Participación de la APIIDTT en territorio rebelde Zapatista
INTRODUCCIÓN
<< ¿Quienes somos? ¿a dónde vamos? >>
Compas presentes;
Somos la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio – APIIDTT, somos familias organizadas en Asambleas Comunitarias y de Resistencia, Concejos Comunitarios, Colectivxs y Cooperativas de pueblos binniza, ikoots, chontal, ayuuk y zoque chimalapa del Istmo de Tehuntepec, Oaxaca, venimos de la lucha estudiantil de los 70’s, de los movimientos sociales de los 80’s, de las coyunturas de los 90’s, triunfamos, fracasamos, aprendimos y con la llegada de nuevos desafíos, nuevas formas, después del movimiento social del 2006 en Oaxaca y del caminar de la Otr@ Campañ@, nos volvimos a indígnar inspirar y decidimos organizarnos, para terminar de constituirnos en 2007 bajo los principios del mandar obedeciendo, por inercia desde ese entonces somos parte del Congreso Nacional Indígena, al caminar con ustedes y otros pueblos hermanos, entendimos y continuamos haciendo el trabajo de cultivar procesos de articulación y alianzas en diferentes dimensiones, de lo local a lo global, rompiendo las barreras ideológicas y sociales, los purismos y las vanguardias, cómo ustedes nos han enseñado.
Para nosotras y nosotros, lo intergeneracional y lo interseccional, no son conceptos raros ni lejanos, son parte de nuestra vida diaria y de cómo nos organizamos. Intergeneracional porque hemos decido delegar la batuta para que con errores y aciertos, el relevo generacional aprenda y comparta, sin dejar de caminar junto a las abuelas, los padres, las hijas y los nietos, con la memoria viva de nuestras luchas pasadas y los sueños puestos en el futuro; aprendemos unas de otras, nos cuidamos, nos enseñamos y construimos desde lo que cada generación aporta. E interseccional porque nuestras luchas no van por separado: somos pueblos indígenas, pero también mujeres, jóvenes, personas con identidades sexo genéricas, oficios y mundos diversos, atravesadas por muchas realidades, y entendimos que para defender la tierra y el territorio hay que reconocernos en esas diferencias, abrazarlas y caminar parejo. Así, sin jerarquías, sin excluir, rompiendo moldes y etiquetas, vamos tejiendo resistencias con corazón colectivo. Tirar la pirámide, las pirámides, incendiarlas.
Les hablamos con respeto, con dignidad y con la conciencia de que nuestras luchas están entretejidas por una memoria común: la defensa de la vida frente a las múltiples formas de guerra que el sistema capitalista, patriarcal y colonial nos impone.
Nos reconocemos en la memoria e historia de sus palabra, pero vamos a precisar, lo que ha pasado los últimos años, con la llegada de la 4TA transformación (del PRI). Particularmente en aquella palabra lanzada por ustedes al mundo el 2 de marzo de 2022, titulada “No habrá paisaje después de la batalla”.
https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2022/03/03/no-habra-paisaje-despues-de-la-batalla/
En ella, ustedes advirtieron que, de continuar la guerra imperialista en Ucrania y Rusia, no quedaría ni quien mire ni qué mirar, pues la devastación borra no solo ciudades y pueblos, sino también las redes que sostienen la vida: los vínculos, los sueños, los lenguajes, los territorios afectivos y simbólicos. Ustedes no se posicionaron con ningún Estado, sino con quienes resisten desde abajo, con quienes enfrentan la violencia sin tanques ni presupuestos de guerra. Esa posición política es también la nuestra. PALESTINA LIBRE.
Inspiradas e inspirados por esa claridad, nombramos nuestro propio comunicado como “No habrá paisaje después de la transformación”. Hablamos desde el Istmo de Tehuantepec, donde el Corredor Interoceánico amenaza con desmontar nuestro paisaje físico y cultural. Nos referimos a una transformación impuesta: megaproyectos industriales, parques eólicos, minas, refinerías, zonas francas, trenes de mercancías. Una transformación que promete progreso, pero que se construye sobre el despojo de la tierra, sobre el desplazamiento de comunidades, sobre la militarización y la criminalización de quienes defendemos el territorio.
Como bien está especificado en su comunicado, pasada la invasión no habrá entonces “quien dé cuenta del paisaje”. La guerra, a la que hacen referencia en su comunicado, comparte con la transformación que el Corredor Interoceánico pretende para el Istmo de Tehuantepec, el sur-sureste mexicano, mesoamérica y el continente entero. Es por esto que decimos con certeza: No Habrá Paisaje Después de la Transformación;
Parte 1: https://wp.me/pjEFD-15P
Parte 2: https://wp.me/pjEFD-15U
Parte 3: https://wp.me/pjEFD-15V
Estamos en pie, como ustedes. Nuestra lucha no es la de ayer ni la de mañana: es la de siempre. Nos une el rechazo a todas las formas de muerte que se imponen como destino. Nos une el cuidado del territorio y la certeza de que la autonomía, la lengua, el monte y la comunidad no son negociables.
