La frontera de Chiapas con Guatemala se encuentra desde aproximadamente 2021 atravesada por un conflicto armado no reconocido basado en la disputa territorial de estructuras de la delincuencia organizada por el control de mercancías, servicios, personas, productos legales e ilegales, así como de la propia vida de la población local. Esta zona, conocida como región frontera, comprende los municipios de La Trinitaria, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Siltepec, Escuintla, Motozintla, Mazapa de Madero, El Porvenir, La Grandeza, Bejucal de Ocampo, Amatenango de la Frontera y Bella Vista.
Por su ubicación geográfica y recursos naturales estratégicos, Chiapas es un territorio clave para el control e impulso de economías legales e ilegales. Cabe resaltar que la región, cuya población es ampliamente indígena, es históricamente abandonada por el Estado. La zona fronteriza, epicentro de la crisis de violencia actual, alberga a población indígena del pueblo Mam, población mestiza, así como comunidades Jacaltecas, Q’anjoba’les, Akatecas y Quichés, algunas de ellas descendientes del exilio guatemalteco de los años 80.
El punto de inflexión que destapa la disputa entre grupos criminales en el estado son los hechos ocurridos el 7 de julio de 2021. Ese día fue asesinado Gilberto Rivera, “El Junior”, hijo del operador de uno de los grupos de la delincuencia organizada que mantenía el control en el estado, y cuyo homicidio fue reivindicado por el grupo criminal antagónico.El año 2023 ha tenido varios picos importantes de violencia. Destaca la violencia ocurrida en el mes de mayo, cuando se enfrentaron grupos de la delincuencia organizada en la comunidad de Nueva Independencia, conocida también como Lajerío, impactando a comunidades vecinas, todas del municipio de Frontera Comalapa. Esto provocó que alrededor de 3,500 personas se desplazaran de manera forzada de sus comunidades, poniendo en riesgo su vida, seguridad e integridad personal.
A lo largo del año y hasta la fecha, la población civil ha sido tomada como rehén, utilizada como escudo, forzada a participar en movilizaciones, bloqueos y enfrentamientos en favor de alguno de los bandos en disputa. Se cortaron suministros básicos, como alimentos, gasolina, gas, luz eléctrica o servicio de compañías telefónicas, manteniendo a la población en vilo y zozobra, incomunicada, bajo escasez de alimentos e incluso con la imposibilidad de desplazarse. Además, resulta de gran preocupación el fenómeno de la desaparición. Es difícil documentar en la región fronteriza debido a la escasez de denuncias que deriva tanto de la falta de confianza en las autoridades como del miedo al que está sometida la población. Sin embargo, incluso las cifras oficiales revelan un alza.De acuerdo a la documentación que sirve de fundamento al presente informe, los grupos criminales desarrollan varias estrategias para conseguir el control del territorio. Se documentaron enfrentamientos generalizados y recurrentes, vigilancia permanente, ocupación física de parcelas privadas que incluso vuelve a las personas ajenas a sus propias tierras; entre otras. De igual manera, los grupos se abocan al control de la población : a través de acciones que buscan fomentar la aceptación social, con estrategias de persuasión, pero también con violencia por ejemplo el reclutamiento forzado.
La “economía del conflicto” que se ha instalado en la zona incluye el despojo de la población, el aumento de las extorsiones, el cierre de negocios, la explotación sexual de niñas y mujeres; con impactos económicos, sociales y psicológicos importantes. De manera general, las personas que viven en la zona ven su vida cotidiana afectadas en casi todos sus aspectos, sin que siempre sea fácil identificar los motivos de los grupos presentes.
A nivel institucional, aparece que la delincuencia organizada se ha insertado en los servicios de salud, recolección de basura, unidades administrativas de gobierno, abastecimiento de alimentos, educación en los distintos niveles, entre otras. El control de estas instituciones es no obstante ambivalente, y según el grupo y el estado del conflicto en la zona puede pasar de cooptación y financiación a casos donde las instituciones deban permanecer cerradas o abiertas a pesar de que haya enfrentamientos.
Informe de organizaciones de la sociedad civil sobre la violencia en la región frontera de Chiapas
Asedio a la vida cotidiana, terror para el control del territorio y graves violaciones a los derechos humanos.
Las consecuencias del terror, del control de los cuerpos, mentes y territorios son terribles para la población. Miles de personas se han visto obligados a desplazarse, sin que sea posible documentar con precisión cuantas y con que destino. Sin embargo, podemos afirmar que la combinación de las violencias físicas, económicas, psicológicas y sexuales han arrojado al desplazamiento forzado interno a al menos 7,500 personas en la región entre el mes de junio del año 2021 y noviembre del 2023. En algunas comunidades se habla del 15% de su población total desplazada de manera forzada. Estas formas de control y de infiltración también debilitan y fragmentan a las organizaciones sociales y campesinas, destruyendo y manipulando las dinámicas de toma de decisiones y de sanciones internas y, en última instancia, erosionando el sentido profundo de la vida comunitaria.
Las prácticas de los grupos de la delincuencia organizada en la región frontera de Chiapas producen una situación generalizada de violaciones graves de derechos humanos cuyas implicaciones atentan contra el sentido más básico de protección humanitaria. La evaluación de estos impactos puede ser problemática a primera vista en la medida en que no son agentes estatales quienes están violentando directamente los derechos humanos. A su vez, de momento no hay un reconocimiento oficial de la existencia de un conflicto armado interno (o Conflicto Armado no Internacional) en la zona. Sin embargo, sí existen grupos armados con la capacidad para generar graves impactos a la vida, la dignidad y la integridad personal de todos sus habitantes, quienes no forman parte del conflicto y cuya protección sí es responsabilidad del Estado.
Ante este panorama, las formas de intervención estatal han sido ante todo de omisión, aquiescencia y en algunos casos de colaboración. Ante la indefensión generalizada derivada de la disputa territorial entre los grupos de la delincuencia organizada, la población en repetidas ocasiones ha reclamado la urgente intervención del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional. En contraste, ha sido a su vez la inacción y connivencia por parte de los elementos de las fuerzas de seguridad del estado lo que ha llevado a que haya demandas por parte de la población civil exigiendo su retirada de ciertos lugares.
