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Durante la compartición en la comunidad de Monclova del Primer Festival de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo, Radio Zapatista (RZ) sostuvo una breve charla con Omar García, estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. En ella Omar habla sobre el significado de la participación de Ayotzinapa en el Festival, del acercamiento del movimiento con las luchas autonomistas inspiradas por el EZLN y el Congreso Nacional Indígena, y del panorama actual en Guerrero y en el país.

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Fotos y transcripción abajo:


Comunidad de Monclova, municipio de Candelaria, Campeche, México. 29 de diciembre de 2014.

RZ: Ayer, al final de la compartición, antes de que el agua se soltara muy recio y nos tuviéramos que guardar, hablabas un poquito, primero agradeciendo al EZLN, que para ustedes, [estudiantes y familiares de los 43 normalistas desaparecidos], era muy importante que los hubieran invitado, porque desde hace más o menos veinte años ustedes, [los normalistas] le seguían la pista al movimiento zapatista. ¿Qué significado tiene para ustedes este festival y que ustedes sean parte de él?

Omar: Pues tiene un significado muy grande, de hecho es de lo más importante de lo que va del movimiento actual. Creo que [las normales rurales] siempre hemos estado en conflicto con el Estado, pero no nos habíamos relacionado tan directamente [con el zapatismo] salvo cuando el recorrido que hicieron con La Otra Campaña, en el 2006, y algunos otros acercamientos muy leves. Para nosotros [esta invitación] es muy importante.

Primero, porque nuestra escuela, como parte de una organización estudiantil a nivel nacional, siempre ha sido partícipe y partidaria de las nuevas tendencias, de las nuevas formas de organización inauguradas, precisamente, por los zapatistas en el 94. O sea, esas formas horizontales, esas formas de autogobierno, de autonomía, esas ya son parte de muchos de nosotros, o de alguna parte. De los que formamos parte de los comités y concejos estudiantiles en las normales rurales, ya forma parte de nuestro lenguaje y es al mismo tiempo una lucha interna entre nosotros, los que pensamos, como piensan muchos, Abajo y a la izquierda, y los que piensan de manera tradicional, con la vieja mentalidad marxista-leninista. Ayer iba a empezar precisamente a decir algunas cosas, de hecho en la primera intervención, cuando nos presentamos en la inauguración, mencioné un documento entregado al [sub]comandante Moisés y a otros miembros del Comité Clandestino, [que] tiene que ver con un proyecto a nivel nacional que va encaminado precisamente a cambiar la forma de organización interna, a abrirse mucho más allá de lo que es la ideología tradicional, o sea algo que nosotros vemos que es muy posible dentro de las normales rurales por la forma que de por sí ya tienen, imagínese, un concejo, un comité ejecutivo que controla completamente la escuela, que está por encima de la dirección, de las autoridades, de la Secretaría de Educación Pública. Al interior significa que tenemos muchas condiciones para hacer cosas como lo hacen muchos colectivos y fuerzas de izquierda del tipo zapatista en el país. En eso fue encaminado el documento, creemos que ese documento que entregamos ese 15 noviembre en Oventic, tuvo mucho que ver para que nos volvieran a invitar e incluso se atrevieran, se atrevieran no sé si es la palabra, que nos cedieran el lugar tan importante que ellos tenían en este Primer Festival Mundial, entonces ¿qué significado tiene [la invitación]? ¡Pues cabrón!, el más grande, todo un honor para nosotros estar aquí.

Estamos aprendiendo mucho, probablemente tengamos una visión distinta de los padres, también ya lo dijimos ayer, los padres de familia no estaban vinculados a ningún tipo de cuestión política. Yo recuerdo también [que] mi madre, mi padre, no tienen nada que ver con la política, si acaso sus nuevas tendencias que hayan tenido fueron a partir de 1988, con la creación del PRD y las corrientes de izquierda institucional que ya derrumbaban el priismo en casi todas partes, o en muchos lugares, y esa es su máxima tendencia izquierdista que puedan tener. Pero bueno, de todas maneras son de esos, muchos padres no han tenido nunca nada de esto, pero en tres meses han demostrado una tenacidad muy grande, una manera de aprender. Las mismas condiciones nos han hecho aprender muchas cosas y hemos ido aprendiendo a diferenciar quiénes están con nosotros y quiénes no. O quiénes son simplemente gente que finge estar con nosotros y después se van. Si venimos acá es porque aparte de ser importante, también es estratégico. Es una fuerza que a largo plazo puede ser el parteaguas para el éxito de nuestra demanda central, que es la presentación con vida de nuestros compañeros, que no es nada fácil. No es una negociación, como lo dije ayer, o sea, no se trata de saber cuánta fuerza tienes que reunir para obligar a las autoridades mexicanas a presentarlos con vida o a quienes los tengan. No sabemos, no hay forma de saberlo porque no es una lucha tan común, a pesar de que ha habido muchas luchas en éste sentido, en cuestión de presentación con vida de desaparecidos, pero no como ésta.

