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Autonomia y Resistencia

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Revista Hekatombe

28 de abril o de la desilusión juvenil en una sociedad hiperfracturada

Por Felipe de Jesús Ríos Neusa

El Informe de Riesgos Globales 2021 publicado por el Foro Económico Mundial sitúa a la sociedad contemporánea en el marco de un «futuro fracturado». Este escenario, en lo más inmediato, conjuga cinco grandes rupturas que se agudizan con la llegada del Covid-19: las barreras a la inclusión digital, el descontento de la juventud en medio de una era de pérdida de oportunidades, las tensiones internacionales de las potencias medias, las problemáticas económicas que generan los mercados y la deficiente acción contra el cambio climático. En síntesis, el Informe ve a la sociedad contemporánea como una hiperfractura, como un hueso roto en varios pedazos que requiere una intervención sinérgica.

Colombia no se escapa de esa contexto y prueba de ello han sido las movilizaciones iniciadas el pasado 28 de abril por los diferentes sectores sociales, con especial participación de los jóvenes, que respondieron a una reforma fiscal que buscaba sanear las finanzas del Estado golpeadas por la pandemia y presentar viabilidad económica para solicitar crédito externo a costas de la clase media y los más pobres. Aún no sabemos que tipo de reforma se elaborará en las próximas semanas después de haber sido retirada del congreso por la presión social. Lo que si es cierto es que los jóvenes han sido los protagonistas y no precisamente por una rebeldía injustificada, sino por una desilusión que refleja la erosión de la cohesión social.

Esta «generación cicatrizada» enfrentó la crisis del 2008 recibiendo estímulos insuficientes para recuperar lo perdido y ha visto los límites de la educación como canal de movilidad social debido a las medidas de austeridad desplazándolos a trabajos precarios. El Covid ha golpeado a más del 30% de la población estudiantil que carece de tecnologías para participar en el aprendizaje digital y ha sacado al 80% de los jóvenes en el mundo de sus centros de estudio, lo cual ha traído un incremento del estrés, la violencia de género y los embarazos en adolescentes.

El camino turbulento que le espera a los «pandemials» se agudiza para aquellos que se encuentran en la etapa de estudios secundarios o técnicos y corren el riesgo de convertirse en la primera generación doblemente perdida del siglo XXI. Estos jóvenes deben decidir entre terminar sus estudios o buscar el sustento exponiéndose a perder por completo la educación, y también enfrentan el rápido cambio de los mercados de trabajo que obligan a adquirir nuevas habilidades a través del endeudamiento educativo, lo cual complica consolidar un capital económico y ascender socialmente.

Por otro lado, el aumento del desempleo ha crecido globalmente desde 2008 y en Colombia hoy la cifra se ubica en el 23.9% para los jóvenes, lo que se explica en las débiles transformaciones estructurales que han fallado ampliamente en reducir el desempleo y los ejemplos pasan por los contratos de prestación de servicios, las malas condiciones de las pasantías, el déficit de oportunidades y el elevado número de jóvenes en el mercado informal que saltan entre trabajos a corto plazo y mal pagados. A lo anterior se agrega, la pérdida de empleos por la automatización y la cuarta revolución industrial.

Propio para el caso colombiano, es que la desilusión juvenil hunde sus raíces en una esperanza de paz que le ha sido arrebatada por la extrema derecha haciendo trizas los acuerdos, exponiéndolos a ser reclutados por grupos armados irregulares y fomentando un nuevo ciclo de violencia.

Inspirada en todos estos elementos, la juventud ha incrementado su participación política y expresado su rabia, decepción y pesimismo en las calles y en el ciberespacio. En este sentido las protestas multitudinarias de los jóvenes, como la del 21 de noviembre de 2019 o la del pasado 28 de abril, encarnan un sentimiento de creciente traición por la generación en el poder, que no ha hecho lo suficiente frente a la justicia social y climática, el cambio político y la corrupción. En Colombia se desaparecen por esto último, 50 BILLONES DE PESOS AL AÑO, un monto que significa dos veces los recursos que pretendía recaudar la mencionada reforma.

La recuperación de los «pandemials» debe tener en su centro la adaptación del sistema político y económico global para satisfacer las necesidades de la juventud y minimizar el riesgo de perder una generación, lo que en el corto plazo corresponde a invertir en educación, asegurar esquemas de protección social, cerrar la brecha de género y sanear los problemas de salud mental. En el largo plazo corresponde establecer una sociedad igualitaria, equitativa y sostenible, y hacer que existan canales donde las voces de la juventud puedan ser escuchadas en todos los niveles de gobierno, en la dirección de las empresas y en las organizaciones multilaterales.

