El antropólogo tseltal Juan López Intzín (Tenejapa y San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México) nos invita a conocer los tres volúmenes de la obra colegiada “Prácticas otras de conocimiento(s). Entre crisis, entre guerras”. Obra que trata aspectos fundamentales del conocimiento y sus prácticas en nuestros tiempos, al debatir preguntas clave: ¿Cómo, dónde y para qué conocemos en estos tiempos de ofensiva neoliberal global contra la Madre Tierra y la humanidad? ¿En estos tiempos de capitalismo académico?
Escucha esta intervención que fue parte del debate dado en Santiago de Chile el 30 de agosto de 2017. Ojalá que estas palabras y la obra comentada abonen a los muchos semilleros que están floreciendo por todo el planeta Tierra a pesar de los proyectos de muerte en curso…
Nos dejó Viglietti, pero en el vacío de su partida nos dejó su legado y la convicción de continuar.
Aquí su mensaje para el CompArte 2017:
Y aquí Daniel Viglietti con Mario Benedetti: canto y poesía por Chiapas y el Ya Basta zapatista.
Esos rasgos que asoman del borde del pasamontañas
son lo aparecido de lo que se ha ido,
de lo que se ha ido son lo aparecido;
son lo aparecido que anuncia el tambor.
Mujeres del Proceso de Comunidades Negras (PCN) nos hablan de sus experiencias de lucha en defensa de los derechos culturales y territoriales en Suárez, Valle del Cauca, Colombia. Cerca de la hidroeléctrica de La Salvajina las mujeres y las comunidades negras defienden el uso tradicional y respetuoso del río que es vida así como la minería ancestral.
El Frayba, como integrante de Pax Christi Internacional, celebra que la poeta zoque Mikeas Sánchez recibirá el Premio Internacional de Paz 2017, un reconocimiento a “Los esfuerzos de Movimiento Indígena del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Tierra y el Territorio por resistir a la explotación de la tierra y promover la dignidad del pueblo de Chiapas”. Una lucha donde las mujeres tienen una amplia y diversa participación como cuidadoras de la Madre Tierra.
“Los poderosos están donde están porque nosotros lo hemos permitido”, dijo Guadalupe Vásquez, concejala tsotsil de Los Altos de Chiapas y sobreviviente de la masacre Acteal. “Pero ya es tiempo de unir fuerzas… de mover el mundo… de mostrar que somos capaces de levantar nuestros pueblos… que el mundo entero sepa que los pueblos originarios siguen vivos y seguirán luchando para conseguir su libertad, para ya no permitir la opresión, para ya no permitir la injusticia”.
Quien estuvo en el Caracol de Oventic el 19 de octubre de 2017 no tuvo como no saberlo: los pueblos originarios están más que vivos. Más de 10 mil personas llenaban el caracol, entre bases de apoyo zapatistas, pueblos del CNI, adherentes a la Sexta, concejales y concejalas del CIG. La niebla, esa niebla tan retratada en los primeros días del levantamiento en 1994, cubría las montañas y desdibujaba los contornos, de manera que no se veía el fin de ese mar de gente reunida en lo que fue el último día de la gira del CIG en territorio zapatista.
La caravana había sido recibida a la entrada del caracol por una comitiva de autoridades, todas mujeres, portando bastones de mando. Una ceremonia solemne y al mismo tiempo festiva, con las vivas gritadas por miles de bases zapatistas formados en doble fila que daban la bienvenida a ese nuevo gobierno que abarca, hasta ahora, 63 regiones indígenas del país, hablantes de 39 lenguas, representadas por 156 concejales y concejalas.