RZ: ¿Cómo ves la situación entonces, a partir de esta nueva visión política, digamos, y lo que está sucediendo en Guerrero con los concejos municipales, con los procesos en Guerrero en general?

Omar: Mira, hay muchos procesos en Guerrero, como ustedes lo saben, todo mundo lo sabe. Lo expresan en la frase de que Ayotzinapa fue la gota que derramó el vaso, que le abrió los ojos a mucha gente, es una coyuntura en sí, o algo parecido. Tampoco queremos que [la desaparición de nuestros compañeros] sea coyuntural y todo el mundo se ande colgando de nuestra situación; pero sí los procesos grandes, los reales, los que pueden cambiar de fondo el país, [esos procesos] sí tienen mucho, hoy en día, la oportunidad de hacer cosas o de dar un salto hacia adelante en cuestión de construcción de poder popular, de autonomías, de autogestiones. Creo que hay muchas posibilidades de hacer cosas en el país ahora, en estos meses, en éste año que viene, por la misma situación. Esto no va a parar tan fácil, y los concejos municipales, en lo que estamos impulsando nosotros allá, vienen a ser un comienzo, una señal clara de que queremos otro país. Aunque como estudiantes lo estamos anunciando como algo que es posible dentro del marco institucional, a razón de que no existe gobernabilidad, de que no existe seguridad. Ni el gobierno mismo ni las autoridades ya son capaces de otorgarla, entonces es el pueblo el que tiene que armarse u organizarse. Incluso, hay chance dentro del marco legal hasta para formar la guardia nacional, que solamente está dentro de la constitución pero que como cuerpo físico no está conformado dentro de ese marco. Pero tampoco queremos que las autoridades nos teman, en ese sentido, ya como vieron eso, empiecen a formar la guardia nacional, empiecen a armar a los campesinos y a darles un sueldo, o darles uniformes como lo han intentado con las policías comunitarias y con las autodefensas en todas partes. Tampoco queremos eso y por eso venimos acá, porque para nosotros los referentes no son aquellos, o no son totalmente aquellos, o sea, lo son, pero hasta ciertos límites, pero el referente real, el referente más profundo, más verdadero en cuestión de que las cosas sí se pueden cambiar de raíz, son los compañeros zapatistas y los municipios autónomos rebeldes.

RZ: ¿Cómo ven ustedes la coyuntura nacional? Como dices, hay una oportunidad. ¿Está listo el país?

Omar: ¡Hijole!, esa sí está difícil. Yo no sabría si están listos o no están listos. Yo siento que una buena parte de la población está dispuesta a seguirnos mucho más allá de lo que a veces han seguido a otros, por esa fuerza moral y autoridad moral que hoy se tiene. Nosotros somos capaces de decir una cosa, incluso no sé, fíjense como ha sido este movimiento tan distinto: cuando se tiene un proyecto político de antemano y se lucha por él y se va en ascenso en una lucha contra el Estado, hasta que logres una correlación de fuerzas más o menos igual o mayor a la del Estado, pues lo que digas tiene mucho que ver en cómo te responde la población. Si dices “vamos a hacer esto dentro de ocho días” y lo haces, ganas credibilidad. Si dices, “vamos a hacer esto dentro de ocho días” y no lo haces, pierdes credibilidad. Y nosotros en nuestro movimiento, los padres de familia ya han amenazado casi como cinco veces tumbar al gobierno y no lo hemos tumbado. O sea, hemos dado amenazas, bravatas, hemos jurado casi, ahí prometido de que emplazamos al gobierno a presentar a nuestros compañeros o que se hagan a un lado o que le tanteen pues las consecuencias, y sin embargo no ha sido así, y la gente ahí está. Por eso nosotros lo expresamos tan sencillo, no es por plazas, no es por matriculas, no es una lucha sectorial, no es una demanda sectorial, o gremial, no es por una demanda particular de alguien, no, es un problema que nos afecta a todos. Incluso muchos que se nos han acercado, gente de clase media, de clase más o menos alta, nos dice: “es que, muchachos, ahora el problema de ustedes nos afecta a todos, ya no se trata de que son los pobres contra los ricos o así nomás, lo que pasa es que el problema que a ustedes les tocó nos afecta a pobres y a ricos, a católicos y no católicos, a gente marxista y a gente que no lo es”. No hay límites, en cuestión del problema de fondo que tenemos, éste de la inseguridad, de los asesinatos, además como una política mucho más grande, de despojo, que se traduce precisamente en desapariciones forzadas, en asesinatos extrajudiciales, en obligar a la gente a dejar sus lugares de origen, o sea, al final de cuentas es eso.

