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Radio Zapatista

Caravana “El Sur Resiste” día 5: Villahermosa. Desprecio en la tierra natal del presidente

Texto y fotos: El sur resiste
Audios extraídos del video de APIIDTT
Edición de audio y texto: Radio Zapatista

La noche del 28 de abril, la Caravana El Sur Resiste fue recibida calurosamente por una iglesia que acompaña los procesos organizativos de lucha con los de abajo: la iglesia de la parroquia de San José, la cual dotó a los compañeros de un espacio para pernoctar, alimentos y pozol. En la mañana, la Caravana se trasladó al centro de Villahermosa, para realizar en encuentro político cultural con las organizaciones locales.

Durante el evento, el Comité de Derechos Humanos de Tabasco (CODEHUTAB) contextualizó la situación local. El nombramiento de Adán Augusto López Hernández como gobernador de Tabasco, que prometía transformar radicalmente la forma de gobernar, fue recibido con optimismo y contó con un amplio apoyo popular. Sin embargo, una vez en el poder abandonó los intereses de representación popular e incluso retrocedió en los derechos de la legislación local, promoviendo la iniciativa de la Ley Garrote, que permitía la criminalización de la protesta social. Dicha ley se aprobó durante el nuevo gobierno, aunque con el apoyo de la CODEHUTAB se logró que la Suprema Corte la invalidara por inconstitucional. También se promovió y aprobó la Ley Dedazo, lesiva para los derechos democráticos, que propone sustituir el nombramiento de los delegados municipales de elección popular para que sean elegidos por el cabildo del ayuntamiento.

Los proyectos de hidrocarburos que tanto abundan en esta región han provocado un severo deterioro de la tierra y de las comunidades campesinas e indígenas vinculadas a ésta, volviendo cada vez más contaminados los suelos y el agua, lo que afecta directamente la agricultura, la ganadería y la pesca, actividades sustantivas de las comunidades. PEMEX, paraestatal que opera en esta región, ha contabilizado y hecho público que de 2018 a 2022 han sucedido 84 derrames y 11 fugas, principalmente por problemas de diseño y mantenimiento, que deterioran la región. Con el nuevo proyecto de Dos Bocas en construcción, se presume que se generará aún más deterioro.

A pesar de este adverso panorama, la organización adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona “Corazón de Piedra Verde” compartió sus palabras de aliento y fuerza de la defensa territorial, parte inherente a las comunidades indígenas que existen a lo largo del Abya Yala. Se saludó el esfuerzo de la Caravana por denunciar y evidenciar el vínculo de los megaproyectos del Tren Maya y el Corredor Interoceánico, que buscan asentarse en una de las zonas con mayor cantidad de recursos del país y que el discurso hegemónico manipula como un proyecto para los pueblos, cuando es un proyecto de despojo.

Se compartió un fragmento de un texto de Alfredo Viterio que reproducimos a continuación:

Nuestro territorio no es una cosa ni un conjunto de cosas utilizables, explotables, ni tampoco un conjunto de recursos. Nuestro territorio, con sus selvas, sus montañas, sus ríos, sus lagunas y humedales, con sus lugares sagrados donde viven los dioses protectores, con sus tierras negras, rojas y arenosas y sus arcillas, es un ente vivo que nos da vida, nos provee agua y aire, nos cuida, nos da alimento y salud, nos da conocimiento y energía, nos da generaciones y una historia, un presente y un futuro, nos da identidad y cultura, nos da autonomía y libertad. Entonces, junto con el territorio está la vida, y junto con la vida está la dignidad, junto al territorio está nuestra autodeterminación como pueblos.”

Así se dejó en claro que los pueblos siguen recibiendo los embates del gran capital y los engaños de los falsos representantes del pueblo que obedecen a intereses particulares, y que la resistencia contra el despojo debe reforzarse, entretejerse y encontrarse para unir esfuerzos por la preservación de su territorio y por ende de su existencia.

Escucha y/o descarga los audios del evento:

 

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Radio Zapatista

Caravana “El Sur Resiste” día 5: La Comunidad de El Bosque devorada por el calentamiento global

Texto: Observatorio Memoria y Libertad
Fotos: Karen Castillo – Observatorio Memoria y Libertad
Video: Red Universitaria Anticapitalista
Audios extraídos de
video de APIIDTT
Edición de audios: Radio Zapatista

La Caravana El Sur Resiste llegó en su quinto día de recorrido a la Colonia el Bosque, Tabasco, una comunidad ubicada entre el océano Atlántico y el Río Grijalva.

El Bosque, está en peligro de desaparecer debido a que, desde 2019, el nivel del mar comenzó a aumentar aceleradamente, arrasando con la costa, las calles, el kínder y la escuela y decenas de hogares.

El Bosque es una de las muchas comunidades alrededor del mundo en riesgo de desaparecer bajo el agua debido al incremento del nivel del mar causado por el cambio climático. En México, es una de las primeras comunidades identificada como desplazada por este fenómeno.

Hoy son pocas las casas y edificaciones que sobreviven la catástrofe en El Bosque, muchas familias han sido desplazadas y las que aún resisten, exigen al Gobierno Federal, apoyo frente a la destrucción de su comunidad, de sus hogares, de sus raíces, y de toda su forma de vida.

Así lo explican Cristina Isabel Vicente y Estanilada Cardona quienes nos dan un recorrido por la comunidad para mostrar las edificaciones que están en proceso de desaparecer bajo el mar, y contarnos además su testimonio y el de otros miembros de la comunidad que ahora esperan que el Gobierno Federal cumpla con el plan de reubicación que prometió a las familias de El Bosque en febrero de este año.

El 10 de noviembre del 2022 se hizo una rueda de prensa aquí en El Bosque para dar a conocer la situación tan terrible que vivimos, y ahí fue cuando comenzamos a ser escuchados por medios y autoridades. De cuando se hizo esa rueda de prensa, ya no queda nada, todo ha desaparecido.

Lo que nosotros pedimos es la reubicación, nosotros ya perdimos nuestros hogares, andamos rentando, prestando, pedimos la reubicación. Las autoridades nos han dado una respuesta, dicen que vamos a ser reubicados, pero dicen que toma tiempo, nosotros hablamos de al menos 60 personas que necesitan reubicación.

Como mencionamos, El Bosque no es la única comunidad alrededor del mundo que está en peligro de ser devorada por el mar.

Cristina y Estanilada continúan el recorrido por El Bosque, nos detenemos frente a una edificación que está a punto de derrumbarse. Detrás, el mar picado y el viento fuerte continúan con el proceso de erosionar los cimientos del edificio. También se pueden apreciar restos de otras edificaciones entre las olas, así como árboles y ramas secas. Ahí, Cristina nos explica que esta edificación era su hogar.

Quiero compartirles que, esta de atrás, fue mi casa… fueron años de lucha para construir y, lamentablemente, hoy ya no tengo hogar. Es muy difícil para nosotros ser desplazados, es muy difícil estar ahora en la lucha, pero vamos a seguir.

Cristina se une a relatar su testimonio, de la que era hogar, ya no queda nada; un espacio vacío y las olas de mar son lo único que podemos observar.

Yo también perdí mi casa, ahí estaba mi casa y la perdí, quedé sin casa, ahora sí que… sin nada, ya no se ve, quedó abajo del agua.

El Proceso de Reubicación

Los pocos habitantes de El Bosque que aún esperan ser reubicados, relatan que ya hay contacto con instituciones gubernamentales, la SEDATU y la SEMARNAT son las que han mantenido contacto con la comunidad desde febrero del 2023.

Sin embargo, las familias aún no tienen una fecha posible para ser reubicadas y tampoco tienen conocimiento del lugar al cual serían reubicadas y mucho menos de la extensión del terreno que recibirán.

