Fuente: Avispa Midia
Por Sare Frabes

Google, la gigante tecnológica con sede en Mountain View, California, es el centro de atención tras el polémico despido de 28 empleados que participaron en protestas contra el “Proyecto Nimbus”, un servicio que Google y Amazon brindan desde 2021 al gobierno israelí.

En 2016, el gobierno de Israel estableció la visión un gobierno digitalizado y fue hasta el año 2021 que, tras una licitación, anunció que había seleccionado a Amazon Web Services (AWS) y Google como sus principales proveedores de nube y más de 185 servicios digitales. Un proyecto destinado, en primera instancia, a servicios del sector público y al ejército israelí. En esta primera fase, Israel pagó alrededor de $1,230 millones de dólares a las dos empresas por un contrato inicial de siete años, potencialmente prorrogables hasta 23 años.

Tras el despido de sus trabajadores, Google sostuvo en un comunicado que el Proyecto Nimbus no se está utilizando para despliegue militar o recopilación de inteligencia, y que la dimisión tuvo que ver con una “conducta completamente inaceptable” que interfiere en el trabajo de otros empleados y crea una atmósfera amenazante en el lugar de trabajo.

Además, Google amenazó con posible represalias y despidos de más trabajadores.

Protesta del Movimiento sin tecnología para el apartheid.

El grupo No Tech For Apartheid, movimiento al cual se sumaron los trabajadores dimitidos, señaló a la transnacional digital por mentir sobre lo ocurrido durante las protestas, alegando que fue una acción pacífica. “Los despidos son un claro indicio de que Google prioriza sus intereses financieros sobre el bienestar de sus empleados”, denunciaron los trabajadores expulsados de esta empresa.

Sundar Pichai, CEO de Google, remarcó que lo que más importa a la empresa es mantener la productividad y la seguridad en el lugar de trabajo, “especialmente en un momento crucial para el desarrollo de la inteligencia artificial”.

Esta no es la primera vez que los empleados de Google expresan su descontento con las decisiones de la compañía. Anteriormente han precedido otras acciones de protesta que han cuestionado la ética sobre el desarrollo de la inteligencia artificial y otros acuerdos comerciales que la empresa ha asumido.

En las acciones de protesta contra el Proyecto Nimbus, los trabajadores de la empresa también han expresado su descontento contra el aumento del número de muertes durante la ofensiva de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra la población civil de Palestina, que ha cobrado la vida de más de 34 mil personas.

El grupo No Tech for Apartheid afirma que, con el Proyecto Nimbus, sigue sin estar claro cómo se utiliza la tecnología en la guerra contra Palestina.

“Los trabajadores tienen derecho a saber cómo se utiliza su trabajo y a opinar para garantizar que la tecnología que construyen no se utiliza para hacer daño”, afirma el grupo en un comunicado.