Una renta básica para los menos favorecidos no es querer convertir a Colombia en Venezuela, manifestarse y oponerse a las reformas perjudiciales para la mayoría de los trabajadores no es terrorismo y no justifica barrer a la juventud inconforme a tiros y muchos menos cuando las fuerzas alternativas ejercen oposición no son culpables del mal gobierno ni fomentan la lucha de clases. Lo que pasa es que la sociedad esta fracturada y la juventud ni ve futuro, ni aguanta más.

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Radio Zapatista

“Al pueblo de Cali le están tirando a matar”: Organizaciones de DDHH

(Descarga aquí)  

(Vía https://fb.watch/5hdhig6AQL/)

Cali Resistencia, 4 mayo 21.

Este medio día en la Glorieta de Siloé, Cali, colectivxs y organizaciones en Defensa de Derechos Humanos denunciaron y le pidieron al mundo entero que difunda lo que está pasando: que al pueblo de Cali le están tirando a matar. El Estado Colombiano ha reaccionado con un trato militar al estallido y la movilización popular pacífica, y ahora mismo mantiene cercado al pueblo Caleño, pues estas organizaciones resaltan que no se permite a las ambulancias apoyar a lxs heridxs, además de que periodistas y observadores y defensorxs de derechos humanos también han comenzado a ser atacadxs. Por todo ello, estas organizaciones llaman al desmantelamiento del ESMAD; y al mundo entero le piden estar atento, difundir las masacres perpretadas en estos días por el Estado Colombiano y exigir su cese inmediato.

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Desde Abajo

Colombia: garantía de muerte


@CristinaRevolt – vía twitter

Ni el llamado confinamiento declarado para gran parte del país, ni las campañas de pánico por posible infección y muerte por covid-19, como tampoco la efectiva militarización de ciudades como Cali, han sido suficientes para contener el copamiento de calles y avenidas por parte de miles de manifestantes. Una nueva ola de inconformismo toma cuerpo en Colombia, aunque aún no es claro si será desinflada por la decisión presidencial de desmontar parte del articulado impositivo de la pretendida reforma tributaria y llamar a la negociación –renuncia real pero sin reconocerlo de la totalidad del paquete impositivo– de un nuevo texto tributario. Los numerosos asesinados y lesionados, con pérdida de ojos, y golpizas a granel, demandan justicia y evidencian, un vez más, el necesario desmonte del Esmad.

 ¡Represión extrema!, esto es lo que han padecido cientos de manifestantes a lo largo de los días 28-29-30 de abril en las distintas ciudades de Colombia, con la ejecución, incluso, de una masacre en la ciudad de Cali con la afectación directa de sus sectores populares y de clase media.

En la capital del Valle del Cauca, un alzamiento liderado por cientos de jóvenes sorprendió al poder nacional y local, quien lo único que logró hacer fue atacarlos con total violencia. Entre los días 28-29 perdieron la vida 3 personas, entre ellas Marcelo Agredo[1], joven de 17 años, en el punto conocido como Puerto Resistencia (Cali), Juan Diego Perdomo 20 años (Neiva) al parecer por paro cardiaco.

El día 30 otras siete perdieron la vida y 7 denuncias más por asesinato están en verificación. Entre los verificados figuran: Einer Alexander Lazo –pensionado de la policía–, Jovita Osorio, docente infantil (muerta por asfixia, al caer al interior de su casa gases lacrimógenos), Daniel Felipe Azcárate, Julia Navarrete, Rosemberg Duglas, habitantes de los barrios Calipso, El Diamante, Sindical y el Paso del Comercio.

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Radio Zapatista

Cartas náuticas II: Escuadrón 421 aborda el navío La Montaña

Isla Mujeres, 1 de mayo de 2021

La delegación marítima zapatista –el Escuadrón 421­– abordó ayer el navío La Montaña en tierras sagradas de la diosa maya Ixchel, en Isla Mujeres, Quintana Roo. Larga fue la travesía que la llevó hasta aquí ­y mucho más larga la que la llevará a las costas de Galicia en el viejo continente. La misión: Reunir las cartas náuticas de la resistencia y rebeldía zapatista con las de las luchas europeas, para así poder navegar estos tiempos tormentosos y encontrar puertos otros donde pueda florecer la vida a contrapelo y a pesar de este sistema de muerte.

La travesía de l@s delegados en territorio maya comenzó hace tres semanas desde sus diferentes comunidades al “Centro de adiestramiento marítimo-terrestre zapatista” en el Caracol de Morelia, donde llegaron el 10 de este mes. Allí permanecieron en cuarentena dos semanas, por precaución ante la pandemia del Covid-19. Durante ese tiempo, a partir del día 15, en varias geografías del territorio rebelde se realizaron actos de despedida a la delegación marítima que llevará la palabra zapatista para compartirla con las luchas y las resistencias del viejo continente.