Cristina y Estanilada comentan que la comunidad espera poder permanecer cerca del mar, ya que son pueblo que históricamente se ha dedicado a la pesca y el mar es su fuente de alimento y de sostén económico.

Nosotros vivimos de la pesca, por eso queremos pedir si puede ser en un lugar en donde podamos hacer eso, es preocupante todo, muy preocupante, no sabemos a dónde vamos a ir, ni cuándo.

Sí platicamos como comunidad, nos sentamos, platicamos con el café y el pan, porque dicen que las penas con pan son menos. Nos ponemos muy mal como comunidad, las noches son muy preocupantes, nos la pasamos pensando en el mar, ese mar que ya nos da miedo de que vaya a subir más. Nos ha tocado a las 3am, a las 4am sacar cosas de la gente porque ya el mar subió, y sí nos pega como comunidad.

Además de vivir con la preocupación día y noche, de que más casas y espacios desaparezcan bajo el mar, la situación de servicios en la comunidad empeora día con día.

Cristina nos platica que la mayoría de las familias ha perdido los refrigeradores de sus hogares que se han descompuesto en el proceso. Esto no sólo dificulta que las familias puedan mantener sus alimentos por más tiempo, sino que además dificulta que medicinas para la diabetes se mantengan refrigeradas.

Los postes de luz también comienzan a ceder a las olas; la comunidad podría perder el servicio al acceso eléctrico en cualquier momento.

La comunidad entera casi perdió sus refrigeradores. Yo que tengo diabetes, por ejemplo, no tengo en donde guardar mi insulina, ayer me traje una barra de hielo, pero no sé si pueda traerla diario. Estamos de acuerdo con la reubicación, pero tenemos necesidades urgentes por lo mientras.

Al platicar con algunas personas de la comunidad, hacen mención de que entienden que el proceso de reubicación puede ser tardado y complicado; sin embargo, esperan que pueda haber otro tipo de plan mientras esperan que pueda aminorar la situación de crisis que se vive en la comunidad.

Pese a que el proceso de calentamiento global se ha identificado como una prioridad en la política internacional por los impactos que generará en la seguridad humana de millones de personas a nivel mundial, el Gobierno de México no cuenta con algún tipo de plan o propuesta de política pública que busque frenar este proceso.

De acuerdo con el Programa Estatal de Acción Ante el Cambio Climático del Estado de Tabasco, “los impactos que recibe la zona costera del Estado de Tabasco por ascenso acelerado del nivel del mar se traducen en la destrucción de tierras […] por acción del oleaje. Todos estos aspectos tendrán notables repercusiones tanto ambientales como sociales y económicas.”

Sin embargo, no existe un plan para atender a las víctimas de las catástrofes naturales que ya comienzan a presentarse, como el caso de la comunidad de El Bosque deja entrever, y que pronto se multiplicaran en todo el territorio nacional de no atender las causas de la crisis climática: el capitalismo devorador que continúa con un proceso de producción ilimitada a costa del medio ambiente y de la vida de todo ser vivo en el planeta.

Durante el recorrido, Cristina y Estanilada se detienen frente a otra edificación en proceso de derrumbe. Ésta era la escuela de la comunidad, el kínder también ya desapareció. Ahora los niños que quedan en la comunidad van a la escuela sólo 6 horas a la semana en una pequeña construcción con techo de lámina.

La vida de la comunidad, no sólo de sus edificaciones, también ha sido paulatinamente devorada por el mar.

La pérdida de las raíces de una comunidad

Cristina y Estanilada continúan encabezando el recorrido, caminamos por un kilómetro aproximadamente; el mar esta picado y el aire sopla con fuerza; el día de hoy entró otro Norte cambiando las condiciones climáticas del lugar que suele ser soleado y el mar tranquilo.

Llegamos a donde el río Grijalva se une con el mar Atlántico. Ahí Cristina y Estanilada se detienen, también niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres de la comunidad. Ahí nos señalan a una plancha de concreto que apenas si logra verse por encima del agua.

La plancha solía ser un muelle, y el punto de reunión de toda la comunidad; ahí las familias se reunían para pescar, la actividad que por generaciones ha moldeado la identidad de las personas que ahí habitan y su fuente de alimento y de economía.

Actualmente, el muelle ya no existe, la pesca casi ha desaparecido y con ella, todas las actividades que ahí se realizaban, así como el sustento de las familias. Éste es el testimonio ofrecido por Cristina:

Veníamos la mayoría de la gente a pescar, esto era como un tianguis, veníamos todos con cobijas y nuestros hijos se quedaban aquí dormidos y nosotros nos íbamos a pescar, llevábamos el producto a vender y en la tarde otra vez a pescar. Ya no pasa eso, ya no hay la producción que antes había, ya se perdió. Esto, compañeros, era nuestras raíces. Yo me siento triste, siento que el cambio climático nos está quitando nuestras raíces. Es algo muy triste, sabemos que si un día entra un norte más duro o un huracán, podemos desaparecer de la noche a la mañana.

Esto era un muelle bien estructurando, pero se ha ido perdiendo, hundiendo. Aquí pescábamos, hacíamos fiesta. Yo nunca me imaginé que nos iba a pasar, cuando decían cambio climático, se escuchaba como una voz lejana, cuando escuchaba eso pensaba en la gente de la ciudad con sus coches, y no en nosotros que vivimos sin contaminación. El cambio no lo provocamos nosotros, pero lo vamos a pagar nosotros, hoy somos nosotros, pero mañana vamos a ser otros.

Sin embargo, ha sido el norte global el responsable de generar la crisis climática que vivimos y en específico es la población del norte global la responsable de generar millonarias ganancias a costa de millones de vidas humanas.

Lo que pasa en El Bosque no es un fenómeno espontáneo. A nivel mundial se ha puesto en el centro de la discusión sobre el calentamiento global, la necesidad de políticas públicas que pongan en el centro a las comunidades originarias, campesinas, pesqueras.

Son ellas las que han logrado proteger los últimos pulmones y áreas naturales conservadas a nivel mundial, y también las que más sufrirán los efectos del calentamiento global.

La tan profunda interrelación que los pueblos originarios tienen con el medio ambiente del territorio que habitan hace que la identidad, la economía y la vida comunitaria de los pueblos esten íntimamente unidas a la supervivencia de su territorio.

Así como en Puente Madera, Oaxaca, la comunidad explica que si el Pitillal es destruido para construir un Parque Industrial ya que es su fuente actual de vida, lo mismo pasa en el Bosque con la pérdida de la pesca como actividad vital.

Por esta razón, las soluciones gubernamentales a nivel mundial -y en México- necesitan ser profundas y a nivel de sistema; no hay vida que sobreviva el capitalismo devorador y su máquina de muerte.

Terminamos la visita y documentación en El Bosque con una comida que las familias de la comunidad preparan con esfuerzo y solidaridad. Pese a la incertidumbre, dolor, destrucción y preocupación que han vivido en los últimos años, aún hay esperanza, solidaridad y resistencia en sus ojos y en su actuar.

Los niños y niñas ríen y juegan en el agua, las mujeres platican y conversan entre ellas, la comunidad de el Bosque resiste y está en pie de lucha.

 

Audios de la bienvenida:

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Caravana “El Sur Resiste” – día 2: Puente Madera, Tehuantepec, Oaxaca.

La noche del 25 de abril, la Caravana El Sur Resiste arribó a Puente Madera, Oaxaca. Ahí se encuentra la comunidad que resiste la construcción de un monstruoso Parque Industrial, parte del proyecto Tren Interoceánico, también conocido como Corredor Interoceánico.

