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Colectivos e individuxs en Turku, Finlandia

Con las Zapatistas desde Finlandia (II) | Mensaje de colectivos e individuxs en Turku, Finlandia, en apoyo a las comunidades Zapatistas

Con las Zapatistas desde Finlandia (II) | Mensaje de colectivos e individuxs en Turku, Finlandia, en apoyo a las comunidades Zapatistas (02/2022)

En solidaridad con las comunidades zapatistas desde Turku, Finlandia:

Exigimos a los tres niveles de gobierno mexicano dejar de apoyar y poner fin a la guerra contra Nuevo San Gregorio.

#NuestraLuchaEsPorLaVida
#SolidaridadConLosPueblosZapatistas
#AltoALaGuerraEnNuevoSanGregorio

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Medios Libres o como se llamen

Manifestación 13 de agosto, a 500 años Zapatistas en Madrid

 

MANIFESTACIÓN 13 DE AGOSTO – ZAPATISTAS EN MADRID

20hrs – Inicio del recorrido, Puerta del Sol
22hrs – Fin de recorrido en Plaza Colón

Acompaña a la delegación marítima Zapatista en este histórico evento

Transmisión a través de las siguientes páginas y enlaces:

Yretiemble Madrid
https://www.facebook.com/profile.php?id=100016156900034

Camino al andar
https://www.facebook.com/ColectivoCaminoalandar

Red Universitaria Anticapitalista
https://www.facebook.com/RedUniversitariaAnticapitalista

Pie de Página
https://www.facebook.com/Pie-de-P%C3%A1gina-495671770594686/

Avispa Midia
https://www.facebook.com/AvispaMidia/

Pozol Noticias Chiapas
https://www.facebook.com/pozol.colectivo

Desinformémonos
https://www.facebook.com/Desinformemonos

La Comuna Mx
https://www.facebook.com/LaComunaMex

Sexta Grietas del Norte
https://www.facebook.com/sextagrietasdelnorte

La Flor Peri Odico
https://www.facebook.com/profile.php?id=100011669875752

Personajes México
https://www.youtube.com/user/PersonajesMexico

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EZLN

El Abordaje. Del cuaderno de apuntes del Gato-Perro

Del cuaderno de apuntes del Gato-Perro:

El Abordaje.

La Montaña fue abordada el día 30 de abril del 2021, siendo las tales horas.  El navío se encontraba fondeado a unas 50 brazas del puerto, “alejado del bullicio/ y la falsa sociedad”.  Revoloteaban a su alrededor gaviotas reidoras, cormoranes, fragatas tijeretas, corocoros, y hasta un colibrí cándido, extraviado, buscaba hacer nido en el púlpito de proa.  En la carena, bajo la línea de flotación, delfines botella tamborileaban una cumbia, un tiburón ballena llevaba el ritmo con sus aletas y la manta raya extendía sus alas negras como caderas volando.

El grupo bucanero iba encabezado por el Subcomandante Insurgente Moisés quien, con una tropa formada por una insurgenta tercia, un insurgente choferólogo y mecánico, un base choferólogo, 5 terci@s, una comandanta y dos comandantes, asistía para despedir a la delegación marítima, el Escuadrón 421, y comprobar, in situ, que la embarcación reunía lo necesario para la epopeya náutica.  Un equipo de apoyo de la Comisión Sexta asistía para redactar las esquelas de los caídos en la acción.

No hubo resistencia por parte de la tripulación.  De hecho, desde antes el capitán había ordenado izar, a modo de trinquete, una gran manta con la imagen que identifica a la delegación marítima zapatista, sumando así a La Montaña, con toda la tripulación incluida, a la lucha por la vida.  Con la arboladura desnuda, más lucía e impetuoso centelleaba el símbolo del delirio zapatista.