Mientras tanto, manos zapatistas labraban y pintaban cuatro bellísimos cayucos que representan los diferentes elementos y etapas que conforman el caminar del EZLN: la ancestralidad maya con todo lo que eso significa; la silenciosa e inmensa construcción en la clandestinidad y el levantamiento armado del 1 de enero de 1994; la construcción de la autonomía en todos sus aspectos (gobierno, justicia, educación, salud, comunicación, agroecología, economía y mucho más); y la infancia zapatista, la encargada de preservar el pasado y caminar el futuro. El Escuadrón 421 se preparaba para la partida y los milicianos, insurgentes, autoridades civiles y bases de apoyo se preparaban para despedirlos.

Finalmente, el 26 de este mes, con una sencilla pero emotiva despedida, el Escuadrón 421 abordó la camioneta que lo llevaría hasta el puerto donde esperaba el navío La Montaña, llevando consigo a los cuatro cayucos, el equipo de comunicación de los Tercios Compas, el acompañamiento de observadores nacionales e internacionales de derechos humanos y el propio Subcomandante Insurgente Moisés. Y, según se dice, también el Gato-Perro. La caravana, a la que se sumaron varios medios libres, inició su largo recorrido, con una primera parada en el Caracol Patria Nueva, muy cerca de Ocosingo, donde fue recibida y despedida con cariño y alegría por mujeres, hombres, niños, niñas y pichit@s.

De allá se dirigieron al Caracol de Roberto Barrios, cerca de Palenque, donde además de palabras de despedida y reflexión sobre el significado de la travesía, hubo ceremonias, rezos y cantos: consagración de las cartas náuticas para que el espíritu de la lucha y de la vida l@s acompañara en su misión.

De allí partieron en un largo recorrido por la península de Yucatán hacia Isla Mujeres, a donde llegaron ayer, 30 de abril de 2021, para finalmente embarcarse en el navío La Montaña que desde hace tiempo allá los esperaba.

Es difícil describir lo emotivo de esa llegada. Su significado profundo. El sentido de la osadía y de esa quizás desesperada y sin duda alguna necesaria esperanza con la que l@s zapatistas se embarcan en esa travesía para sembrar semillas que permitan el florecimiento de la vida. No morirá la flor de la palabra, nos dijeron hace muchos años. No morirá la flor de la vida, nos dicen ahora.

Y es que resulta en extremo doloroso imaginar los tiempos en que los mayas hacían la travesía anual a Isla Mujeres para venerar a la diosa del amor, del agua, de la luna y la medicina, en este lugar otrora floreciente con una naturaleza deslumbrante, y presenciar ahora el horror en el que se ha convertido esa isla, símbolo fiel de la decadencia a la que ha llegado nuestra humanidad.

Si existe alguna alternativa para esto en lo que nos hemos convertido y lo que le hemos y continuamos haciendo a nuestro mundo, se encuentra en la delirante esperanza de los sueños imposibles que, en la conjunción de la teoría y la práctica, se puedan, quizás, transformar en realidad.

Fotos y texto: Radio Zapatista

Fotorreportaje:

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Colombia Informa

Cali, ciudad resistencia + Masacre en Cali en el marco del Paro Nacional

(Fuente y cobertura de las movilizaciones en Colombia: https://www.colombiainforma.info/)

30 abr, CI.- Las calles están a tope. Cali, la mítica ciudad salsera, cambió la música por arengas y gritos que retumban en sus calles y avenidas. Desde el miércoles 28 de abril no han cesado las manifestaciones en distintos puntos de esta urbe para exigir al Gobierno Nacional, en cabeza de Iván Duque, que retire el proyecto de Reforma Tributaria que intenta imponer.

Se vive el genocidio contra los líderes y lideresas sociales; el ecocidio en los territorios; la emergencia nacional por los femincidios y abusos de la fuerza pública. Al mismo tiempo que aumentan las desigualdades, la pobreza y el hambre en el pueblo colombiano. Contra esa reforma que agudiza la crisis económica y social potenciada por la pandemia, el país se ha volcado a las calles. Y Cali ha tomado la batuta.

Aunque la movilización social en Colombia ha sido una constante en la historia reciente del país, los acontecimientos del último año han aumentado significativamente la manifestación política y social del pueblo.

La jornada de Paro Nacional se venía anunciado semanas atrás. Movimiento sindical y obrero, indígena, campesino, estudiantil, mujeres, disidencias de género y población civil en general tenían cita en distintas ciudades y municipios del país para gritar “NO A LA REFORMA TRIBUTARIA”, como principal bandera de lucha.