El recibimiento de la comunidad fue en pie de lucha. Una larga fila de personas cargando antorchas recibió a la caravana en la intersección de la carretera en la cual han mantenido plantones y bloqueos por semanas para exigir ser escuchados.

La Caravana se unió a los miembros de la comunidad, y así comenzó la marcha escoltada por motociclistas y moto taxis, que acompañaban los gritos de ¡Puente Madera No Se Vende! ¡El Istmo No Se Vende!, con el ruido de los claxons y los cuetes retumbando alrededor.

El Pitayal

En el segundo día de la Caravana el Sur Resiste, miércoles 26 de abril, visitó el Pitayal, un área llena de mezquites, coyotes, conejos, venados y otras especies vegetales y animales. Todo este ecosistema está en peligro de ser convertido en el Parque Industrial, uno de los 7 parques impulsadospor el Gobierno Federal.

Ahí, miembros de la comunidad de Puente Madera explicaron lo que está en riesgo de llegar a construirse. Todos coinciden en un punto sumamente importante: el Pitayal representa más que un espacio físico y la biodiversidad que lo habita; su existencia es también base de la existencia de la comunidad de Puente Madera, tal como lo explica una mujer de la comunidad:

“Del Pitayal vivimos, comemos, de ahí comemos porque cortamos leña que usamos para cocinar pero que también vendemos, ahí hay conejo y venado. Si nos quitan el Pitayal es como si nos quitaran nuestro banco para vivir.”

Éste es un aspecto que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido ignorar sobre los Pueblos Originarios que habitan el territorio denominado México, junto con los demás gobiernos neoliberales que le han precedido. El territorio representa más que un ente físico y recursos que pueden obtener de éste; los Pueblos Originarios, como el pueblo zapoteco de Puente Madera, han desarrollado su modo de existir en completa conexión con su ambiente natural.

Si se destruye el territorio en el cual una comunidad habita, no sólo se destruye su entorno físico, se atenta con la forma de vida de todo un Pueblo; su comida, sus formas de producir recursos económicos, su cultura, tradición, y forma de vivir el día a día.

El área que está en riesgo comprende más de 360 hectáreas; de acuerdo con la comunidad, el Gobierno de la 4T ha querido imponer el proyecto por medio del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas por medio de personas acarreadas en las consultas, firmas falsificadas y amenazas en contra de la comunidad.

“Nosotros la Asamblea del Istmo decimos que el Gobierno actual es el peor de todos. Este gobierno no nos ha dado la mínima oportunidad de decirle al gobierno por qué estamos en resistencia, en cambio nos están persiguiendo.”

Durante la visita al Pitayal, miembros de la comunidad de Puente Madera plantaron dos tipos distintos de arboles, símbolos de la esperanza que representa este particular territorio. A la par, tres mujeres realizaron una ofrenda; en su lengua -el zapoteco- agradecen a la madre tierra por sostener la vida, piden fuerza para continuar la lucha.

El Pitayal se siente árido y seco; sin embargo, la comunidad tiene un plan ya en marcha para reforestar este territorio y continuar su existencia en armonía, como lo han hecho generación tras generación.

Resistencias en el Istmo de Oaxaca

Después de volver del Pitayal, nos unimos al primer panel del foro “Rebeldías y Resistencias en el Istmo Oaxaqueño”, en el cual representantes de distintas comunidades de la región Istmeña explican las problemáticas que acechan la estabilidad social, económica y ambiental de sus territorios.

El foro inició con un homenaje a Marcelino Nolasco Martínez, defensor del territorio en la región del Istmo y coordinador del Centro de Derechos Humanos Tepeyac, fallecido en enero de 2021 por Covid-19.

A seguir, los audios del foro Rebeldías y Resistencias en el Istmo Oaxaqueño, dividido en tres paneles.

Panel 1: Rebeldías y Resistencias del Istmo
Panel 2 – Luchas y resistencias oaxaqueñas
Panel 3 – Autonomías y alternativas en el Istmo oaxaqueño

Es importante mencionar que sería difícil para cada comunidad explicar la complejidad de las problemáticas que enfrentan y sus formas de resistencia. Sin embargo, sí es posible dar un panorama general de la región, y, conforme a lo expuesto por cada panelista, no sería equivocado enfatizar que una de las mayores amenazas para los Pueblos y comunidades dentro de esta región es la imposición de proyectos de índole neoliberal, como el Parque Industrial en el Pitayal, que pone en riesgo su existencia; además de crear otro tipo de violencias que se desencadenan tras la ruptura del tejido social por la destrucción ambiental, por ende cultural, resultado de un proyecto impuesto.

Entre estos efectos se podría mencionar el desplazamiento forzado del territorio propio, el incremento de la presencia de grupos criminales del narcotráfico y trata de personas, el incremento de la violencia en contra de mujeres y niñas, entre otros.

A continuación, se expondrá un breve resumen de las problemáticas señaladas por cada comunidad presente.

ASAMBLEA DE PUEBLOS INDÍGENAS DEL ISTMO EN DEFENSA DE LA TIERRA Y EL TERRITORIO (APIIDTT)

La Asamblea mencionó la problemática de la imposición de parques eólicos en toda la región del Istmo, los cuales no han generado bienestar para las familias que fueron convencidas de rentar sus tierras en la forma legal del usufructo, a cambio de contratos sumamente desventajosos. Los parques eólicos, de acuerdo con la APIIDT, también provocan la muerte de especies polinizadoras como los murciélagos, contribuyen a la sequía de la tierra y contaminan los mantos friáticos.

“Vinieron al territorio, engañaron a la gente con contratos de usufructo por 30 años para rentar su tierra. Mucha gente sí rentó, pero muchos luchamos por medios legales, por la acción directa, por medio de incidencia, y pudimos detener dos proyectos. Y a pesar de que hay 15 parques eólicos en Juchitán, ni un watt hemos recibido de estas empresas, nosotros no recibimos nada de ellos. Estos proyectos no son para nosotros.”

Ixtepec

La comunidad de Ixtepec, expuso parte de su experiencia por más de 10 años de resistencia contra un proyecto minero, el cual no pudo ser implementado por la resistencia del pueblo, en su mayoría, organizado por mujeres. Sin embargo, la comunidad de Ixtepec menciona que la misma situación que vivieron hace 10 años cuando el proyecto de la minera llegó a su comunidad, lo viven ahora con el proyecto del Tren Interoceánico/Transístmico.

“Éramos un pequeño grupo de mujeres muy, muy jóvenes y estábamos preocupadas de todo lo que estaba pasando. Fuimos recabando datos hasta que vimos que los líderes locales sí tenían esa información, habían dado luz verde a la explotación minera. Organizamos una campaña para evidenciar esto porque sabíamos que lo que estaba en juego era la vida, y logramos detenerlo.

Nos vemos ahora acechados por el Corredor Interoceánico, en Ixtepec vuelve a suceder lo que pasó hace 10 años, la gente desconoce lo que está pasando en el territorio, desconoce lo que es un parque industrial, desconoce cómo ese tren va a llegar a quitarnos lo mucho o poco que tenemos.”

La Ventosa

La comunidad de La Ventosa también expuso su resistencia desde 2016 frente a las mineras canadienses, y cómo lograron ganar la confianza de los comuneros y de otras comunidades y de esta forma detener el proyecto mediante la organización comunitaria.

“El proyecto tenía 30 años vigentes de concesiones, detener el proyecto nos ha costado difamación, amenazas cansancios, pero seguimos diciendo no a la mina, no a los parques eólicos. Nosotros también decimos no a las consultas, porque son amañadas y nos quitan nuestro derecho a la autodeterminación.”

