Autonomía zapatista frente a la tormenta
Al conmemorarse los 30 años de la insurrección del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la Colección Al Faro Zapatista se ha empeñado en la inconmensurable tarea de editar 30 libros, con la participación de más de 50 autores y colectivos, que, como señala Carlos Tornel en su megarreseña “Tejer redes de rebeldía y sembrar la esperanza: 30 años, 30 libros y lecciones del zapatismo”: “es quizás una de las aproximaciones más completas y sistemáticas de recuperación de las contribuciones del zapatismo”. Esto es posible gracias al encomiable apoyo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, la Cooperativa Editorial Retos, la Cátedra Jorge Alonso-Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades-Universidad de Guadalajara y Al Faro Zapatista, San Cristóbal de Las Casas y Buenos Aires.
En particular, el tomo III, Autonomía zapatista frente a la tormenta, editado por Xóchitl Leyva Solano, Lola Cubells, Jorge Alonso y Axel Köhler, y publicado este año en España por la Asociación Cultural Traficante de Sueños, desarrolla una temática crucial para comprender el zapatismo, y que refiere a los procesos autonómicos que se inician en los intensos debates sostenidos en las negociaciones entre el EZLN y el gobierno federal, en las que los zapatistas abren la participación de múltiples sectores de la sociedad civil y una significativa representación de pueblos indígenas, en lo que para muchos fue lo más cercano a un congreso constituyente.
En palabras de los editores, el libro muestra “tres grandes ríos que permiten navegar hacia el mar de la autonomía zapatista. El primero analiza el tiempo-espacio y la historia del zapatismo. En el segundo se abordan y analizan las diferentes aristas de la autonomía zapatista. Sus formas autónomas de gobierno de facto y sin permiso, sus agroecologías emancipatorias, el sistema de las artes y la comunicación zapatista frente al proyecto de la Cuarta Transformación y la Tormenta. Los tres ríos ponen al centro la palabra y la obra zapatista”.
En efecto, la obra en comento cuenta con una presentación de los editores y nueve capítulos en sus 310 páginas, en las que se aborda, por Carlos y Jorge Alonso, un somero acercamiento al zapatismo. “Delirios zapatistas”, por Jorge Regalado Santillán. “El nosotros zapatista y el tiempo como flor y rebeldía”, por Sergio Tischler Visquerra. “La autonomía zapatista, un faro en la lucha por la vida”, por Jerome Baschet. “Agroecología (s) emancipatoria (s) para un mundo donde florezcan muchas autonomías”, por Valentín Val y Peter M. Rosset. “Cartas náuticas para un mar tormentoso”, por el colectivo Radio Zapatista. “Arte y política”, por Francisco de Parres Gómez. “Los Tercios Compas. Comunicación audiovisual autónoma zapatista”, por Axel Köhler. “Legado de los pueblos y las comunidades zapatistas a la lucha por la tierra y la vida frente a la Tormenta”, por René Olvera Salinas y Alonso Gutiérrez Navarro.
La colección en su conjunto surge como un homenaje al zapatismo, a su legado desde el pensamiento crítico y los conocimientos situados, encarnados y sentipensados del entorno de apoyo y solidaridad con este movimiento, como una reflexión para la acción urgente, tomando muy en cuenta la interpelación con la que cierra el libro sobre la autonomía, esta pregunta inquietante que lanza el zapatismo: ¿Y tú qué?, que interroga a cada quién, según su modo, calendario y geografía, para organizarse y actuar para “heredar vida”, vida digna, justa y plena a quienes vienen detrás.
Coincidentemente en estos días, el colega Waldo Lao Fuentes Sánchez, un reconocido referente continental en el estudio de las autonomías y los derechos colectivos de los pueblos originarios, me hizo llegar su última obra Autonomías indígenas en América Latina. Una breve aproximación histórica (Colección Abya Yala, editorial El Colectivo-La Fogata, invierno 2025), en la que define la autonomía como “un mecanismo que utilizan los pueblos indígenas para defender su cultura, reorganizar sus territorios, autogobernarse y construir resistencias frente al avance del capitalismo. La base de la autonomía es el territorio –donde se ejerce la construcción de la dinámica comunitaria– con creatividad, afectos, disciplina y sostenibilidad de los sujetos que la ejercen, por lo tanto, cada autonomía es única y diferente”. Esta obra incluye una oportuna y detallada cronología de eventos, declaraciones, convenios, levantamientos, marchas y reformas legales y constitucionales de 1953 a 1994, relacionadas con los movimientos autonómicos.
