CNI
Campaña total por la liberación de Fidencio Aldama Pérez
Al Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno
A las comunidades que defienden el agua, el territorio y la vida
A las Redes de Resistencia y Rebeldía o como se llamen
A la Sexta nacional e internacional
A la Red Contra la Represión y por la Solidaridad
Compañerxs
Nos dirigimos a quienes luchan contra el Sistema para destruirlo, no para entrar en negociaciones con sus representantes ni para pedir audiencia con algún funcionario. Sabemos que la boca de los gobiernos está llena de mentira y que de los de arriba sólo podemos esperar desprecio, engaño y traición. Nada tenemos que pedirle a quienes nos han arrebatado todo, porque contra ellos es nuestra lucha.
Nos dirigimos ustedes porque sabemos que en sus oídos nuestra palabra será escuchada; que en sus compañías encontraremos el apoyo que sólo pueden dar los que luchan; sabemos que ustedes podrán llevar a otras geografías las causas por las que lucha el digno pueblo y Nación yaqui: por el agua, por la tierra, contra los megaproyectos, por la vida y por la libertad de Fidencio Aldama Pérez.
En abril de 2016, el pueblo yaqui de Loma de Bácum interpuso un amparo contra la construcción de un gasoducto que atravesaría por 90 kilómetros de la región, en su tramo Guaymas-Oro. A partir de entonces las menazas contra los habitantes se han intensificado y el problema sigue sin solución.
El proyecto pretendía construir 835 kilómetros de gasoducto por los estados de Sonora y Sinaloa, para llevar gas natural desde Arizona a los estados del oeste del país, sin embargo, el segundo de los tramos se detuvo por la negativa de los pobladores a que su territorio se viera afectado por una obra que ningún beneficio les traería y sí afectaría sus modos de vida con una falsa “consulta” y vulnerando los principios establecidos por el Convenio 169 de la OIT, siete de los 8 pueblos que integran la Nación yaqui en la zona habían dado “su consentimiento”; pese a ello, y tras haber demostrado que no se había tomado en consideración la opinión de todos los pobladores, ni se les había informado con veracidad, claridad y suficiencia sobre las características de esas obras, a pesar del consentimiento de siete de las ocho tribus que conforman la tribu yaqui en la zona, las obras se detuvieron.
La construcción, estaba a cargo de la empresa Infraestructura Energética Nova (IEnova), había empezado en 2013, pero se suspendió en 2016 luego de que los habitantes de Loma de Bácum consiguieron el fallo a su favor, por parte del Juzgado Séptimo de Distrito con sede en Ciudad Obregón. Y empezó una escalada de amenazas contra los pobladores, para que se desistieran de la defensa de su territorio.
Entre calumnias, amenazas y muertes comenzó entonces una campaña de calumnias contra los opositores al gasoducto y de dádivas repartidas entre “líderes” de los que habían “aceptado” que se instalara el gasoducto.
Entre abril y octubre de 2016 se dieron varios hechos de violencia contra la comunidad: dispararon contra la madre de otra compañera y asesinaron a uno de sus primos; las amenazas continuaron; ni la empresa ni el gobierno se iban a detener ante nada con tal de eliminar el último obstáculo para construir su gasoducto.
Y llegó octubre del 2016 el día 21, personas armadas, acarreadas desde otros pueblos, ingresaron a Loma Bácum, y llevaron adelante una agresión contra la asamblea, se pretendía hacer pasar ésta como un “enfrentamiento entre comunidades” que están a favor o en contra del gasoducto, a “favor o en contra del progreso”; en entrevistas, algunos de los acarreados dieron a conocer sus motivos: los gobiernos estatal y federal los amenazaron de suspender todos los programas sociales.
Además, la tribu yaqui tiene usos y costumbres ancestrales para resolver sus diferencias. Por Ley, y en derecho consagrados por la Constitución DESDE 1917, los yaquis tienen un gobierno nombrado por la comunidad, ellos definen a sus autoridades tradicionales, nombran a sus guardianes y establecen las sanciones para los infractores de las reglas comunitarias; todas y cada una de sus grandes decisiones se adoptan después de largos procesos de consulta interna y, sólo cuando todas la comunidades están conformes, se toman los acuerdos; es decir, el gasoducto no avanzaría aún si fuera sólo una de las comunidades la que mantuviera su rechazo.