En el Suroccidente el Paro inició a las 4:00 AM del 28 de abril. En el sector de Sameco comenzaron los bloqueos. Siguieron Univalle, Menga, Paso del Comercio, Juanchito, Siloé, Plaza de las Banderas y Puerto Llanera. La gente daba inicio a los plantones, tomas y marchas que iban a ser protagonistas del día. Cubrieron las calles de carteles, arengas, música y arte que clamaba no más abuso; no más política de muerte, guerra y hambre; no más gente sin casa; no más alzas, impuestos y asesinatos.

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SupGaleano

Ayer: La teoría y la Práctica. Del cuaderno de apuntes del Gato-Perro

Del cuaderno de apuntes del Gato-Perro:

Ayer: La teoría y la práctica.

Una asamblea en un poblado en una de las montañas del sureste mexicano.  Deben correr los meses de julio-agosto de un año cercano, con la pandemia del coronavirus adueñándose del planeta.  No es una reunión cualquiera.  No sólo por la locura que les convoca, también por el evidente distanciamiento que hay entre silla y silla, y porque los colores de los cubre bocas se opacan detrás del vaho de las caretas transparentes.

Están ahí los mandos político-organizativos del EZLN.  También están algunos mandos militares, pero permanecen en silencio a menos que se les pida que hablen sobre un punto específico.

Son bastante más de lo que podría suponerse.  Hay ahí al menos 6 lenguas originarias, todas de raíz maya, y usan el español o “la castilla” como puente para entenderse entre sí.

Varios de los ahí presentes son “veteranos”, estuvieron en el alzamiento que inició el uno de enero de 1994 y, con las armas en la mano, bajaron a las ciudades juntos con otros miles de compañeras y compañeros, como uno más, una más.  Hay también “los nuevos”, hombres y mujeres que se han ido incorporando a la dirección zapatista después de muchos aprendizajes.  La mayoría de “los nuevos” son “nuevas”, mujeres de todas las edades y de diferentes lenguas.

La asamblea en sí, su desarrollo, sus tiempos, sus modos, reproduce las asambleas que se realizan en las comunidades.  Hay quien coordina la reunión, y es quien va dando la palabra e indicando los temas a tratar que han sido acordados de antemano.  No hay límite de tiempo para cada intervención, así que el tiempo adquiere aquí otro ritmo.

Alguien, ahora mismo, está contando una historia o un cuento o una leyenda.  A nadie le importa si lo que se narra es realidad o ficción, sino lo que se dice con ese recurso.

La historia va así:

Un hombre zapatista va caminando por un poblado.  Viste sus mejores galas y su sombrero nuevo porque, dice, va a buscar a una su novia.  El narrador imita el paso y los ademanes que vio en alguna de las películas que circularon a raíz del Festival de Cine “Puy Ta Cuxlejaltic” I.  La asamblea ríe cuando, quien cuenta la historia, hace el tono del Cochiloco (interpretado por Joaquín Cosío en “El Infierno”. Luis Estrada, 2010), y se quita el sombrero para saludar a una mujer imaginaria que pasa a su lado con una imaginaria mula llevando la leña ídem.  El contador de la historia mezcla el español con una de las lenguas mayas, así que en la asamblea, sin interrumpir, se traducen entre sí.

Quien narra el cuento ha recordado que es tiempo de elote, la asamblea asiente confirmando.  Sigue la narración:

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Radio Pozol | ¡Compas Arriba! | Centro de Lengua y Cultura Zoque | Radio Zapatista | Fotógrafos Independientes

EZLN: Que cuiden esa semilla, la planten, y la hagan crecer

Roberto Barrios, Chiapas, 27 de abril 2021.

Cuando el sol alcanzó el cenit, este 27 de abril de 2021 a las doce del día, milicianos zapatistas surgieron y se posicionaron en círculo alrededor de la ceiba majestuosa situada en frente de la entrada del Caracol V “Que habla para todos”, sede de la Junta de Buen Gobierno “Nueva Semilla que va a producir”en el ejido Roberto Barrios, a media hora de Palenque en Chiapas, México. Se acercaron enseguida unas mujeres zapatistas hasta el tronco del árbol sagrado de los pueblos mayas y, en silencio, pusieron delicadamente sus manos en él, recordando las raíces profundas de la vida que defienden hasta la muerte.

Al son de las palabras internacionalistas de un corrido interpretado por una banda local, la delegación marítima recibió toda la atención de las y los anfitriones de esta región tzeltal y ch’ol de la zona norte del estado chiapaneco. Cabe resaltar que los zapatistas guardan un extricto respeto a los protocolos de sanidad, en todo momento, inclusive en el baile popular nocturno. Ante la presencia del Escuadron 421 en el templete del auditorio del Caracol, ancianas y ancianos pronunciaron palabras en maya, en el recinto, alrededor de velas y flores que acogieron las oraciones rituales que bendicen el viaje de la primera delegación que se embarcará a Europa el próximo 3 de mayo.

