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Caravana de migrantes a su paso por Pijijiapan y Tonalá, Chiapas
Madrugada. Aún no son las dos de la mañana y una luna casi llena ilumina las calles de Mapastepec. La pequeña ciudad duerme, pero en la plaza central, en el patio de la iglesia y en las calles aledañas algunos grupos se desperezan ya y empiezan a arreglar sus pocas pertenencias. Una hora más tarde el movimiento ya es intenso y muchos ya emprendieron el camino. Se organizan en grupos de 10, 20, 30 personas. Los niños pequeños van en brazos de sus madres o padres, pero la mayoría, a pesar del sueño y del cansancio, camina.

Al llegar a la carretera giran rumbo a Pijijiapan, con la esperanza de que algún vehículo los recoja. Muchos lo hacen, sobre todo a partir de las 6 de la mañana, cuando los camiones y combis empiezan a circular. Avanzan algunos kilómetros y luego, al aproximarse a algún retén (migración, policía federal, ejército), se detienen y los migrantes bajan, pues los conductores temen tener problemas con las autoridades. Los migrantes atraviesan los retenes a pie sin interferencia de las autoridades (de hecho, en algunos, como el militar, el personal está ausente), esperando que otro conductor se solidarice más adelante.
(Descarga aquí)Caravana de migrantes llega a Mapastepec, Chiapas
“Que este sacrificio le sea agradable a nuestro Señor Dios padre todopoderoso”, se escuchaba la voz del sacerdote por los altavoces, y era imposible no preguntarse de qué forma este sacrificio podría parecerle agradable a nadie.
Estábamos en el gran patio frente a la iglesia en el centro de la pequeña ciudad de Mapastepec, uno de los espacios donde miles de migrantes centroamericanos se amontonaban, acostados en el suelo, después de haber caminado todo el día desde Huixtla, en el estado de Chiapas.
Los niños (los muchos, muchísimos niños) estaban agotados. Entre ellos llamaba la atención una pequeñita niña, de quizás algunos meses de edad, durmiendo profundamente al lado de su madre, una mujer de edad indefinida con la cabeza recostada en su mochila, la mirada perdida y una expresión que demuestra un doloroso desasosiego.













