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Las Abejas de Acteal

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FrayBa

Masacres Nunca Más

Ta’louk xa ti matanal milel-ulesele.
– Basta ya de asesinatos a personas inocentes con fines de exterminio.

Después de la Masacre de Acteal, en el municipio de Chenalhó, el 22 de diciembre de 1997; en Chiapas, México, se han cometido otras dos masacres a Pueblos Originarios: La de Viejo Velasco, el 13 de noviembre de 2006 y la de Chincultik, el 03 de octubre de 2008.

Actualmente existe el riesgo de una nueva Masacre, en la región Altos. Grupos civiles armados de corte. paramilitar procedentes de Chenalhó, atacan con armas de fuego a comunidades de Aldama y Chalchihuitán, con la omisión y protección del gobierno de Chiapas.

El Estado mexicano tiene la obligación de garantizar el derecho a la vida y evitar otras Masacres en México.

Escuchemos a Las Abejas de Acteal en el NotiFrayba.

 

 

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La Voz de la Organización de la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal.

Acteal: Nos indigna el ataque a la caravana organizada por el Fisanim y Cáritas, que llevaba ayuda humanitaria a las y los desplazados de Aldama

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

22 de noviembre de 2020

Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres y alternativos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

Estamos exactamente a un mes de que se cumplan 23 años de impunidad e injusticia por la masacre de nuestros 45 hermanos y hermanas, más 4 bebés que aún no nacían. Ellas y ellos no tuvieron más delito que ser parte de una comunidad valiente, sin armas de fuego y organizada como pueblo creyente, que rezaba y ayunaba aquí en Acteal, clamando a Dios por paz con justicia y dignidad para su pueblo, pues se habían negado a colaborar con quienes querían acabar con la lucha zapatista y con toda semilla de rebelión e inconformidad contra el gobierno, por medio del terror y la violencia.

Desde al menos 7 meses antes de la Masacre, ya habíamos denunciado que el gobierno entrenaba y financiaba grupos armados que nos tenían amenazados de muerte y habían quemado varias de nuestras casas, robado nuestras pertenencias y cultivos, obligando a muchas de nuestras familias a huir de nuestros hogares para ponernos a salvo, en medio del frío, la lluvia y el lodo. Pero todos estos actos violentos quedaron en la impunidad, pues las autoridades federales, estatales y municipales estaban de acuerdo en esta estrategia que llamaron Plan de Campaña Chiapas ‘94. Desde hace 23 años, estos son crímenes que no se persiguen ni se castigan en Chiapas.

Vemos con muchísima preocupación que lo mismo está pasando ahora, con nuestros hermanos de Aldama y Santa Marta que están viviendo escondidos en el monte o debajo de los cafetales para huir de los disparos diarios con armas de alto poder que se están tendiendo sobre sus casas y milpas. Pero lo que nunca se habían visto en Chiapas son los disparos contra una camioneta con voluntarios de organizaciones de la sociedad civil que llevaran víveres para mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianas desplazados y damnificados por las lluvias torrenciales.

Nos indigna el ataque a la caravana organizada por el Fisanim y Cáritas, que llevaba ayuda humanitaria a las y los desplazados de Aldama el pasado 18 de noviembre, donde fue herida en la pierna nuestra hermana religiosa Chabelita, por una bala de grueso calibre. Sabiendo que por el exceso de lluvias los cerros se están desgajando, que los pocos árboles que nos quedan en las comunidades se están derrumbando, el gobierno y los agresores saben que los desplazados pueden morir con este mal clima, pasando frío, hambre y enfermedades, así que este ataque para boicotear la ayuda vital que se les llevaba, es especialmente cruel. Y más aún, no podemos entender cómo un gobierno que se dice de “los pobres” permita estas agresiones.

(Continuar leyendo…)

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Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Nos ha quedado claro que un pueblo con memoria es un pueblo al que no se le puede engañar y mucho menos callar en tiempos de violencia

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

                      

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal


Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Chenalhó, Chiapas, México.

 

22 de octubre de 2020.

 

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

La memoria de Acteal, la de nuestra lucha, la de nuestro caminar y la de nuestra identidad, nunca se mueren, gracias a la esperanza.

Aquí, donde los paramilitares de gobiernos criminales sirvientes del capitalismo y de la muerte masacraron a nuestras 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés, nunca se cansarán de denunciar nuestras palabras que nos quisieron exterminar. Cada día 22 del mes, con cada sol y cada luna que se suceden, como un acto de dignidad y de justicia, recordaremos siempre esa masacre.

Foto: Area de Comunicacion Abeja

Nos ha quedado claro que un pueblo con memoria es un pueblo al que no se le puede engañar y mucho menos callar en tiempos de violencia, de represiones y de imposiciones de megaproyectos disfrazados de “desarrollos” y “de progreso”.

Hermanas y hermanos, en estos días varios pueblos y comunidades organizadas en el Congreso Nacional Indígena (CNI), del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) y de organizaciones sociales independientes, están siendo atacados y golpeados, violentando sus derechos a la libre determinación y autonomía por defender su tierra y territorio.

Desde Acteal, sede de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, miembros del CNI, nos solidarizamos con la comunidad Otomí residente en la Ciudad de México, que desde el 12 de octubre en el marco de los 528 Años de Resistencia y Rebeldía de los pueblos originarios, tomó las oficinas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para exigir vivienda digna y respeto a sus derechos como pueblos. Es así que saludamos la digna lucha de nuestras hermanas y hermanos y pedimos sean respetados y escuchados por el director del Instituto Nacional de Pueblos Indios (INPI) y que el gobierno no recurra a la violencia y la represión, como lo hizo con el pueblo maya tseltal de Chilón, Chiapas, en vez de entablar un diálogo verdadero y digno.

También nos unimos a la campaña por la liberación del compañero Fidencio Aldama Pérez del pueblo yaqui de Loma de Bácum, que desde el 27 de octubre del 2016 fue detenido ilegalmente, acusado de un homicidio que no cometió. Su delito fue luchar junto con su pueblo en contra de la construcción de un gasoducto que atravesaría por 90 kilómetros de la región, en su tramo Guaymas-Oro. http://www.congresonacionalindigena.org/2020/10/21/campana-total-por-la-liberacion-de-fidencio-aldama-perez/ ¡¡Libertad para el guardián tradicional de Loma de Bácum, Fidencio Aldama Pérez!!

