Temas
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal denuncia agresión armada a la Casa de la Memoria y la Esperanza
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
22 de abril de 2018
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Con tristeza y con mucha indignación denunciamos una agresión armada en la sede de nuestra Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza por un grupo de personas armadas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), esta situación no es un problema por partidos políticos ni religioso, es una agresión a nuestra autonomía y a nuestra lucha pacífica.
Hechos:
El día de ayer, 21 de abril de 2018, realizamos trabajos de alambrado en el perímetro de la sede de la Organización y Casa de la Memoria y la Esperanza, para delimitar nuestro territorio haciendo el alambrado perimetral. Y construir una casa en la orilla de la carretera, en la entrada de nuestra sede, ya que en una asamblea acordamos hacer estos trabajos.
Pero, antes de que empezáramos nuestro trabajo, llegaron un grupo de personas: Antonio Gómez Pérez presidente del grupo “Concejo Pacifista Sembradores de Paz”, (grupo usurpador del nombre de nuestra Organización Las Abejas de Acteal) junto con su esposa Catarina Vázquez Pérez, María Vázquez Pérez, Javier Luna Pérez y su esposa Micaela Vázquez Pérez, Rosa Vázquez Pérez y su hijo Romeo Hernández Vázquez y Juan Vázquez Pérez, para sembrar hizotes para delimitar según ellos su terreno, dentro del área de nuestra sede, esto como a las 7:30 de la mañana.
Aproximadamente a las 18:45 horas, se comenzaron a escuchar disparos de armas de fuego desde la casa del señor Javier Luna Pérez del (PVEM), lo que hicimos las mujeres, hombres y niñas y niños que nos encontrábamos en nuestra sede, correr y refugiarnos en la iglesia de la Virgen de la Masacre de Acteal y, creímos que ahí nomas iban a parar su agresión.
Pero, como a las 10:30 de la noche, un grupo de 6 personas jóvenes de nombres: Juan Vázquez Pérez, Eulalio Ruiz Gutiérrez, Mariano y Juan Gabriel Luna Vázquez hijos de Javier Luna Pérez y Esteban Pérez Gutiérrez, la mayoría son del PVEM, llegan a nuestra sede con armas de fuego, palos, piedras y comenzaron violentamente a destruir el alambrado que habíamos hecho alrededor de nuestra sede y al mismo tiempo realizaban disparos de armas de fuego. Y cuando terminaron de destruir el alambrado realizaron 4 disparos de armas de fuego y de ahí se regresaron a sus casas.
Después de esta destrucción del alambrado, como a las 23:20 horas, este mismo grupo de personas armadas regresa a destruir la casa de la Organización de Las Abejas que se había construido en la orilla de la carretera, en ese momento estábamos varias mujeres realizando un cinturón de seguridad para evitar que destruyeran la casa, pero, no nos respetaron y así com
etieron su acto violento, aventando a la carretera las maderas y algunas se las llevaron a su casa. Su acto de destrucción duró aproximadamente 10 minutos. Una vez que terminaron el destrozo, y se fueron a juntarse en la puerta de la casa del presidente del “Concejo Pacifista Sembradores de Paz” y desde ahí le dispararon con un arma al foco del alumbrado público y diciendo jactanciosos: “¡terminamos el trabajo vayan a tomar su pozol!”.
Contexto
En el año de 1998, después de la masacre de Acteal nuestro hermano Francisco Vázquez Hernández (fallecido en el año de 2016) junto con nuestra hermana María Vázquez Gómez y Juan Vázquez Luna todos sobrevivientes de la Masacre de Acteal, decidieron voluntariamente donar una parte de su predio para que sea la sede de nuestra Organización Las Abejas de Acteal y porque ahí están enterrados nuestros 45 hermanas y hermanos y más los 4 no nacidos, dicha otorgación del terreno cuenta con un acta de donación y su respectivo croquis.