La agresión contra Loma de Bácum trajo como consecuencia la muerte de una persona, víctima de una bala de calibre 22.
Seis días después, el 27 de octubre, la policía estatal secuestró a Fidencio Aldama Pérez, guardia tradicional de Loma de Bácum, acusado sin testigos que lo señalaran, sin acreditar su participación en el hecho y sin que el arma que portaba LEGALMENTE, una calibre 45, pudiera haber disparado un proyectil de calibre 22.
El juicio contra el compañero Fidencio Aldama Pérez ha estado plagado de irregularidades; nadie lo señala como autor del crimen, ni siquiera hay testigos que indiquen que disparó su arma; no hay una prueba pericial que señale que existe una trayectoria posible entre el lugar en que se encontraba el guardia tradicional y el muerto. ¿Pruebas?: ninguna.
Según la ley es la autoridad la que debe demostrar la culpabilidad del procesado y no el acusado probar su inocencia; pero las leyes chuecas, las autoridades veniales, los jueces corruptos y gobiernos al servicio de los de arriba son los que mantienen tras las rejas a nuestro compañero.
No se trata de impartir justicia; más de una vez lo han insinuado, en corto, si Loma de Bácum desiste de su amparo, el secuestrado, que ya ha sido reconocido por el gobierno federal como un preso político, es decir, un rehén del Estado. sería liberado. Pero, hay un problema con esa “generosa propuesta” la comunidad de Loma de Bácum, una y otra vez ha dicho no al gasoducto; en su cara se lo han expresado a la gobernadora y al AMLO: Los derechos no se negocian. La tierra se defiende.
Las agresiones contra la comunidad de Lomas de Bácum no cesaron, se trata de vencer la resistencia de la comunidad mediante el miedo. El 14 de diciembre, un comando armado secuestró a dos opositores al gasoducto.
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Compañerxs: sabemos que no será por una resolución legal que Fidencio recupere su libertad; porque no es preso en cumplimiento de alguna ley ni por haber cometido delito. Fidencio permanece secuestrado, ilegal e ilegítimamente; por lo que no será ningún abogado quien logre “demostrar” su inocencia. El Estado sabe que Fidencio no es culpable.
Llamamos a quienes luchan por la vida a nombrar a Fidencio en cada acto, en cada documento, en cada acción que se realice en defensa de la tierra, del agua, de la vida, contra el mal gobierno y sus megaproyectos que sólo representan muerte para nuestros pueblos.
Llamamos a una campaña TOTAL hasta lograr su liberación. A que en toda resistencia y rebeldía, el nombre de Fidencio se escuche y resuene, será la lucha de abajo y a la izquierda la que lo logre libre.
Desde las sagradas tierras yaquis y otras geografías solidarias exigimos: ¡¡Libertad para el guardián tradicional de Loma de Bácum. Fidencio Aldama Pérez!!
21 de octubre de 2020
Carmen García de Aldama y Grupo de trabajo por la libertad de Fidencio Aldama Pérez
Pronunciamiento del Encuentro de Pueblos, Comunidades y Organizaciones del Occidente de México del 12 de Octubre
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A los pueblos de la Cuenca Chapala-Santiago
A todos los pueblos que luchan por la vida
En este 12 de octubre, día en que conmemoramos los más de cinco siglos de resistencia en contra de la invasión europea, el saqueo, el genocidio y el surgimiento del capitalismo como sistema hegemónico global. Nos reunimos en estos pueblos, El Salto y Juanacatlán, en donde se representa la más cruda de las barbaries en contra de la vida por parte del capital y los malos gobiernos, acudiendo al llamado que nos hacemos en esta Jornada Nacional de Movilización en Defensa de la Madre Tierra y en Contra de la Guerra al EZLN, los Pueblos y Comunidades Indígenas, repudiando las amenazas y los ataques perpetrados en los últimos meses en contra de las bases de apoyo zapatistas, por la defensa del territorio y en contra de los megaproyectos.
