Sergio Rodríguez

El día de hoy, murió el compañero y amigo Jean Robert. Alguien que a pesar de su modestia no lograba esconder su gran sabiduría.

Pero Jean era antes que nada un hombre bueno, alguien con el cual te sentías bien, alguien que sabía escuchar y que siempre estaba listo para sonreír.

Pero es imposible entender esa forma de ser de Jean sin reconocer la importancia de Sylvia Marcos, con la cual compartió muchas décadas de su vida. Ella no era su compañera. Ellos fueron y son compañer@s

Quiero publicar unas palabras que pronunció Jean en uno de tantos seminarios a los que asistió invitado por los pueblos mayas del EZLN:

“Los Zapatistas no son separatistas. Constituyen un movimiento único, pues su horizonte es el mundo”, me dijo un amigo que los conoce bien, y añadió: “un mundo que, para quien se libera de sus escamas, es proporcional”.

Esta proporcionalidad se refleja en los caracoles, los consejos autónomos del pueblo zapatista, que rompen con el gran esquema piramidal del orden colonial, neo-colonial y capitalista.

Estoy convencido de que estamos aquí en el lugar adecuado para pensar más allá del pensamiento único que se llama capitalismo. Creo que estamos en el territorio en que lo impensable ya empezó a pensarse.

Aquí, el redescubrimiento de la relación entre territorio, dignidad y coraje no viene de definiciones exteriores o estatales de la identidad sino de la propia necesidad interior que es también ganas de seguir siendo lo que se es. De la izquierda y desde abajo, pero sobre todo, desde adentro.

Porque esta reunión está auspiciada por gente que sabe mejor que nadie lo que es la justa proporción entre el respeto de la tradición y la necesidad de cambio, entre el apego al propio ser y la apertura al otro. La fuerza viva de la tradición es aquí mesoamericana y, sobra decirlo, del sur.

El mismo amigo: “Esta fuerza viva es latente en los pueblos del Sur profundo. Se manifiesta mientras evitan la intoxicación o se mantienen desintoxicados. Lo que los anima es una espiritualidad antagónica a la modernidad y sus modas. Una espiritualidad que se encuentra, por ejemplo, entre las mujeres de Chiapas…

Hoy es un día muy triste para los que tuvimos la oportunidad de hablar con él, de escucharlo, de compartir unas conferencias, de comer con él, de caminar con él. Un fuerte abrazo para nuestra querida Sylvia. Que la tierra le sea leve.

Foto: Radio Zapatista