RZ: En ese sentido, en ese caminar a largo plazo, ¿nos podrías comentar si crees que algunas de las comparticiones de los compas podrían solucionar o ayudar a que, además de que aparezcan los 43 compas desaparecidos, no haya más desaparecidos en México? Haciendo este puente con la primera respuesta que hacías, ¿crees que sí es con esta gente, con estos compas, con los que se puede avanzar?

Omar: Sí, claro. Mira, nosotros no vamos a olvidar nunca la primera demanda de presentación con vida [de los 43 compañeros], y para lograrlo vamos a utilizar todos los recursos a nuestro alcance, no somos cerrados por eso. Mucha gente se ha acercado a querernos ayudar y estamos viendo todas las posibilidades para, entrando el año, hacer una combinación de todo lo que tengamos que hacer. Nosotros no estamos viendo quién tiene la cola más larga en su historial de lucha, quién se mordió la lengua diez o quince veces. En este momento es difícil hacer eso, aceptamos toda la ayuda que “ayude”, toda la ayuda que sea capaz de hacer algo en este país para que las cosas cambien. Tampoco vamos a ir estigmatizando a nadie, ni señalando a nadie porque es difícil hacerlo de esa manera. Claro está que hay gente que de por sí no, [por ejemplo] esa gente que tiene un historial de a tiro, tampoco iríamos con la Antorcha Campesina, con la CTM o con cualquiera de ellos, no, tampoco. Eso está claro, tenemos claridad en ese sentido. Estamos tratando, por ejemplo, una propuesta que dio un compañero acerca de ir a Suiza o hacer un recorrido por la Unión Europea. Ya nos llegaron muchas ofertas en este sentido y hemos visto que en estos tres meses, estando solamente en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dentro del hemisferio occidental, aquí pues no vamos a hacer nada, ya cerraron filas. La OEA controla esa comisión, Estados Unidos ya respaldó a[l gobierno de] México, no vamos a hacer nada, mientras no le hagamos ruido en otro bloque económico distinto, en el cual puedan empezar a amenazar con dejar de firmar tratados económicos con México o algo parecido.

Pero mucho más allá del efecto internacional que pueda ser, está el proyecto que nosotros entregamos a los compañeros zapatistas, imaginemos un sueño nuestro que hemos empezado a soñar, valga la redundancia, desde hace algunos años. Primero el atrevimiento de un compañero, la primera aventura que dijo: estamos a punto de llegar a los cien años, ya vamos a ser autónomos. Pero esos compañeros se imaginaban que la autonomía llegaba como por arte de magia, como cumpliendo los cien años, ya eres al día siguiente autónomo. No pensaban o no alcanzaban a percibir que se trata de una construcción, de algo que tienes que asumir como tal, y que una autonomía como la de la UNAM en cuestión de planes de estudio, eso nomás, no. Hay que [construir] también una autonomía territorial y que erradique las formas, las relaciones sociales, o sea, algo de ese tamaño. Entonces empezamos a soñar que para eso habría que cambiarle nombre a nuestra escuela, así como cambió. Primero se llamaba Vicente Guerrero. En 1971 se le cambió el nombre a Raúl Isidro Burgos, por el esfuerzo del director de aquella época inicial de la escuela y bueno, dijimos: pues el mejor nombre seria Lucio Cabañas Barrientos, ya no con la consigna de que estudio, disciplina y trabajo son las armas para forjar el cambio, sino: ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo. Y ya no más Escuela Normal Lucio Cabañas Barrientos, sino Escuela Normal Rural Autónoma y Rebelde Lucio Cabañas Barrientos, algo en ese sentido pues, y por eso venimos acá. Porque estamos viendo que después de que esto pase o incluso, cuando no pase, vamos a vernos obligados a asumir algo nosotros como estudiantes y como padres de familia ahí adentro de la escuela, porque cuando llegando el año y cuando venga el otro semestre a la sociedad mexicana le van a empezar a preguntar, ellos, a través de los medios de comunicación, bueno sí, están luchando por sus desaparecidos pero ¿y las clases?, ¿y su carrera?, y tantas chingaderas que van a ser que la opinión pública empiece a molestarse, ¿no?, que no nos interesa tanto, pero bueno, si eso preguntan entonces qué mejor que imaginemos dar un giro total, o sea decir, bueno, pues nos declaramos autónomos, nos declaramos en rebeldía, en resistencia y para lograr algo así, pues no hay nada mejor que venir aquí a ver cuánta gente pudiera apoyarnos en ese sentido. Ser como cualquier otra experiencia de este tipo, tanto con las comunidades indígenas como con algunos otros colectivos, ya sea en sus fábricas o en algún otro lado donde ejercen ellos, el poder, el control territorial, la producción. O sea, creemos que en nuestras escuelas están dadas las condiciones para algo así. Y esta situación da para esto y para más. Y si vamos a hacer algo más, las condiciones nos obligan a hacer más cosas en cuestión de movimientos y movimiento social, o de otro tipo, pues también lo vamos a hacer, pero eso que te digo yo creo que si no lo logramos, sí lo vamos a intentar.

