[Caravana migrante] En Veracruz, criminalizan la asistencia humanitaria al éxodo migrante
Misión de Observación en Córdoba recibe amenazas de la policía y migración. Los tratan de “polleros”
Córdoba, Veracruz. 3 de noviembre de 2018, 20:00 horas.
Por apoyar la asistencia humanitaria del éxodo de migrantes centroamericanos en su paso por el centro de Veracruz, agentes de Migración y de la Policía Federal amenazaron con iniciar procesos judiciales en contra del sacerdote Julián Verónica, de la Parroquia de Paraje, Amatlán de los Reyes e integrante de la Misión de Observación-Veracruz, e incluso a la presidenta municipal de Córdoba, Leticia López Landero.
El intento de criminalizar las acciones de apoyo en esta emergencia representa un cambio drástico en la política de atención a la situación de los centroamericanos en tránsito hacia Estados Unidos, que hasta el día de ayer recibieron la atención y el paso libre por parte de las corporaciones policiacas en territorio oaxaqueño y veracruzano.
Pese a las declaraciones públicas del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que ayer aseguró vía redes sociales que el gobierno daría asistencia humanitaria, los integrantes de la Misión de Observación de Derechos Humanos en Veracruz, fueron tratadas de “polleros”, inhibiendo así las acciones de por sí complicadas ante la dispersión de la caravana en el tramo más riesgoso para migrantes y no migrantes de la entidad.
Cabe mencionar que la alcaldesa había contratado 10 camiones para dar certeza del tránsito hacia Puebla a mujeres, niños y familias completas que se dirigían a dicha entidad, tras una larga jornada de traslado desde el sur de Veracruz, mismos que fueron cancelados luego de recibir las amenazas de la policía estatal de frenar esta acciones, lo que inhibe claramente la capacidad de ayuda de las autoridades locales.
[Caravana migrante] Yunes dispersó a migrantes en el “foco rojo” de la ruta por Veracruz; aumentó el riesgo de familias y la incertidumbre del éxodo
Ciudad Isla, Veracruz, 3 de noviembre de 2018. 19:00 horas.
El incumplimiento de la promesa de transporte a la Ciudad de México, acción indolente del Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, detonó la frustración, desesperación y dispersión del éxodo de migrantes centroamericanos en el “foco rojo” de la ruta territorio veracruzano: más de 300 kilómetros -entre Oaxaca y los límites con el estado de Puebla-, que están de facto bajo el control del crimen organizado y las redes de corrupción gubernamentales de todos los niveles.
El contingente que se mantuvo más o menos compacto en su tránsito por Chiapas y Oaxaca, se dividió desde las primeras horas de este sábado 3 de noviembre en dos grandes grupos: el primero compuesto principalmente por hombres jóvenes que avanzó trepado o dentro de vehículos de carga rumbo a Puebla, y el segundo, de familias con niños, mujeres embarazadas o enfermos, que se dispersaron durante todo el día y parte de la noche entre Ciudad Isla, Loma Bonita, Tierra Blanca y Córdoba, escenario de desapariciones forzadas, extorsión, secuestro, asesinatos, redes de trata y crimen organizado.
Esto, tras el desconcierto y la frustración que provocó la espera de dos horas –desde las cinco de la mañana- de los 150 camiones que el gobernador prometió llegarían a Sayula de Alemán para llevarlos a CDMX y que nunca llegaron. A primera hora, el grupo grueso de migrantes decidió reiniciar su marcha a pie o a como diera lugar por la ruta más peligrosa de la entidad, iniciando su travesía bajo medidas extremas en el viaje que aumentaron su vulnerabilidad y pusieron en riesgo sus vidas.