Ixhuatán

La comunidad de Ixhuatán explicó cómo en el Oriente del Istmo hay 16 mil hectáreas concesionadas desde el sexenio de Peña Nieto, y aunque el gobierno de López Obrador ha negado la concesión, se sabe del proyecto de generar zonas de producción y zonas de inversión en toda la zona del Istmo.

“El Istmo siempre ha estado ahí en la mirada de la explotación, desde los 2000 con el Plan Puebla Panamá con Vicente Fox, las Zonas Económicas Especiales con Peña Nieto, y con AMLO zonas económicas especiales, el canal interoceánico. Diferente nombre, pero misma visión de explotación.

Hay otra concesión minera, igual del sexenio de Peña Nieto en la frontera con los Chimalapas, esta en el río Ostuta, el río más importante de toda la zona del Istmo, ahí hay un mar de plata y cobre y han hecho de todo para explotar estos minerales. Sin embargo, ha sido la defensa y la organización de los bienes comunales y ejidales y la organización del pueblo que ha detenido hasta las obras. 

Tenemos también el proyecto Sembrando Vida, que ha impulsado a que la gente deje de trabajar la tierra, ahora todos siembran mango y maguey, pero ahora solo se siembra eso; puro mango y la tierra ya no se trabaja.”

Criminalización de la comunidad de Puente Madera

Entre los impactos que ha tenido la comunidad de Puente de Manera es la persecución que han sufrido por interponerse al Parque Industrial, actualmente hay 17 órdenes de aprehensión en contra de integrantes de la Asamblea, y el compañero David Hernández Salazar fue encarcelado por 8 horas ya que se logró comprobar la irregularidad del proceso y la fabricación de delitos en su contra; sin embargo, el hostigamiento sigue, así como el proceso judicial.

Por lo tanto, la Asamblea del Istmo hace responsable a los tres niveles de gobierno, incluyendo a Antonino Morales Toledo, Secretario de Administración del estado de Oaxaca; al gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz; y al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de cualquier ataque de cualquier tipo en contra de cualquier miembro de la comunidad, integrantes de la Asamblea o del frente de organizaciones oaxaqueñas.

Nos sumamos a este llamado, exigimos respeto a la vida y resistencia de la comunidad de Puente Madera y toda la región del Istmo de Oaxaca; de la misma forma exigimos la cancelación de los proyectos de muerte en esta región que representan una amenaza para la vida y para la existencia de las comunidades que han habitado estos territorios por siglos protegiendo a la madre tierra.

 

 

Texto: ¡El sur resiste!
Audios extraídos del video de: Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio
Fotorreportaje: Karen Castillo – Observatorio Memoria y Libertad
Edición de audios: Radio Zapatista
Revisión de texto: Radio Zapatista

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Radio Zapatista

CONACYT censura investigación sobre el Tren Maya

Investigación censurada por CONACYT:
“Territorios mayas en el paso del tren.
Riesgos previsibles y posturas independientes sobre el Tren Maya”

Académicos y académicas, coordinadorxs de un proyecto de investigación sobre el Tren Maya convocado por el CONACYT, denunciaron que, ante los resultados críticos de la investigación, dicha institución se negó a que la misma se publicara con su sello. Según lxs denunciantes, “Ecosur ofreció hacerlo pero CONACYT prohibió a todos los centros CONACYT, poner su sello”.

Finalmente, después de cuatro años, la editorial Bajo Tierra publicó el libro Territorios mayas en el paso del tren. Riesgos previsibles y posturas independientes sobre el Tren Maya.

Puedes descargar el libro en nuestra sección de libros para desgargar. También puedes adquirir la edición impresa o hacer una donación en https://bajotierraediciones.com/.

 

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Noticias de Abajo

Noticias de abajo – 8 abril 2023

Internacionales

  • PALESTINA: El Estado fascista de Israel promueve la guerra para mantener el territorio ocupado de Palestina. Israel atacó la final de futbol palestina el fin de semana pasado y luego invadió y  atacó el Centro Ceremonial en Jerusalén, y desato fuerte bombardeo  ante respuesta de grupos palestinos a la represión en territorio ocupado. Fuente: Palestinalibre.
  • PELMAPU ARGENTINA: Mapuches desconocidos en su propio territorio. Resolución antimapuche en Mendoza: crónica de un racismo anunciado. Fuente: Agencia TerraViva y AnRed.
  • CANADA: Wet’suwet’en vuelve a ser atacada por la policía montada, cinco defensores del territorio son arrestados, se suma a la lista de hostigamiento por su resistencia contra CoastalGasLink, el gasoducto que intentan atravesar por sus aguas sagradas.

Locales:

  • MICHOACÁN: Eustacio Alcalá defensor comunitario y opositor de la minería en Huizontla  es asesinado. Organizaciones se suman para exigir justicia.
  • YUCATÁN: Muerte masiva de abejas pone en alerta a apicultores, llaman a la prohibicion de agroquímicos tóxicos.
  • CHIAPAS: Continúa la campaña por la Libertad del Manuel Vásquez, preso político indígena, base de apoyo de las comunidades zapatistas. Fuente: CDH Frayba
  • MÉXICO MICHOACÁN: Por cumplirse 3 meses de la desaparición de Ricardo Lagunes y Antonio Díazy nulo avance en las investigaciones.
  • MÉXICO SUR: Invitación a la Caravana y Encuentro Internacional El Sur Resiste. El Sur Resiste.
  • CDMX: Jornada por la Libertad de Yorchs, preso anarquista criminalizado por la UNAM. Fuente: Noticias de abajo.
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El bosque en la ciudad – Contra la “Ciudad Policía” en Atlanta, EUA

El bosque en la ciudad

Dos años de defensa forestal en Atlanta, Georgia

La campaña para defender el bosque en Atlanta, Georgia, se ha convertido en uno de los movimientos más vibrantes de la era posterior a Trump, entrelazando el ambientalismo, el abolicionismo y la lucha contra la gentrificación. Sin embargo, a medida que la policía pasa a emplear violencia letal y cargos de terrorismo indiscriminado, ha llegado a un punto crítico. Los participantes exploran cómo se ha desarrollado esta lucha durante el último año, reflexionando sobre las prácticas que le han dado fuerza y ​​analizando los desafíos que enfrenta.

Lo que está en juego en la lucha

Nuestra sociedad está en un punto de crisis. Décadas de creciente presión económica han creado una desigualdad y una desesperación desenfrenadas. En lugar de abordar las causas profundas de estos, los políticos de todo el espectro político continúan canalizando más y más dinero a la policía, confiando en ellos para reprimir los disturbios solo por la fuerza. Esta dependencia ha permitido que los departamentos de policía y sus aliados consuman una gran cantidad de recursos públicos. Mientras tanto, impulsado por las mismas presiones económicas, el cambio climático catastrófico está generando huracanes, incendios forestales, sequías y un colapso ecológico generalizado.

En este contexto, a partir de abril de 2021, un movimiento audaz se dispuso a defender un bosque en Atlanta, Georgia, donde los políticos locales y los especuladores corporativos quieren construir un complejo de entrenamiento policial y un escenario sonoro para la industria del cine. El complejo de entrenamiento, conocido como Cop City, sería el centro de entrenamiento policial más grande de los Estados Unidos. Devastaría el South River Forest, también conocido como Weelaunee Forest en honor al pueblo de Muscogee Creek que vivió allí hasta que fueron deportados en el Trail of Tears (Sendero de Lágrimas).