Así que, digamos, fue un abordaje consensuado.  No hubo ningún intento agresivo por parte de la tropa zapatista, ni de la marinería anfitriona.  Y se podría decir que entre nosotros y l@s mariner@s de La Montaña había una especie de complicidad.  Aunque, en el primer encuentro, ell@s estaban tan sorprendidos como nosotros.

Y hubiéramos permanecido ahí, mirándonos unos a otros e inmóviles, si no es porque, avanzando desde popa, un insecto extraordinariamente parecido a un escarabajo, gritó: “¡Al Abordaje! ¡Si son muchos, corremos! ¡Si son pocos, nos escondemos! Y si no hay nadie, ¡adelante que para morir nacimos!”.  Eso fue lo que decidió todo.  La tripulación miraba estupefacta al bichito y nosotros… pues no sabíamos si pedir disculpas por la irrupción, o sumarnos al ataque pirata.

El Subcomandante Insurgente Moisés creyó que era el momento oportuno para las presentaciones, así que dijo: “Buenas Tardes.  Yo me llamo Moisés, Subcomandante Insurgente Moisés, y ellas son…”  Al girarse para presentar a la tropa, el SubMoy se dio cuenta de que no estaba nadie.

Cada quien estaba recorriendo el barco con mal disimuladas muestras de júbilo y entusiasmo: las compañeras delegadas, cual reinas del Caribe, saludaban desde babor a las embarcaciones llenas de turistas que las miraban con curiosidad y escándalo, tal vez extrañadas de que, con este calor, las compas llevaran naguas largas.  Sobre todo porque las turistas llevaban unos bikinis que, de una vez, bien encueradas, no se puede creer.  Marijose se fue a proa y desde ahí contemplaba la casa de Ixchel, y pensaba para sí que no se pondría sus híper ultra mini shorts, porque no era cosa de humillar a las ciudadanas en el rubro de la sensualité.

Los comandantes David y Hortensia daban las últimas recomendaciones a una Lupita con una sonrisa que le desbordaba el cubre bocas.  El comandante Zebedeo se repetía a sí mismo: “no me voy a marear, no me voy a marear”, que es el antiemético que le recomendó el SupGaleano.

L@s tercios (4 varones, una compa y una insurgenta), por su parte, tomaban fotos y videos de todo,  Y cuando digo “de todo”, es de todo.  Así que no se extrañen si en las fotos aparecen sólo claraboyas, cabos, la cadena del ancla, molinete, orinque, lonas, cubetas para achicar el agua, y otras cosas propias de un buque que se dispone a cruzar el Atlántico en la muy noble misión de invadir, quiero decir, conquistar, quiero decir, visitar Europa.

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Radio Zapatista

Cartas náuticas para un mar tormentoso

En unos días navegarán a Europa siete zapatistas – cuatro mujeres, dos hombres, unoa otroa, denominados Escuadrón 421 – con la alegre y delirante esperanza de que la semilla abrigada por siglos por los guardianes de la montaña pueda florecer en aquellas tierras.

 – * –

Hace 503 años y pocos días, un barbudo y quizás no muy aromático conquistador posó sus pies en las arenas de la Isla de Cozumel, perteneciente al señorío maya de Ekab, un 3 de mayo de 1518, tras navegar 25 días desde el puerto de Matanzas, en Cuba. Unos años antes, el 12 de octubre de 1492, el probablemente genovés Cristóbal Colón, tras dos meses y nueve días de navegación atravesando el Océano Atlántico, llegó a la isla de Guanahani en las Bahamas. Inició así lo que algunos han llamado el “encuentro de dos mundos” y que los mayas, en los Libros del Chilam Balam de Chumayel, llamaron “el inicio de los atropellos, el inicio del despojo de todo”.