De hecho, en toda la región fronteriza asolada por el conflicto armado, la delincuencia organizada interactúa con funcionarios del gobierno conformando estructuras criminales que intervienen y agravan las tensiones y el conflicto por el control territorial. Tal es el grado de inserción en las estructuras de gobierno que en algunas cabeceras municipales se ha reportado que “todo el ayuntamiento está dentro de estructuras delictivas y que están a su servicio”.
Al Congreso Nacional Indígena
A la Sexta nacional e internacional
A las Redes de Resistencias y Rebeldías
A quienes suscribimos la Declaración por la Vida
A las personas de buen corazón
Hace unos días nos enteramos, al igual que muchxs de ustedes, del ataque realizado a nuestrxs compañerxs bases de apoyo zapatista del GAL La Resistencia, perteneciente a la Región Autónoma Moisés y Gandhi, Caracol 10 [1], por parte de la agrupación de corte paramilitar Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO). Sabemos bien que no es la primera vez que ésta organización criminal ataca a nuestrxs compañerxs y que es una estrategia que viene de mero arriba, que es parte de la guerra integral de desgaste para intentar frenar la autonomía y la organización de nuestrxs compañerxs. La acumulación por despojo se basa en la violencia y muerte. Pero sabemos, al igual que ustedes, que en estos tiempos de avaricia y poder quien se organiza por y desde la autonomía y lo común va por algo más grande: la vida. Mientras allá arriba se pelean las migajas del producto de la falsa democracia, llamada elecciones, abajo se abona y cuida la raíz de una vida que abrigará generaciones, comunidades y pueblos; de la destrucción que dejan los de arriba se reconstruyen paisajes de vida con dignidad y valentía.
Ante estos ataques queremos expresar nuestra indignación y digna rabia. Desde nuestro corazón colectivo decimos firmemente que nuestrxs compañerxs zapatista no están solxs, que si tocan a unx nos tocan a todxs. Hacemos un llamado a la Sexta y a todxs lxs compañerxs solidarixs a que se sumen a esta indignación y al llamado de cese inmediato de los ataques hacia nuestrxs compañerxs zapatistas.
¡Alto a la guerra contra los pueblos zapatistas!
¡Alto a la guerra integral de desgaste!
El pasado 19 de enero de 2024 fueron desplazadas forzadamente 28 personas Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN) habitantes del Gobierno Autónomo Local, comunidad La Resistencia de la región de Moisés y Gandhi. Entre las personas desplazadas se encuentran diez niñas y niños. El desplazamiento fue cometido por un grupo de más de 40 integrantes de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) quienes portaban armas de fuego, machetes y palos.
Durante la agresión fue destruida la Escuela Primaria Autónoma, 15 casas de lámina y madera, quemaron libros de los promotores de educación, además de robar una tienda. La comunidad fue despojada de diversos bienes materiales: animales de traspatio, herramientas de trabajo, una despulpadora de café y prensas para hacer tortillas. Destruyeron siembras cercanas y tiraron alimentos almacenados como maíz, frijol, café y azúcar.
De acuerdo con la información recibida, el día 17 de enero del 2024 la comunidad fue amenazada. El grupo agresor llegó al poblado zapatista de La Resistencia, portando palos y machetes. En este momento manifestaron que las BAEZLN tenían dos días para abandonar sus viviendas. En la misma región, el 19 de enero de 2024, 54 personas de la ORCAO de Sacrificio La Esperanza llegaron a quemar un potrero de las BAEZLN del poblado Emiliano Zapata, dejando sin alimento a los animales de pastoreo.
Nos preocupa la permisividad y solapamiento del Estado Mexicano. Por información recibida en esta oficina, documentamos que el 14 de enero de 2024 el regidor municipal de Ocosingo inauguró una agencia municipal de la ORCAO en el espacio despojado a las BAEZLN en noviembre de 2021, donde se localizaba la tienda colectiva zapatista “Arcoíris” ubicada en el entronque carretero Cuxuljá.
Recordamos que las agresiones de la ORCAO hacia el EZLN han sido una constante en la zona de Moisés y Gandhi, lo que ha ocasionado una continuidad de violaciones graves a derechos humanos en la región como son desplazamientos forzados, tortura, desaparición forzada e intentos de homicidio.
El 5 de mayo de 2022la comunidad La Resistencia fue desplazada forzadamente en un ataque similar, dado a conocer por este organismo. El día 23 mayo de 2023, Jorge López Sántiz BAEZLN vecino de Moisés y Gandhi fue víctima de una agresión armada que puso en grave riesgo su vida.
Exigimos al Gobierno Federal y del estado de Chiapas:
Se garantice el respeto al territorio de las BAEZLN, a su libre determinación y autonomía, así como a una vida libre de violencia
Se realice una investigación inmediata y diligente para generar una ruta en donde se priorice finalizar con este clima de violencia y adoptar acciones encaminadas a la reparación del daño y a iniciar un proceso de justicia.
Solicitamos que accionen de manera urgente a las siguientes autoridades:
Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Presidente Constitucional de México amlo@presidencia.gob.mx
En portada: Familias desplazadas esperan a la orilla de la presa “La Angostura” para cruzar el cuerpo de agua en la búsqueda de refugio tras los enfrentamientos armados en sus territorios. Foto: Ángeles Mariscal/Chiapas Paralelo
Derivado del incremento de la violencia generada por enfrentamientos de grupos armados, durante los primeros días de enero del 2024, al menos 2,300 personas de las regiones Frontera y Sierra de Chiapas se encuentran en situación de desplazamiento forzado.
Estos datos fueron divulgados la tarde de este martes (23) por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (CDH Frayba), cuya labor de documentación sobre el contexto de violencia que emana de la disputa por el control del territorio entre la delincuencia organizada “apunta a una verdadera crisis humanitaria” en la región fronteriza con Guatemala.