Foto: Area de Comunicacion Abeja

Del mismo modo, nos hacemos parte de la campaña de difusión “El PIM no es desarrollo es despojo y destrucción”, convocada por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala http://www.congresonacionalindigena.org/2020/10/21/convocatoria-a-la-campana-de-difusion-el-pim-no-es-desarrollo-es-despojo-y-destruccion/

Ante todo lo anterior, es urgente que el gobierno de López Obrador cancele sus planes de construcción de megaproyectos en territorios de los pueblos, quienes han afirmado que el Proyecto Integral Morelos (PIM) no es un proyecto de desarrollo, sino de muerte. Así mismo como el proyecto Transístmico y el mal llamado “Tren Maya”.

Sólo invocando la memoria de cómo hemos luchado, resistido y sufrido, podemos sostenernos para seguir enfrentando la muerte que están preparando para nosotros.

Ahora que se acerca la celebración de″ la memoria de las almas (Día de Muertos), estamos preparando flores, candelas y comidas que son las ofrendas que necesitamos para invitar a nuestras ánimas a que nos visiten los días 1 y 2 de noviembre, de manera que en esos instantes estén de nuevo con nosotros y compartan nuestras alegrías y dolores, para que nos ayuden e intercedan por nosotros para que pare la violencia en nuestros pueblos. Para nuestros 45 hermanas y hermanos más los 4 bebés no nacidos que dieron su vida en la Masacre de Acteal, así como para otros hermanas y hermanos asesinados por el Estado mexicano como Digna Ochoa y Plácido, como Maricela Escobedo, como muchas otras mujeres y niñas víctimas de feminicidios, como los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y las más de 73 mil personas desaparecidas en todo México -la lista de los asesinatos y masacres en México es extensa y pedimos no olvidarnos de ellas y ellos, porque tienen nombre y apellidos- que en los pétalos y aroma de cempasúchil, en las llamas de las candelas, en el aire, en el viento, en la luz del sol y en las gotas de la lluvia los palpemos y nos comuniquemos con ellas y ellos.

Foto: Area de Comunicacion Abeja

Sólo con la memoria viva, además de la esperanza, podemos evidenciar la impunidad sembrada por los jueces corruptos, por los malos gobiernos que dieron las órdenes para que seamos desaparecidos, asesinados, masacrados, para que con nuestro corazón grande, nuestra conciencia grande, traspasemos la barrera de la impunidad, de la mentira, de la burla, del desprecio y de la muerte impuesta.

Hermanas y hermanos: Alonso Vázquez, María Luna, Manuel Sántiz Culebra, Victorio, Ignacio, Miguel, Susana y todas y todos los 45 y más ustedes los 4 bebés que fueron ultrajados dentro del vientre de sus madres, aquí seguimos resistiendo en este lugar donde partieron, donde el 22 de diciembre les fueron arrebatados sus vidas por el grupo paramilitar priísta de Chenalhó, por órdenes de Ernesto Zedillo Ponce de León. Les queremos platicar que los malos gobiernos no han dejado de hostigarnos, no cesan sus políticas de desgaste en nuestra Organización Las Abejas, ahora que lograron dividirnos ofreciendo dinero, muchos hermanos que antes estaban en la organización y luchaban por justicia para ustedes, ahora han tomado otro camino. Algunos de sus familiares prefirieron aceptar la dichosa “solución amistosa”, pero nosotros aquí seguimos luchando porque se castigue a los responsables de su crimen.

Otros hermanos han actuado como los paramilitares que destruyeron en 1997 las casas de varios de ustedes, persiguiendo hoy a 5 familias del barrio “Río Jordán”, miembros de Las Abejas de Acteal que hoy siguen viviendo en el Campamento de Desplazados “Los Naranjos”, que ustedes fundaron y habitaron antes de ser masacrados. Otros hermanos se han aliado a los paramilitares que llegaron a matarles, y ahora ellos se encargan de encubrir la reaparición de nuevos grupos paramilitares que se ponen al servicio de quienes están interesados en que haya miedo y violencia en las comunidades, para que no se puedan organizar. Aprovechan viejos conflictos por tierras entre nuestros pueblos y los hacen más graves con sus discursos falsos y de odio, se autoproclaman como los únicos que pueden solucionar los problemas y así ganar puestos en el gobierno.

Foto: Area de Comunicacion Abeja

Apenas hace unos días, recordamos cómo o cumplimos 20 años de la Reubicación del campamento de los desplazados de Nuevo Yibeljoj, a los que ustedes tanto apoyaron con oraciones, con comida y pozol para que fuera menos duro su sufrimiento. Esa violencia que ustedes atestiguaron, dando su vida para que fuera frenada, ha regresado hoy con más poder destructivo. Son más los hermanos que ahora creen más en el dinero y el poder que en el Dios de la Justicia.

Pero, como estamos convencidos en que es la memoria y la esperanza que nos dan fuerza y nos dan claridad en nuestro caminar en la búsqueda de la justicia, nos apoyamos en ustedes, 45 hermanas y hermanos, ustedes los 4 hermanitos nuestros, pues sentimos que desde donde están nos miran. Y sabemos que le piden a Dios Padre y Madre, al Dios de la Justicia y de la Verdad que no abandonemos esta lucha que iniciamos con ustedes, que no traicionemos su memoria, que no cambiemos por dinero y migajas su sangre derramada aquí en Acteal. Les pedimos que en estos tiempos en los que se han reactivado los paramilitares tanto en la zona Norte como en los Altos de Chiapas, no suceda otra masacre y que intercedan por todas las mujeres y hombres y niñas y  niños y ancianas y ancianos de Aldama, Santa Martha, Chalchihuitán que están viviendo, como lo hicieron muchos de ustedes, en las montañas bajo la lluvia y el frío y con hambre y miedo de ser asesinados por los paramilitares. Intercedan por ellas y ellos a Dios Padre y Madre, pídanle por su vida y el pronto retorno con justicia a sus casas.