El movimiento para defender el Bosque de Weelaunee ha reunido a una amplia gama de grupos y estrategias. Organizaciones de defensa legal como South River Forest Coalition, que está entablando una demanda contra el gobierno del condado de Dekalb, trabajan en paralelo con grupos como SRY Campaign, un colectivo anónimo de investigadores que publican las direcciones de las casas y oficinas de quienes buscan destruir el bosque. . . Mientras que los abolicionistas y los ambientalistas radicales han establecido campamentos y casas en los árboles en el bosque, una red de preescolares y padres han construido jardines comunitarios y organizado eventos de divulgación pública. Otros han organizado raves y eventos culturales en el bosque, conectando a los artistas más ambiciosos con el espíritu incontenible del movimiento. (* Raves: fiestas libres, autogestionadas)

Entre los que desean que se construya Cop City se encuentran la Fundación de la Policía de Atlanta (APF), el alcalde Andre Dickens y las diversas corporaciones que se beneficiarán del desarrollo. Al mismo tiempo, gracias a un acuerdo clandestino con el gobierno de la ciudad, el magnate inmobiliario y ejecutivo de la industria cinematográfica Ryan Millsap se prepara para destruir un parque público en una parcela de tierra adyacente dentro del mismo bosque.

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Avispa Midia

La geoingeniería climática sin control pone en riesgo la vida en la tierra

Fuente: Avispa Midia

En portada: Según análisis, los experimentosde geoingeniería al aire libre sólo deben permitirse si aportan conocimientos fundamentales que no puedan obtenerse por otros medios.

Una incipiente empresa de los Estados Unidos, Make Sunsets, fundada apenas en octubre del 2022 dice que ha lanzado globos meteorológicos que contienen partículas de dióxido de azufre a la estratosfera en un intento de manipular artificialmente el clima, según informa Technology Review. El sitio web de Make Sunsets ha enunciado sus actividades como “activismo de geoingeniería”.

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La compañía lanzó “nubes” con dióxido de azufre, un aerosol que podría reflejar la radiación del sol de regreso al espacio. Los dos primeros lanzamientos de globos fueron muy rudimentarios y ocurrieron en abril de 2022 en algún lugar del estado de Baja California, norte de México, meses antes de que Make Sunsets se constituyera en sociedad.

Concretamente, la compañía bombeó gramos de dióxido de azufre en globos meteorológicos y añadió lo que estimó que sería la cantidad adecuada de helio para llevarlos a la estratosfera. Pero no se sabe si el globo estalló ni donde fueron derivadas las partículas porque no había equipos de control en los globos.

La técnica utilizada intenta manipular el clima reflejando más luz solar hacia el espacio, imitando un proceso natural que se produce tras grandes erupciones volcánicas. En teoría, rociar azufre y partículas similares en cantidades suficientes podría contrarrestar el calentamiento global.

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Estas prácticas abren un amplio debate sobre las implicaciones que podrían acarrear. No se reconoce los efectos en el mundo real de tales intervenciones a gran escala, con efectos secundarios que podrían resultar peligrosos. Podría poner en riesgo a la Tierra y a la humanidad al alterar la capa de ozono, lo que podría generar lluvia ácida y causar enfermedades respiratorias.

Según revela el medio, algunos investigadores que llevan mucho tiempo estudiando esta tecnología están preocupados porque la empresa Make Sunsets parece haber seguido adelante con los lanzamientos desde un emplazamiento en México sin ningún control.

La empresa está intentando vender “créditos de enfriamiento” para futuros vuelos de globos que podrían transportar cargas útiles mayores. Ofrece a la venta créditos de 10 dólares por liberar un gramo de partículas en la estratosfera, suficientes, según la empresa, para compensar el efecto de calentamiento de una tonelada de carbono durante un año.

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Technology Review contactó a varios científicos quienes condenaron el esfuerzo por comercializar la geoingeniería en esta fase inicial. Como informó este medio, la administración Biden está desarrollando un plan federal de investigación que guiaría la forma en que los científicos deben proceder con los estudios de geoingeniería.

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Avispa Midia

COP15: Acuerdo para convertir 30% del planeta en áreas protegidas amenaza pueblos indígenas

Fuente: Avispa Midia

Por Sare Frabes

En portada: Miembros del pueblo tribal Jenu Kuruba sostienen pancartas durante su protesta en el Parque Nacional de Nagarhole, en la India, donde han sido desalojados en nombre de la “conservación”.

Mientras representantes de casi 200 países y miembros de la ONU celebran la finalización de la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad (COP15), realizada en Canadá del 7 al 19 de diciembre, con la adopción del pacto Kunming-Montreal, organizaciones aseveran que éste representa un peligro para los derechos de los pueblos indígenas.

El acuerdo final, cuyo objetivo es convertir el 30% del planeta en áreas protegidas para el año 2030, ha sido criticado por pueblos indígenas y organizaciones como Survival International, quien ha alertado que, de adoptarse esta política, se convertirá en el mayor acaparamiento de tierras en la historia.

Actualmente, 17% de la tierra y aproximadamente el 8% de los océanos del planeta se gestionan bajo esquemas de áreas protegidas, las cuales cuentan con restricciones a actividades como la pesca, la agricultura y la minería.

“No conseguimos detener la adopción del 30%, impulsado como estaba por las fuerzas más poderosas del mundo: incluidos los gobiernos del Norte Global y la industria de la conservación”, detalla la organización mediante comunicado.

En su posicionamiento, establece que el modelo de “conservación fortaleza” implementado en áreas protegidas ha demostrado ser un peligro para los pueblos indígenas del mundo. Como evidencia se registra la expulsión de al menos 14 millones de personas sólo en África debido a la promoción de desalojos de comunidades y abusos de los derechos humanos con el pretexto de la conservación de la naturaleza.

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Por su parte, Amnistía Internacional reconoce que el acuerdo derivado de la COP15, pese a contar con una serie de objetivos medioambientales y salvaguardas de derechos humanos, “no protege ni defiende plenamente los derechos de los pueblos indígenas”, como ha manifestado Chris Chapman, integrante de la organización.

Para Chapman, el problema radica en que, dentro del acuerdo Kunming-Montreal, los Estados no reconocen explícitamente las tierras y territorios de los pueblos indígenas como una categoría separada de zona conservada, lo que coloca sus territorios en peligro ante las depredaciones que a menudo sufren en zonas como los parques nacionales gestionados por el Estado.

Conservación en África ha desplazado millones de habitantes indígenas en nombre de la conservación de la naturaleza.

En específico, este objetivo desde la propuesta del Foro Internacional Indígena sobre Biodiversidad fue rechazada principalmente por los países europeos. La incorporación de los territorios indígenas como categoría propia habría incluido la soberanía indígena al plan, facultando a las naciones indígenas para autodeterminarse en sus propios territorios. Sin esa categoría adicional, los esfuerzos de conservación dirigidos por los indígenas se consideran áreas protegidas, sobre las que los Estados tienen el control en última instancia.

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“En consecuencia, los Estados no han reconocido plenamente la inmensa contribución de los pueblos indígenas a la conservación de la biodiversidad, exponiéndolos a un mayor riesgo de violaciones de los derechos humanos”, afirmó Chapman.

A pesar de constituir sólo el 5% de la población mundial, las tierras de los pueblos indígenas albergan el 80% de la biodiversidad del planeta.

Otras organizaciones indígenas como Indigenous Climate Action, a través de su director ejecutivo, Eriel Tchekwie Deranger, expresaron preocupación debido a que, sin normas sólidas tras el acuerdo, peligre el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en sus territorios tradicionales y sus formas de preservar la naturaleza.

Impulso a SBN

Por su parte, Survival International manifestó el peligro de que el acuerdo Kunming-Montreal incluye la promoción de las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN).

Específicamente, los objetivos 8 y 11 del pacto promueven la implementación de las SBN para minimizar el impacto del cambio climático en cuestiones como la acidificación de los océanos, así como para restaurar ecosistemas y reducir el riesgo de desastres.