Acorde a la organización, el desplazamiento forzado es parte de las formas de acción que utilizan los grupos criminales para el control de la población. Así, desde el 15 de enero familias y comunidades enteras de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia fueron forzadas a abandonar sus hogares.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
23 de enero de 2024
Boletín No. 03
Urge atender la actual crisis de desplazamiento interno en las regiones Frontera y Sierra de Chiapas
2 300 personas desplazadas forzadas desde el 15 de enero en los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y la Concordia.
Exigimos a los Gobiernos federal y estatal, atender con urgencia a las personas víctimas de desplazamiento Forzado, así como las causas que dan origen.
El Gobierno de Chiapas niega se trate de un desplazamiento forzado.
En las primeras semanas del mes de enero del 2024 la violencia se ha agudizado en las regiones Frontera y Sierra de Chiapas; la documentación realizada apunta a una verdadera crisis humanitaria traducida en al menos 2,300 personas en situación de Desplazamiento Forzado originarias de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango y La Concordia. Estos hechos se enmarcan en el contexto de violencia que emana de la disputa por el control del territorio entre la delincuencia organizada. El Desplazamiento Forzado es parte de las formas de acción que utilizan los grupos criminales para el control de la población.
El pasado 15 de enero en los límites de Nuevo Chejel (Municipio de Socoltenango) y Nueva América (Chicomuselo) se presentó un intenso enfrentamiento entre grupos armados; testimonios refieren: la desaparición de personas, homicidios, reclutamiento forzado, así como impactos psicosociales expresados en pánico colectivo generado por el miedo permanente y la violencia.
El 16 de enero, con la llegada de las Fuerzas Armadas, la población civil de Nueva América intentó evitar su ingreso al territorio ejidal, siendo reprimidos con uso excesivo de la fuerza por parte de los efectivos castrenses, dejando a su paso personas heridas, detonaciones de armas de fuego y estragos por la inhalación de gas lacrimógeno.
A pesar del reto, dificultad y límites que representa la documentación del fenómeno actual derivado del miedo, desconfianza, incertidumbre y dispersión de la población afectada; logramos documentar la existencia de al menos 2 300 personas que se desplazaron de manera forzada para resguardar la vida e integridad personal de las comunidades: Alfonso Corona del Rosal, Julio Sabines, Benito Juárez, Nueva América, Pablo L. Sidar, Raizal, Francisco I. Madero, Nueva Morelia, Limonar, La Lucha, La Unión, San Francisco, La Pinta, San Ignacio, Sabinalito, Las Flores, San Antonio Ocotal, 20 de Noviembre, Piedra, Labrada, Lázaro Cárdenas (Municipio de Chicomuselo), El Retiro, Rizo de Oro, Guadalupe Maravillas, Perlas del Grijalva, Resplandor, Retiro, y San Isidro (Municipio de La Concordia), así como de Nuevo Chejel, Puerto Rico y Nuevo Resplandor (estos tres últimos del municipio Socoltenanco). Todas estas personas están refugiadas en cabeceras municipales de los municipios de Chicomuselo, Socoltenango, Tzimol, La Trinitaria, La Concordia y Comitán, algunas más han migrado hacia lugares como Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo.
Mayoritariamente, quienes no lograron salir de sus hogares son personas mayores, población enferma o sin capacidad de movilidad, así como algunas que decidieron quedarse para cuidar sus propiedades.
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal Acteal, Chenalhó, Chiapas, México.
22 de enero del 2024
Al Congreso Nacional Indígena
Al Consejo Indígena de Gobierno
A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A las y los Defensores de los Derechos Humanos
A los Medios Libres y Alternativos
A los Medios de Comunicación Nacional e Internacional
A la Sociedad Civil, Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Gracias a nuestro Papá-Mamá Dios, que nos permite vivir un año más para ver la luz de cada mañana y regalarnos el inicio de un nuevo pensamiento y un nuevo corazón en este año 2024, hoy nos encontramos otra vez juntas, juntos, aún en medio de la zozobra por la violencia. Como hace 26 años que decidimos que no podríamos dejar pasar un solo día 22 de mes sin traer a nuestra memoria, junto a nuestros ancianos guardianes y músicos tradicionales, a nuestras 45 hermanas y hermanos Mártires, más los 4 bebecitos inocentes que fueron ultrajados desde antes de poder nacer, cuando atacaron a sus mamás de la forma más terrible que se pueda imaginar. Nos reunimos otra vez para denunciar el crimen contra la humanidad cometido en esta tierra y señalar quiénes fueron los responsables de planear, organizar y llevar a cabo este horrible acto para intentar acabarnos y apagar nuestro grito de paz. Algo que, gracias a nuestro Creador-Formador y a los profetas que han sembrado y abonado en nuestra presencia, como jTotik Samuel Ruiz, los enviados de la muerte no pudieron lograr.
Es así como estamos cumpliendo 25 años de buscar entre nuestros socios, servidores y servidoras que desde la Mesa Directiva de nuestra organización nos relevamos año con año, desde 1998, para aceptar el encargo de organizar el clamor por justicia de Las Abejas y velar por el bien de nuestro pueblo, para hacer lo posible y lo imposible para que el sacrificio y el ejemplo de nuestros Mártires sirva para que no ocurran de nuevo eventos parecidos a lo vivido en Acteal, en ninguna otra parte del mundo, de nuestro país, ni de Chiapas.
Por eso nos duele mucho el corazón al ver que la semilla de la muerte sigue siendo regada y cosechada en Chiapas con impunidad, cobrando valiosas vidas y contaminando a su paso con sufrimiento para las familias que ven con impotencia cómo se imponen por la fuerza los criminales y sus aliados, arrasando a su paso con su tranquilidad, obligándolos a correr y dejar sus casas y pertenencias para ponerse a salvo.
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Al CCRI-CG del EZLN
Gobierno Autónomo Local, GAL
Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas, CGAZ
Asambleas de Colectivos de Gobiernos Autónomos ZAPATISTAS, ACGAZ
Al CNI-CIG y su vocera María de Jesús Patricio Martínez
A a la Sexta nacional e internacional
A los organismos de Derechos Humanos independientes
A la sociedad consciente, que resiste, lucha y se organiza.