En este Encuentro de Pueblos, Comunidades y Organizaciones del Occidente de México a 528 años de Resistencia ante el Colonialismo, los pueblos del Congreso Nacional Indígena y la Asamblea de Pueblos en Resistencia de la Cuenca Chapala-Santiago, nos hermanamos y nos solidarizamos con las demás organizaciones y pueblos de la región occidente que estuvieron presentes en cuerpo y espíritu.
Decidimos estar presentes el día de hoy no sólo para contar los daños y lamentarnos por lo que sí nos da rabia, sino y sobre todo para recordar que seguimos vivas, vivos, porque resistimos y construimos poco a poco, otro mundo que queremos, para recordar que tenemos una historia de violencia, pero también de fiestas, tradiciones y alegrías. Y así hacemos: resistir con los ríos, los bosques, los lagos, con la lengua materna y la siembra, resistir para mantener vivo el territorio y encendida la braza de la rebeldía.
Para decir que a pesar de los megaproyectos, a pesar del crimen organizado estatal y paramilitar, resistimos. Aunque nos quieran matar, tapar la boca, borrarnos, nosotras-nosotros danzamos contra el olvido, nos organizamos desde nuestras formas y tiempos, hablando nuestra palabra. A pesar de ellos buscamos y construimos otras formas de resistir y vivir porque en el territorio habitan nuestros hijos, nuestras formas de organización, nuestras lenguas y medicinas. En el danzamos, en el vivimos, por él y en el somos lo que somos los colores de la tierra.
Que lo sepan, los poderos que seguiremos resistiendo en contra del despojo de los territorios ancestrales de los pueblos originarios nahuas, purépechas, nayeris, wixárikas, tepehuanos, chichimecas, cocas, así como los pueblos que nos hemos visto obligados a migrar a las ciudades por el despojo de nuestras tierras como los zoques. Que la lucha por la recuperación de tierras ancestrales de Mezcala, Santa María Ostula, San Antonio Tlayacapan, San Juan de la Laguna y San Lorenzo de Azqueltán.
Nos encontramos ante la urgente necesidad de organizarnos y resistir ante las políticas capitalistas de despojo, pues ante la destrucción que ya vivimos en los territorios, vemos que los nuevos gobiernos, tanto los estatales de Michoacán, Jalisco y Nayarit como la autodenominada cuarta transformación, acechan con una oleada de nuevos y viejos megaproyectos que vuelven a activarse contra nuestros pueblos. A nivel nacional algunos tales como el Corredor Transístmico, el Proyecto Integral Morelos o el mal llamado Tren Maya, atentan no solo contra la vida de los pueblos que habitan esos territorios sino contra la vida del planeta. Estas circunstancias no son propias del centro y sureste mexicano, pues en el occidente del país, los megaproyectos amenazan la de por sí degradada y envenenada cuenca ChapalaSantiago y otras regiones. Desde occidente nos encontramos con proyectos extractivos de minerales y de aguas subterráneas, inmobiliarios, de explotación y transporte de hidrocarburos, de generación de energía, así como un envenenamiento y represamiento de los ríos a través de:
Las cuatro termoeléctricas 1) Tierra Mojada en Zapotlanejo 2) La Charrería en Juanacatlán;
ambas de la empresa española Fisterra Energy 3) El Salto cc1000 de Prenery de México entre
Ixtlahuacán y El Salto 4) y Guadalajara I de la CFE en Jocotepec.
El gasoducto Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara de la empresa Fermaca y sus ramales 1)
Lagos de Moreno, 2) Zacoalco de Torres 3) y Santa Cruz de Las Flores.
El trasvase de hidrocarburos de la empresa IENOVA, filial de la estadounidense Sempra Energy
en la comunidad de Casa Blanca, Poncitlán.
Las tres plantas geotérmicas 1) La reactivación de Cerritos Colorados de la CFE en el Bosque de La Primavera, 2) Una en la comunidad indígena de San Francisco de Ixcatlán 3) y otra en el ejido de La Soledad, municipio de Zapopan; ambas de Grupo Dragón perteneciente al corporativo de Salinas Pliego.