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Para la organización, el impulso a las SBN que proviene principalmente de países europeos representa más acaparamientos de tierras y abusos de los derechos humanos sin que se materialicen acciones para contrarrestar el cambio climático.

“El Norte Global, como de costumbre, no ha asumido ninguna responsabilidad por la destrucción del medio ambiente y ha hecho recaer la carga sobre el Sur Global, ayudado en esto por la industria de la conservación que tiene todo que ganar con el dinero desplegado para ‘más Áreas Protegidas y falsas soluciones basadas en la Naturaleza’”, acusa Survival International.

Funcionarios de la ONU y representantes de los países celebran tras aprobación del acuerdo final de la COP15.

Horas después de la adopción del acuerdo Kunming-Montreal, la “Coalición de Gran Ambición para la Naturaleza y las Personas” (HAC, por sus siglas en inglés) anunció la implementación de un plan conjunto para alcanzar el objetivo de convertir el 30% del planeta en áreas protegidas, popularmente conocido como 30 x 30.

La coalición, que integra 116 países, difundió su compromiso para apoyar a los países con acciones concretas para el establecimiento de nuevas áreas protegidas y otras medidas de conservación.

Para ello The Bezos Earth Fund, propiedad de Jeff Bezos, dueño de la empresa Amazon – responsable por la generación anual de más de 200 mil toneladas de residuos plásticos que amenazan principalmente ecosistemas marinos –, junto a Bloomberg Philanthropies y Rainforest Trust, se comprometió a aportar 3 millones de dólares en los próximos tres años para apoyar los objetivos de HAC.

“Con ello se pondrá en marcha una nueva fase crítica de implementación de la coalición para ayudar a mantener el compromiso político, implementar planes de conservación, apoyar el desarrollo de capacidades y el intercambio de conocimientos, organizar la asistencia técnica y movilizar recursos para alcanzar los objetivos 30×30 en todo el mundo”, anuncio la coalición.

Esta inversión se suma al financiamiento acordado por los países que acordaron el pacto Kunming-Montreal, cuyo objetivo es duplicar la inversión hasta los 200,000 millones de dólares anuales; aunque dichos compromisos financieros no son jurídicamente vinculantes.

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Avispa Midia

Estados promueven militarización verde frente a crisis climática

Fuente: Avispa Midia

Por Renata Bessi

En portada: Un soldado estadounidense observa mientras un helicóptero de asalto AH-64 Apache vuela por encima durante un patrullaje por los campos petrolíferos de Suwaydiyah en la provincia de Hassakeh, al noreste de Siria. 13 de febrero de 2021

“A medida que se desaten la hambruna, las enfermedades y las catástrofes derivadas del cambio climático abrupto, las necesidades de muchos países excederán su capacidad de respuesta. Eso generará una sensación de desesperación, que probablemente desemboque en una agresión ofensiva para recuperar el equilibrio (…). Las perturbaciones y los conflictos serán características endémicas de la vida”.

Este fue el diagnóstico de un estudio encargado en 2003 por el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de los EEUU, a la consultora Global Business Network. La advertencia era que el cambio climático podría conducir a una “nueva Edad Media”.

La concepción que se fue consolidando principalmente en la última década por los Estados del norte mundial y por organismos transnacionales, como la alianza militar de los países del norte, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), es que el cambio climático es un ‘multiplicador de amenazas’ o un ‘catalizador de conflictos’ y que, por lo tanto, socavará la seguridad mundial y, consecuentemente, la seguridad interna de estos países.

Un memorándum del Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, de 2016, sobre los efectos del cambio climático en la seguridad nacional, describe los efectos de la crisis climática para los próximos 20 años: el aumento de las tensiones sociales y políticas, efectos adversos sobre los precios y la disponibilidad de los alimentos, inundaciones de las costas, aumento de las migraciones, aumento de los riesgos para la salud humana y escasez de agua.

Señala que los países con “instituciones políticas débiles, con malas condiciones económicas, o donde otros factores de riesgo en términos de conflictos políticos ya están presentes, serán los más vulnerable a la inestabilidad relacionada con el clima”.

En un escenario previsto de guerra, la crisis climática ha sido incorporada a la lógica militar, pasando a ser considerada como un problema de seguridad. “Antes creían que el cambio climático era soft power [poder blando, término inglés para describir la capacidad de un actor político para incidir en las acciones de otros] pero ahora se han dado cuenta de que es una cuestión vital”, declaró Annalena Baerbock, ministra de exteriores de Alemania, durante la cumbre de la OTAN, en junio de 2022, compuesta por 30 países de la zona norte del Atlántico.

Mujeres desplazadas que transportan sus pertenencias llegan a Bossangoa, República Centroafricana, tras huir de la violencia. Crédito: ACNUR

Concretamente, lo que se ha llamado seguridad climática se integra cada vez más en las estrategias de seguridad nacional, en la planificación de la defensa, las evaluaciones de inteligencia y los planes operativos militares de organizaciones como la OTAN, países como Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y bloques como la Unión Europea.

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“A medida que la destrucción ambiental se agudiza y la disponibilidad de fuentes energéticas disminuye, la respuesta militar se ve fortalecida”, sostiene la socióloga y especialista en economía ambiental, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (FCPyS-UNAM), Maritza Islas Vargas.

En los Estados Unidos, el expresidente Barack Obama, en su último año de gobierno, en septiembre de 2016, en el memorándum presidencial Cambio Climático y Seguridad Nacional, “ordena a los departamentos y agencias federales que garanticen que los impactos relacionados con el cambio climático se consideren plenamente en el desarrollo de la doctrina, las políticas y los planes de seguridad nacional”.

Su sucesor, el expresidente Donald Trump, puso en cierta pausa la securitización de la crisis climática; sin embargo, una de las primeras medidas del actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, fue la retomada de dicha política.

En una orden ejecutiva para Abordar la Crisis Climática en el Interior y en el Extranjero, de enero de 2021, resalta que “es política de mi Administración que las consideraciones climáticas sean un elemento esencial de la política exterior y la seguridad nacional de los Estados Unidos”.

Establece que el Secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor Conjunto “considerarán las implicaciones de seguridad del cambio climático (…) al desarrollar la Estrategia de Defensa Nacional”.

Ordena que el director de inteligencia nacional prepare estimación “sobre los impactos del cambio climático en la seguridad nacional y económica” y que distintos órganos de seguridad realicen “un análisis de las implicaciones de seguridad del cambio climático que se pueden incorporar en el modelado, la simulación, los juegos de guerra y otros análisis”.

A partir de enero de 2022, el Secretario de Defensa y el jefe del Estado Mayor Conjunto pasaron a tener que presentar una “actualización anual, a través del Consejo de Seguridad Nacional, sobre el progreso realizado en la incorporación de las implicaciones de seguridad del cambio climático en las normativas y procesos” que involucran la seguridad de los Estados Unidos.

Las fuerzas armadas utilizan una gran cantidad de combustible y despliegan armas que tienen impactos ambientales duraderos.

De acuerdo con el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM) y autor del libro ‘Geopolítica, espacio poder y resistencia en el siglo XXI’, David Herrera Santana, el Pentágono trabaja con la concepción de que es necesario adaptarse “a lo que ya está, ya que las disrupciones sociales y políticas son inevitables; a partir de esta adaptación hay que producir un sistema resiliente, un sistema capaz de sostenerse, de reproducirse, de mantenerse, a pesar de las disrupciones que se revelen en el futuro”.

La OTAN sigue la misma lógica. En junio de 2022 volvió pública la actualización de su “concepto estratégico”, que establece su estrategia militar y de seguridad para 10 años, en el que se detallan las amenazas que enfrentan sus aliados y explica cómo pretende enfrentarse a ellas. Por primera vez, la crisis climática es considerada como uno de los retos de seguridad.