Más tarde, en el auditorio, bases de apoyo, miembros de la dirección política, de la Junta de Buen Gobierno y del Comité Clandestino Revolucionario Indígena dieron su palabra.

“Esperemos que los compañeros cuiden esa semilla, la planten, y la hagan crecer”, expresó el Base de Apoyo Zapatista (BAZ), Fidel, del municipio autónomo Vicente Guerrero, en alusión a la palabra zapatista que será compartida a las personas del continente europeo con quien se entrevistará el llamado “escuadrón zapatista 421”, a partir del próximo mes de junio, como lo han comunicado los rebeldes chiapanecos. El acto de despedida se llevó a cabo en el Caracol zapatista de Roberto Barrios, al norte de Chiapas.

El BAZ Fidel, puntualizó que el escuadrón conformado por cuatro mujeres, dos hombres y un compañeroa, “decidieron llevar la semilla de resistencia y rebeldía por el mundo, es así que demostramos el amor y respeto por la vida, es así como queremos vivir en paz, sin destrucción que hace el sistema capitalista”. “La muerte llegará si no defendemos la vida. Los compas están dispuestos a llevar la semilla en los cinco continentes que es la idea que tenemos como zapatistas, empezando por el continente europeo”, agregó Fidel.

“Hoy estamos despidiendo a nuestros compañeros que saldrán de viaje. Estos compas van de todo corazón y llevan la semilla de la vida que nosotros como zapatistas llevamos años construyendo y cosechando. Y queremos que esa semilla llegue a tierras europeas. Esperemos que los hermanos europeos lo echen a andar esa semilla”, coincidieron en su participación bases de apoyo, milicianos e integrantes de junta de buen gobierno. “La idea es visitar los cinco continentes porque sabemos que el sistema capitalista no está en un solo lugar, esta dispersado a nivel mundial”, enfatizaron.

“No vamos a permitir que nos destruya el sistema capitalista, por eso no obliga a movernos, para poder así defendernos”, expresó un integrante del municipio Francisco Villa. “Ahora lo que es el mensaje y la semilla zapatista tiene que ir más allá a todas las personas sin distinguir el color o la lengua”, añadió el BAZ.

La salida de la delegación zapatistas, “abre una oportunidad de conocernos, escucharnos, mirarnos. Estamos dando la encomienda para que lleven la semilla de lucha por la vida de la humanidad y todos los seres vivos que habitamos en ella”, expresó Jaquelin,a nombre del Comité Clandestino revolucionario Indígena (CCRI). “Nosotros nos vimos obligados a tomar la decisión de salir a pesar del virus que nos tiene encerrados. El sistema capitalista no se detiene y avanza con el saqueo, el despojo y la destrucción de los seres vivos, como en los proyectos del tren maya, corredor interoceánico entre otros”, alertó la insurgente chiapaneca. “Vimos que era necesario escuchar el dolor, rabias y sus sueños de los hermanos de otra parte del mundo2, añadió de forma categórica.

“Seguimos vivos a pesar de cinco siglos de guerra de exterminio. Los conquistadores nos sometieron en las fincas, pero nuestros abuelos resistieron esa guerra de exterminio. Pueblos originarios de todas las partes del mundo que les hace falta organizarse, ¡despertad!”, finalizó la integrante del CCRI.

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Radio Zapatista

Cartas náuticas para un mar tormentoso

En unos días navegarán a Europa siete zapatistas – cuatro mujeres, dos hombres, unoa otroa, denominados Escuadrón 421 – con la alegre y delirante esperanza de que la semilla abrigada por siglos por los guardianes de la montaña pueda florecer en aquellas tierras.

 – * –

Hace 503 años y pocos días, un barbudo y quizás no muy aromático conquistador posó sus pies en las arenas de la Isla de Cozumel, perteneciente al señorío maya de Ekab, un 3 de mayo de 1518, tras navegar 25 días desde el puerto de Matanzas, en Cuba. Unos años antes, el 12 de octubre de 1492, el probablemente genovés Cristóbal Colón, tras dos meses y nueve días de navegación atravesando el Océano Atlántico, llegó a la isla de Guanahani en las Bahamas. Inició así lo que algunos han llamado el “encuentro de dos mundos” y que los mayas, en los Libros del Chilam Balam de Chumayel, llamaron “el inicio de los atropellos, el inicio del despojo de todo”.

