Fuente: Avispa Midia

Un estudio realizado por el Grupo ETC denominado Barones de la Alimentación 2022: Lucro con la crisis, digitalización y nuevo poder corporativo revela que muchos sectores agroalimentarios son ahora tan “pesados” que los controlan solo cuatro o seis empresas, lo que les permite ejercer una enorme influencia sobre los mercados, la investigación agrícola y el desarrollo de políticas, socavando las posibilidades de soberanía alimentaria.

El estudio, basado en las ventas mundiales de 2020, examinó las corporaciones que lideran y controlan cada uno de los 11 sectores agroalimentarios clave, semillas, agroquímicos, genética ganadera, ferlitizantes sintéticos, maquinaria agrícola, farmacéutica animal, comercialización de materias primas, procesadores, industria cárnica, venta minorista de comestibles y entrega de alimentos mediante plataformas.

Los economistas consideran que si cuatro empresas concentran el 40% del sector o más, están funcionando como un oligopolio. “Muchos de los sectores que monitoreamos ya están por encima de ese umbral del 40%; otros están a punto de superarlo”, revela el estudio.

Por medio del estudio se pudo constatar que el 2020 “fue horrible” para la seguridad alimentaria y la salud, pero de enorme auge para las grandes industrias agrícolas y de alimentos. En medio de una pandemia global –combinada con crisis climáticas, estancamiento en las cadenas de suministro, picos de precios, aumento del hambre, escasez de alimentos y energía, conflictos civiles, violencia racial y guerras – los Barones de la Alimentación aprovecharon al máximo las crisis convergentes para reforzar su control sobre cada eslabón de la cadena alimentaria industrial.

Un ejemplo es el mercado de las semillas. Hace 25 años, en otro estudio, la organización informaba que las 10 más grandes compañías de semillas en el mundo controlaban 40% del mercado global. Hoy solamente dos compañías controlan 40% del mercado. La alemana Bayer controla 23% del mercado, la estadounidense Corteva Agriscience, 17%, la china ChemChina-Syngenta, 7%, y la alemana Basf, 4%.

En relación a los agroquímicos, las cuatro empresas más grandes controlan 62% del mercado mundial. Son ellas: la china ChemChina- Sinochem, 24.6%, Bayer, 16%, Basf, 11.3%, Corteva, 10.4%.

El estudio llama la atención sobre tres tendencias que aumentan la capacidad de los Barones de la Alimentación para mantener el control sobre la cadena alimentaria industrial. La primera de ellas es la digitalización de la agricultura y los alimentos en toda la cadena. La segunda es el creciente poder de los barones asiáticos de la alimentación, especialmente chinos. La tercera es la integración horizontal, incluida la creciente participación de las empresas de gestión de activos en los sectores de alimentación y agricultura, que crea una apariencia de competencia, pero disminuye la competencia real.

Procesadores de Alimentos y Bebidas

En 2020 se produjo un aumento del 36% en el número de las fusiones y adquisiciones, por un total de 110 mil millones de dólares.

Las principales empresas son Pepsico, de Estados Unidos, Nestlé, de Suiza, JBS, de Brasil, Anheuser-Busch Inbev, de Bélgica y Tyson Foods, de Estados Unidos.

Industria de Carne

A pesar de la pandemia, los mayores países exportadores de carne – Brasil, Estados Unidos, Canadá, Rusia, los países de la Unión Europea y México – lograron embarcar más carne en 2020 que en 2019. Las empresas que dominan el mercado son JBS, de Brasil, Tyson Foods, de Estados Unidos, Cargill, de Estados Unidos, Smithfield Foods-WH Group, de China, Marfrig, de Brasil.

La industria cárnica sigue siendo un negocio sucio, constata el estudio. Persisten los casos de contaminación por patógenos en los productos cárnicos, contaminación de las aguas subterráneas. Persisten la corrupción, las pésimas condiciones de salud laboral, lesiones y muertes de trabajadores.

Tecnología

La digitalización de la alimentación y la agricultura emerge como el nuevo techno-fix del día. La investigación revela que todos los sectores de la cadena alimentaria industrial están en proceso de convertirse en empresas digitales. Al mismo tiempo, las grandes empresas de tecnología se están involucrando estrechamente con la producción industrial de alimentos. Los datos extraídos a través de tecnologías digitales son en sí mismos una mercancía: la cadena industrial de alimentos se basa en recopilación de datos masivos para cultivar, procesar, comerciar, rastrear, vender y transportar sus productos.

Además, se incluye la implementación de drones fumigadores, jardineras robóticas impulsadas por inteligencia artificial y operaciones automatizadas de alimentación animal equipadas con reconocimiento facial para el ganado.

Los gigantes agrícolas como Bayer, Deere & Company, Corteva, Syngenta y Nutrien están reestructurando todo su negocio en torno a las plataformas de datos masivos. La plataforma digital ‘FieldView’ de Bayer, por ejemplo, extrae 87 mil millones de puntos de datos de 180 millones de acres (72.8 millones de hectáreas) de tierras de cultivo en 23 países y los canaliza a los servidores en la nube de Microsoft y Amazon.

Red Campesina

En el estudio se receurda que los pequeños campesinos alimentan el 70% de la población mundial usando menos del 30% de la tierra, el agua y los recursos agrícolas del mundo. La cadena alimentaria industrial de hoy permite a los Barones de la Alimentación más grandes del mundo tener más poder económico que los 3, 600 millones de familias de agricultores, pescadores y productores del mundo juntos.

“La industria alimentaria busca constantemente socavar el hecho de que los tres mil millones de productores indígenas y campesinos del mundo, rurales y urbanos, pescadores y pastores, no solo alimentan a la mayoría de la población mundial y a la mayoría de los desnutridos del mundo, sino que también crean y conservan la mayor parte de la biodiversidad del planeta, lo que los convierte en la mejor defensa de la humanidad contra el cambio climático”, sostiene el Grupo ETC.

La organización defiende que es hora de retirar todo recurso a la cadena alimentaria industrial. Es necesario “exigir la eliminación de todo apoyo financiero a la cadena alimentaria industrial, exponiendo su alto grado de control corporativo transnacional y sus múltiples abusos”.