“Es un hecho lamentable pero inevitable que el cambio climático aumentará considerablemente los riesgos para la seguridad de nuestros ciudadanos. Los militares de la OTAN, y la Alianza en su conjunto, desempeñarán un papel activo y sustancial para ayudar a abordar estos riesgos”, describió en un informe de 2022 el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Herrera Santana enfatiza que es importante entender el contexto de la militarización en los días de hoy, sin olvidar que no se trata de algo completamente nuevo.

“La guerra es el escenario y el eje de articulación del mundo capitalista. La guerra es la fundación del estado moderno y del sistema mundial. La guerra es una constante que se vuelve política, que se normaliza, que se hace cuerpos, se hace escala, se hace una cotidianidad. Lo que estamos viviendo hoy es una reestructuración de estas formas militares”, con el enfoque ‘verde’.

Justificación para el intervencionismo

El aumento de los conflictos por acceso a los recursos derivado de la agudización de la crisis climática es una proyección recurrente en los informes de seguridad e inteligencia.

En el documento Cambio Climático y la Seguridad Internacional, de 2008, el entonces Secretario General del Consejo de la Unión Europea y Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana Madariaga, subrayó que de los conflictos potenciales más significativos por los recursos se deriva de una intensificación de la competencia por el acceso a los recursos energéticos y su control.

“Debido a que gran parte de las reservas mundiales de hidrocarburos se encuentran en regiones vulnerables a la incidencia del cambio climático y debido a que muchos Estados productores de petróleo y gas hacen frente ya a desafíos sociales, económicos y demográficos de importancia, la inestabilidad aumentará probablemente”, menciona Madariaga.

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Además, previó acertadamente desde hace 14 años que “a medida que, por efecto del cambio climático, se abran regiones anteriormente inaccesibles, se intensificará la carrera por los recursos”, hecho que está ocurriendo con el deshielo glaciar en los polos, por ejemplo, que deja al descubierto recursos minerales nuevos.

El mandatario alerta que, si la comunidad internacional no hace frente a las amenazas, “la incidencia del cambio climático dará a las a la política del resentimiento entre los
mayores responsables del cambio climático y los más afectados por el mismo (…)”.

Recomienda que, en especial en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el G8 (el grupo de los ocho – Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) así como en los organismos especializados de las Naciones Unidas, centren su “atención en los riesgos para la seguridad relacionados con el cambio climático”.

Para la socióloga Islas Vargas, incorporar el problema climático o ambiental a la lógica militar “permite justificar el intervencionismo en territorios con amplia disponibilidad de combustibles, minerales, agua, tierra”. A su vez añade que “las zonas de provisión de recursos se vuelven áreas de conflicto; las resistencias socioambientales, objetivos de guerra o potenciales enemigos”.

Soldados estadounidenses observan la quema de yacimientos petrolíferos tras la invasión de Estados Unidos en 2003.

Las organizaciones FUHEM Ecosocial y el Transnational Institute (TNI), en su estudio Aproximación a la seguridad climática: Los peligros de militarizar la crisis climática, también alertan sobre los riesgos de las soluciones a la crisis climática basadas en la seguridad. “El problema fundamental cuando se considera el cambio climático como un asunto de seguridad es que se responde a una crisis provocada por la injusticia sistémica con soluciones de ‘seguridad’, configuradas en una ideología e instituciones concebidas para buscar el control y la continuidad”.

Además, las soluciones basadas en la seguridad excluyen otras soluciones de tipo colaborativo. “En esta época en que controlar el cambio climático y
garantizar una transición justa exigen la redistribución radical del poder y la riqueza, la
estrategia de seguridad busca perpetuar el statu quo”.

¿Quién gana con el militarismo verde?

De acuerdo con el estudio de FUHEM Ecosocial y TNI, las ventas acumuladas de la industria de armas se duplicaron entre 2002 y 2018, de 202,000 millones de dólares a 420,000 millones de dólares, y grandes empresas, como Lockheed Martin y Airbus, ampliaron su ramo de negocio a todos los ámbitos de la seguridad.

La industria prevé, según el mismo estudio, que el cambio climático y la inseguridad, que traerá aparejada, impulsarán aun más esas ventas. En un informe de mayo de 2021, Marketandmarkets pronosticó que el sector de la seguridad nacional tendrá más ganancias debido a “condiciones climáticas dinámicas, el aumento de las calamidades naturales, el énfasis del Gobierno en las políticas de seguridad”.

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Otro factor es que las fuerzas militares de todo el mundo son los mayores contaminantes del planeta – por ejemplo, un informe del Congreso de Estados Unidos indica que el Pentágono es el mayor consumidor institucional de petróleo del mundo; y el 16% del presupuesto del departamento de defensa de los Estados Unidos está destinado a la protección militar de transporte de combustible.

En torno al 66% de las misiones militares de la Unión Europea están relacionadas con asegurar la extracción y el transporte de combustibles fósiles, de acuerdo con estudio de la organización Ecologistas en Acción.

Entonces lo que están planteando es una transición energética de las propias fuerzas militares, presumiendo un militarismo ‘verde’. Por ejemplo, en 2010, de acuerdo con el informe de las organizaciones, Boeing obtuvo un contrato por 89 millones de dólares con el Pentágono para desarrollar el avión no tripulado SolarEagle, que tiene la ventaja de considerarse una tecnología ‘verde’.

Otro ejemplo mencionado en el estudio es que, en 2013, el Pentágono invirtió 5 millones de dólares para desarrollar balas sin plomo que, según las declaraciones de un portavoz del ejército de Estados Unidos, “pueden matarte o dispararle a un objetivo sin peligro para el ambiente”.

Afectación a las estructuras militares

Otra preocupación recurrente en los diferentes reportes militares son las consecuencias del cambio climático en las instalaciones e infraestructura militares, ya sean fijas o desplegadas.

Un oficial de la policía militar camina cerca de una puerta destruida en la Base de la Fuerza Aérea de Tyndall en Florida tras el huracán Michael el 12 de octubre de 2018. El Pentágono dice que el cambio climático es una preocupación de seguridad nacional.

Las Fuerzas Armadas estadounidenses, por ejemplo, registran que han perdido más equipos e infraestructuras militares por las catástrofes naturales que por los conflictos armados de Afganistán e Irak juntos.

Un informe del Pentágono de 2018 revela que la mitad de 3,500 zonas militares padecían los efectos de seis categorías clave de fenómenos meteorológicos extremos, como marejadas ciclónicas, incendios forestales y sequías. Identificaron 1,774 bases expuestas al aumento del nivel del mar. Una de ellas, la Estación Naval de Norfolk, en Virginia, es uno de los mayores centros militares del mundo y padece inundaciones anuales, según el estudio de las organizaciones.

La OTAN también ha manifestado dicha preocupación, “tendremos que adaptar nuestro equipo, formación, instalaciones, operaciones, tecnologías y asociaciones, con el fin de mantener nuestra eficacia operativa en el clima cambiante”.

 

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Avispa Midia

Gigantes del petróleo usan estrategias climáticas para aumentar producción a mil por ciento

Fuente: Avispa Midia

Por Santiago Navarro F

En portada: Greenpeace cuestiona a BP sobre su slogan “más allá del petróleo” en un contexto del mayor derrame de petróleo en la historia de los Estados Unidos.

Las principales empresas de hidrocarburos, entre ellas ExxonMobil, Chevron, British Petroleum (BP) y Shell, han incluido un sinnúmero de programas y supuestos estudios científicos en sus sitios web que ofrecen soluciones frente al cambio climático.  Un ejemplo de ello lo muestra el sitio web de ExxonMobil, donde se enfatiza la necesidad del uso de energía a nivel planetario y por ello, resaltan ser “pioneros en nuevas investigaciones y buscan nuevas tecnologías para reducir las emisiones (de CO2)”.

