Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

El Centro Agroecológico Tlacuache Fantasía es un espacio que forma parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en ciudad de México (CDMX), ubicado justo frente al Metro Universidad. Es un espacio donde antes había grandes cantidades de basura y ratas. Desde 2013, diversos voluntarios lo han recuperado. Pero hoy están siendo criminalizados por las autoridades de la universidad y del gobierno de CDMX.

El pasado 2 de octubre, las voluntarias que actualmente forman parte de este espacio recibieron una notificación de la Fiscalía General de la República, requiriendo que María Vargas Hernández, quien había fungido como voluntaria anteriormente, se presente a las autoridades por ocupación de este inmueble.

La notificación está apegada al artículo 395 fracción del Código Penal Federal el cual establece: “Se aplicará la pena de tres meses a cinco años de prisión y multa de cincuenta a quinientos pesos: I. – Al que de propia autoridad y haciendo violencia o furtivamente, o empleando amenaza o engaño, ocupe un inmueble ajeno o haga uso de él, o de un derecho real que no le pertenezca”.

De acuerdo con un comunicado emitido por las activistas de agroecología, quien interpuso la demanda han sido autoridades de la propia Universidad.

“Aclaramos que muchxs voluntarixs han conformado el espacio y que María fungió como voluntaria del espacio de 2020 a 2023, no obstante, no es responsable del proyecto”, aclaran las integrantes del espacio.

El Centro Agroecológico es un espacio abierto al público que, “a lo largo de 10 años de trabajo voluntario, se ha transformado de ser un basurero clandestino (espacio residual) a un huerto urbano que aporta a la ciencia, a la educación social y al medioambiente”, expresa este colectivo que, además, tiene intenciones de convertir el lugar en “un espacio de encuentro y una escuela campesina”, declaran.

Anteriormente accedían por una reja irregular y, desde que le dieron vida, acceden por una puerta con su respectiva llave. “Ahora se pueden apreciar la presencia de hortalizas y hasta diversos animales, como el tlacuache, el cacomixtle. Aquí confluyen estudiantes, vecinos de la universidad, niños y adultos”.

Por ello, este colectivo llama a “la defensa del espacio del Tlacuache Fantasía que ha sido un punto intergeneracional, preservación de las tradiciones, el respeto a la Madre Tierra y un espacio comunitario que por medio de habitarse ha dejado de ser un foco de inseguridad e infección y se ha convertido en un espacio sustentable y de aprendizaje colectivo”, resaltan en su comunicado.

Las personas voluntarias hacen énfasis en que es necesario conservar espacios de siembra y “este espacio autogestivo ha logrado articularse con campesinos y chinamperos de Xochimilco y Tláhuac y así mismo ha establecido lazos de conexión entre vecinos de Santo Domingo, así como las y los comerciantes del metro CU”.

Mientras tanto, quienes hoy defienden Tlacuache Fantasía sostienen una campaña para recaudar fondos para contratar asesoras legales para defender a su compañera que esta criminalizada.

También llaman a su comunidad a quienes han sido parte del proyecto o que simpatizan a “sumarse como testigo para la defensa del espacio”, anuncian.