La memoria y la esperanza de Las Abejas de Acteal, nunca mueren.

 

Hermanas y hermanos quienes nos miran y leen desde sus espacios de lucha y desde sus casas, estemos pendientes de toda la situación de los derechos humanos y de la vida de las comunidades y pueblos en riesgo, nosotras y nosotros desde Acteal Casa de la Memoria y Esperanza, aunque somos pequeñas y pequeños, sepan que nuestro corazón está con ustedes.

 

Atentamente

La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

 

Por la Mesa Directiva:

 

 

           Simón Pedro Pérez López Hilario Jiménez Pérez

 

 

 

 

Francisco López Sántiz

 

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Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Desde el campamento de Reubicación Nuevo Yibeljoj, las familias miembros de Las Abejas de Acteal, quienes aquí estamos en la resistencia

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Campamento de reubicación Nuevo Yibeljoj

Chenalhó, Chiapas, México.

17 de octubre de 2020.

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

Es grande la alegría en nuestro corazón. El día de hoy cumplimos 20 años de habernos llegado en esta tierra, pero, también duele recordar, porque aquí no llegamos por gusto, la violencia paramilitar no nos dejó opción de poder retornar a nuestra comunidad de origen.

En primer lugar, agradecemos a la Madre Tierra y a Dios Padre-Madre por habernos permitido vivir y guardado de toda enfermedad, sobre todo por habernos salvaguardado de agresiones paramilitares y de los gobiernos, con sus estrategias de desgaste y ataques a nuestra resistencia, dignidad y autonomía.

Los que organizamos esta celebración, somos mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños, desplazados en el campamento Nuevo Yibeljoj, miembros de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, y lo hacemos en coordinación con nuestras autoridades la Mesa Directiva.Así mismo una representación de los sobrevivientes de la Masacre de Acteal, coordinadores, representantes de las comunidades que conforman Las Abejas, Coro de Acteal y el área de comunicación de dicha organización, que incondicionalmente nos acompañan en esta histórica celebración de nuestro caminar.

 

Antecedentes:

Quienes ahora conformamos y habitamos el campamento Nuevo Yibeljoj, somos originarios de la comunidad Yibeljoj, somos miembros de la Organización Las Abejas desde su fundación en el año de 1992.

Un mes antes de la masacre de Acteal, nuestra comunidad Yibeljoj, miembros de Las Abejas, fuimos obligados a salir de nuestras casas bajo amenazas de muerte por un grupo paramilitar priista de Chenalhó, creado por el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.Fue así que el 16 de noviembre de 1997, 97 familias, llegamos a refugiarnos en una pequeña comunidad llamada Juan Diego X-oyep, abandonando nuestras casas, pertenencias, milpas y cafetales.

 

Después de permanecer 3 años en el campamento Juan Diego X-oyep, se empiezan a escasear el agua, la leña, no hay tierras para sembrar la milpa, habían brotes de varios tipos de enfermedades; se empieza a poner difícil la sobrevivencia de las y los desplazados. Ante este panorama, decidimos hacer una reubicación del campamento, porque no había condición mínima para retornar a nuestra comunidad de origen, debido a que los paramilitares ahí estaban libres, sus armas que usaron en la masacre de Acteal, nunca fueron decomisadas. Pero, gracias a un grupo de hombres y mujeres que tuvieron un corazón solidario, pudimos conseguir este lugar para fundar lo que hoy es, el campamento Nuevo Yibeljoj.

Los acuerdos fundamentales que se establecieron en el campamento Nuevo Yibeljoj, eran: no aceptar proyectos y programas asistencialistas del mal gobierno, no partidos políticos, no sectas religiosas, entre otros.

En el campamento Juan Diego X-oyep, creamos nuestro propio proyecto de educación, salud, colectivos de economía alternativa, cuidado de la madre tierra y, todo esto acordamos practicar y fomentarlos en nuestra reubicación de campamento.

 

Pero, las políticas de engaño y cooptación del mal gobierno, pronto llegó a este campamento, muchos compañeros y compañeras cayeron en la trampa del mal gobierno, y retomaron el camino al que le llaman, “vida oficial”.Es triste, pero esa es su decisión y la respetamos.

Aunque ahora seamos menos familias quienes sostenemos ese compromiso que asumimos hace 20 años, hoy lo volvemos a confirmar: seguir en la resistencia, seguir organizados en la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, seguir caminando con los sobrevivientes de Acteal que demandan justicia desde hace casi 23 años y que hasta la fecha ese crimen de Estado sigue impune.

Los que seguimos en la resistencia en este campamento, creemos que otro mundo es posible, y para que eso sea realidad, es trabajar en proyectos autonómicos, y uno de ellos y que consideramos indispensable, es la educación de nuestros niños, que aunque camina lento, pero ahí vamos poco a poco con nuestra propia escuela tsotsil.

Hermanas y hermanos, para nosotras y nosotros hoy es un día de fiesta, pero, como dijimos al principio, recordar lo que nos sucedió hace 20 años, duele. Duele e indigna, porque no se ha hecho justicia, porque nunca ha habido algún retorno con justicia de los 10 mil desplazados tan sólo en el municipio de Chenalhó en el año de 1997.Y sí, varias comunidades de Las Abejas intentaron retornar a sus comunidades como en los casos de la colonia Puebla y Miguel Utrilla Los Chorros, en estas comunidades sólo pudieron vivir “tranquilos” por unos años, y empezaron a recibir rechazos y agresiones por tener otro pensamiento que los partidistas, el de creer en una paz con justicia, el optar por no recibir apoyos y programas gubernamentales.Fue así el caso de un grupo de compañeros nuestros del barrio “Río Jordán” de la colonia Miguel Utrilla Los Chorros, fueron agredidos, destruidas sus casas, desde el año pasado están desplazados en Acteal, y hasta la fecha no hay señales de que puedan retornar con justicia.Tal vez, si llegan a “humillarse” con sus agresores, tal vez si “reconocen” que son “minoría” y que según los usos y costumbres partidistas, es, que la “mayoría manda”, aunque violen derechos humanos fundamentales.