RZ: Un mensaje precisamente para esta opinión pública, para esta gente que sí ha marchado con ustedes y ha compartido su rabia, su dolor y su esperanza.

OG: ¿Un mensaje para esta gente? Híjole, pues ya a esta gente no hay que darle mensajes porque ya está bien convencida. A esta gente ya no hay que convencerla de nada, ya no hay que animarla a que nos ayude, esta gente es incondicional. Ni siquiera a los indiferentes hay que decirles nada porque creemos que en estos tres meses ya cada quién debe haber tomado partido. Salvo los neutrales que todavía estén indecisos de aportar algo distinto o seguir con lo mismo. Porque también el 2015 va a ser una guerra entre la vía electoral y otro mundo posible, otra forma de hacer las cosas. Eso también hay que tenerlo claro y sabemos que la gente se deja llevar por el juego electoral muy fácilmente, prefieren lo malo por conocido que lo bueno por conocer, y además somos mexicanos y somos bien dejados, y somos bien flojos y preferimos que otros hagan por nosotros, aun cuando sabemos que no nos lleva a nada, entonces, pues bien difícil, bien difícil mandar un mensaje a quien haya que mandárselo. El único mensaje que podemos dar es que nos chingaron y nosotros vamos a responder como dijo Lucio Cabañas: “nos chingaron y esto no se queda así”. Porque yo he visto a la gente pelearse por nada, yo he visto a los muchachos pelearse por una muchacha y al revés. A una persona que va manejando su vehículo, que se le pasa otro adelante, se encabronan, se dan un rozoncito ahí con el carro y ya casi se están matando. He visto a gente hacer cosas estúpidas por nada. Y nosotros, imagínate, después de haber vivido el 26 septiembre, haber visto todo, estando en esa circunstancia, teniendo 43 compañeros desaparecidos, a tres asesinados extrajudicialmente, perfectamente conscientes de que fue el Estado mexicano y de que no solamente con nosotros lo ha hecho, sino que lo ha hecho con miles y que lo va a seguir haciendo, ¿tú crees que no estamos dispuestos a hacer cosas mucho más allá? Por eso andamos en la búsqueda, de cuáles son las opciones. Qué mejor que algo de este tipo, algo del tipo de la autonomía, de la resistencia, desde abajo y a la izquierda, como bien se dice. Es el único mensaje que puedo dar, yo no tengo un mensaje ni de ánimo, ni de desánimo. No sé, la gente que le gusta estar de observadora que juzgue como quiera, la verdad, que juzgue como quiera, no nos interesa tanto. Yo lo único que sé es que somos más, somos muchos los que nos entendemos en este momento, somos muchísima, muchísima gente la que entiende la situación del país ahora, y a esa sí, pues nada más, entre todos hay que preguntarnos si vamos a seguir o hay que cambiar. Y si verdaderamente hay voluntad de cambio, hay que traducirlo en hechos, todos, en todas partes. Se lo dije a la radio Huelga: ya no se trata de mandarle frijolitos a los pobrecitos padres de Ayotzinapa, ni de mandarles una cobijita a los pobrecitos padres de Ayotzinapa. No, guarden esa cobijita y ese kilo de frijol para ustedes mismos, porque hay que generalizar la lucha en todas partes, hay que generalizarla; si no, después vamos a estar trayendo frijol desde Ayotzinapa para acá.