Por eso, desde el Istmo, les decimos: su palabra vive también en nuestra palabra. Su dignidad camina con la nuestra. Y si algún día no queda paisaje tras la transformación o la batalla, al menos quedará el eco de que resistimos juntas, juntos y juntes hasta el final.
A pesar de las acusaciones infundadas, rumores, mentiras y críticas destructivas que se vierten desde la distancia a nuestra organización, ustedes compás, nos enseñan cada día que eso no tiene cabida en los procesos que defendemos, ni debemos desgastarnos en ello, ya que esto esperamos de nuestros enemigos (el Estado, las empresas y sus aliados) y contra ellos hay que pelear, sin hacerles facil el camino.
Comunícado APIIDTT, Enero 2025: https://wp.me/pjEFD-1pj
COMUNICADO COMPLETO:
Desde el Istmo rebelde hasta el territorio Zapatista donde se lleva acabo el Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas Partes del Todo”
«Del Rompecabezas al Colapso: Los 7 Fragmentos del Neoliberalismo y los 4 Pilares del Colapso».
Compañeras, compañeroas, compañeres, compañeros zapatistas, de los pueblos indígenas y del movimiento social global aquí presente;
Venimos a compartir palabra con ustedes desde otras geografías heridas, desde otras partes del todo, donde también se camina preguntando. Venimos con respeto y corazón abierto, porque sabemos que su lucha nos antecede y nos acompaña. Y porque su palabra —la que sembraron hace casi tres décadas— sigue germinando en nuestras luchas, territorios y esperanzas.
Hoy queremos compartirles cómo aquellas “7 piezas sueltas del rompecabezas mundial” que ustedes nos enseñaron a leer en 1997, siguen vivas, siguen doliendo, pero también han mutado, se han disfrazado, se han reconfigurado. Y en medio del fuego cruzado de esta guerra global, hemos aprendido a leer el colapso con otra brújula. Una brújula que no mira desde arriba, sino desde abajo, desde los territorios en resistencia.
Comunicado 1997: https://enlacezapatista.ezln.org.mx/1997/06/20/7-piezas-sueltas-del-rompecabezas-mundial-el-neoliberalismo-como-rompecabezas-la-inutil-unidad-mundial-que-fragmenta-y-destruye-naciones/
A esa brújula la llamamos hoy “Los 4 Pilares del Colapso”;
No como fatalismo.
No como derrota.
Sino como señal de alerta,
como mapa de análisis,
como tejido de resistencias.
Comunicado 2024: https://wp.me/pjEFD-1lW
I. De la Concentración de la riqueza al Mercado de la Vida
Ustedes dijeron: el neoliberalismo reparte pobreza y acumula riqueza.
Hoy, esa riqueza ya no solo está en manos de banqueros y gobiernos, el crimen organizado como la empresa transnacional más funcional (y exitosa) del capitalismo rasguña la corona del mercado global, sometiendo gobiernos y utilizando banqueros, todos complices del mismo entramado de muerte.
Las protestas por el futuro y los discursos ambientalistas del pasado, fueron transformados vilmente en bonos de carbono, en los seguros climáticos, en los fondos de retiro que financian extractivismo, en la “economía verde” que nos vende futuro mientras nos quita el presente.
El capital ahora se disfraza de salvador del clima. Nos dice que va a salvar la Tierra, pero lo hace invirtiendo en monocultivos, en minería verde, en hidrógeno limpio que saquea agua dulce, explota el bosque, el río, el viento, la semilla, el tiempo, el dolor. Y su saqueo, ya ambiciona salir del planeta, se invierte en viajar al espacio, cómo un grito agonizante de un sistema podrido.
Esa es la nueva cara del despojo: la mercantilización de la vida como doctrina global.
II. De la Globalización de la explotación a la Megapolítica del Despojo
Lo dijeron ustedes: el capital ya no tiene patria, tiene dueños.
Hoy, esos dueños no necesitan colonias, necesitan zonas económicas especiales, corredores interoceánicos, aduanas militares, trenes para mercancía, consultas amañadas, y fuerzas armadas disfrazadas de seguridad pública.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, en nuestra geografía, es eso: una máquina de guerra que atraviesa comunidades, divide territorios, y siembra miedo con nombre de “progreso”.
Los megaproyectos no llegan solos: llegan con decretos, con financiamiento internacional, con ejércitos y con “permisos de impacto ambiental” firmados en consultarlas y oficinas del Norte Global.
Pero lo que está en juego no es solo un tramo de tierra: es el derecho a existir como pueblos, es la autodeterminación, es la continuidad de la vida colectiva frente a la maquinaria del capital.
III. De la Migración como pesadilla errante al Desplazamiento Climático y Militar
La migración, dijeron ustedes, era el exilio del alma, la caminata forzada de quienes huyen de la guerra del mercado.
