Mujeres
Miércoles negro en Bolivia: paro y movilización de mujeres
Las mujeres paramos y nos organizamos frente a la violencia patriarcal
Nota COLECTIVA: AquelarreSubversivA
Miércoles negro. Octubre negro. Todas de negro…. una vez más… enojadas, furiosas, indignadas…Todas….la tierra tiembla, el empute es mundial!!![1] ¡¡¡PARAMOS!!! Del trabajo, de la universidad, de la escuela, del internet, del ocio, PARAMOS!!! lo paramos todo y PARAMOS TODAS. Todas porque la violencia es estructural (desde el estado hasta la cama). Todas en paro a la Marcha, aquí, allá y más allá. Estamos cuantiosamente acompañadas. Tu dolor, hermana, es el mío, nuestro dolor es bronca y nuestra bronca ahora es calle, ahora es organización, ahora es negro, ahora es paro amplificado contra el feminicidio… Ahora es Marcha, otra vez, por la vida y la dignidad.
En Bolivia nos sumamos al Paro Internacional de Mujeres convocado en Argentina, después del brutal feminicidio de Lucía Pérez.
Aquelarre Subversivo , convoca
Indignadas por los crímenes de violencia machista ocurridos en América Latina y el mundo, por los más de 50 feminicidios ocurridos en nuestro país en lo que va de año, por las nulas respuestas por parte del gobierno y la complicidad de la (in)justicia boliviana, el Aquelarre Subversivo[2] lanzó una autoconvocatoria para el 19 de octubre haciendo énfasis en la necesidad de que sea una movilización desde las bases y que no tenga relación con partidos políticos, ONGs o instituciones que lucran con la temática de “género”. En la misma participaron muchas mujeres y hombres movidos por las ganas de manifestarse contra la violencia machista y la impunidad, pero también, una vez más, una acción independiente y autónoma fue aprovechada por “autoridades” que asistieron para la foto y las entrevistas que, lamentablemente, los medios de comunicación realizan, invisibilizando la lucha de las mujeres de a pie, de las estudiantes, trabajadoras y activistas.
Cochabamba: Rabiar y organizar
Sólo en Cochabamba, Aidé Salazar, Albertina Alanoca, América Quina, Ana María Quispe, Ana Nava, Basilia Soto, Bertha Saenz, Esther Candelaria Arce, Ligia Torrez, Lilian Dayana Galindo, María Cristina Salazar, María del Carmen Carvallo, Marina Marzana, Marlene Guarayo, Máxima Rodríguez, NN (mujer no identificada), Nemesia Yapura, Nilvia Rodríguez, Roxana Salvatierra, Tania Mamani, Viviana Reque y Roxana Salvatierra han sido asesinadas brutalmente por machos violentos. Las nombramos, las recordamos, nos acompañan.
Mujeres enfrentando el feminicidio: no queremos vivir con miedo
Por Carolina S. Romero
Es cada vez más peligroso ser mujer (o niña) en México, donde matan a siete hermanas, amigas, compañeras, madres o hijas cada día con impunidad y con un nivel de odio y desprecio antes considerado impensable. Personas llenas de vida, ahora torturadas hasta morir, se convierten en las personajes de una macabra obra de teatro: la descuartizada, la golpeada, la empalada, la enmaletada, la ahogada en un canal de aguas negras, prácticamente todas violadas. Ésta es la cara del feminicidio.
Con rabia e indignación sobre esta alarmante situación, muchas mujeres mexicanas en la Ciudad de México y los estados de Guerrero, Guadalajara, Michoacán y Oaxaca, entre otros, se sumaron a la movilización contra el feminicidio convocada desde Argentina a partir de la violación y asesinato de la joven de 16 años, Lucía Pérez, el pasado 8 de octubre. La chica fue drogada y atacada por al menos tres hombres —Juan Pablo Offidani, Matías Farías y Alejandro Alberto Masiel— quienes dejaron una gran cantidad de condones usados en el cuarto y violaron a Lucía por vía anal con un palo. Según la fiscal que investigó el crimen, «el excesivo dolor le causó la muerte por reflejo vagal», que provocó un paro cardio-respiratorio.
En Argentina, el 19 de octubre, a la 1 de la tarde, miles de mujeres salieron de su lugar de trabajo para participar durante una hora en un paro nacional —el primero en la historia de Argentina y el mundo en rechazo a la violencia de género. Luego celebraron multitudinarias marchas en todo el país, acompañadas por acciones solidarias en Chile, Bolivia, México, Estados Unidos, Uruguay, Honduras, Paraguay, Ecuador, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Guatemala, España y Francia.
Ese día a las 11 de la mañana cientos de mujeres y decenas de hombres en la Ciudad de México observaron el «Miércoles Negro» en el Ángel de la Independencia con el lema de «Ni una menos» deletreado en grandes pancartas. Es decir, explicó una joven, «ni un asesinato más para que tengamos una mujer menos con nosotras». Las y los participantes gritaron consignas como «Vivas nos queremos» para exigir justicia y un fin a la impunidad por las mujeres asesinadas en México y el mundo.