México
Comunidades indígenas toman 6 carreteras, exigen a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que emita dictamen de fondo y denuncian incapacidad del Gobierno de Michoacán
¡LOS ÚNICOS DERROTADOS SON LOS QUE DEJAN DE LUCHAR!
A LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
A LAS COMUNIDADES Y PUEBLOS ORIGINARIOS
AL PUEBLO DE MÉXICO Y DE MICHOACÁN
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
AL ESTADO MEXICANO
¡Lucha por los que ya no pueden luchar!
¡Resiste por quienes ya no pueden resistir!
¡Exige memoria, verdad y justicia por los desaparecidos!
Comunidades originarias de Michoacán a 30 de agosto de 2024.
El Consejo Supremo Indígena de Michoacán #CSIM constituido por autoridades civiles, comunales y tradicionales de 70 comunidades originarias, por medio del presente, en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada , que no es un día de conmemoración, sino de lucha, declaramos conjuntamente lo siguiente:
México vive una crisis de derechos humanos, es el país de las desapariciones, oficialmente existen más de 115,570 desaparecidos (Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas 30/Ago/24), la República Mexicana es el país de la injusticia e impunidad, empezando por las instituciones gubernamentales que históricamente son las principales responsables de las desapariciones forzadas, entre ellos el Ejército Mexicano y las Fuerzas de Seguridad (Informe Final del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico).
En este contexto, en la denominada “guerra sucia” en contra de luchadores sociales y opositores políticos, en 1974 fueron detenidos, torturados y desaparecidos 7 compañeros habitantes de los pueblos originarios, José de Jesús Guzmán Jiménez, y sus hijos Amafer, Armando, Solón Adenauer y Venustiano Guzmán Cruz, así como José Luis Cruz Flores, todos originarios de la comunidad de Tarejero, al igual que Rafael Chávez Rosas de la comunidad de Caltzontzin y Doroteo Santiago Ramírez de la Normal Rural Vasco de Quiroga de Tiripetio.
Las desapariciones forzadas de la familia Guzmán Cruz, fueron denunciadas ante instancias locales, estatales, federales e internacionales, durante medio siglo esta familia p’urhépecha, ha luchado contra la desmemoria, la impunidad y la injusticia, actualmente el caso se encuentra en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos #CIDH, donde presentaron el caso en octubre del 2006, fue declarado admitido en julio de 2013, se realizaron las audiencias finales en julio del 2017, pero a la fecha, aún se espera el dictamen de fondo.
Por ello, por acuerdo de Asamblea General de Autoridades Civiles, Comunales y Tradicionales que conforman el #CSIM, realizamos el día de hoy la Jornada de Lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia para los Desaparecidos P’urhépecha, tomando 6 carreteras federales:
1) Carretera Cheran-Zamora en Acachuén.
2) Carretera Cheran-Uruapan en Aranza.
3) Autopista Morelia-Lázaro Cárdenas en Taretan.
4) Carretera Morelia-Zacapu en Santa Fe de la Laguna.
5) Carretera Pátzcuaro-Uruapan en San Juan Tumbio.
6) Carretera Uruapan-Los Reyes en Nuevo Zirosto.
Pliego petitorio:
▪️Exigimos que la CIDH emita el dictamen de fondo del caso de la familia Guzmán Cruz; Que se cumpla cabalmente la sentencia del Juicio de amparo 565/2018-I del Juzgado Noveno de Distrito del caso del compañero Rosendo Radilla Pacheco y que la Secretaria de la Defensa Nacional abra sus archivos sobre la guerra sucia.
▪️Demandamos una mesa de trabajo con el Gobernador de la entidad, toda vez que el Gobierno de Michoacán miente, discrimina y no resuelve los problemas de los pueblos indígenas, manteniendo múltiples pendientes en materia de seguridad, educación, obra pública, justicia, salud y transporte.
TERUNHASKUA K’ OIA, ECHERI KA JURAMUKUKUA IAMENTU IRETECHANI
JUSTICIA, TERRITORIO Y AUTONOMÍA PARA LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
CONSEJO SUPREMO INDÍGENA DE MICHOACÁN #CSIM
Imágenes de Puentes Imposibles: III. Una Carta | ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ | Agosto de 2024
Imágenes de Puentes Imposibles:
III
Una Carta.
Agosto del 2024.
En realidad, la carta es muy breve. Llegó desde el Cauca, en la geografía llamada Colombia, con una solicitud del pueblo originario hermano Nasa. Creo fue a finales del 2022. Esperen… sí, llegó el 31 de octubre de 2022. Los hermanos Nasas pedían que se difundiera un artículo en la página de Enlace Zapatista, o sea que se publicara ahí.
Yo leí el texto con atención, confronté los datos y pensé: “si se publica en la página, nadie le va a hacer caso. Y creo que lo que les interesa no es tener muchas “vistas”, sino que lo que ahí se dice lo lean y entiendan acá, en las montañas del Sureste Mexicano. Entonces vamos a hacer algo mejor que publicarlo en la página de Enlace Zapatista: lo voy a pasar a la dirección política organizativa zapatista. Que sean ellas y ellos los que lo valoren como lo que es: un puente imposible.” ¿Por qué “imposible”? Ahora lo verán:
En esos días, las compañeras y compañeros jefes estaban ya discutiendo y desmenuzando lo que un año después, sería conocido como “El Común”.
Las reuniones eran frecuentes, intensas y agotadoras. Lo sé porque me asomé a varias de ellas y por lo que me iba platicando el Subcomandante Insurgente Moisés.
Ya desde entonces se asomaba “El Común” en el horizonte, pero en ese momento estaban en las preguntas “¿Qué somos?”, “¿Dónde estamos?”, “¿A dónde vamos?”