Del cataclismo que acometió a los pueblos originarios de nuestro continente tras el dicho encuentro, se construyó una civilización que prometía y fructificó en riqueza de pensamiento, de creatividad, de belleza, de ciencias y artes. Pero también la idea de que había que progresar, que el Hombre (así, en masculino) se erguía superior a la naturaleza, a la que había que conquistar y subyugar y dominar para beneficio del hombre racional. Y con ello, subyugar y dominar y “educar” a aquellos otros y otras que por su naturaleza o desidia o ignorancia o pobreza o lo que sea, alejados estuvieran de ese Hombre sentado en la cúpula de la Creación.

Cinco siglos después, es difícil no preguntarse a dónde nos ha llevado esa carrera desaforada llamada progreso y modernidad. La destrucción sin precedentes de nuestro planeta que, de continuar así, todas las previsiones indican nos llevará al colapso de la vida humana y no humana. La brutalidad del feminicidio, la desaparición forzada, el despojo de todo, los cada vez más numerosos contingentes de mujeres y hombres y niños y niñas y ancianos y ancianas sin horizontes ni medios para subsistir, ya no se diga para florecer, la maquinaria de megaproyectos que arrasan todo lo que encuentran a su paso dejando destrozos por doquier, las guerras presentes y futuras, la pandemia presente que no es más que un síntoma y un aviso de lo que habrá de venir, el reino del crimen organizado y desorganizado ya no como aberración de nuestra civilización sino como el modus operandi de un sistema que ha perdido el rumbo. El dolor que crece aunque muchas veces su raíz sea difícil de identificar por quienes lo padecemos. La muerte que mata no sólo los cuerpos, sino el pensamiento, el espíritu, el corazón, la vida misma.

Desde hace ya algunos años es eso lo que los zapatistas nos han dicho una y otra vez. Y la pregunta: ¿Es posible un cambio de rumbo? ¿Es posible sembrar semillas de vida capaces de renacer de entre los escombros de un mundo que a todas vistas está llegando a su fin? En uno de los muchos encuentros organizados por ellas y ellos en tiempos recientes, el Subcomandante Galeano nos dijo con toda sinceridad: Lo único que les puedo asegurar es que es casi imposible. Pero los que sufren la brutalidad del sistema y la resisten e intentan re-existir cueste lo que cueste “nos dicen, nos enseñan, nos abofetean que hay que aferrarse a esa millonésima cifra de probabilidad”.

Y es que sucede que, a pesar, o quizás gracias al mar tormentoso de muerte que amenaza con hacer naufragar la esperanza, y con ella la vida, hay quienes resisten, quienes crean, quienes luchan por mantener a flote las embarcaciones colectivas y conducirlas a puertos otros donde la vida pueda volver a florecer. Y quizás sea en el encuentro de esas luchas y resistencias y esperanzas que no esperan sino que navegan contra viento y marea lo que nos permita vislumbrar el camino. Reunir las cartas náuticas corazonadas y sentipensadas en la lucha por sobrevivir y así darnos cuenta que, más allá de la mera sobrevivencia, hay mundos otros por construir, y que los ventarrones de muerte de modernidad y progreso serán incapaces de derrumbar.

Es por eso que ahora, siete zapatistas avanzan rumbo a las costas que hace 503 años pisó el conquistador Juan de Grijalva para zarpar rumbo a las Europas para encontrarse con todas y todos y todoas aquellas que en aquél continente resisten la muerte y luchan con todo lo que tienen por mantener a la vida con vida.

Porque sucede que, tras la devastación que aquí ocurrió con el aquél histórico encuentro que marcó “el inicio de los atropellos, el inicio del despojo de todo”, no todo quedó enterrado. Las semillas de ese otro mundo se mantuvieron guardadas, cuidadas, protegidas por los guardianes de las montañas, esperando el momento en que habría que volver a plantarlas para que así surgiera no el mundo de antaño, sino otro mundo. No la venganza, no el retorno, sino algo muy otro.

Dicen los zapatistas que dijo Ixchel, “madre-luna, madre-amor, madre-rabia, madre-vida”:

Que mañana al oriente naveguen la vida y la libertad en la palabra de mis huesos y sangres, mis crías. Que no mande un color. Que no mande ninguno para que ninguno obedezca y que cada quien sea lo que es con alegría. Porque la pena y el dolor vienen de quien quiere espejos y no cristales para asomarse a todos los mundos que soy. Con rabia habrá que romper 7 mil espejos hasta que el dolor se alivie. Mucha muerte habrá de doler para que, al fin, sea la vida el camino. Que el arcoíris corone entonces la casa de mis crías, la montaña que es la tierra de mis sucesores”.