 

La violencia armada en contra de las comunidades y pueblos en resistencia ha regresado con más poder destructivo, gracias a la impunidad otorgada por los gobiernos priistas y panistas, y ahora el gobierno de la “4 Transformación”, llegó para abonarla.

Nosotros como desplazados de la guerra de contrainsurgencia en el año de 1997, y los sobrevivientes de la masacre de Acteal, a través de nuestra organización Las Abejas, hemos venido exigiendo una investigación verdadera y el castigo a los paramilitares responsables de los hechos previos y durante la masacre de Acteal y del mismo modo a los autores intelectuales; también demandamos el desarme de los grupos paramilitares y la desmilitarización del municipio de Chenalhó.Pero la respuesta que obtuvimos de los malos gobiernos, fue la burla, la humillación, y aplicó la política de desgaste en nuestra organización, con el objetivo de borrar la memoria, y así abandonar la exigencia de justicia verdadera y abortar los mecanismos de no repetición de hechos como el de Acteal.

Lo que desde hace casi 23 años advertimos, es que si los jueces y gobiernos no aplicaban la justicia en el caso Acteal, tarde o temprano podía suceder otra masacre como la de Acteal. Ahora se sabe públicamente que los paramilitares en Chenalhó, han regresado, ahora surgidos en Santa Martha Chenalhó, atacando a Aldama con el pretexto de una disputa de 60 hectáreas de tierra.

Sabemos que tanto de lado de Aldama como en Santa Martha hay personas sufriendo y viviendo en las montañas por temor de ser agredidos, y que seguramente no están de acuerdo con esa violencia en esas tierras tsotsiles, ahora la pregunta de miles de personas ¿Por qué no actúa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, suponiendo que no es igual que sus antecesores priistas y panistas quienes propiciaron masacres? Del gobierno estatal no podemos esperar nada de justicia, porque son los mismos amigos de los asesinos y criminales ex gobernadores, llámese sabinistas, güeros velazcos y sus bandas de corruptos y asesinos.

Y seguimos suponiendo que Obrador no es igual que Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, y Peña Nieto, pero, volvemos al caso Aldama y de los paramilitares de Santa Martha.¿Por qué sigue permitiendo su gobierno dejar a este grupo paramilitar siga disparando en contra de las familias de Aldama? Supongamos que la guerra de contrainsurgencia sólo fue en los sexenios priistas y panistas. ¿Por qué de repente reaparecen los grupos paramilitares en donde hay organizaciones, pueblos y comunidades en resistencia a los megaproyectos como el mal llamado “Tren Maya”, el “Corredor Transístmico”, el “Proyecto Integral Morelos”, del cual costó la vida de nuestro hermano Samir Flores por oponerse a este proyecto? Peguntamos como él hizo ¿desarrollo para quién, y a costa de qué?

¿Por qué en Tila, en donde en el año de 1995 fungió de laboratorio paramilitar y de ahí surge el grupo paramilitar “Paz y Justicia”, y resulta que cuando los ejidatarios del pueblo de Tila cuando determinan en asamblea no más partidos políticos y gobierno oficial en su territorio, vuelve ese grupo paramilitar quién torturó, desapareció, ejecutó a decenas de personas inocentes, para agredir y matar a los ejidatarios?

¿Por qué en el gobierno de Obrador, ahora ya no es en tiempo del priismo, suceden ataques a las comunidades zapatistas, como son el caso de la comunidad Moisés Gandhi, y el centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arcoiris, del crucero de Cuxuljá, Municipio Autónomo Lucio Cabañas, en donde el grupo paramilitar Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), atacó e incendió las bodegas de café y maíz de los hermanos zapatistas?

Y la violencia no para, apenas antier, el pueblo tseltal de Chilón, Chiapas, fueron reprimidos violentamente por la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública, por oponerse a la militarización de su territorio, condenamos este hecho y exigimos la liberación inmediata de José Luis Gutiérrez Hernández y Cesar Hernández Feliciano.

Ante todo lo anterior, es que si estamos viendo y no lo suponemos, ha regresado la guerra abiertamente en contra de los pueblos organizados que resisten y siguen consecuentes en la construcción de su autonomía.

Como ven, hermanas y hermanos, en este día no podemos sólo celebrar nuestros 20 años de la fundación de este campamento de desplazados, por eso con nuestra humilde palabra y solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que en este momento sufren, lloran, sangran, que su quejido retumba en las montañas en donde se esconden de las balas paramilitares; decimos, exigimos con toda la fuerza de nuestro corazón y dignidad tsotsil: Alto a la guerra, alto al fuego en contra de personas inocentes.Y pedimos se investiguen a ese grupo paramilitar de Santa Martha, Chenalhó, al grupo paramilitar “Paz y Justicia”, se investigue y castigue a los paramilitares de la ORCAO, y exigimos respeto a la libre determinación y autonomía de los pueblos del Congreso Nacional Indígena, del Concejo Indígena de Gobierno y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Desde el campamento de Reubicación Nuevo Yibeljoj, las familias miembros de Las Abejas de Acteal, quienes aquí estamos en la resistencia, quienes estamos haciendo todo lo posible con lo poco que tenemos para construir poco a poco nuestra autonomía, pedimos que nos respeten nuestro modo de pensamiento y decisión de creer y pensar que otro mundo más humano y libre puede existir, no se sabe qué día, qué mes y año ocurre, pero, lo que sí sabemos es que el mundo de los ricos, de los capitalistas, de los políticos corruptos, de los malos gobiernos, de los feminicidas, de los narcos, de los paramilitares, de los que traicionan a sus propios hermanos y hermanas a cambio de migajas o de unos cuántos pesos, se va a acabar.Y puede ser pronto, porque la Madre Tierra ya no aguanta más destrucción, porque Dios Padre-Madre ha escuchado el clamor de su pueblo, que pide justicia y paz verdadera.