Del cataclismo que acometió a los pueblos originarios de nuestro continente tras el dicho encuentro, se construyó una civilización que prometía y fructificó en riqueza de pensamiento, de creatividad, de belleza, de ciencias y artes. Pero también la idea de que había que progresar, que el Hombre (así, en masculino) se erguía superior a la naturaleza, a la que había que conquistar y subyugar y dominar para beneficio del hombre racional. Y con ello, subyugar y dominar y “educar” a aquellos otros y otras que por su naturaleza o desidia o ignorancia o pobreza o lo que sea, alejados estuvieran de ese Hombre sentado en la cúpula de la Creación.

Cinco siglos después, es difícil no preguntarse a dónde nos ha llevado esa carrera desaforada llamada progreso y modernidad. La destrucción sin precedentes de nuestro planeta que, de continuar así, todas las previsiones indican nos llevará al colapso de la vida humana y no humana. La brutalidad del feminicidio, la desaparición forzada, el despojo de todo, los cada vez más numerosos contingentes de mujeres y hombres y niños y niñas y ancianos y ancianas sin horizontes ni medios para subsistir, ya no se diga para florecer, la maquinaria de megaproyectos que arrasan todo lo que encuentran a su paso dejando destrozos por doquier, las guerras presentes y futuras, la pandemia presente que no es más que un síntoma y un aviso de lo que habrá de venir, el reino del crimen organizado y desorganizado ya no como aberración de nuestra civilización sino como el modus operandi de un sistema que ha perdido el rumbo. El dolor que crece aunque muchas veces su raíz sea difícil de identificar por quienes lo padecemos. La muerte que mata no sólo los cuerpos, sino el pensamiento, el espíritu, el corazón, la vida misma.

Desde hace ya algunos años es eso lo que los zapatistas nos han dicho una y otra vez. Y la pregunta: ¿Es posible un cambio de rumbo? ¿Es posible sembrar semillas de vida capaces de renacer de entre los escombros de un mundo que a todas vistas está llegando a su fin? En uno de los muchos encuentros organizados por ellas y ellos en tiempos recientes, el Subcomandante Galeano nos dijo con toda sinceridad: Lo único que les puedo asegurar es que es casi imposible. Pero los que sufren la brutalidad del sistema y la resisten e intentan re-existir cueste lo que cueste “nos dicen, nos enseñan, nos abofetean que hay que aferrarse a esa millonésima cifra de probabilidad”.

Y es que sucede que, a pesar, o quizás gracias al mar tormentoso de muerte que amenaza con hacer naufragar la esperanza, y con ella la vida, hay quienes resisten, quienes crean, quienes luchan por mantener a flote las embarcaciones colectivas y conducirlas a puertos otros donde la vida pueda volver a florecer. Y quizás sea en el encuentro de esas luchas y resistencias y esperanzas que no esperan sino que navegan contra viento y marea lo que nos permita vislumbrar el camino. Reunir las cartas náuticas corazonadas y sentipensadas en la lucha por sobrevivir y así darnos cuenta que, más allá de la mera sobrevivencia, hay mundos otros por construir, y que los ventarrones de muerte de modernidad y progreso serán incapaces de derrumbar.

Es por eso que ahora, siete zapatistas avanzan rumbo a las costas que hace 503 años pisó el conquistador Juan de Grijalva para zarpar rumbo a las Europas para encontrarse con todas y todos y todoas aquellas que en aquél continente resisten la muerte y luchan con todo lo que tienen por mantener a la vida con vida.

Porque sucede que, tras la devastación que aquí ocurrió con el aquél histórico encuentro que marcó “el inicio de los atropellos, el inicio del despojo de todo”, no todo quedó enterrado. Las semillas de ese otro mundo se mantuvieron guardadas, cuidadas, protegidas por los guardianes de las montañas, esperando el momento en que habría que volver a plantarlas para que así surgiera no el mundo de antaño, sino otro mundo. No la venganza, no el retorno, sino algo muy otro.