No obstante, el pasado mes de septiembre la congresista estadounidense Carolyn B. Maloney, junto a Ro Khanna, presentaron un informe al Congreso de Estados Unidos (EEUU) donde develan que esta empresa eliminó de sus documentos internos la afirmación sobre su plan para aumentar la producción en 1,000% en el estado de Delaware, conocida como la cuenca del Pérmico.

La denuncia presentada por los congresistas se enfoca en lo que denominan como una campaña de desinformación sobre el cambio climático y sus efectos por parte de estas empresas, ya que “han sabido desde fines de la década de 1970 que sus productos contribuyen al cambio climático”, puntualizan.

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Pero en lugar de tomar medidas, desde la década de 1990, ExxonMobil, Chevron, BP, Shell, el Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) y la Cámara de Comercio de EEUU se unieron “contra posibles regulaciones sobre el cambio climático y presionaron al gobierno de los EEUU para descarrilar acciones climáticas internacionales para reducir las emisiones contaminantes de carbono”, informaron los parlamentarios.

No fue sino hasta el año 2021 que, en una audiencia, los ejecutivos de los combustibles fósiles admitieron bajo juramento “que el cambio climático es real, que la quema de combustibles fósiles contribuye a ello y que es una amenaza existencial para el planeta”. Aunque ninguno de ellos se comprometió a poner fin a su producción, por el contrario, invirtieron en otras estrategias para desviar la atención.

Lavado verde

“Necesitamos reinventar el negocio de la energía”, declaró en su discurso el director ejecutivo de BP en la Universidad de Stanford en marzo de 2002. En ese mismo tenor el directivo remarcó, “necesitamos ir más allá del petróleo”, siendo ésta una de sus principales premisas publicitarias durante las dos ultimas décadas.

BP ya sostenía desde el año 2002 que habían reducido sus “emisiones de gases de efecto invernadero en un 10 %”, pero la investigación presentada por los congresistas arremete contra la empresa al asumir que lo que han logrado hasta el momento es un “lavado

verde” a través de “publicidad engañosa”.

BP ha apostado por el llamado Uso y Almacenamiento de la Captura de Carbono (CCUS por sus siglas en inglés) como una herramienta para cumplir con los objetivos del Acuerdo Climático de París, pero, contradictoriamente, esta tecnología permite continuar con la explotación y uso de hidrocarburos, por ejemplo, en “industrias de uso intensivo de energía”, agregan el documento presentado al parlamento estadounidense.

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Según las empresas con esta tecnología el carbono capturado se puede utilizar “para mejorar la recuperación de petróleo”, es decir, para ser inyectado en los pozos petroleros y hacerlos más productivos. Esta misma estrategia es utilizada por la petrolera Shell con su programa Sky scenario, que según esta corporación “describe lo que creemos que es una ruta tecnológica, industrial y económicamente posible hacia adelante, consistente con limitar el aumento de la temperatura promedio global a muy por debajo de los 2°C desde los niveles preindustriales”.

Actualmente, solo la empresa Exxon opera una instalación de captura de carbono, en Schute Creek, Wyoming. A su vez es socia de una instalación en Australia y una más en Qatar. Durante la vida útil de las instalaciones de Schute Creek “solo ha capturado y almacenado el 3 % de su dióxido de carbono bajo tierra”, que al ser inyectados a los pozos desgastados continúan provocando las mismas emisiones, asevera el informe. Mientras, el proyecto de Australia ha fallado repetidamente en alcanzar su objetivo de almacenamiento en aproximadamente un 50%.

Mientras que estas empresas se han comprometido en sus discursos a reducir de manera integral las emisiones, los congresistas puntualizan que esto es incierto al no considerar “la quema de los combustibles fósiles que venden y que representan aproximadamente el 90% de las emisiones de la industria”.

Una muestra es ExxonMobil, que se supone ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 75 millones de toneladas, “en realidad, casi todo el dióxido de carbono que Exxon ha secuestrado se ha vendido a otras compañías de combustibles fósiles para inyectar en sus campos de petróleo agotados”, detalla el informe.

En diciembre de 2021, Exxon prometió que para 2030 alcanzaría emisiones de carbono al punto cero en sus operaciones en la cuenca Pérmica, ubicada en Nuevo México y el oeste de Texas. “Esta promesa es engañosa, porque solo cubre fugas, quema y otras emisiones operativas de CO2 y excluye la gran mayoría de las emisiones de la quema de los productos de petróleo y gas que Exxon extrae en la región”, arguyen los parlamentarios.

De hecho, en febrero de 2022, Exxon se comprometió a seguir aumentando su producción en la cuenca con la extracción de un millón de barriles de petróleo por día hasta 2024, frente a 460 mil barriles diarios que producía en 2021.

En septiembre de 2021, cuando inició esta investigación, se enfocó principalmente a lo que denominan “campaña de desinformación climática y lavado verde de la industria de los combustibles fósiles”, develando así el engaño de las industrias, sobre todo, al asumir su apoyo al Acuerdo de París. Este conjunto de empresas fue citado a una audiencia el 8 de febrero de 2022. “Se invitó a los miembros de los directorios de Exxon, Chevron, Shell y BP a testificar en esta audiencia, junto con científicos y defensores del clima, pero se negaron a comparecer”, señala la investigación.

Por su parte, los congresistas, argumentan que las promesas climáticas y la publicidad ecológica “se centran en tecnologías que las empresas han admitido en privado están a décadas de distancia para su implementación”.

Falsas alternativas

Exxon gastó al menos $68 millones de dólares en publicidad en una supuesta investigación sobre la producción de biocombustibles a base de algas.  Los congresistas alegan que esta supuesta alternativa es “engañosa”, porque se requieren millones de toneladas de algas para la producción de este tipo de energía, algo que la empresa no menciona, ya que, de lo contrario, atraería la atención del sector científico.

Por tanto, los congresistas sustentan que las compañías de petróleo y gas han tratado de crear la impresión “de que están tomando medidas ambiciosas para reducir las emisiones, sin hacerlo realmente”.

Instalaciones para captura de carbono

La estrategia de los gigantes del petróleo, según los parlamentarios, se basa en trucos contables, lenguaje engañoso y tácticas de demora, al grado de que se han comprometido públicamente a reducir sus gases de efecto invernadero a “cero netos” para 2050. Pero en realidad, “las compañías de combustibles fósiles se han comprometido a reducir un pequeño porcentaje de las emisiones de sus propias operaciones y disminuir la llamada “intensidad de carbono” de sus operaciones, una medida engañosa que permite que las emisiones totales de la empresa continúen aumentando con la producción de combustibles fósiles, sostiene la investigación.

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De tal modo que las empresas de los combustibles fósiles vienen desplegando, con mucha precaución, una maquinaria publicitaria “para pintar la imagen de la industria como limpia y aliada con aquellos preocupados por el cambio climático, una táctica conocida como lavado verde”, puntualiza el informe.

Los documentos recabados por el equipo de la investigación muestran que “las promesas de las empresas se basan en tecnologías no probadas” que más bien están funcionando como “una licencia social para seguir produciendo combustibles fósiles en las próximas décadas”.

Las empresas que más han contaminado con emisiones desde 1988 son: ExxonMobil, Shell, BP, Chevron, Peabody, Total y BHP Billiton. Las principales empresas estatales incluyen Saudi Aramco, Gazprom, National Iranian Oil, Coal India, Pemex y CNPC (PetroChina).

Las emisiones de carbón de China están representadas por el estado, en el que los productores estatales clave incluyen Shenhua Group, Datong Coal Mine Group y China National Coal Group.