A la caravana por la vida, el agua y en contra del despojo capitalista.
A quienes suscribieron la Declaración por la Vida
A las redes de resistencia y rebeldía nacional e internacional.
A los pueblos de México y el mundo
A la Europa insumisa digna y rebelde
Herman@s tod@s
El Estado Mexicano es omiso en su responsabilidad jurídica, respecto a la protección y seguridad, en materia de Derechos Humanos de l@s defensor@s del agua, la tierra, el territorio y la Madre Tierra, conforme a los Convenios Internacionales que ha suscrito.
La violencia estructural, sistemática y generalizada que se impone en todo el territorio nacional, se ampara en el “desarrollismo y la transformación de Cuarta”, que sólo justifican la militarización y su complicidad con el crimen organizado, quienes solo siembran muerte y destrucción en nuestras comunidades que se oponen al despojo no solo de la Madre Tierra sino de la vida.
Como ejemplo, baste señalar que el Estado Mexicano, no prevé y no protege, los derechos humanos y colectivos de quienes se atreven a oponerse a los megaproyectos de muerte, como se viene denunciando en diferentes comunidades indígenas que integran el Congreso Nacional Indígena y la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida, el Estado Mexicano es quien violenta sistemáticamente:
La desaparición de los comuneros y defensores del territorio y bosques así como de los derechos de las comunidades indígenas en Santa Cruz Tanaco, Michoacán, José Israel Vargas Jerónimo y Oscar Vargas Campos de quiénes desde el 2 de enero del presente año no se sabe de su paradero.
La ejecución extrajudicial de Isaul Nemesio Zambrano, Miguel Estrada Reyes y Rolando Magno Zambrano sin verdad, y mucho menos justicia, quienes realizaban la función de vigilancia y protección del territorio comunal ya que desde hace algunos años el llamado CJNG ha intentado invadir y controlar a la comunidad indígena Autónoma de Santa María Ostula.
Desde hace más de un mes, Israel ha bombardeado Gaza por aire, mar y tierra, en respuesta al ataque realizado por Hamás el 7 de octubre con el objetivo de acabar con el bloqueo impuesto a Gaza por 17 años, que ha causado la muerte de miles de personas, la mayoría niños. Alrededor de 1,400 personas murieron en el ataque, aunque reportes recientes desde Israel indican que es muy probable que muchos, si no la mayoría de los muertos, fueron víctimas del fuego indiscriminado por parte del mismo ejército israelí.
La ofensiva de Israel contra Gaza ha matado alrededor de 11 mil personas hasta ahora, de las cuales al menos 4 mil 500 son niños. En violación a las legislaciones internacionales y las convenciones de derechos humanos, Israel continúa masacrando a la población civil indiscriminadamente, atacando hospitales, escuelas, ambulancias, refugios, mezquitas, hogares, edificios y campos de refugiados, además de la infraestructura. Desde el 7 de octubre, Israel ha atacado por lo menos 12 mil blancos con 25 mil toneladas de explosivos, según Euro-Med Human Rights Monitor, lo que equivale a dos bombas nucleares. Enormes manifestaciones en todo el mundo han condenado lo que a todas luces es un proyecto genocida de limpieza étnica por parte de Israel, cometido no sólo por medio de las masacres directas, sino también del hambre y la privación, cortando el acceso a los alimentos y al agua limpia para una población de 2.5 millones de palestinos.
Desde Cisjordania, hablamos con Fuad Abu Saif, director general de la Unión de Comunidades de Trabajo Agrícola (UAWC), quien explicó la situación.
Foto: El Mundo
Gracias, Fuad, por estar con nosotros. Nos gustaría saber cómo está la situación en Gaza en este momento, pero antes quisiéramos saber cómo ha sido la vida en Gaza los últimos 16 a 17 años, desde que Israel cerró las fronteras en 2006.
La historia de Gaza, Cisjordania y toda Palestina no comenzó el 7 de octubre ni hace 16 o 17 años; comenzó hace 75 años con la ocupación israelita de Palestina en 1948. En 2006 se realizaron elecciones nacionales en Palestina y Hamás ganó en Gaza. De inmediato, Israel impuso un bloqueo en todo Gaza, lo cual ha hecho la vida muy difícil. Gaza es un área muy pequeña de 665 km2, rodeada por todos lados por Israel y el mar al otro lado, con una población de 2.5 millones, todos sitiados. Eso quiere decir que nadie puede entrar o salir sin pasar por la frontera con Israel. Prohibieron la entrada a Gaza de unos 100 diferentes materiales, lo que significa que las necesidades básicas no pueden entrar. Y desde luego no hay aeropuertos o cualquier otra conexión con el mundo exterior, excepto por Egipto, que tiene acuerdos con Israel y también cerró su frontera.
Trabajamos con Gaza de cerca porque nuestra oficina tiene la responsabilidad de estar en contacto con la gente allá diariamente. Miles de personas han muerto porque no hay suficiente atención en los hospitales y no hay materiales, combustible o electricidad. Desde antes del 7 de octubre, sólo había electricidad durante cuatro horas por día. El agua está contaminada, no hay agua limpia en Gaza, y nadie puede entrar o salir desde hace 16 o 17 años. La vida era imposible…
Hay quienes describen a Gaza como la mayor prisión al aire libre del mundo…
Es más que una prisión al aire libre. Israel inició cinco guerras antes de ésta en estos 16 años, matando a miles de palestinos y arrestando a muchos más. Muchos palestinos han muerto por entrar a sus tierras cerca de la frontera entre Israel y Gaza… quien se acerque después de las 6 pm es asesinado. Cientos de agricultores murieron porque llegaron tarde a sus tierras y los israelitas los atacaron. Muchos manifestantes que intentaron protestar contra la situación fueron asesinados o heridos por organizar manifestaciones cerca de la frontera con Israel; esto ha sucedido desde 2014. Las guerras significan que las operaciones militares pueden suceder en cualquier momento, y esto ha sucedido cinco veces sin ninguna razón. En los últimos 16 años, Israel inició estas operaciones militares sin ser atacados desde Gaza.
¿Cómo está la situación ahora después del 7 de octubre?