Dicen los zapatistas que dijo Ixchel, “madre-luna, madre-amor, madre-rabia, madre-vida”:

Que mañana al oriente naveguen la vida y la libertad en la palabra de mis huesos y sangres, mis crías. Que no mande un color. Que no mande ninguno para que ninguno obedezca y que cada quien sea lo que es con alegría. Porque la pena y el dolor vienen de quien quiere espejos y no cristales para asomarse a todos los mundos que soy. Con rabia habrá que romper 7 mil espejos hasta que el dolor se alivie. Mucha muerte habrá de doler para que, al fin, sea la vida el camino. Que el arcoíris corone entonces la casa de mis crías, la montaña que es la tierra de mis sucesores”.

Navegarán así en breve siete zapatistas – cuatro mujeres, dos hombres, unoa otroa, denominados Escuadrón 421 – con la alegre y delirante esperanza (delirante por tratarse de una millonésima cifra de probabilidad, pero también por ser una creación insurgente, creación que sueña y hace nacer lo imposible) de que la semilla abrigada por siglos por los guardianes de la montaña pueda florecer en aquellas tierras. Que las cartas náuticas del navegar zapatista en las montañas del sureste mexicano se puedan encontrar con otras cartas náuticas igualmente experanzadoras y delirantes de las luchas por la vida en el “viejo” continente.

Cartas náuticas con los cuatro puntos cardinales de la cruz maya, la cruz parlante de la experiencia zapatista. Los cuatro puntos cardinales representados por cuatro bellísimos cayucos labrados y pintados por manos zapatistas, que viajan con el Escuadrón 421 rumbo a Isla Mujeres, donde los espera el navío Montaña, y que ahora descansan en el Caracol de Roberto Barrios en la Selva Lacandona, antes de continuar su travesía rumbo a la embarcación.


La ancestralidad como pueblo originario de raíz maya.


La organización en la clandestinidad y el levantamiento armado.


La autonomía zapatista, el otro mundo posible hecho posible y en permanente construcción con el sudor y la alegría, la resistencia y la rebeldía de los pueblos zapatistas.


La infancia zapatista, las y los encargados de resguardar, proteger y reimaginar las cartas náuticas con las que se seguirá navegando el futuro.

– * –

Palabras de despedida de la Junta de Buen Gobierno del Caracol de Morelia, a nombre de todas las Juntas de Buen Gobierno zapatistas, el domingo 25 de abril de 2021:
(Descarga aquí)  

Ritual de despedida del “Centro de Adiestramiento Marítimo-Terrestre Zapatista”, Caracol de Morelia:
(Descarga aquí)  

Despedida en el Caracol 10, Patria Nueva:
(Descarga aquí)  

Palabras de bienvenida al Caracol de Roberto Barrios:
(Descarga aquí)  

Canción “Derrumbando las fronteras”:
(Descarga aquí)  

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Radio Zapatista y Radio Pozol

Continúan los preparativos en los Caracoles Zapatistas para la travesía a Europa

Zapatistas continúan con la preparación de su viaje a Europa. En diferentes caracoles zapatistas se han realizado ceremonias de despedida para l@s delegad@s que formarán parte de la delegación de indígenas chiapanec@s que partirán a Europa y a diferentes continentes.

Bordados, maquetas de barcos y cayucos han sido realizados en alusión al viaje de l@s rebeldes chiapanec@s

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Regeneración Radio

Jornada Nacional de Movilización en Defensa de la Madre Tierra, contra la guerra al EZLN, los pueblos y comunidades Indígenas, toma del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) en Coyoacán, Ciudad de México12 de octubre 2020

Ciudad de México.

La Comunidad Indígena Otomí tomó las instalaciones del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI). Demandan una mesa de negociación con el titular del instituto, Adelfo Regino, así como con la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, pues durante años, su demanda de vivienda ha sido ignorada.

En conferencia de prensa, los integrantes de la comunidad denunciaron el desprecio de las instituciones gubernamentales. Marisela Mejía, representante en el Concejo Indígena de Gobierno, dijo: “No nos gusta este espacio, pero queremos luz, agua y condiciones dignas para vivir en nuestro propio espacio”, por lo que anunciaron que se quedarán a habitar el INPI.