Autonomía zapatista frente a la tormenta es una obra necesaria para contar con una perspectiva integral que las experiencias autogestionarias mantienen, dentro de las cuales la de los mayas zapatistas resulta emblemática, una autonomía que, como señala Leyva, “nos ha interpelado y nos ha organizado como un modo de vida y lucha que comprende todos los ámbitos de la vida personal, colectiva y organizativa del movimiento zapatista”.
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Chiapas: «urgente democratizar la Sección 40», expresa el magisterio estatal
Hermanas y hermanos del magisterio, en este instante en que la historia vuelve a tocarnos el hombro, se alza una voz que no es mía ni tuya, sino de todas y todos los que hemos sembrado luz en las aulas de esta tierra.
Porque el maestro —ya lo sabemos— no solo enseña: sostiene, protege, teje el porvenir con hilos de paciencia y con un corazón que rara vez descansa. Pero ese corazón, para seguir latiendo firme, necesita justicia. Necesita dignidad.
Necesita que sus derechos no sean promesas de papel sino cimientos verdaderos de una vida laboral segura.
Hoy, frente a la reforma de la ley del ISTECH, que amenaza con convertirnos en huéspedes permanentes del trabajo,no podemos guardar silencio.
No podemos quedarnos al borde del camino, mientras otros deciden por nosotros el precio y los tiempos de nuestras jubilaciones, el peso de nuestras contribuciones, el futuro, la vida que se nos pretende arrancar.
Defender la abrogación de esta reforma no es un capricho ni un gesto de rebeldía vacía: es un acto de amor propio, un acto de memoria por quienes caminaron antes y por quienes vendrán después.
Pero no es la única herida que debemos nombrar.
Entre nuestras banderas ondea también el clamor profundo de los directores, sobre todo de quienes sirven como directores encargados, cargando sobre sus hombros una montaña de exigencias administrativas que consume horas, fuerza y aliento.
Esa carga excesiva nos aleja del sentido humano del liderazgo escolar y necesitamos que nuestra voz sea escuchada ante las disposiciones gubernamentales y de la Secretaría de Educación, para transformar esta realidad y devolver dignidad a nuestra función.
Y hay otra verdad que ya no podemos callar: la necesidad urgente de democratizar la Sección 40. Porque quienes deberían ser nuestros guardianes, quienes deberían velar por nuestra estabilidad y por cada uno de nuestros derechos, se han vuelto —en demasiadas ocasiones—aliados de quienes impulsan medidasque nos lastiman, que nos desgastan, que ponen en riesgo nuestras conquistas laborales.
Esa traición silenciosa ha sembrado desconfianza, ha roto puentes, ha dejado al magisterio caminando a tientas. Por eso necesitamos levantar un trabajo colectivo, un tejido firme y honesto que nos conduzca hacia la defensa real de nuestros derechos, hacia la conquista de salarios dignos, de condiciones humanas, de un porvenir que no se nos arrebate con decisiones tomadas a espaldas del trabajador.
Y por eso, maestras y maestros, es tiempo de unir nuestras voces como un solo río que avanza sin miedo; es tiempo de levantar la frente y recordar que cuando el magisterio se organiza, cuando se toma de las manos y avanza con paso decidido, ninguna medida injusta puede prevalecer.
En este espíritu de unidad, te hacemos hoy la invitación a participar, a organizarnos. Queremos para ello construir un tejido regional donde se visibilicen nuestra voces, nuestra palabra, nuestras dolencias, nuestras luchas.
Un escenario que albergue nuestras esperanzas, donde la palabra se haga rostro y la voluntad sume su propio brillo. Ahí será necesaria la cooperación de todas y todos, la disposición abierta, la voluntad firme de quienes saben que solo juntos podemos organizar lo que el porvenir nos demanda y desarrollar la fuerza que estos tiempos reclaman.
De lograrse la voluntad de los todos que soñamos, de los todos que luchamos, en aras de democratización de nuestras instituciones, sumaremos los esfuerzos de líderes sindicales como los de Guerrero, Michoacán, de Oaxaca, etc., para aprender juntos a sostener la dignidad.
Su palabra será brújula, será faro, será camino para comprender hacia dónde debemos marchar y cuál será el pulso verdadero que tomará nuestra lucha.
Que nuestra palabra se vuelva viento, que nuestro paso se vuelva huella, y que nuestra unidad sea el faro que guíe este momento decisivo.
Porque defender nuestros derechos es defender la dignidad del oficio más noble: el de transformar vidas, uno de los pocos milagros que aún respiramos.
Pd. La dignidad te convoca, te invitamos a sumarte a los encuentros.
«Caminante no hay camino, se hace camino al andar»
ATTE.
DELEGACION DII 126 TELESECUNDARIAS
REGION TAPACHULA