Hermanas y hermanos, por el momento hasta aquí llega el hilo de nuestra palabra, los 20 años de nuestra lucha y resistencia no caben todo en este comunicado, pero les pedimos lleven en su corazón nuestra palabra humilde, como dijimos en la convocatoria, no es posible invitar a mucha gente con su presencia física por las condiciones sanitarias del Covid-19, pero estamos seguros que en donde quiera que caminan y existen, nos escucharon y difundan nuestra palabra, cuéntenle a sus compañeros y compañeras, a sus familias a sus conocidos, que aquí seguimos, que quienes nos acompañaron en nuestro éxodo un día 17 de octubre en el año 2000, desde X’oyep hasta esta tierra, díganle que no nos hemos vendido, que nuestra dignidad no tiene precio, que no traicionaremos la sangre derramada en Acteal, y de las y los que han dado su vida por nosotras y nosotros.

Desde el campamento de reubicación Nuevo Yibeljoj, aquí palpita, dignidad.

Atentamente

La voz del campamento de Reubicación Nuevo Yibeljoj de Las Abejas de Acteal

Por los representantes:

Fernando Pérez Jiménez Alfredo Jiménez Pérez

Por l@s fundador@s del campamento Nuevo Yibeljoj:

Mariano Pérez Sántiz Antonia Vázquez Pérez José A. Jiménez Pérez

Por la Mesa Directiva de Las Abejas de Acteal:

Simón Pedro Pérez López  Hilario Jiménez Pérez

 Francisco López Sántiz

Escuchar  Audio de comunicado: https://archive.org/details/comunicado-nuebo-yibeljo

 

 

 

 

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Celebración 20 años de reubicación del Campamento de desplazad@s Nuevo Yibeljoj

Celebración 20 años de reubicación del Campamento de desplazad@s Nuevo Yibeljoj

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Avispa Midia

En Acteal exigen juicio para autores intelectuales y materiales de la matanza

Por Eugenia López

El 22 de diciembre del año 1997, un grupo de indígenas Tzotziles fue atacado por paramilitares mientras se encontraba orando en el interior de una pequeña iglesia cristiana protestante de la localidad de Acteal, municipio de Chenalhó, en la región de los Altos de Chiapas. El ataque dejó un saldo de 45 muertos, incluyendo niños y mujeres embarazadas.

Aunque el gobierno mexicano mostró la masacre como parte de un conflicto étnico entre comunidades locales, para las personas que habitan la región la connivencia del Ejército Federal con el grupo armado responsable del ataque siempre ha sido obvia, lo que inscribe la masacre de Acteal en una estrategia deliberada del Estado para desarticular la organización social en la región.

Foto de Las Abejas de Acteal

Desde 1997, las y los sobrevivientes, familiares de las víctimas y miembros de la organización Sociedad Civil Las Abejas – la cual fue creada poco antes del levantamiento zapatista en 1994 y ha tenido una historia de solidaridad y cercanía con el movimiento armado aunque desde una perspectiva propia pacifista – han llevado una lucha incansable para obtener justicia y verdad. La presión ejercida obligó a las autoridades a detener y procesar diferentes paramilitares que participaron en la matanza, sin embargo, los autores intelectuales nunca fueron condenados.

A casi 23 años de la masacre, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) decidió ofrecer una disculpa pública a las víctimas y a sus familiares por el ataque paramilitar.

“Estamos en este acto para ofrecer una disculpa pública a las víctimas, a los familiares, a la comunidad de Acteal y al pueblo tzotzil por este profundo agravio”, dijo el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas, durante el acto de reconocimiento de responsabilidad, efectuado el pasado 3 de septiembre.

Ese día, un acuerdo de “solución amistosa” también fue firmado con un grupo de sobrevivientes y familiares de los 45 indígenas asesinados en 1997, aglutinados en una agrupación llamada Las Abejas de Acteal Consejo Pacifista, la cual nació de una división reciente con la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal. En dicho acuerdo, se incluyeron medidas “de reparación” como becas educativas, apoyo en vivienda, mantenimiento y construcción de infraestructura hospitalaria y de atención médica. Además, el Estado ofreció medidas de no repetición y una compensación económica individualizada para los familiares de 18 víctimas y 12 sobrevivientes de la masacre.

Engaños

Mujeres de Actal protestan para exigir el desarme de grupos paramilitares en la región de los Altos de Chiapas. Agosto, 2019. Foto del equipo de comunicación de las Abejas

Por otro lado, la funcionaria Martha Delgado Peralta, Subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, planteó que el acuerdo pondría fin al proceso litigioso interpuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en cuanto a la responsabilidad del Estado mexicano en la masacre.

Sin embargo, para la organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, esos actos no son más que “engaños”, ya que “una disculpa pública no basta, pues no es un verdadero acto de justicia”: el Ejército, así como otros altos mandos responsables de dirigir el Plan de Campaña Chiapas 94, deben ser investigados y llevados a juicio. De hecho, la organización le pidió a la CIDH que siguiera con las investigaciones, y declaró que sigue a la espera de que la Comisión emita el informe de fondo sobre el caso.

Entre las personas vinculadas con la masacre, se han señalado a Ernesto Zedillo Ponce de León, Emilio Chuayffet, Gral. Enrique Cervantes Aguirre, Gral. Mario Renán Castillo, Julio César Ruiz Ferro, Homero Tovilla Cristiani, Uriel Jarquín Gálvez, Jorge Enríque Hernández Aguilar y David Gómez Hernández.

A través de su comunicado, la Sociedad Civil Las Abejas insistió en que a pesar del dolor, de los años que pasan sin obtener justicia y de la división que con el tiempo se ha creado entre sobrevivientes y familiares de las víctimas, no han perdido su determinación.

“Tal vez pensaron que nos íbamos a cansar. Que las repetidas injusticias que han cometido con nosotros, año con año, iban a matarnos por dentro. Que el dolor iba a terminar por dejarnos callados, si pasaba suficiente tiempo. Que después de lograr dividir a nuestra organización y a los sobrevivientes y familiares de nuestros mártires, perderíamos la esperanza de que viniera la verdadera justicia y nos conformaríamos con cualquier ayuda o apoyo para nuestra familia. El gobierno federal tal vez pensó que aceptaríamos cualquier cosa que aliviara, aunque fuera un poquito la situación de dolor y pérdida que ha marcado nuestras vidas, desde que los paramilitares se organizaron para venir a matarnos. Que nos conformaríamos con cualquier cosa para evitar sentir que todo lo que hemos estado esperando y exigiendo por tantos años no ha servido para nada. Pero no.