Denunciaron que una de sus unidades de vivienda, ubicada en Zacatecas 74, colonia Roma, lleva años sin regularizarse, pues las autoridades en turno se han negado a publicar el decreto en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México y les mencionaron que tendrán que iniciar el trámite desde el inicio, pues es una nueva administración.

Filiberto Margarito, indígena otomí, mencionó que el Instituto Nacional no representa a las comunidades indígenas, pues no reconoce a los pueblos como sujetos de derecho y no respeta su autonomía, ni su libre determinación. Además, señaló que “El INPI es un elefante blanco que está al servicio de las empresas trasnacionales que despojan a los pueblos de sus territorios”.

Sara Hernández, originaria de Santiago Mexquititlán, Querétaro, denunció las amenazas de muerte que vive en su pueblo. Los turistas piensan que, entre menos lodo, es más bonito, “Pero para nosotros, el lodo en nuestros pies es una forma de estar en contacto con la tierra, es lo más bonito”.

Ellos se pueden ir a la luna porque tienen dinero, pero nosotros no: vamos a seguir defendiendo a nuestra madre tierra, afirman.

Marisela Mejía, mencionó: “Esa Cuarta Transformación solo nos voltea a mirar para desaparecernos” y recordó que el Congreso Nacional Indígena (CNI) sigue en exigencia de justicia por Samir Flores, asesinado en Amilcingo Morelos.

Esta acción se dio en el marco de la Jornada Nacional de Movilización en Defensa de la Madre Tierra, contra la Guerra al EZLN, los pueblos y las comunidades indígenas, para reafirmar la resistencia de los pueblos que rechazan el proceso de colonización.

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Chimalapas

Manifiesto internacional en defensa de la selva de Los Chimalapas (Oaxaca, sur de México)

En tiempos de emergencia ambiental y climática la defensa de las selvas del mundo se vuelve una responsabilidad global. El papel ecológico que juegan estos ecosistemas es fundamental para el equilibro planetario y por lo tanto son territorios clave para disminuir los impactos de los cambios globales, incluido el cambio climático. Entre otras muchas funciones, son grandes reservorios de agua dulce y permiten fijar cantidades de CO2 muy superiores a las de otros lugares. En definitiva, evitar la desaparición de las regiones más biodiversas del planeta es esencial para que la especie humana pueda aspirar a un futuro sostenible. Además, el derecho de las diversas formas de existencia y la libre determinación de los pueblos que habitan y cuidan estas selvas desde hace miles de años no es negociable. No podemos permitir que las ansias de enriquecimiento de una minoría privilegiada y las demandas excesivas de materiales de la sociedad industrial sirvan de excusa para acabar con un patrimonio tan valioso. El agotamiento de los recursos no se soluciona extrayendo más hasta esquilmar todo el planeta, sino consumiendo menos y reciclando los materiales que ya se han utilizado.

En esta ocasión se trata de la selva de los Chimalapas ubicada en el sur de México (istmo de Tehuantepec, Oaxaca) que está amenazada entre otras cosas, por megaproyectos mineros a cielo abierto. Estas actividades extractivas generarían enormes impactos ambientales en uno de los lugares de mayor biodiversidad del planeta, alterando miles de hectáreas de selva y contaminando las importantes masas de agua dulce que existen en este territorio que alcanza  594.000 hectáreas de propiedad comunal.