Queremos dejar en claro que los que están detrás de toda esta agresión son “Los Sembradores de Paz”, porque antes de que este grupo de personas armadas actuaran, los señores Patrocinio Hernández Gómez, Lázaro Arias Gómez y Porfirio Arias Hernández de la comunidad Yaxgemel, se encargaron de dividir y manipular a unas familias de sobrevivientes de la masacre de Acteal y, después hicieron lo mismo con las hijas de nuestro hermano Francisco Vázquez.
Cabe señalar que los “Sembradores de Paz”, en varias ocasiones han intentado despojarnos de nuestra sede y el año pasado también llegaron a agredirnos en nuestra sede, esto lo denunciamos públicamente. Pero hoy sus malas acciones ha subido de nivel.
Hermanas y hermanos tememos que nos pueda pasar algo lamentable, porque hace rato como a las 10:30 de la mañana, el mismo grupo de personas armadas estuvieron tirando piedras sobre el techo del Mukinal, (lugar en donde están enterrados nuestras 45 hermanas y hermanos y más 4 no nacidos).
Es muy triste y doloroso lo que sucedió ayer y lo que sigue sucediendo, porque nos recuerda como vivimos el 22 de diciembre de 1997, cuando los paramilitares llegaron a masacrarnos, porque este grupo de jóvenes copiaron la forma como actuaron los paramilitares priistas de Chenalhó. Muchas mujeres sobretodo las sobrevivientes tuvimos mucho miedo, causando crisis emocional así como en niñas también, pero, tuvimos que hacernos fuerte y apoyarnos entre todas.
Este hecho que está pasando es consecuencia de la impunidad sobre la Masacre de Acteal y el Estado mexicano es responsable de lo que está pasando ahora en nuestra sede.
Esta agresión en nuestra sede, es un ataque directo a la Memoria de nuestras hermanas y hermanos mártires de Acteal y la construcción de la Otra Justicia. Acteal es la Casa de la Memoria y la Esperanza y lo hemos dicho públicamente que es para toda las personas que luchan y construyen la paz y la justicia. Acteal después de la masacre se convirtió en dignidad y ejemplo de lucha No Violenta, y es por eso que quieren destruirnos y el mal gobierno sabemos que está detrás de todo esto.
La violencia en Chenalhó ya es el infierno, porque en donde quiera hay grupos armados, como lo acaba de señalar el gobierno estatal, que desde hace meses se oyen disparos de armas de fuego “sin identificar quién o quiénes lo realizan”, causando desplazamientos forzados y matando a gente inocente y la presidenta municipal de Chenalhó Rosa Pérez Pérez no hace nada para detener a su gente, al contrario permite la violencia y los asesinatos, así es su uso y costumbre para gobernar al municipio oficial.
Ante todo lo anterior exigimos:
- Al mal gobierno municipal, estatal y federal detener urgentemente esta violencia y se garantice nuestra seguridad como Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal en las diferentes comunidades en las que habitamos.
- A la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronuncie pronto sobre la responsabilidad del Estado mexicano respecto a la Masacre de Acteal y, debido a este retardo, el Estado mexicano ha aprovechado para administrar la impunidad y generado más violencia en nuestra región.
Hermanas y hermanos y compañeras y compañeros de lucha, no permitan que nos maten como lo hicieron los paramilitares priistas de Chenalhó el 22 de diciembre de 1997, les pedimos hacer acciones y presionar al Estado mexicano que evite otra masacre.
Los responsables de cualquier agresión a nuestra organización son los tres niveles del mal gobierno y el grupo “Concejo Pacifista Sembradores de Paz”, en especial su presidente Antonio Gómez Pérez.
Con mucho dolor e indignación, desde Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza.
ATENTAMENTE
La Voz de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por la Mesa Directiva:
Martín Pérez Pérez Mariano Gómez Ruiz
Pedro Pérez Pérez Manuel Pérez K’oxmol
Alonso Ruiz López Manuel Nuñez Gutiérrez
Por las mujeres sobrevivientes de la masacre de Acteal y compañeras miembros de Las Abejas de Acteal:
Marcela Pérez Sántiz
Elena Pérez Luna
María Guzmán Pérez
Verónica Hernández Sántiz
Guadalupe Vázquez Luna
Antonia Pérez Pérez
Luvia Arias Pérez
Guadalupe Arias Pérez
¿Y cómo hablamos la verdad? – Día 7, Conversatorio “Miradas, escuchas, palabras: ¿prohibido pensar?”