El 7 de octubre Israel inició esta guerra genocida en Gaza. El número de víctimas crece de manera asustadora, hasta anoche eran casi 11 mil palestinos asesinados en un mes y más de 55 mil heridos por los ataques aéreos contra civiles, hogares e infraestructura en Gaza. El problema es que más de 69% de las víctimas son niños y mujeres. La mayoría de la gente en Gaza son jóvenes y niños, más del 60%, por lo que todas las casas están llenas de niños, y sin alertar a nadie bombardean casas y edificios en todo Gaza. Como dije, es un área muy pequeña. No se puede describir la vida allí. No hay ningún lugar seguro en Gaza, y además del bloqueo impuesto por Israel desde hace 17 años, ahora impusieron otro tipo de bloqueo: cortaron toda la electricidad desde el 10 de octubre. Cortaron acceso a la alimentación y están utilizando el hambre en esta guerra contra la población civil palestina. Cortaron los caminos, el agua; no hay comida, agua, ningún lugar seguro…
Foto: Mahmud Hams, AFP
¿Cómo sobrevive la gente con esta falta de alimentos, agua y movilidad?
Como organización humanitaria, desde el inicio de la guerra iniciamos un programa para apoyar el acceso a la alimentación. No hay alimentos provenientes del exterior, dependemos de los pocos alimentos que hay en Gaza. Gaza es un área agrícola. Hay dos diferentes lugares. Uno es la zona de amortiguación, una gran extensión de tierra cerca de la frontera con Israel, la cual está bloqueada por Israel y nadie puede acercarse. Hay también un área pequeña dentro de Gaza, lo que llamamos los huertos caseros, donde la gente planta alrededor de sus casas. Ésta es la única fuente de alimentos que tienen. Y hay algunos proveedores grandes de alimentos en Gaza que tenían alimentos y materiales desde antes de la guerra. Estamos en contacto con ellos y en los últimos tres o cuatro días los alimentos se están acabando. Hay muy poco alimento y se está racionando entre las familias: esto para mañana, esto para pasado mañana. Uno de ellos me dijo: “Nosotros no tenemos problema con eso, pero es difícil decirle a los niños que no tenemos comida y sólo podemos comer una vez al día, que a veces es sólo pan o arroz; se los decimos y empiezan a llorar, no lo entienden, pero es la única manera de enfrentar el hambre”. Lo mismo con el agua. Por ejemplo, en Rafah, en el sur de Gaza, a donde casi 900 mil palestinos tuvieron que desplazarse, huyendo del norte, más el casi millón de personas que ya vivían allí. Tienen un solo pozo y tienen que esperar cuatro o cinco horas para llenar un recipiente de 30 a 40 litros, y si tienen suerte, tienen agua, si no, hay que regresar al día siguiente. Tratan de no usar el baño, hay un acuerdo que sólo se usa una vez al día. Las historias que nos llegan son muy duras, sobre todo para los niños. Y claro que no hay leche, y el pan a veces está tan duro que tienen que mezclarlo con agua para que los niños se lo puedan comer.
Han dejado entrar algunos camiones, unos 150 desde el inicio. Algunos vienen cargados con sólo 30% a 40% de su capacidad, y la mayoría de los productos están caducados. Otros traen cosas que la gente no necesita ahora, como ropa.
Foto: Said Khatib, AFP
Hace unas horas el EZLN publicó un comunicado. Te quiero leer una parte:
La niñez palestina asesinada no es una víctima colateral, es el objetivo principal de Netanyahu, siempre lo fue. Esa guerra no es para eliminar a Hamás. Es para matar el futuro. Hamás será sólo la víctima colateral. El gobierno de Israel ya perdió la batalla mediática, porque resulta que el genocidio, aunque se disfrace de venganza, no tiene tantos seguidores como creían. Ahora es capaz de la crueldad más inimaginable. Quien tal vez sí podría detener la masacre es… el pueblo de Israel.
Eso me lleva a un par de preguntas. La primera tiene que ver con las verdaderas intenciones de esta barbarie, apoyada por los Estados Unidos, Inglaterra y otros países europeos. ¿Cuáles son los verdaderos intereses económicos y geopolíticos en juego, y cuáles son las verdaderas intenciones de Israel y sus aliados?
Algunos hechos son obvios para todos. No sé cómo el mundo puede aceptar esto, escuchar y no hacer nada real contra este genocidio contra civiles y sobre todo niños. Israel no es sólo Netanyahu. Todos los líderes israelitas, y más aún los “civiles”, han declarado desde el inicio que no debe sobrevivir ningún civil en Gaza, que hay que matarlos a todos. Hace unos días, 100 doctores firmaron una petición exigiéndole al gobierno israelí que destruya Gaza por completo, incluyendo a los niños. Yo creo que con el apoyo incondicional de los Estados Unidos y otros gobiernos occidentales, está claro que quieren cambiar toda la región y reestructurarla en beneficio de Israel. Desde el primer momento, fueron a Israel a expresar su solidaridad y concordaron con el proyecto israelí de desplazar a los palestinos de Gaza y empujarlos a Rafah primero y después de Rafah al desierto de Sinaí. Hasta ayer, los israelitas habían matado 175 palestinos en Cisjordania, donde no está Hamás, donde no hay ninguna operación militar. Eso significa que están preparando otro desplazamiento hacia Jordania; Israel ya empezó a hablar de este proyecto de empujar a la población de Gaza al Sinaí y a la de Cisjordania a Jordania. Es un proyecto espeluznante, limpieza étnica en Cisjordania y genocidio en Gaza, con todo el apoyo de los gobiernos europeos y de los Estados Unidos, y desde luego los palestinos no lo permitirán. Lo que sucede en Gaza y la forma en que la gente está resistiendo es un ejemplo, pero es muy peligroso para todos. No hay ningún lugar para la ley internacional ahora, y están alentando a Israel a ignorarla. Están atacando a Siria de nuevo, a Líbano… hacen lo que quieren con el apoyo de Europa y de los Estados Unidos…
Foto: Mahmud Hams, AFP
Y desde luego esto sucede en el contexto de una crisis de los Estados Unidos como potencia mundial, mientras Rusia, China y BRICS se fortalecen y amenazan la hegemonía occidental.