Hoy, a esa guerra se suma el colapso climático. Las sequías extremas, los huracanes monstruosos, el aumento del mar.
Los pueblos enteros que deben abandonar sus tierras, porque sus aguas fueron desviadas, sus montes talados, o sus costas entregadas al turismo extractivo.
Y si no migran por el clima, migran por la guerra.
Y si no por la guerra, por el crimen organizado, que ahora es socio estratégico del capital global.
Y aún así, los pueblos caminan.
Y aún así, los pueblos sueñan.
IV. De la Mundialización financiera y el crimen organizado a la Deuda Climática y el Lavado Verde
Hoy no solo sufrimos la deuda externa impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y todas las instituciones y mecanismos que participan en esta cadena de saqueo.
Sufrimos una deuda climática histórica que nunca será saldada.
Nos dicen que el Norte “ayudará al Sur” con financiamiento verde.
Pero esos fondos vienen atados a megaproyectos, represas, monocultivos, eólicas corporativas.
Nos lavan la cara con “bonos de biodiversidad” mientras financian el despojo.
Nos ofrecen “reparación de daños” sin detener la maquinaria que los causa.
Es neocolonialismo financiero, sin tanques, pero con bancos.
Y si no pagamos esa deuda, nos imponen sanciones, leyes, bloqueos, etiquetas.
Y si resistimos, nos criminalizan.
Y si decimos “no”, nos desaparecen.
V. De la violencia legítima de un poder ilegítimo a la Militarización del territorio como norma
Lo sabían bien ustedes desde hace años:
El poder ilegítimo siempre se protege con violencia legal.
Hoy, la militarización del territorio es parte estructural de la economía.
Donde hay megaproyecto, hay base militar.
Donde hay resistencia, hay cuartel.
Donde hay pueblo digno, hay vigilancia.
Y al centro de todo eso: los pueblos originarios.
Porque el capital sabe que donde hay raíz, hay obstáculo.
Y nosotros sabemos que donde hay raíz, hay futuro.
VI. De la Megapolítica y los enanos a la Geopolítica del saqueo climático
Las potencias del Norte juegan a la diplomacia del clima.
Se reúnen en cumbres, firman pactos, diseñan metas.
Mientras sus empresas saquean litio, agua, bosques y pueblos.
Nos dicen: “reduzcan sus emisiones”.
Pero lo que no dicen es que esas emisiones se trasladan a nuestros territorios.
Los Estados del Sur actúan como enanos geopolíticos: administran obedientemente lo que el capital manda.
Y las comunidades son quienes pagan con su tierra, su salud, su vida.
VII. De las bolsas de resistencia al horizonte de la red colectiva
Pero lo más vigente del pensamiento zapatista es esto:
No estamos solas.
No estamos derrotados.
No somos víctimas.
Somos parte de una red.
Una red tejida con rebeldía, con memoria, con horizonte.
Una red que no espera permisos ni fondos.
Que no le rinde cuentas al poder, sino a la comunidad.
Ustedes nos enseñaron que la resistencia no necesita tanques, sino convicción.
No necesita partidos, sino territorio.
No necesita caridad, sino autonomía.
Hoy, esa red vive en los pueblos del Istmo, en los que luchan contra el Corredor Interoceánico, en los que defienden el bosque en la Amazonía, en las que resisten en Wallmapu, Palestina, Kurdistán, Congo, Chiapas.
Esa red es lo que el capital no puede calcular.
COMPAS:
El rompecabezas neoliberal del que hablaron en 1997 sigue cayendo sobre nuestros pueblos. Pero hoy no estamos solo recogiendo piezas. Hoy las estamos reordenando para construir otro mapa.
Un mapa que no esté hecho para el saqueo, sino para la vida.
Por eso, desde nuestras geografías, los 4 Pilares del Colapso no son solo diagnóstico, son también semillas de rebeldía organizada.
Los territorios no son zonas de sacrificio.
Son trincheras de esperanza.
Son defensas del planeta.
Son el todo, desde abajo.
Gracias, EZLN, por haber sembrado la palabra.
Gracias por seguir caminando sin pedir permiso.
Gracias por recordarnos que no basta con resistir: hay que crear.
Y en eso estamos.
Por la vida.
Por la tierra.
Por el agua.
Por el todo.
Somos Espejos del Sur Global
Desde la región del Istmo de Tehuantepec, atrevasando las montañas del sur sureste mexicano, con toda la diversidad de mesoamérica y la inmensidad de Abya Yala, reexistimos porque resistimos. Desde el rio hasta el mar, PALESTINA VENCERA.
Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio – APIIDTT
11 de Agosto de 2025
P.D. Nuestros próximos pasos:
CARAVANA DE PUEBLOS EN RESISTENCIA, Capitulo México de la Caravana Mesoamericana por el Clima y la Vida: https://wp.me/pjEFD-1su
CARAVANA MESOAMERICANA POR EL CLIMA Y LA VIDA: https://wp.me/pjEFD-1qB