¿Y en este México de gritos y silencios, cómo hablamos la verdad?
Día 7, Conversatorio
“Miradas, escuchas, palabras: ¿prohibido pensar?”
Mañana y tarde del sábado 21 de abril, séptima jornada del conversatorio convocado por el zapatismo, día de muchas palabras, de dos sesiones, mañana y tarde. Para reportarnos cómo anda el corazón, llegan a la Universidad de la Tierra Daniela Rea, Marcela Turati, Javier Risco, Emilio Lezama y Luis Hernández Navarro, cinco periodistas que abren el día. Para cerrarlo, hablan la vocera del Concejo Indígena de Gobierno Marichuy, Carlos González del Congreso Nacional Indígena y cuatro integrantes de la asociación civil Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos: Mardonio Carballo, Juan Carlos Rulfo, Juan Villoro y Pablo González Casanova, a quien a partir de hoy, y por los méritos de su trabajo, se le encomienda más trabajo: ser parte del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (CCRI-CG EZLN).
“El rumor florece en los colapsos”, afirma Carlos Taibo en voz del Sup Galeano. Pero no queremos colapsar. ¿Qué papel juegan entonces los medios de comunicación? ¿Cómo pueden alejarnos de la mentira fácil? ¿Cómo no ser “amplificadores de rumores”? ¿Cómo transmitir información veraz?
Desde la Red de Periodistas de a Pie, Daniela Rea y Marcela Turati sueltan de golpe toda la lista de emociones que invaden a cualquier periodista veraz que ande quebrándose el alma por narrar los gritos y los silencios que habitan nuestro México. Daniela Rea, para quien “el corazón está terco”, nos acalambra la conciencia con sus historias de reportera desde el fondo de un dolor que es “dignidad, resistencia, trabajo, justicia”, historias de personas que ya no temen porque “ya no es posible que les quepa más miedo en el cuerpo”. Marcela Turati, “una persona normal” a quien se le “atravesó” la guerra, se confiesa a veces “despalabrada” de tanto andar “hurgando en fosas” clandestinas, de tanto ver “muertos en vida”, “campos de exterminio” y “32 mil” personas desaparecidas “disputando el espacio” que el periodismo comprometido lucha por darles. Marcela plantea el dilema de cómo “mantener viva la indignación”, pero una indignación que mueva y no que paralice. Nos habla de la importancia de proteger la vida de periodistas, porque “donde no hay periodistas está ganando la muerte”.
Javier Risco cuenta con espacios en radio y televisión comerciales en los que habla con políticos cada día. Dice que trata de incomodarlos y que, desde “su trinchera”, vio la campaña de recolección de apoyos de Marichuy Patricio Martínez como un “necesario oasis de dignidad”. Emilio Lezama, quien se estrenara en el periodismo a los trece años narrando la marcha zapatista del Color de la Tierra (que llegó a la Ciudad de México en 2001), pregunta “¿qué México queremos?” y, yendo más allá, “¿qué modelo de mundo queremos?”. Para narrar la realidad actual, Emilio recurre a una metáfora, la de los palacios de cristal que, como espacios domesticados, buscan contener el mundo. Ganadores, dentro; perdedores, fuera. Pero hay “un presente adyacente”, nos dice, por lo que debemos imaginar otros Méxicos. Luis Hernández Navarro describe a detalle la basura que hay en toda campaña electoral. La que vivimos ahora no es distinta. Aquí “no está en juego una verdadera reforma del estado” sino su recomposición. No está en disputa el desmantelamiento del modelo de desarrollo neoliberal sino “su gestión”. Se menciona a periodistas autoexiladxs, amenazadxs, asesinadxs, a Miroslava Breach, a Javiér Valdés, a muchxs más. El Sup Galeano abunda sobre el riesgo que implica ser periodista en México, pues también se es “una víctima potencial” que puede convertirse en parte de la noticia terrible que narraba. Todo eso por la mañana.
