Mexico
Ante el genocidio, ¿qué hace México?
De acuerdo con el último reporte de Naciones Unidas (Noticias ONU, 10/8/2025), “Desde octubre de 2023, más de 61.000 personas han muerto, entre ellas 18.000 niños, y 151.000 han resultado heridas. La ONU también ha documentado la muerte de más de 500 trabajadores humanitarios”.
Este 31 de agosto, más de 20 embarcaciones partieron de Barcelona España, hacia la franja de Gaza en Palestina. La Global Sumud Flotilla (GSF) está acompañada por más de 300 activistas de 52 países, los cuales conforman:
Una coalición de personas comunes y corrientes —organizadores, humanitarios, médicos, artistas, clérigos, abogados y marinos— que creen en la dignidad humana y en el poder de la acción no violenta.
En junio, lanzamos una movilización coordinada a nivel mundial por tierra, mar y aire. En verano, volvemos con una estrategia unificada: un objetivo y una coordinación global como nunca antes.
Nuestros esfuerzos se basan en décadas de resistencia palestina y solidaridad internacional. Aunque pertenecemos a diferentes naciones, religiones y creencias políticas, nos une una sola verdad: el asedio y el genocidio deben terminar.
Somos independientes, internacionales y no estamos afiliados a ningún gobierno o partido político. Nuestra lealtad es a la justicia, la libertad y la santidad de la vida humana.
En palabras de Greta Thumberg.
…esta historia también se trata de un levantamiento global, de cómo la gente está dando un paso al frente cuando nuestros gobiernos no lo hacen… Esta misión es para desafiar el extremadamente violento sistema de negocios habitual y un sistema internacional que no cumple con el derecho internacional, ni impide que Estados como Israel cometan los peores crímenes de guerra posibles...
Dentro de la Global Sumud Flotilla, viaja una delegación de seis mexicanos y mexicanas, quienes comparten un objetivo en común: “romper el bloqueo de Israel y abrir un corredor humanitario”.
En palabras de Karen Castillo, quien forma parte de la delegación mexicana rumbo a Gaza:
“Hacemos una invitación a todas las personas en territorio nacional. Necesitamos que, durante la duración de está misión, salgan a las calles, envíen mensajes a la embajada mexicana para exigir el paso de esta flotilla...”
Como parte de las acciones solidarias que acompañan esta iniciativa global, frente a las oficinas de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) en la Ciudad de México, se realizó una jornada político-cultural para informar a la población en general sobre el objetivo de la Global Sumud Flotilla y también para denunciar y cuestionar el silencio del Estado Mexicano ante el genocidio perpetrado por el Estado de Israel en Palestina.
Ante el aviso de que Israel tratará como “terroristas” a las y los miembros de la Flotilla Sumud, se pide a la población en general que se mantenga atenta e informada sobre el trayecto de la flotilla. Y también se exige al gobierno de México que pida al Estado de Israel el paso seguro de las Flotillas, pues de eso depende la integridad de las y los activistas.









Querétaro: San Francisquito, el barrio indígena urbano que no se vende
Éste es un episodio del podcast Periodismo de lo posible, Historias desde los territorios, que cuenta historias sobre los logros y los caminos posibles para la protección de la vida y la naturaleza, para visibilizar las acciones y estrategias que se tejen todos los días desde las comunidades, asambleas, organizaciones y colectivos en México en respuesta a los proyectos extractivistas, el cambio climático y la violencia. Escucha los otros episodios aquí: https://periodismodeloposible.com/
La historia de San Francisquito, un barrio indígena urbano en Querétaro, es una lucha constante por la preservación de sus tradiciones, su territorio y su identidad frente a la amenaza de la gentrificación. Este barrio, con raíces chichimecas, es famoso por su danza conchera y sus muros adornados con arte urbano que narran historias de resistencia y herencia indígena. En 2015, San Francisquito comenzó a enfrentar el peligro de un megaproyecto turístico impulsado por los gobiernos estatal y municipal, que amenazaba con transformar el barrio en un destino comercial, desplazando a los habitantes originales y destruyendo su cultura y espacios sagrados. A través de asambleas comunitarias, marchas y la creación de una Confederación, las y los vecinos comenzaron a organizarse y solicitaron el reconocimiento oficial de San Francisquito como un barrio indígena urbano como una forma de defender sus derechos y protegerse ante nuevos desarrollos inmobiliarios.
Contexto e historia
Los procesos gentrificadores producto del capitalismo se siguen extendiendo a lo largo del mundo, imponiendo formas de vida que no contemplan la cultura originaria ni las necesidades reales de la población de los territorios que son invadidos por los grandes capitales.
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