El cansancio no nos venció. El desgaste no nos dobló. Los golpes no nos han tumbado. La desesperanza no se ha apoderado de nuestro corazón. Ninguna promesa de compensación económica ha sido suficiente para conformarnos con una disculpa pública que no llega a la raíz de la verdad, que deja en la impunidad a todos los responsables y por ello no garantiza que no pueda volver a suceder un Acteal en nuestras tierras”, afirmó el comunicado.

Paramilitarismo, en aumento

Durante años, el ejido de Tila ha denunciado la actuación de células paramilitares en la región norte de Chiapas. Enero, 2016. Foto de Koman Ilel

De hecho, como lo detalló Herman Bellinghausen, periodista y autor del libro “Acteal: Crimen de Estado” en una extensa entrevista con Carmen Aristegui, están sucediendo cosas muy graves en la región actualmente, en particular en los municipios de Aldama y Tila donde se han multiplicado los ataques paramilitares.

“Estamos viviendo lo mismo, son las mismas armas, porque nunca se les confiscaron las armas a los paramilitares que actuaron en Acteal, y ahora seguramente tienen más ya que entran otras variables como el narcotráfico, pero sigue siendo una operación militar y a mi me da la impresión de que salvo unas actualizaciones, siguen vigentes los manuales de constrainsurgencia que se usaron entonces, que a su vez eran inspirados en los manuales de contrainsurgencia del Pentágono.

Entonces yo creo que este acuerdo es una prisa para liquidar un asunto que no está liquidado. (…) La militarización actual en Chiapas es la misma que antes, están profundamente militarizados y las comunidades siguen sitiadas, invadidas y rodeadas por el ejército federal y cuando suceden los problemas que están sucediendo, que recuerdan tanto los del 97 donde hay muertes, desplazados, pueblos arrasados, la inacción de la Guardia Nacional es muy preocupante, y yo diría que es sospechosa”, alertó el periodista.

En el mismo sentido, el comunicado de las Abejas afirmó: “Pensamos que la solución amistosa firmada el pasado 3 de septiembre fue un engaño para que ustedes puedan lavarse las manos en este caso y aparentar que el gobierno de López Obrador es diferente.

Si de veras estuvieran tan interesados ustedes en la paz y en la igualdad, ¿por qué siguen garantizando impunidad a los paramilitares? ¿por qué sigue habiendo muertos y heridos de balas de grueso calibre en Aldama y en Tila?, ¿por qué sigue aumentando el número de desplazados en Aldama y en Chalchihuitán, por qué se deja actuar libremente y sin castigo a los grupos de corte paramilitar que destruyen casas de los que buscan su vida autónomamente, colectivamente, sin aceptar apoyos del gobierno?”.

radio
Las Abejas de Acteal

Licenciado Encinas, una disculpa pública no basta, no es un verdadero acto de justicia

Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal


Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

           Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

22 de septiembre de 2020.

Al Congreso Nacional Indígena

Al Concejo Indígena de Gobierno

A las y los defensores de los derechos humanos

A los medios libres y alternativos

A los medios de comunicación nacional e internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

Hermanas y hermanos:

Una y otra vez el Estado mexicano nos ha humillado, nos ha marginado, nos ha culpado, nos ha engañado, nos ha mentido, nos ha despreciado, nos ha querido utilizar, nos ha dividido, nos ha ofendido y ha querido comprar con su dinero y sus proyectos la sangre de nuestras 45 hermanos, hermanas, hermanitas y hermanitos, abuelas y abuelos, tías, tíos y de 4 bebés no nacidos, cuya vida nos arrebataron en Acteal hace ya casi 23 años.

Foto: Área de comunicación de las Abejas

Tal vez pensaron que nos íbamos a cansar. Que las repetidas injusticias que han cometido con nosotros, año con año, iban a matarnos por dentro. Que el dolor iba a terminar por dejarnos callados, si pasaba suficiente tiempo. Que después de lograr dividir a nuestra organización y a los sobrevivientes y familiares de nuestros mártires, perderíamos la esperanza de que viniera la verdadera justicia y nos conformaríamos con cualquier ayuda o apoyo para nuestra familia. Que aceptaríamos cualquier cosa que aliviara aunque fuera un poquito la situación de dolor y pérdida que ha marcado nuestras vidas, desde que los paramilitares se organizaron para venir a matarnos. Que nos conformaríamos con cualquier cosa para evitar sentir que todo lo que hemos estado esperando y exigiendo por tantos años no ha servido para nada.

Pero no. El cansancio no nos venció. El desgaste no nos dobló. Los golpes no nos han tumbado. La desesperanza no se ha apoderado de nuestro corazón. Ninguna promesa de compensación económica ha sido suficiente para conformarnos con una disculpa pública que no llega a la raíz de la verdad, que deja en la impunidad a todos los responsables y por ello no garantiza que no pueda volver a suceder un Acteal en nuestras tierras. No nos hemos conformado con migajas de justicia. Tampoco han logrado que odiemos a nuestros hermanos que dejaron la organización.