Los Estados Unidos ven a Israel como una importante base militar. Hay gas en Gaza, grandes cantidades descubiertas en 1996 pero más aún en 2000. O sea que no sólo usan a Israel como base militar. Eso explica por qué Biden visitó a Israel al día siguiente y pronunció un discurso lleno de mentiras, está claro que está mintiendo, no hay ninguna evidencia que apoye sus declaraciones. Saben que los palestinos no tienen verdadero poder, no tenemos tanques, armas… tenemos recursos naturales. Y se trata también del acceso al mar desde Gaza, hemos sabido de este plan desde hace décadas, y la única forma de lograrlo es desplazando al pueblo de Gaza.
En este contexto, ¿qué papel juegan los otros países árabes?
Algunos son muy débiles y otros apoyan a Israel. Hablo de los gobiernos. Entre Gaza y Egipto no hay israelitas, pero la frontera está cerrada. Desde 2006, el gobierno egipcio cerró la única vía de acceso al mundo exterior para el pueblo de Gaza. O sea que están contribuyendo en la práctica. Egipto es el mayor país árabe y puede cambiar todo. Pero hacen exactamente lo contrario. Los otros países árabes están amenazados por los Estados Unidos, que ha traído todo su poder y tropas al mar, para advertirles que si se mueven o muestran su apoyo, habrá consecuencias en sus propios países. Son demasiado débiles y fragmentados y los Estados Unidos los atrajo a su lado, y a veces hasta condenan a Palestina y apoyan a Israel.
¿Qué salidas ves? El presidente Biden dijo que esto no va a parar, y Netanyahu descarta toda posibilidad de un cese al fuego. ¿A dónde va todo esto?
Es difícil hablar del futuro entre esos criminales y ese tipo de pensamiento de Biden y otros. Me espanta que todos vean a la gente morir de esa forma después de 35, 40 días de guerra y que lo justifiquen diciendo que hay que seguir atacando para evitar que Hamás se reconstruya; pero eso no es verdad. No quieren un cese al fuego porque quieren mantener la presión sobre la gente para que se desplace al sur. La ciudad de Gaza está cercada ahora y siguen matando y atacando a la gente y la gente empieza a desplazarse al sur. Eso es lo que hizo Israel en 1948, cuando atacó a más de 500 pueblos palestinos y los siguió atacando hasta que evacuaron y se desplazaron a Jordania, Líbano, Siria, etc., volviéndose refugiados. Están haciendo lo mismo ahora. Es claramente un pensamiento genocida, y todo mundo lo ve como si fuera una película. Tengo miedo de que, con la luz verde de los Estados Unidos, seguirán matando, y las cosas se pondrán cada vez más difíciles en Gaza… y todo es posible, para ser franco. No les importa el número de víctimas. No estoy optimista, tengo miedo, todos tenemos miedo de que esto continúe y se vuelva algo normal y que después de algunas semanas ya nadie hable al respecto.
Sin embargo, hay una indignación y apoyo sin precedentes en todo el mundo, con grandes manifestaciones, incluyendo a muchas comunidades judías en muchos países que dicen no, no en nuestro nombre, no aceptaremos este genocidio. ¿Ves alguna esperanza en este movimiento mundial en defensa de Palestina?
Los palestinos vemos dos fuentes de esperanza en toda esta oscuridad. Una de ellas es la resiliencia del pueblo palestino en Cisjordania y en Gaza. En Cisjordania las cosas también están muy difíciles, impusieron un bloqueo, están disparándonos y matándonos… La resiliencia del pueblo palestino es una esperanza y es fuerte.
La otra esperanza, sí, es ese movimiento en todo el mundo. Si continúa o crece, podría… por ejemplo, en Francia e incluso en los Estados Unidos, empezamos a ver un cambio muy pequeño, en palabras, no un cambio real en su posición, pero están empezando a hablar de un cese al fuego, porque hace una o dos semanas no se hablaba de eso. En Francia, lo que Macron dijo en Jerusalén fue que debería haber una alianza contra Hamás. Y después de esas grandes movilizaciones, empezaron a exigir un cese al fuego de manera muy abierta y pública. Entonces, es una esperanza. Pero es la única esperanza. No hay otras opciones para que esto termine.
Foto: Hollie Adams, Reuters
Puesto que estás en Cisjordania, ¿nos puedes contar cómo está la situación allá?
Está muy difícil y hay mucho riesgo. No podemos salir de nuestras ciudades o pueblos, cercaron todo. Hay rejas en todas las ciudades y pueblos palestinos. No se puede entrar o salir sin pasar por ellas y por los puntos de control. Si te acercas, te pueden disparar, y muchos palestinos han muerto así. Según los acuerdos de Oslo, Cisjordania se dividió en tres áreas. El área C abarca 63% de Cisjordania y contiene la mayoría de la tierra y los recursos. Desde el 7 de octubre, han estado desplazando a la gente de esa área, que es muy grande y donde se espera poder construir el Estado palestino en el futuro. Los colonos atacan las comunidades palestinas en el área C todos los días; atacan las casas, las queman, queman los ranchos, se roban las pertenencias, tumban árboles. Estamos en plena estación de las olivas, que para los palestinos es como un carnaval, pero nadie puede cosechar sus olivas porque los colonos se las roban o tumban los árboles o le disparan a los agricultores palestinos que intentan llegar a sus tierras. La semana pasada, por ejemplo, cerca de Nablus mataron algunos palestinos que cosechaban sus olivas.
Este mes mataron a 175 palestinos; sólo ayer mataron a 16 en el campo de refugiados de Yenín. Hay 5 mil 500 palestinos en la cárcel, detenidos en los últimos 20 años; pero sólo este mes, 2 mil 500 palestinos fueron arrestados.
Todos los puntos de control están cerrados. Incluso la comida aquí, aunque tenemos más espacios y proveedores, pero si continúa así, habrá escasez. Y pueden cortarnos el agua y la electricidad en cualquier momento.