Navegarán así en breve siete zapatistas – cuatro mujeres, dos hombres, unoa otroa, denominados Escuadrón 421 – con la alegre y delirante esperanza (delirante por tratarse de una millonésima cifra de probabilidad, pero también por ser una creación insurgente, creación que sueña y hace nacer lo imposible) de que la semilla abrigada por siglos por los guardianes de la montaña pueda florecer en aquellas tierras. Que las cartas náuticas del navegar zapatista en las montañas del sureste mexicano se puedan encontrar con otras cartas náuticas igualmente experanzadoras y delirantes de las luchas por la vida en el “viejo” continente.

Cartas náuticas con los cuatro puntos cardinales de la cruz maya, la cruz parlante de la experiencia zapatista. Los cuatro puntos cardinales representados por cuatro bellísimos cayucos labrados y pintados por manos zapatistas, que viajan con el Escuadrón 421 rumbo a Isla Mujeres, donde los espera el navío Montaña, y que ahora descansan en el Caracol de Roberto Barrios en la Selva Lacandona, antes de continuar su travesía rumbo a la embarcación.


La ancestralidad como pueblo originario de raíz maya.


La organización en la clandestinidad y el levantamiento armado.


La autonomía zapatista, el otro mundo posible hecho posible y en permanente construcción con el sudor y la alegría, la resistencia y la rebeldía de los pueblos zapatistas.


La infancia zapatista, las y los encargados de resguardar, proteger y reimaginar las cartas náuticas con las que se seguirá navegando el futuro.

– * –

Palabras de despedida de la Junta de Buen Gobierno del Caracol de Morelia, a nombre de todas las Juntas de Buen Gobierno zapatistas, el domingo 25 de abril de 2021:
(Descarga aquí)  

Ritual de despedida del “Centro de Adiestramiento Marítimo-Terrestre Zapatista”, Caracol de Morelia:
(Descarga aquí)  

Despedida en el Caracol 10, Patria Nueva:
(Descarga aquí)  

Palabras de bienvenida al Caracol de Roberto Barrios:
(Descarga aquí)  

Canción “Derrumbando las fronteras”:
(Descarga aquí)  

– * –

 

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Comunidad Autónoma de San Lorenzo de Azqueltán, municipio de Villa, Guerrero Jalisco

Convocatoria a la campaña nacional e internacional por la justicia y el territorio de Azqueltán


Hermanas y hermanos del mundo.

Desde este fuego sagrado con el que hablamos con nuestras deidades, que nos dicen que debemos pagarle por la lucha que, con sacrificios, hemos llevado desde hace cientos o miles de años para pagar a nuestra madre la tierra, que está viva como vivos y vivas estamos quienes la defendemos; nos dirigimos al mundo para decirles que

Hacemos un respetuoso llamado a todas las familias tepehuanas y wixaritari, para seguir adelante en el esfuerzo de nuestros antepasados por sanar nuestra tierra, esa que defendieron nuestros abuelos y que debemos estar unidos y juntos para dar los pasos que nuestros dioses nos han encomendado.

Que ayunamos y caminamos los cerros sagrados, que son esquinas que delimitan nuestro título virreinal, donde bendecimos las mojoneras antiguas con la sangre de un toro, un guajolote, un gallo, un borrego y un venado en cada sitio. Peregrinamos a los lugares sagrados con la ayuda de nuestros mayores para traer las aguas benditas y bailamos las danzas de nuestros ancestros tepehuanos y wixaritari, que hoy juntos somos la comunidad autónoma de San Lorenzo Azqueltán.

Recurrimos a los poderes de la tierra, que son grandes ante los poderes corruptos de los que gobiernan y de los ricos que ambicionan quedarse con nuestras tierras. Que son más grandes que esos que hacen como que no nos ven ni nos escuchan, aunque nos paremos frente a ellos y para tratar que escuchen el dolor de nuestro pueblo.

Los jueces encarcelan a nuestros comuneros por alzarle la voz a los caciques y a ellos los liberan con descaro cuando intentan asesinarnos cuando nos quitan con violencia la tierra, que es el sustento de cientos de familias. Hacen como que no existimos y se ríen de nuestro sufrimiento.

En eso, no hay diferencia entre ningún partido político que hoy vienen a pedir con descaro nuestro voto, porque no se trata de colores o partidos sino de hacer de nuestra madre tierra una mercancía en beneficio de quienes tienen dinero. Lo que no saben es que ese dinero nada vale para nuestros antepasados y lo que hacen se llama robar.

Por eso el día de hoy, a ver si nos miran, nos tapamos el rostro, porque así de frente no lo quieren ver. No les conviene porque defendemos la vida y esa no tiene precio. Llamamos a los pueblos indígenas y no indígenas a estar atentos a nuestra palabra, a las acciones de los jueces y magistrados, de los terratenientes y capitalistas.

