Tras 86 días de huelga de hambre abierta, el palestino Maher Al Akhras, de 49 años de edad, se encuentra internado en el Hospital Kaplan de Israel y, muestra un estado grave de salud. Sus familiares y activistas por la liberación de presos políticos palestinos temen por su vida.

Akhras fue detenido el 27 de julio en el distrito de Yenín (norte de Cisjordania) por el denominado Servicio de Seguridad Interior (Shin Bet), el cual opera en los territorios ocupados. Shin Bet acusa al preso Akhras de pertenecer a la Yihad Islámica, aunque las autoridades israelitas no han presentado las pruebas correspondientes.

De acuerdo con la abogada del preso, Ahlan Haddad, su “estado de salud se ha deteriorado gravemente a consecuencia del prolongado ayuno”.

Por su parte, las autoridades israelíes le han ofrecido liberarlo, asevera la abogada Haddad, solo “si pone fin a la protesta y acepta seguir internado hasta el 26 de noviembre”, cuando vence el primer periodo de detención administrativa, que es automáticamente renovable.

Esta propuesta ofrecida por Jackie Goodall, directora de la Alianza Irlanda-Israel de Listowel, es porque Akhras representa una “amenaza significativa para la seguridad de Israel”, pero solo hasta el 25 de noviembre, después de lo cual ya no es una amenaza.

Más de 850 mil palestinos han pisado las prisiones de Israel durante más de medio siglo de ocupación en Gaza, Cisjordania y Jerusalén del Este. Esto representa un 40% de los hombres adultos; casi una quinta parte de la población de Palestina.

La detención administrativa que aplica Israel permite recluir a un sospechoso por largos períodos, aun sin las pruebas correspondientes. Esta medida puede ser renovada cada seis meses. Tras el caso de Akhras, actualmente hay por lo menos 350 palestinos recluidos por una detención administrativa, incluso, dos menores de edad. La mayoría de los presos son acusados por Shin Bet de pertenecer a la Yihad Islámica, ha denunciado la ONG Alerta de B’Tselem. Hoy, esta ONG ha alertado que Akhra está “a punto de morir”.

“Su visión y audición se están deteriorando rápidamente y se queja de fuertes dolores en el pecho. Según el consenso médico internacional sobre las huelgas de hambre, Al Akhras puede morir cualquier día”, alertaron hoy ONG´s locales defensoras de los derechos humanos, quienes pidieron su liberación.

Por otra parte, el asesor de medios de la Autoridad Palestina para Asuntos de los Prisioneros, Hassan Abd Rabbo, anunció que realizan esfuerzos en todos los niveles posibles, desde el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Comisionado de Derechos Humanos, la Organización Mundial de la Salud, así como otros organismos internacionales y parlamentarios del mundo, para exigir la liberación inmediata de Maher Al-Akhras.