¿Hay algo más que te gustaría decirle a nuestro público?
Creo que el único mensaje que todos los palestinos tenemos es que necesitamos nuestra libertad. Estamos cansados de estar bajo ocupación por 75 años. Necesitamos que nuestros hijos tengan esperanza y un futuro como todos los niños del mundo. Necesitamos estar seguros en nuestras tierras, nuestros hogares y nuestros campos. No queremos más campos de refugiados palestinos, queremos que los refugiados regresen, queremos tener un país independiente y un futuro, queremos tener soberanía sobre nuestros recursos, como los israelitas, como todos. No somos diferentes de los israelitas, somos tan humanos como todo mundo. No queremos que muera más gente. Queremos que esto pare, este ciclo de guerras, porque esta es la sexta en 15 años en Gaza. Debemos parar esto para siempre. Odiamos ver la hipocresía de los países occidentales y de los Estados Unidos al apoyar y participar directamente en el asesinato de los palestinos. Esto debe acabar. Tenemos que respetar los derechos humanos y la ley internacional, no se puede aplicar a los palestinos, a las víctimas, y dejar que Israel haga lo que quiera. Somos luchadores por la dignidad, por la libertad. No luchamos para matar o para odiar. Eso es lo que quiero que todo el mundo sepa, y que se unan a los palestinos para lograrlo. Se trata de valores humanos, no sólo palestinos. Luchar contra la ocupación aquí y en cualquier lugar es un valor humano fundamental en todo el mundo. La historia está llena de casos como éste, pero todos terminaron, y necesitamos que éste termine también y que los palestinos sean libres.
Protesta llega a la presidencia municipal de Chicomuselo, Chiapas. Avispa Midia
A muy tempranas horas de este día 12 de octubre, con cierta incertidumbre y cautela, uno a uno fue llegando cada contingente de familias, amigos y vecinos que se dieron cita en el lugar llamado El arco de los siete jaguares, en el municipio de Chicomuselo, Chiapas. El objetivo era realizar una manifestación hasta llegar a la presidencia del municipio.
Días previos a la manifestación comenzó a circular la convocatoria a la llamada “Marcha por la unidad, la justicia y la paz”, firmada por la Unidad de Pueblos, “conformada por comisariados ejidales por la paz social de Chicomuselo”. Llamaron a romper el silencio y marchar pacíficamente, reivindicando la manifestación de este día como un acto de resistencia de los pueblos indígenas y campesinos de México y América Latina.
En los últimos meses, en esta región que hace frontera con Guatemala, se desbordó el clima de violencia por enfrenamientos entre integrantes del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quienes diputan el control de estos territorio. Estos grupos criminales sembraron el terror en localidades como Pacayalito, salida hacia el municipio de Motozintla, así como en el ejido Tres Maravillas y en Chicomuselo, donde se provocó un desplazamiento forzado y un toque de queda.
Por este contexto de violencia, los comisariados organizados llamaron “a todos los sectores de la sociedad a unirse de manera pacífica como pueblo y como municipio para hacer un llamado al gobierno a que intervenga”, puntualizaron.
Incluso, hicieron alusión a la frase del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), “nadie por encima de la ley y nadie por debajo de ella”, para que actué en consecuencia. “Porque el pueblo ya está cansado de ver como los grupos que pretenden controlar nuestro territorio se imponen con total impunidad”, declararon los indígenas.
Los convocantes reafirmaron que la impunidad ha llevado al aumento de asesinatos, desapariciones, desplazamientos forzados, amenazas, reclutamiento, sometimiento, entre otros. “De los desaparecidos, cada familia está intentando encontrarlos. No hay ninguna autoridad en su búsqueda”, dijo uno de los manifestantes que, por su seguridad, omitió su nombre.
Aún con el miedo y la incertidumbre de rumores “de que la manifestación era para apoyar a uno de los dos carteles, el de Sinaloa, la gente salió a manifestarse contra todos los grupos que están provocando la violencia en nuestros territorios y para que nos escuche el presidente Obrador”, agregó el manifestante.
Desde antes que se agudizará el escenario de terror, en Chicomuselo ya habían denunciado la presencia del grupo narco-paramilitar MAIZ, vinculado al Cártel de Sinaloa, el cual “también quería desplazar a los comerciantes del mercado para que ellos pusieran a su gente”, señaló el entrevistado para Avispa Mídia vía telefónica.
Se movilizaron sectores del magisterio, transportistas, empleados de salud, deportistas, comerciantes, integrantes de organizaciones sociales, autoridades comunitarias y ganaderos.
Al finalizar la marcha, los organizadores contabilizaron que se manifestaron al menos diez mil personas y, llegando a la plaza principal de esta comunidad, entonaron consignas como ¡el pueblo unido jamás será vencido! ¡el pueblo callado jamás será escuchado!, terminando en relativa calma.
En portada: Durante los últimos días de septiembre, centenas de militares incursionaron en las calles de Frontera Comalapa después de dos semanas de bloqueos y enfrentamientos entre grupos del crimen organizado. Testimonios enfatizan que pese a su presencia, continúa la violencia criminal.
Esta es la segunda entrega de la serie Chiapas: Desaparecer en la Frontera Sur de México, producida por Avispa Mídia. En la primera entrega presentamos una contextualización del conflicto que ha explotado en los últimos meses en Chiapas.
En los textos que siguen, mostraremos el rostro de las estadísticas que apuntan centenas de desaparecidos principalmente en la frontera de México con Guatemala. Ahora traemos la historia de Armando Agustín, un taxista de Ciudad Cuauhtémoc que desapareció mientras trabajaba. Su familia sigue en su búsqueda.
Ciudad Cuauhtémoc, municipio de Frontera Comalapa, se localiza en los límites de Chiapas, México, con Guatemala, por lo que es clave para el tráfico de personas, drogas, gasolina, armas, entre otros ilícitos, y es parte del territorio en disputa de dos cárteles del crimen organizado.
Desde el 2021 los habitantes no tienen derecho a una vida digna, “hace dos años comenzó nuestro infierno”, relata Ángeles Espinosa con voz molesta porque a la par recuerda los dichos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en las conferencias matutinas.
