Chiapas: aprender entre la modernidad y la marginación
CalleLuz © / Agencia de Información Comunitaria
Chiapas México. 15 de mayo.-El primer reto para ser maestro no ha sido fácil. A César y a Pablo les ha tocado la fortuna de palpar en carne propia la verdadera situación por las que atraviesan miles de escuelas en Chiapas. Tienen que dar clases en medio del polvo y dentro de un aula construida a base de madera, techo de láminas galvanizadas y trozos de plástico, prácticamente en condiciones marginadas.
Se podría pensar que dan clases en una escuela enclavada en la selva o en la sierra del estado, pero se trata de un aula multigrado ubicado en la colonia Unión Antorchista, del municipio de Chiapa de Corzo, a escasos tres kilómetros de donde se erige un moderno complejo comercial que le da un toque de vanguardia a la capital chiapaneca.
Ese reducido espacio al que le llaman Escuela Primaria “Benito Juárez” contrasta con la modernidad que se divisa a lo lejos; desde ese lugar se logra ver la torre más grande de Chiapas con sus ventanales brillosos; se ven también los fraccionamientos que han irrumpido con el equilibro visual entre el Rio Grande de Chiapas y sus cerros.
En esa galera, donde diariamente se arremolinan diecisiete niños y niñas, domina el color ocre y el olor a ocote de la madera; los pequeños van en busca del conocimiento sin importarle si lo hacen bajo el abrumante calor o en medio de la polvareda.
#NosDuelen56 – Las niñas de Guatemala: Rostros, colores y dolores
Nos duelen 56. Rostros, colores y dolores
Lanzamiento virtual de la Acción global #NosDuelen56
Más información sobre la Acción global:
Pueblos en Camino
(Ve/descarga las ilustraciones completas abajo)
El 8 de marzo de este año, se cometió en Guatemala una de las masacres más atroces en la historia de ese país y de Nuestra América. 56 niñas fueron puestas bajo llave y posteriormente quemadas vivas. De ellas, 41 fallecieron y 15 están gravemente heridas. Pese a los llamados de auxilio, la policía no abrió a puerta. Ellas estaban bajo el resguardo y la protección del Estado. Este crimen no tiene precedente. Apenas se encuentran tres funcionarios públicos en prisión, quienes tuvieron la responsabilidad inmediata del Hogar Seguro “Virgen de la Asunción”. Una noche antes, ellas habían querido escapar de ese lugar, donde, según sus propios testimonios, sufrían violaciones sexuales.
Prensa Comunitaria convocó a 57 artistas de México, Italia, Estado Español, Argentina, Francia y Guatemala para que materializaran un hermoso sueño: dignificar la memoria de las 56 niñas.
Así nació la Acción global #NosDuelen56 – Rostros, colores y dolores. Hoy 15 de mayo, diferentes medios alternativos y organizaciones en distintas partes del mundo publicarán de forma simultánea los 41 rostros ilustrados de las niñas que murieron.
Nosotrxs en Radio Zapatista nos sumamos a esta Acción global.
Como dicen nuestros compas de Pueblos en el Camino:
“Les invitamos a mirarlas una a una, a los ojos, o mejor, a que les miren. Acá, nos miraron. A mí, a nosotras y nosotros, nos siguen viendo, nos habitan, no nos caben dentro y reclaman frente al régimen del horror que es capaz de hacerles esto a ellas y a tantas otras convertidas en objetos, en ausencias, en olvido en vida y luego exterminadas, porque para quienes nunca existieron, matarlas no era matar a nadie. Las usaron y las destruyeron. Eran capaces de mirar esos rostros y despreciar esas vidas, tanto como fueron capaces de quemarlas vivas. Es la podredumbre del patriarcado, del sistema del horror, de la civilización. A ellas, las nombra su presencia desde estos retratos que se hacen espejo y acción global. Con ellas tantas otras enterradas por la misma infamia en el olvido. Véanlas, mírenlas, a ver si finalmente la condena al desprecio, el destino de desperdicio para la ganancia se nos vuelve tan irreparable, tan insoportable, como lo es la belleza de cada vida que no debió y que no puede seguirse despreciando en un mundo en el que sólo valen los que tienen mientras hacen su historia negando y matando. Nos duelen 56, porque nos llenan de vida, de la vida que les negaron. Esta acción global es nuestro porvenir, o no lo hay. Gracias niñas bellas y quienes las recogieron en rostros y colores, por reclamarnos la vida. Esta semana, empieza a compartirse en todo el mundo, por todas partes y donde quiera que perviva el con-moverse, con rabia y ternura, este dolor tan intenso como la hermosura que se niega a aceptarlo, con nombres y rostros que nos exigen tejernos y levantarnos.”