Atendiendo a esta realidad, demandamos a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México:

  • Que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de México niegue definitivamente el permiso de exploración para el megaproyecto minero denominado “Santa Marta”, promovido por la empresa canadiense Minaurum Gold Coper.
  • Que la Secretaría de Economía del Gobierno de México no otorgue las cuatro solicitudes de concesiones mineras que se encuentran en tramite, cuya superficie abarca aproximadamente 107.383,63 hectáreas (aunque afectaría a mucho más territorio) de dónde pretenden extraer oro (Au), plata (Ag), cobre (Cu) y plomo (Pb).
  • Que el Gobierno de México junto con los organismos internacionales respeten y reconozcan los derechos inalienables de propiedad comunal del territorio (incluyendo el subsuelo) por parte de los pueblos indígenas zoques (Angpøn) que habitan y cuidan la selva de Los Chimalapas desde hace milenios.
  • Que el Gobierno de México junto con los organismos internacionales articulen las medidas necesarias para el reconocimiento de los valores ecológicos y bioculturales de este territorio, y para su protección efectiva asegurando así la vida del pueblo indígena zoque de Chimalapas.

Expresamos de este modo nuestro apoyo y nuestra solidaridad internacional con la defensa del territorio del pueblo zoque, porque salvar la selva de Los Chimalapas es dar un paso más en la defensa del planeta, la vida y la humanidad.

Para firmar (antes del 7 de Septiembre) rellenar el siguiente formulario https://forms.gle/rB8DTBQMqH5onHx56 o enviar un correo electrónico a selvachimalapas@gmail.com incluyendo los siguientes datos: personal académico o investigador (nombre y apellidos, país, institución a la que pertenecen, y/o grupos de investigación), profesionales (nombre y apellidos, país, profesión, institución/empresa), ecologistas, defensoras y defensores del territorio (nombre y apellidos, país, y organización o pueblo). Artistas (nombre y apellidos, país, y expresión artística que realizan). Organizaciones y colectivos (nombre, siglas y país).

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Jacobin

Paz entre nosotros, guerra a los señores. Una tradición rebelde de alianzas

En este texto, dos militantes de la organización brasileña ‘Tejido de los Pueblos’ nos recuerdan siglos de resistencia indígena y negra contra el capitalismo colonial brasileño, rescatando la herencia de una tradición de rebeliones que indican la necesidad de repensar alianzas entre los pueblos, para conquistar la tierra y el territorio.

(Ensayo publicado originalmente en portugués en la revista brasileña Jacobin. Traducción: Carlos Aguirre Rojas.)

Por Erahsto Felício y Joelson Ferreira

En el momento en que escribimos estas palabras, el mal gobierno brasileño galopa veloz hacia el fascismo. Pero el Estado brasileño es, no obstante y desde su propio nacimiento, una verdadera máquina de guerra en contra de los pueblos. Pues el bolsonarismo no creó un tipo de violencia nueva, sino que la novedad hoy consiste en que un importante sector de las clases dominantes no se preocupa ya en maquillar su apariencia, o en engañar a la opinión pública con urbanidades típicas de la hipocresía de los neoliberales. Lo que llamamos “Brasil” fue siempre un genocidio racista estructurado sobre la base de la esclavitud. Por eso, no existe “retorno normal” para las mayorías oprimidas que viven en las favelas, en los campos, en las orillas de los ríos o en los bosques. Nuestros pueblos siguen en riesgo, incluso bajo los gobiernos “democráticos y populares”. Y esto incluye desde los Quilombos de Alcántara en Maranhão (violados por el gobierno “comunista” de Flávio Dino) hasta el pueblo indígena Juruna en la construcción de Belo Monte (en el gobierno do PT de Lula y Dilma). En el capitalismo no existe, nunca existió, porque no puede existir, paz para los pueblos.

Mirando atentamente la actual coyuntura, no se ve ninguna señal de que las instituciones de la República van a utilizar sus frenos y contrapesos para impedir un fascismo subcontratado de las milicias y de los grupos paramilitares de los fanáticos anticomunistas. Porque es difícil imaginar a los militares entregando tranquilamente el poder, después de los crímenes cometidos por este gobierno en la destrucción desenfrenada de la tierra o en el ocultamiento de los muertos generados por la pandemia —que pasarán de los cien mil hermanos y hermanas seguramente—.