Hace dos semanas no hay clases en la Escuela Primaria Cuauhtémoc, las tiendas de abarrotes incrementaron los costos de los productos debido al desabasto, incluso de gasolina y gas LP, “y así ha sido durante dos años, pero ahora se pone peor”.
Los bloqueos promovidos por los cárteles continúan en puntos que conectan con vías de comunicación de la Costa, Sierra y la Meseta Comiteca Tojolabal, que se han convertido en las más peligrosas de transitar a pesar de la presencia militar.
“Al igual que Guatemala, el presidente envió a los militares y no hacen nada, frente a ellos pasan las camionetas con gente armada; aquí no hay seguridad, aquí a diario desaparecen personas”, reitera Ángeles.
Bloqueos recientes están provocando desabasto de alimentos y combustible en la región
En Ciudad Cuauhtémoc también se han quedado sin energía eléctrica por varios días y de forma recurrente la luz falla por las noches; y ya es común escuchar balaceras y ver desfilar camionetas con personas armadas, incluso de día.
Uno de los grupos señalados de operar en la zona es el “Maíz”, vinculado al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) para obligar a los habitantes a realizar actividades que les favorecen en la estrategia, incluso mediática, de sacar al Cártel de Sinaloa de la región.
“Al parecer es gente que ha sido coaccionada a sumarse, provienen de las mismas localidades y algunas de otros municipios”, agrega Carla Zamora Lomelí, investigadora del grupo de Estudios Socioambientales y Gestión Territorial en El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
Pero es tan solo uno de los grupos señalados por posibles desapariciones de personas, principalmente de hombres jóvenes y fuertes.
Armando Agustín, el taxista
Hace dos años, el 1 de septiembre de 2021, Armando Agustín Martínez Díaz, de oficio taxista, fue contratado para un viaje de Ciudad Cuauhtémoc a Comitán de Domínguez, del que no tuvo retorno.
Armando Agustín fue de los primeros desaparecidos que coinciden con el incremento de casos de violencia generalizada, relacionada con la disputa del territorio entre el cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación en Chiapas.
Es originario de Ciudad Cuauhtémoc, municipio de Frontera Comalapa, y tenía 36 años cuando desapareció. Ese 1 de septiembre fue contratado por una pareja para realizar un viaje a las 9hrs rumbo a Comitán.
Después de recorrer un aproximado de 80 kilómetros, a las 10hrs, Armando se comunicó con su familia, dijo haber llegado bien a Comitán y que ya iba de regreso. Pero fue su última comunicación.
Armando Agustín Martínez Díaz desapareció el 1 de septiembre del 2021. Sus familiares continúan su búsqueda.
Al notar que el tiempo transcurrió y Armando no regresó a casa, la familia y amigos enviaron mensajes y marcaron su número de móvil infinidad de veces. Pero siempre estuvo fuera de servicio.
La familia interpuso la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) que publicó la ficha de búsqueda, pero nunca investigó. Por ello, durante las primeras semanas la familia buscó a Armando en Comitán, San Cristóbal y Tuxtla Gutiérrez, en separos y hospitales, pero sin éxito.
La vía de comunicación, desde hace varios años, se ha convertido en una de las más peligrosas de la geografía chiapaneca. Desde hace dos años, habitantes de Chicomuselo y Frontera Comalapa denunciaron en redes sociales el riesgo de transitar por esa carretera, incluso a plena luz del sol.
Como sucedió el 22 de marzo de 2023 con la desaparición de siete autoridades ejidales de Nueva Libertad, Frontera Comalapa, que previamente fueron vistos a bordo de una camioneta Ram color rojo y se dirigían a Palenque. Días después fueron liberadas en diferentes momentos.
A las 17hrs del 18 de mayo del mismo año, Tomás López Gómez perdió comunicación con su familia. Tomás conducía un vehículo tipo Urvan del transporte público Estrella de la Frontera Sur que recorría la carretera de Ciudad Cuauhtémoc a Comitán, pero hasta ahora no hay noticias de su paradero.
Las calles en silencio
Para 2020, Ciudad Cuauhtémoc registra cerca de 2,788 habitantes de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y, a decir de Humberto Salas, familiar de tres personas desaparecidas, en la localidad hay más de 50 casos, pero la mayoría de las personas prefiere no denunciar.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) ha dado cuenta que, por la falta de confianza en las autoridades, la incertidumbre y las constantes amenazas que reciben por diferentes vías, muchas familias prefieren no denunciar.
La violencia logró lo que la pandemia no, encerrarlos por completo. Las niñeces viven con miedo, incluso para ir a la escuela, pues en más de una ocasión las balaceras han sucedido mientras están en clases.
Las ferias de fin de año en honor al Niñito Fundador y a la Virgen de Guadalupe no se hacen desde hace tres años. Las calles lucen vacías, el transporte es intermitente y los negocios cierran al ocaso.
Muchos comercios quebraron, por los cobros de derecho de piso, incluso dejó de ser ruta recurrente de las personas en movilidad humana que llegan a México, porque también las desaparecen.
En todo momento, los habitantes contactados destacaron la ausencia de fuerzas de seguridad. “Casi no hay presencia militar”. A diario observan más vehículos del crimen organizado que militares y los violentos bloqueos son constantes.
Todo lo anterior, a pesar de que a 14 minutos existe un destacamento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la localidad El Jocote; uno más de la Guardia Nacional en el tramo carretero Paso Hondo-Frontera Comalapa.
Los habitantes dijeron que observan más ‘desfiles’ de carros monstruos, motocicletas y camionetas con personas a bordo portando armas de fuego que de militares salvaguardando la integridad de los mexicanos.
“A todos nos cambió la vida, nos sentimos inseguros, escuchamos ruidos de carros o motocicletas y pensamos rápido que son ellos y que nos van a volver a atacar”, lamentó Raquel Molina. “Somos personas humildes y trabajadoras, pero estamos pagando por cosas que no hicimos”.
*Los nombres de las personas que accedieron a dar testimonios fueron modificados por razones de seguridad.