Por la tarde, una sesión transformadora de la relación que ha tenido el EZLN con la sociedad civil organizada desde hace 24 años. Marichuy comienza agradeciendo a la Sexta nacional e internacional, a las redes de apoyo, a las organizaciones, a la asociación civil Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos y a todxs aquellxs que de manera inividual apoyaron el proceso de recolección de firmas. Carlos González describe las etapas que ha vivido el CNI. La primera, desde su fundación en 1996 hasta abril del 2001, cuando se aprobó en el Congreso mexicano un dictamen que contravenía los Acuerdos de San Andrés. La segunda, el impulso de la autonomía por la vía de los hechos, con la adhesión colectiva a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona (en 2006) y una larga etapa de represión y dificultades. La tercera, la de ahora con el recorrido de la vocera María de Jesús Patricio, cuando el CNI se posiciona de otra forma en su momento más grave, para quedar en una posición de lucha distinta, mucho más sólida.
Mardonio Carballo se va a las raíces, pues “nadie puede hablar de la flor, del fruto, si no habla de la raíz”. Luego explica que “no hay mejor memoria que la de la tierra”, mientras nos habla de las lenguas como flores. Juan Carlos Rulfo informa que, tras más de 20 años de zapatismo, él “sigue buscando historias” y preguntándose “¿cuántas historias hay que contar?” Juan Villoro celebra que seamos “más conversacionales” y se extiende con recuerdos y anécdotas de la Convención Nacional Democrática (de 1994), la propuesta fallida de fundar una biblioteca “Rosario Castellanos”, en la que, frente a “Francisco Villa”, no se abrió camino ese nombre de mujer. Nos habla de lo que fue la apuesta por la consecución de firmas de apoyo para el CIG, construcción de una esperanza que “pasa por los otros”, los desconocidos y lejanos. Nos invita a construir una “comunalidad futura”, a sabiendas de que “las voces comunes son voces que tejen”.
Al principio de la tarde había hablado muy brevemente Pablo González Casanova, sólo para mencionar que “el proyecto que nació en estas tierras es un proyecto universal”, y para agradecer haber vivido en su tiempo de vida este proyecto. Al principio de la noche, cuando parecía haber terminado la conversación, el Sup Moisés toma el micrófono para explicar “cómo se llega a la dirección política del EZLN”. Pues con trabajo. Se le da trabajo a una persona, se le observa y, si trabaja bien, se le premia con “más trabajo”. Entonces habla el Comandante Tacho “a nombre de las bases de apoyo” zapatistas. Celebra que don Pablo González Casanova haya pasado su cumpleaños 96 trabajando en un evento de recopilación de apoyos para Marichuy. Nos dice que, desde que comenzaron esta lucha, en “el apunte tenían” que “un día tenían que luchar” con todas y todos, que “ya estaba previsto que un día nos íbamos a encontrar”, aunque no sabían cuándo ni cómo. Ahora ya saben: “Hemos visto a un compañero que no se ha cansado”, que “no se ha rendido”, que “no se ha vendido, no ha claudicado”. Se refieren a él cariñosamente como Pablo Contreras y le informan: su regalo será más trabajo, pues “va a integrar este gran equipo CCRI-CGEZLN”. Todxs lxs representantes de ese gran equipo desfilan entonces por el templete del CIDECI-Unitierra para abrazar a don Pablo González Casanova, nuevo integrante del CCRI.
Al comenzar el día, cinco periodistas se preguntaban qué vale la pena contar en esta zona de gritos o de silencios, qué palabras usar para hablar con verdad, para romper con la inercia de los crímenes impunes donde las familias agraviadas sienten que hablan “desde abajo del mar”. Al comenzar la noche, la tormenta nos ofrece unos segundos de respiro para mirarla desde encima de las nubes porque, en esa “niebla de la guerra” que describió tan claramente Marcela Turati, hoy se nos atravesó el zapatismo.
Escucha/descarga los audios (para descargar, haz clic con el botón derecho sobre la pista que deseas descargar):
Mañana:
Tarde:
Foto de portada: Isaac Guzmán / Tragameluz