La tarea que nuestro tiempo nos impone no es, por lo tanto, solamente la de derrotar al bolsonarismo como fuerza política. Es preciso, también, derrotar al racismo como estructura de poder político y desmontar la lógica de desigualdad del neoliberalismo. En este sentido, la izquierda institucional brasileña ya intentó su propio camino, pero con el máximo respeto que tenemos a esos compañeros, pensamos que ha llegado la hora de intentar un camino diferente. Y ahí es donde una larga historia de rebeliones de los pueblos, en todo el territorio brasileño, tiene todavía muchas cosas que enseñarnos.

EL CAMINO DE LOS DE ABAJO

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Amigxs de Mumia México

Un diálogo sobre la supremacía blanca en Estados Unidos con Roxanne Dunbar Ortiz

“El capitán John Smith fue un mercenario,” dice Roxanne Dunbar Ortiz al iniciar su conversación sobre la supremacía blanca con Johanna Fernández en un programa de Inside the Activist Studio el 9 de enero de 2018.

¿En serio? ¿El valiente explorador protegido por Pocahontas y recordado cada año en el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos?  ¿El líder, según Walt Disney y otros admiradores suyos,  que buscó amistad entre la tribu algonquina del jefe Powhatan y los sufridos colonos ingleses?

Pues sí, él mismo, pero no fue así, dice la autora de Cargada: Una historia desarmante de la Segunda Enmienda. Smith había peleado contra los musulmanes en Turquía durante varios años en beneficio del imperio británico. Al llegar a lo que sería Jamestown, Virginia, en 1607, ayudó a los colonos a conquistar a los residentes de los bosques, granjas y áreas de pesca. No lograron esclavizarlos, pero  tomaron sus tierras y todo lo que tenían a pesar de su resistencia. La colonización del estado de Virginia siempre se logró con un contingente militar.

Cuando los extraordinariamente ricos hacendados de Barbados llegaron a la parte de Virginia que se convirtió en Carolina del Sur, los blancos eran superados en número por los Africanos esclavizados. La mayoría de los indígenas habían sido sometidos a la limpieza étnica. Los hacendados llevaron con ellos a sus patrullas para controlar y atrapar a esclavos. Estas se aumentaron a finales del siglo XVII con el cultivo de algodón. En otras partes de Virginia, las patrullas eran participantes en las milicias. Dice Dunbar Ortiz que el panfleto de Mumia Abu-Jamal** sobre los orígenes de la policía fue su inspiración para que ella agregara a su libro un capítulo sobre las patrullas.

La historiadora relata que en la colonia de Virginia, fue ilegal que un colono blanco saliera de su casa sin arma, asistiera a una iglesia sin arma, o descuidara de tener su arma engrasada y lista para disparar. Hubo recompensas para atrapar a un esclavo o tomar el cuero cabelludo de uno.

La Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos sobre el derecho de poseer y portar armas se basa en el mandato a mantener activas las patrullas y las milicias y la obligación de cada colono blanco de participar en ellas.

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Radio Zapatista

EZLN-CNI, 20 años trazando caminos

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Zapatistas en el Caracol de Morelia, Chiapas. Foto: RZ

Haciendo Historia. Notas de Radio Zapatista. Nota 4.
Por: Eugenia Gutiérrez, colectivo Radio Zapatista.
México, 12 de octubre 2016.

Hacía calor aquel sábado en la gran Tenochtitlan. Habían pasado 504 años desde que Europa tropezó con esta isla gigante, cuna de civilizaciones. Era 12 de octubre de 1996. Una multitud se reunía en el zócalo de la Ciudad de México para escuchar a la comandanta Ramona. Mirando directo hacia la catedral y el Templo Mayor, su voz dudaba en español y se afirmaba plena en tzotzil. “Queremos un México que nos tome en cuenta como seres humanos, que nos respete y reconozca nuestra dignidad”, nos dijo. (Continuar leyendo…)

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