Y ahora que comenzaron los poderosos con sus vulgares campañas políticas, decidimos hacer nuestra propia campaña y convocamos al mundo a acompañarnos a la

CAMPAÑANA NACIONAL E INTERNACIONAL POR LA JUSTICIA Y EL TERRITORIO EN AZQUELTAN

Que llevaremos a cabo desde el día de hoy y hasta el 24 de agosto de 2021, y que iremos anunciando en nuestra página oficial de internet https://www.comunidadazqueltan.org/ desde donde llamaremos a diversas acciones para lograr lo que la madre tierra y nuestro patrón San Lorenzo nos ha pedido y que resumimos en los siguientes puntos.

1. Exigimos el castigo a los responsables de las agresiones y despojos que se han realizado en contra de nuestro pueblo Tepehuano y Wixárika

2. Exigimos el pleno respeto a nuestro gobierno comunitario, tanto tradicional como agrario, así como que los gobiernos garanticen la protección de nuestras tierras comunales y la seguridad de las autoridades y comuneros de Azqueltán

3. Exigimos el pleno respeto y reconocimiento legal a nuestros bienes comunales

Por último les decimos mundo, que con la bendición de nuestros dioses, estamos listos para no dar un paso atrás en la recuperación de las tierras invadidas y el reconocimiento legal agrario.

Atentamente

Desde el fondo del cañón de Bolaños

A 25 de abril de 2021

Que viva la madre Tierra

Comunidad Autónoma de San Lorenzo de Azqueltán, municipio de Villa, Guerrero Jalisco

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Subcomandante Insurgente Galeano

Comunicado del EZLN | ESCUADRÓN 421. (La delegación marítima zapatista)

ESCUADRÓN 421.
(La delegación marítima zapatista).

Abril del 2021.

¿Calendario?  Una madrugada del cuarto mes.  ¿Geografía?  Las montañas del sureste mexicano.  Un silencio repentino se impone a los grillos, al ladrido disperso y lejano de los perros, al eco de una música de marimba.  Aquí, en las entrañas de los cerros, un susurro más que un ronquido.  Si no estuviéramos donde estamos, podría pensarse que es un rumor de mar abierto.  No las olas reventando contra la costa, la playa, el acantilado acotado con un tajo caprichoso.  No, algo más.  Y entonces… un largo quejido y un temblor intempestivo, breve.

La montaña se alza.  Se arremanga, con pudor, un poco las naguas.  No sin trabajos, arranca sus pies de la tierra.  Da el primer paso con un gesto de dolor.  Ahora le sangran las plantas a esta montaña pequeña, lejana de los mapas, los destinos turísticos y las catástrofes.  Pero aquí todo es complicidad, así que una lluvia anacrónica le lava los pies y, con lodo, le cura las heridas.

Cuídate hija”, le dice la Ceiba madre.  “Ánimo”, habla el huapác como consigo mismo.  El pájaro tapacamino la guía.  “Al oriente, amiga, al oriente”, dice mientras brinca de un lado a otro.

Vestida de árboles, aves y piedras, camina la montaña.  Y a su paso, se agarran a los bordes de su nagua, hombres, mujeres, quienes no son ni las unas ni los otros, niñas y niños somnolientos.  Van trepando por su blusa, coronan la punta de sus pechos, siguen a sus hombros y, ya sobre lo alto de su cabellera, despiertan.

Al oriente el sol, apenas asomado al horizonte, detiene un poco su necia y cotidiana ronda.  Le ha parecido ver que una montaña, con una corona de seres humanos, camina.  Pero más allá del sol y de unas nubes grises que la noche dejó olvidadas, nadie aquí parece sorprenderse.

De por sí así estaba escrito”, dice el Viejo Antonio mientras afila el machete de doble filo, y la Doña Juanita asiente con un suspiro.

En el fogón huele a café y a maíz cocido.  En la radio comunitaria se escucha una cumbia.  La letra habla de una leyenda imposible: una montaña navegando a contrapelo de la historia.

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Siete personas, siete zapatistas, forman la fracción marítima de la delegación que visitará Europa.  Cuatro son mujeres, dos son varones y unoa es otroa.  4, 2, 1.  El escuadrón 421 se encuentra ya acuartelado en el llamado “Centro de Adiestramiento Marítimo-Terrestre Zapatista”, ubicado en el Semillero Comandanta Ramona de la zona Tzotz Choj.

No fue fácil.  Más bien, ha sido tortuoso.  Para llegar a este calendario, hubimos de enfrentar reparos, consejos, desalientos, llamados a la mesura y a la prudencia, francos sabotajes, mentiras, malhabladas, recuentos detallados de las dificultades, chismes e insolencias, y una frase repetida hasta el asco: “eso que quieren hacer es muy difícil, por no decir imposible”  Y, claro, diciéndonos, ordenándonos, lo que debíamos y no hacer.  Todo eso, en este y el otro lado del océano.

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