Y todo esto lo hemos logrado también gracias a que no hemos estado solos en esta lucha por la justicia verdadera. Los mártires y su fuerza nos han mantenido. Y también nos han apoyado nuestros hermanos solidarios. No olvidamos que son muchos los hermanos y hermanas del mundo entero que han conocido nuestro dolor y han caminado con nosotros para lograr que la verdad vea la luz, que más personas sepan lo que realmente pasó en Acteal, cómo pasó y quiénes fueron los perpetradores y responsables, para que no olvidemos por qué dieron su vida  nuestro hermano Alonso Vásquez y  nuestros demás hermanos y hermanas, para no traicionarlos. Hoy queremos agradecer especialmente a todos los hermanos y hermanas que nos hicieron llegar sus videos y cartas de apoyo en la exigencia de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dicte ya el informe de fondo sobre el caso Acteal. Que no considere cerrado el caso con la firma de la solución amistosa entre algunos de nuestros hermanos y el gobierno federal. Gracias al Padre Marcelo Pérez Pérez, a la Comunidad JUNAX, a Juan de la Cruz, a Susana de la Cruz, a Jorge Ávila, a Teresa Carmona, a María Estela Barco, a Fray Gonzalo Ituarte, a Pedro de Jesús Faro Navarro, a Mónica Wise Robles, a Max García, a Michele Di Spigno, a las hermanas del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, a Irma Vázquez Cadenas, a Rubén Moreno, a Jorge Luis López y a todas y todos en el Equipo Frayba, al Grupo de las y los trabajadores (Morelos), a Begoña Lecumberri, a Itzel Silva Monroy, a Blanca Martínez, a Pablo Obando, Jorge Jarillo, Daniela Valdés, Almudena, Silvia y Eunice de la Mesa por México, a gatoperro COLECTIV@ Puebla, a Susana Montes y a Mariana Ramírez Rodríguez, a la Doctora Adriana Ruiz Llanos, a Liliana Campos Ruiz, a Rogelio Rueda, a Manuel Valdivia y al Doctor Roberto Campos de la Red de Salud Intercultural, por hacer suya nuestra voz. También queremos agradecer particularmente a todos los periodistas independientes y medios libres que nos han prestado su oído, su cámara y sus espacios de transmisión para ayudar a difundir nuestra palabra. También agradecemos de corazón a las 44 organizaciones de la Sociedad Civil Mundial que firmaron desde Valencia (España) la carta dirigida a esta Comisión Interamericana de Derechos Humanos, explicando por qué el Caso 12.790 Manuel Santis Culebra y Otros (Masacre de Acteal) está lejos de haber encontrado la justicia en México, por lo que se requiere que una instancia como la CIDH recomiende este mismo año al gobierno mexicano el señalamiento de todos los culpables, tanto intelectuales como materiales, y las medidas necesarias para que sean juzgados, de tal forma que estos crímenes de lesa humanidad no sigan pasando una y otra vez. Les agradecemos porque en esa carta del 21 de agosto supieron explicar que el consuelo verdadero para los sobrevivientes y familiares de los masacrados será que se haga verdadera justicia.

Foto: Área de Comunicación de las Abejas

Tal vez hubo quienes pensaron que nos tragaríamos el cuento de que este mal gobierno actual es diferente de aquel mal gobierno pasado que trajo miles de soldados a nuestras tierras, supuestamente para protegernos y evitar que la violencia nos alcanzara. Que fue otro el mal gobierno que hizo el plan para convencer a nuestros familiares de que se hicieran paramilitares, que los entrenó, les consiguió las armas y dinero para que se organizaran para aprender a quemar, a robar y a matar. Que fue otro el gobierno que ordenó a su policía y ejércitos que no hiciera nada para evitar la matanza durante las siete horas que nos dispararon, nos persiguieron, nos desvistieron, nos ultrajaron, nos mutilaron ynos ultimaron. Que fueron otros los funcionarios públicos que trataron nuestros cuerpos sin vida como si fuéramos animales, que se los llevaron sin permiso, sin dejarnos honrar a nuestras ánimas como era necesario para que pudieran llegar a su destino. Que fueron otros los que hicieron mal su trabajo al recoger la evidencia necesaria para que fuera difícil después saber con verdad quiénes y cómo nos mataron y poder dar con los asesinos.

Que fueron otros los que quisieron separar, a los niños que quedaron huérfanos, de sus familiares que sobrevivieron. Que fueron otros los que no se preocuparon por informarnos dónde habían llevado a los heridos y de  decirnos a sus familiares si estaban aún con vida y cómo se encontraban. Que fueron otros los funcionarios que se vieron obligados a meter a la cárcel a los asesinos que nosotros reconocimos, pero redactando sus confesiones en forma amañada y en expedientes mal elaborados, de tal forma que al paso del tiempo pudieran ser liberados. Que fueron otros quienes hicieron todo lo posible para que todos los funcionarios que, desde los más altos niveles del gobierno estatal y federal, idearon, buscaron financiamiento, coordinaron y ejecutaron el Plan de Campaña Chiapas 94, hasta el momento sigan tan campantes y aún no paguen su culpa por los asesinatos, violaciones, desplazamientos forzados, quema de casas, robo de pertenencias y el terror que provocaron. Que fueron otras las autoridades que decidieron dejar libres a los paramilitares asesinos, a pesar de haber sido plenamente identificados por los que sobrevivieron a su crimen. Que son otros los que han premiado a los paramilitares por el delito de masacrarnos y les han conseguido casas, tierras, dinero mensual y poder para caminar libres entre  nosotros, obligándonos a recordar a cada momento lo que nos hicieron y lo que nos arrebataron, como si nuestro dolor no valiera nada. Que son otros los que con todas estas acciones siguen dando a  los asesinos y a sus herederos o amigos el poder de desquitar su coraje con nosotros, pues muchos siguen queriendo acabar con nuestra semilla de  dignidad, de servicio desinteresado, de amor por la justicia verdadera, de hermandad y sacrificio por la paz.

Pero sabemos que sí, que sí son los mismos. Sabemos que este gobierno, aunque usa otros nombres y  otras máscaras, está haciendo lo mismo que hicieron todos los malos gobiernos anteriores: militarizando nuestra tierra, apoyando a sus propios paramilitares, administrando el terror, solapando la violación a los derechos humanos cuando les conviene, manteniendo en la cárcel a personas inocentes, pactando con el narco, garantizando los intereses del gran capital a costa del despojo de tierras y recursos naturales, provocando la muerte de los pueblos indígenas, sin respetar sus derechos.