El impacto que la llamada “Gira por la Vida. Capítulo Europa” había tenido en el zapatismo producía su efecto. Durante semanas, en las reuniones del Comité y en las asambleas de las comunidades, las distintas delegaciones que visitaron las variadas geografías de la Europa de abajo y a la izquierda, informaron basándose en sus apuntes.
Con y por las delegaciones, el zapatismo había constatado la destrucción que la “modernidad” y el “progreso” producen en los territorios “desarrollados”, la mal llamada “civilización occidental” -que, paradójicamente, está al oriente nuestro-. Y habían encontrado la semejanza con los diferentes en todos los sentidos: la resistencia y la rebeldía frente a la Hidra, el sistema capitalista. El todo y las partes.
En palabras del Subcomandante Insurgente Moisés, coordinador de ese capítulo de la Gira por la Vida: “Está cabrón, tenemos que apurarnos”.
El balance era para preocupar:
El proceso acelerado de destrucción del tejido social en México;
los fracasos evidentes de las izquierdas electorales (el “progresismo”) ya no digamos en transformar las bases de un sistema criminal, también en administrarlo así fuera en la medianía de la mediocridad (erigir la “corrupción” como fuente y causa de todos los males, en lugar de verla como lo que es: un efecto… y fracasar también en el combate a ella), la “toma del Poder” – en realidad la llegada al gobierno por cualquier vía-, no era sino un relevo en el puesto de capataz (presuntuoso, soberbio y autoritario con la peonada, y dócil y humilde con el finquero);
las protestas cada vez más fuertes y terribles por parte de la naturaleza frente a las guerras de conquista del Capital;
el avance coordinado del llamado Crimen Organizado y los megaproyectos;
la migración y las poblaciones desplazadas (los países desarrollados asediados por los efectos de las guerras y políticas de conquista en los llamados territorios “periféricos”);
la violencia cruel y sádica contra mujeres y otroas (la agresión a lo diferente como nueva religión fanática);
la niñez convertida en víctima propiciatoria (el sistema sacrificando el futuro de la humanidad en el altar de la ganancia);
el resurgimiento de las guerras con argumentos nacional-fascistas;
la normalización de la catástrofe; el colapso pues;
todo llevaba a una conclusión aterradora: lo que habíamos previsto y advertido décadas antes (y que entonces fue objeto de burlas y desprecios), se estaba cumpliendo.
El futuro de entonces es ya el presente.
Pero todo esto ya lo sabe usted. Que obre en consecuencia, pues ya es otra cosa.
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Pero volviendo a la carta del Cauca que pedía difusión del texto, le pasé el escrito al Subcomandante Insurgente Moisés y le llamé la atención sobre una parte.
El Subcomandante leyó el texto y la parte subrayada, levantó la mirada y me preguntó: “¿Tú les contaste?”. “Claro que no”, les respondí, “no conozco a esos hermanos”. El SubMoy: “Es que es como si hubieran estado en las reuniones”.
Y es que, en reuniones de meses previos, el comité, la dirección política-organizativa zapatista había estado discutiendo de los “ismos”.
La parte subrayada del texto dice:
En el camino aprendimos que la voz que enseña es Uma Kiwe, nuestra Madre Tierra; ella indica el camino y las estrategias… aunque no han faltado quienes quieran ponerse como asesores del proceso o dar la línea. Hubo un momento, en 2016, en que el proceso decidió abrir sus puertas a otras luchas para conversar y visibilizar. A partir de allí empezaron a llegar todos los ismos, y todos quisieron poner su línea o evangelizar nuestro proceso con sus contenidos teóricos.
Todos esos ismos, ecologismo, anarquismo, marxismo, feminismo, maoísmo, institucionalismo, desarrollismo son todos construcción y legado de Occidente, y aunque en los territorios se van tejiendo con los saberes autóctonos, llevan el sello de la racionalidad occidental. Todos los ismos han sido muy valiosos en apoyo y juntanza con este proceso; algunas personas se han mostrado respetuosas; otras, colonialistas. En su momento fue necesario decir: «todos los ismos son bienvenidos, pero aquí somos y vamos a seguir siendo indígenas nasas». La liberación de la Madre Tierra va más allá de los cañaduzales. El saber nasa, que viene de Uma Kiwe, es el sustento de esta lucha, y si tenemos contradicciones es precisamente por esa batalla que se da en el corazón entre nuestro ser nasa y la imposición occidental capitalista.
Frente a la falsa disyuntiva entre la institución o la revolución, los pueblos proponen rutas alternativas para habitar este presente; las coordenadas del debate desbordan un esquema cartesiano, y nos muestran, con sus formas de habitar y organizarse en la minga, la asamblea, la celebración, las tulpas y rituales, otros modos de vida posibles. Cuando nos preguntan: «¿Rebelión? ¿Revolución? ¿Reforma? [decimos que] lo nuestro es el wët wët fxi’zenxi»
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En las reuniones de meses anteriores, los comités habían estado recapitulando su historia y, en ella, el paso de todos los “ismos” habidos y por haber, dando órdenes. Ninguno aportó nada que valiera la pena. Y claro, también que hubo y habrá gente que sólo vino a sacar lo que podía. Y se fue cuando ya no pudo sacar más. No eran “ismos”, sólo eran, y son, unos sinvergüenzas. Y unas (no olvidar la paridad de género).
Vale. Salud y acá, además de lodo y dignidad, lo que hay es un “ismo” muy otro: zapatismo.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán.
Agosto del 2024.
P.D.- El texto completo se puede consultar en https://www.ecologiapolitica.info/63-andrea-fajardo-camacho/