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La Ruta de Ixchel
La Ruta de Ixchel.
Abril del 2021.
Saldrá la Montaña.
De una de las casas de Ixchel, la madre del amor y la fertilidad, la abuela de las plantas y los animales, madre joven y madre anciana, la rabia en la que el dolor de la tierra se transforma cuando es herida y mancillada, saldrá la Montaña.
Cuenta una de las leyendas mayas que Ixchel se tendió sobre el mundo en forma de arcoíris. Eso hizo para así darle al planeta una lección de pluralidad e inclusión, y para recordarle que no es uno el color de la tierra, sino muchos, y que todos, sin dejar de ser lo que son, juntos iluminan la maravilla de la vida. Y ella, Ixchel, la mujer arcoíris, todos los colores abraza y los hace parte de ella.
En las montañas del sureste mexicano, en la lengua de raíz maya de los más viejos de los viejos, se narra una de las historias de Ixchel, madre-luna, madre-amor, madre-rabia, madre-vida. Hablando el Viejo Antonio así habla:
“Del oriente vino la muerte y la esclavitud. Así llegó y ni modos. Nada podemos cambiar de lo anterior. Pero así dijo Ixchel:
“Que mañana al oriente naveguen la vida y la libertad en la palabra de mis huesos y sangres, mis crías. Que no mande un color. Que no mande ninguno para que ninguno obedezca y que cada quien sea lo que es con alegría. Porque la pena y el dolor vienen de quien quiere espejos y no cristales para asomarse a todos los mundos que soy. Con rabia habrá que romper 7 mil espejos hasta que el dolor se alivie. Mucha muerte habrá de doler para que, al fin, sea la vida el camino. Que el arcoíris corone entonces la casa de mis crías, la montaña que es la tierra de mis sucesores”.
Cuando la opresión llegó en metal y fuego a suelo maya, el ts´ul, el llegado de lejos, miró muchas figuras de la diosa arcoíris y así llamó a esa tierra: Isla Mujeres.
Una mañana del mañana, cuando la cruz parlante invoque, no el pasado, sino lo por venir, navegará la montaña hasta la tierra del Ts´ul y atracará frente al viejo olivo que le da sombra al mar e identidad a quienes viven y trabajan en esas costas.”
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El día 3 de mayo del año 21 del siglo 21, de Isla Mujeres, Quintana Roo, México, zarpará la Montaña para cruzar el Atlántico en una travesía que mucho tiene de desafío y nada de reproche. En el sexto mes del calendario, habrá de avistar las costas del puerto de Vigo (Ciudad olívica), Pontevedra, en la Comunidad Autónoma de Galicia, Estado Español.
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Si no se puede desembarcar, sea por el COVID, migración, franca discriminación, chovinismo, o que se equivocaron de puerto o la hostia, vamos preparados.
Estamos dispuestos a esperar ahí y desplegaremos, frente a las costas europeas, una gran manta que diga “¡Despertad!”. Esperaremos a ver si alguien lee el mensaje y luego otro tanto a ver si, en efecto, despierta; y otro tanto más a ver si hace algo.
Si la Europa de abajo no quiere o no puede, entonces, previsores, llevamos 4 cayucos con sus remos respectivos y emprenderemos el regreso. Claro, demoraremos un poco hasta atisbar de nuevo las orilladas de la casa de Ixchel.
Los cayucos representan 4 etapas de nuestro ser como zapatistas que somos:
.- Nuestra cultura como pueblo originario de raíz maya. Es el cayuco más grande y dentro del cual se pueden guardar los 3 restantes. Es un homenaje a nuestros antepasados.
.- La etapa de la clandestinidad y el alzamiento. Es el cayuco que le sigue en tamaño al primero, y es un homenaje a quienes han caído desde el primero de enero de 1994.
.- La etapa de la autonomía. Es el tercero en tamaño, de mayor a menor, y es un homenaje a nuestros pueblos, regiones y zonas que, en resistencia y rebeldía, han levantado y levantan la autonomía zapatista.
.- La etapa de la infancia zapatista. Es el cayuco más pequeño que han pintado y decorado niños y niñas zapatistas con las figuras y colores que se les dio la gana.
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Pero si logramos desembarcar y abrazar con la palabra a quienes allá luchan, resisten y se rebelan, entonces habrá fiesta, baile, canciones, y cumbias y caderas estremecerán suelos y cielos distantes entre sí.
Y, en ambos lados del océano, un mensaje breve inundará todo el espectro electromagnético, el ciberespacio y eco será en los corazones:
вторгнення почалося bosqinchilik boshlandi a invasión comezou Die Invasion hat begonnen istila başladı la invasió ha iniciat l’invasione hè principiata invazija je započela invaze začala инвазията е започнала invasionen er startet invázia sa začala invazija se je začela la invado komenciĝis the invasion has started invasioon on alanud inbasioa hasi da hyökkäys on alkanut l’invasion a commencé mae’r goresgyniad wedi cychwyn |
η εισβολή έχει ξεκινήσει tá an t-ionradh tosaithe innrásin er hafin l’invasione è iniziata بدأ الغزو êriş dest pê kiriye iebrukums ir sācies prasidėjo invazija d’Invasioun huet ugefaang започна инвазијата bdiet l-invażjoni de invasie is begonnen invasjonen har startet حمله آغاز شده است rozpoczęła się inwazja a invasão começou invazia a început вторжение началось инвазија је започела invasionen har börjat |
“La invasión ha iniciado”.