Por eso, Licenciado Encinas, una disculpa pública no basta, no es un verdadero acto de justicia. ¿Y el castigo a los responsables? El Ejército Federal debe ser investigado y todos los altos mandos responsables de dirigir el Plan de Campaña Chiapas 94 deben ser llevados a juicio. Por eso, pensamos que la solución amistosa firmada el pasado 3 de septiembre fue un engaño para que ustedes puedan lavarse las manos en este caso y aparentar que el gobierno de López Obrador es diferente. Si de veras estuvieran tan interesados ustedes en la paz y en la igualdad, ¿por qué siguen garantizando impunidad a los paramilitares? ¿por qué sigue habiendo muertos y heridos de balas de grueso calibre en Aldama y en Tila, por qué sigue aumentando el número de desplazados en Aldama y en Chalchihuitán, por qué se deja actuar libremente y sin castigo a los grupos de corte paramilitar que destruyen casas de los que buscan su vida autónomamente, colectivamente, sin aceptar apoyos del gobierno, como nuestros hermanos Abejas de Los Chorros que ya llevan más de un año desplazados aquí en Acteal, o los hermanos zapatistas que vieron arder sus bodegas comunitarias de café en Moisés-Gandhi?

¿A poco no se dan cuenta que si no hay castigo, si no ven consecuencias negativas de los delitos que cometen, los paramilitares seguirán envalentonados, desatando violencia descontrolada a su paso? ¿Acaso es eso precisamente lo que quieren ustedes, el caos y el terror para que sea más difícil la organización independiente del gobierno? ¿Acaso necesitan los votos y la influencia política que los paramilitares les pueden brindar? ¿Por qué no los han parado?

El gobierno de la 4T sigue negando que son paramilitares los que se filmaron a sí mismos en video con armas de uso exclusivo del Ejército, funcionando en Chenalhó y a favor de Santa Marta en el conflicto con Aldama. Si dejan que sigan armados y  disparando a la población civil, están preparando el camino a otra masacre, tal como hicieron en su momento Zedillo, Chuayfet, Ruiz Ferro y otros de los autores intelectuales de la masacre de Acteal. Ellos son culpables porque fomentaron la masacre al no hacer nada para evitarla y propiciar las condiciones en que se gestó.

Las Abejas de Acteal no son indiferentes a los sufrimientos, los ataques, los muertos, los heridos y el desplazamiento forzado en Aldama, los compañeros muertos y heridos en los ataques en Tila, el robo de café y destrucción de bodegas comunitarias en el Municipio Autónomo Zapatista Lucio Cabañas, entre otros. No podemos aceptar una disculpa pública, mientras vemos que por la impunidad construída, se siguen  muriendo y están sufriendo compas, hermanas y hermanos. La No violencia de Las Abejas de Acteal no es eso.

Por último, queremos pedir de corazón y con todo respeto que nos sigan acompañando las organizaciones e individuos que nos han seguido y han caminado con nosotras en esta etapa, así como a los periodistas conscientes que han hecho una gran labor de informar cómo está nuestra verdadera situación y han sabido entender y respetar nuestra lucha, nuestra resistencia.

Porque si este día se cierra la campaña “Las Abejas van por el informe de fondo” esto es sólo el fin de una pequeña etapa, porque la búsqueda de la justicia va a seguir y nosotros, junto a ustedes, no vamos a parar.

Desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza.

 

La voz de la Organización Sociedad Civil de las Abejas

Por la mesa directiva

Simón Pedro Pérez López                                Hilario Jiménez Pérez

    

Francisco López Santiz

Audio de comunicado de las abejas de acteal.

https://archive.org/details/comunicado-de-las-abejas-22-de-septiembre-2020_202009

 

 

 

 

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Las Abejas de Acteal

Acteal: A 22 años del Crimen de Estado cometido aquí, no hay voluntad política de crear estrategias para que hechos como el de Acteal jamás se repitan

Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.
22 de diciembre de 2019

Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios Libres y Alternativos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Y a la opinión pública

Hermanas y hermanos:

En este día, damos gracias a nuestras creadoras y creadores de la tierra y del cielo, por darnos un corazón y conciencia que no olvidan, que luchan y construyen una memoria digna y una justicia verdadera por la Masacre de Acteal.

Hoy nos encontramos aquí para conmemorar a nuestras 45 hermanas y hermanos masacrados y más los 4 bebés que fueron violentamente sacados del vientre de sus madres. Este crimen atroz fue cometido por un grupo paramilitar priísta de Chenalhó, un día lunes 22 de diciembre de 1997, aquí en Acteal. Este lugar era un campamento civil en el que se encontraban viviendo decenas de integrantes de nuestra Organización Las Abejas de Acteal, que habían huido de sus comunidades por la violencia implementada por el Estado mexicano en su guerra contrainsurgente, a través del Plan de Campaña Chiapas ’94, durante el mandato presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León. Este plan fue planeado desde la Presidencia de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional para acabar con nuestros hermanos zapatistas y otras organizaciones y comunidades que denunciaban las políticas corruptas y de despojo de los malos gobiernos.

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Las Abejas de Acteal

Las Abejas de Acteal: 22 años de memoria y no olvido

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Frayba

Allanamiento, despojo y robo en Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza

Fuente: Frayba

    • Daños al proyecto de Salud Autónoma de Las Abejas de Acteal.
    • Destrucción de 3 casas, una de ellas la de Juana Pérez Arias sobreviviente de la Masacre de Acteal y otra que ocupaban de cocina las desplazadas de Río Jordán.

Urgimos al Estado mexicano garantizar la seguridad de las y los integrantes de Las Abejas de Acteal y respetar la autonomía de la organización que nació en 1992, con apuesta por la paz, referente en la defensa de los derechos humanos de los Pueblos Originarios, especialmente persistente en la búsqueda de justicia por la Masacre del 22 de diciembre de 1997.

FIRMA LA PETICIÓN AQUÍ

El día 18 de septiembre de 2019, a las 8:59 horas, aproximadamente, empezaron a destruir la casa de doña Juana Pérez Arias, en la comunidad tsotsil de Acteal, en Chenalhó, Chiapas, México. De 75 años, originaria de la comunidad tsotsil Chimix, ella es desplazada del conflicto de 1997 y sobreviviente de la Masacre del 22 de diciembre de ese año. Su esposo Manuel Sántiz Culebra fue ejecutado durante este crimen de Estado, el nombre de él refiere el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (1).

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