de experiencias autonómicas desde abajo en California, como la Granja Sur Central (South Central Farm), Zapotepec y el Semillero de Oxnard.

El Encuentro incluyó también un festival de cine, una exposición de arte, un recital de poesía, una noche de CompArte en el Centro Floricanto y un animado fandango en el espacio cultural y organizativo chicano Eastside Café.