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Y tal vez, sólo tal vez, Ixchel, diosa luna, será entonces luminaria en nuestro camino y, como en esta madrugada, luz y destino.
Doy fe.
Desde el Centro de Adiestramiento Marítimo-Terrestre Zapatista
Semillero Comandanta Ramona. Zona Tzotz Choj.
El SupGaleano.
México, 26 de abril del 2021. Luna llena.
Soundtrack del video: “Te Llevaré” Lisandro Meza.
Escuadrón 421, la delegación Zapatista: “¡Semillas llevamos, semillas dejamos, semillas germinarán!”
Morelia, 25 de abr. de 2021
Cobertura Colaborativa:
¡Compas arriba!, Radio Zapatista, Radio Pozol, Juana Machetes, Idalia Ríe y Espoir Chiapas
“¡Semillas llevamos, semillas dejamos, semillas germinarán!”
Ante la inminente salida de la delegación zapatista hacia los cinco continentes, este día 25 de abril 2021, en el templete del astillero del Caracol IV “Torbellino de Nuestras Palabras” en Morelia, Chiapas, milicianos zapatistas de los pueblos mayas de la región Zotz Choj colocaron cuatro pequeñas canoas (cayucos), con proas de jaguares, labrados y pintados por manos indígenas y rebeldes.
Además de 24 cuadros de bordados representando navegantes de rostros infantiles cubiertos sobre el oleaje transatlántico, aparecieron obras artísticas representando una balsa así como barcos con su tripulación marítima. En la parte frontal de “Santa María – La Revancha”, la miniatura de una embarcación alusiva a la travesía a las Europas, a realizarse en las próximas semanas, sobresale la mención pintada “Ya no soy Santa pero sí María”. Otra maqueta de la carabela “Niña” indica claramente: “No soy Niña”, rememorando a la inversa el viaje de Colón y, llamando la atención, la ausencia de una tercera carabela que quizás se fue de pinta.
A un costado de la plaza central, surge al horizonte un majestuoso navío recién pintado donde destaca la palabra ¡Despertad!, cuya cúspide exhibe una estrella roja sobre fondo negro y las letras EZLN. Custodiado por milicianas y milicianos sin pasamontaña pero con su cubre-boca y la distancia de rigor en el contexto pandémico, parece que el navío descansa en puerto autónomo rebelde zapatista y está a punto de levantar su ancla con su tripulación enmascarada. Para surcar las aguas libres del océano, después de 500 años de la irrupción de Cortés a las costas de Veracruz, el Escuadrón 421, conformado por 4 delegadas, 2 delegados y 1 delegadoa zapatistas, se preparan a navegar hacia las tierras del viejo mundo para escuchar las voces y los corazones de quienes luchan abajo y a la izquierda.
En el mismo espacio que acogió la celebración de Encuentros de las mujeres que luchan, del Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno con su vocera Marichuy, del tercer CompArte, así como aniversarios del levantamiento armado de 1994, las familias bases de apoyo de estas tierras recuperadas se alistan para una despedida de su primera delegación, con palabras pronunciadas a nombre de las Juntas de Buen Gobierno, seguidas de una bendición por parte de los ancianos y de consignas que empezaron por un ¡Viva la delegación zapatista!, antes del anuncio de un baile popular.
Varias decenas de mujeres y hombres bases de apoyo portaban cartulinas de consignas reivindicativas : “Más de 500 años de humillación y desprecio pero aquí estamos”; “Qué viva nuestro origen de raíz maya”; “¡Vivan l@s compañer@s de la delegación zapatista!”; “¡Viva la buena semilla que se regará en el mundo!”; “¡Viva la semilla de la resistencia y rebeldía por la humanidad!”; “¡Semillas llevamos, semillas dejamos, semillas germinarán!”.
Habría que considerar que al llegar al Caracol de Morelia, después de tres horas de carretera desde San Cristóbal de Las Casas, las y los visitantes reciben un roseado desinfectante, tanto personas como automóviles, para así evitar cualquier tipo de contagio viral. Al salir a cubierta, la tripulación mandó saludos afectuosos con la mano levantada a las personas paradas en el muelle y alzó el puño izquierdo como símbolo unificador de las luchas anticapitalistas.
En su navegar por encontrarse y reconocer las venas abiertas y la insumisión de quienes resisten al neoliberalismo en las viejas tierras de los colonizadores, la tripulación egresada del Semillero Huellas del Caminar de la Comandanta Ramona emprenderá su viaje con osadía y, sin duda, sorprenderá por su capacidad de refrescar y alegrar las nuevas luchas que no se rinden ni claudican ante la barbarie de la hidra capitalista.