Los megaproyectos inmobiliarios que atentan en contra del Bosque El Nixticuil.
La ampliación de las zonas industriales en Santa Cruz de Las Flores y El Salto.
Los megaproyectos agrícolas de berries y aguacate en el Sur de Jalisco y Michoacán que utilizan cañones antigranizo.
La planta hidroeléctrica de la empresa Enersi Renovables en el río Santiago cuyo embalse abarcaría los municipios de San Cristóbal de la Barranca, Amatitán y Tequila.
El trasvase Canal Centenario en el río Santiago y la Presa Hidroeléctrica Las Cruces en el río San Pedro Mezquital; ambos en el estado de Nayarit.
El Parque Solar Valle de Guadalupe en Los Altos de Jalisco; entre muchos otros.
Entendemos que la única manera de enfrentar estas formas de colonialismo ha sido a través de la organización al interior de nuestras comunidades y que históricamente ha habido relaciones, articulación y redes entre pueblos, sin embargo, consideramos que en esta etapa de continuidad neoliberal y por las condiciones políticas que han impuesto los gobiernos en los últimos años, es indispensable fortalecernos regionalmente para enfrentar de esa misma manera el proyecto capitalista para la región occidental de México. Los de arriba han proyectado cartografías integrales de despojo y nuestras luchas no pueden permanecer aisladas frente a un bloque como al que nos enfrentamos.
Hemos decido ir articulando una red anticapitalista para la defensa de nuestra región, poniendo un alto a estos y a otros megaproyectos que vengan a amenazarnos. Decidimos compartir los conocimientos que vamos adquiriendo en estos años de caminar por el propósito de preservar nuestros pueblos, y que al compartir esa palabra se pueda respaldar a otros iguales que emprenden sus propios procesos.
Decidimos también fortalecer la articulación del Congreso Nacional Indígena – Región Occidente y de la Asamblea de Pueblos en Resistencia de la Cuenca Chapala-Santiago, caminado juntos y respetando
nuestras autonomías, sabiendo que compartimos principios políticos para la defensa de nuestro territorio.
Atentamente
Desde El Salto de Juanacatlán, a la orilla del milenario río Chignahuapan a 12 de octubre de 2020
A 528 años del inicio de la guerra contra los pueblos originarios.
A 528 años del inicio de la resistencia y el florecimiento de nuestra rebeldía.
A este cotidiano rebelarnos contra el aniquilamiento de la vida.
Pueblos y comunidades: Congreso Nacional Indígena – Región Occidente, María de Jesús Patricio
Martínez – Vocera del Concejo Indígena de Gobierno, Aguacaliente, Aguamilpa, Atequiza, Casa Blanca, Colorado de la Mora, El Salto, Exhacienda de Zapotlanejo, Huentitán, Huicot, Jarácuaro, Jazmín del Coquito, Juanacatlán, Las Pintas, Las Lilas, Los Laureles, Mesa del Nayar, Mezcala, Mezcaltitán, Moya,
Presidio de los Reyes, Rancho Nuevo del Nayar, San Antonio Tlayacapan, San Juan de la Laguna, San Lorenzo de Azqueltán, San Sebastián del Oeste, Santa Cruz de las Flores, Santa María Ostula, Saycota,
Tecualtitán, Tuxpan, Valle de Guadalupe; Organizaciones y colectivos: Agrupación Un Salto de Vida, Casa de Salud Calli Tecolhuacateca Tochan, Centro de Lengua y Cultura Zoque, Comité Salvabosque en
Defensa del Nixticuil, Comité Agua y Vida, Colectivo Tonalá, Comalli Cooperativa, Cooperativa Rosanera, Danza de la Palabra-Coamil Federalismo, Defendamos el Cerro de la Reina, Docu al Parque, Huizache, Juventud Comunista de México, La Maraña, Marea Fandanguera, Nuiwari, A.C., Oratorio Político, Partido de los Comunistas, Unión Campesina Zapatista del Sur (UCaZS).
¡NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTR@S!
¡TIERRA, AGUA Y AIRE LIMPIO PARA NUESTROS PUEBLOS!