Así recorrió Marichuy y los y las concejalas el largo camino hacia la cancha, resguardada por cientos de milicianos, hasta el templete. Allí, en el templete, se fue tejiendo el sentido de lo que hemos visto y escuchado estos seis días. El dolor y la rabia ante la destrucción y el despojo de todo, ante la muerte provocada por este sistema que todo pisa, todo humilla, todo violenta. Un dolor que se volvió tangible en las palabras del Comité Eureka, que desde 1977 lucha por los desaparecidos; en las palabras de las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa; y en las palabras de la concejala tsotsil de Los Altos de Chiapas, sobreviviente de la masacre de Acteal: “Mi palabra es verdadera porque yo lo viví, porque nadie me lo contó, porque yo estuve presente. A mí no me cuesta creer que las injusticias pasan en todo el mundo”. Pero ante el dolor y la rabia, ante la muerte, el surgimiento de un levantamiento por la vida y la invitación a construir un mundo otro desde abajo.
Dijo Marichuy:
“Abajo, desde el fondo de la tierra, la dignidad está naciendo un nuevo mundo en medio de la destrucción, el dolor y la rabia de nuestros pueblos, del México de abajo en los campos y las ciudades. Del pueblo trabajador que es explotado hasta su muerte, despojado de todo cuanto tiene, reprimido por pensar y rebelarse, despreciado por ser diferente, por ser pobre, por ser mujer, por hablar nuestra propia lengua, por decir la verdad, por mirar abajo y no arriba, por voltear a ver a la compañera, al compañero y no al amo, al cacique, al patrón, al mal gobierno. Y por eso decimos nuevamente que en el reloj de eso que somos la humanidad, se marca la hora de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que seremos.”
Como en los demás espacios, la mujer indígena se hizo presente. “Las mujeres indígenas, en nuestra triple condición de mujeres, de indígenas y de pobres vivimos la mayor de las opresiones dentro de este sistema que se nombra capitalista, somos explotadas y violentadas en nuestros hogares, en nuestros trabajos, en todos los espacios de la sociedad”, dijo Marichuy. “Pero justamente porque somos las que sentimos el más profundo dolor, porque vivimos la mayor de las opresiones; también nosotras las mujeres somos capaces de sentir la más profunda de las rabias; y entonces debemos ser capaces de transformar esas rabias en organización con el fin de pasar a la ofensiva para desmontar el poder de arriba, construyendo con determinación y sin miedo el poder de abajo.”
De la misma manera, la Comandanta Hortensia, hablando en nombre del Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del EZLN, en la segunda parte de su discurso se dirigió directamente a las mujeres de México y del mundo, haciendo un recuento detallado de la violencia que sufren las mujeres tanto del campo como de la ciudad e invitando a la organización. Y dijo: “es la primera vez en la historia de México que una mujer indígena va a decir que tenemos capacidad para gobernar un país. Y cuando ella dice que sí puede, con ella también lo decimos todas”.
Marichuy anunció que a partir del mes de noviembre el CIG recorrerá el país con una agenda que se dará a conocer en los próximos días. Dijo la Comandanta Hortensia: “Los pueblos zapatistas estamos con la vocera, con el Concejo Indígena de Gobierno y con el Congreso Nacional Indígena, ellos y ellas van a cumplir una misión de recorrer el país para decir y escuchar la verdad y también invitarlos a luchar”.
Pero avisó: “Van a tratar de hacer hasta lo imposible para que una mujer indígena no hable ni escuche”. A sólo cuatro días de iniciado el proceso de recolección de firmas para formalizar la candidatura de Marichuy, esto ya es evidente. Marichuy hizo una detallada denuncia de las formas en que el Estado ha tratado de sabotear el proceso para evitar la candidatura. A pesar y por causa de eso, Marichuy dijo que no darían un paso atrás, que recorrerían el país para escuchar e invitar a la organización, desarrollando una agenda nacional a partir de grupos de trabajo sobre tierra y territorio, autonomía, mujeres, jóvenes y niños, personas con capacidades diferentes, migrantes, diversidad sexual, justicia y trabajo y explotación.
Después de las palabras, un sencillo pero conmovedor acto cultural con bailables de gran simbolismo y una pieza de teatro que llevaba a imaginar lo que podría ser un debate entre la política tradicional y la forma otra de hacer política de los pueblos.
Como si estuviera planeado, la niebla se levantó de Oventic al terminar el evento y el camino se distinguió claramente tras las rejas decoradas con flores de la entrada del caracol. La gira del Concejo Indígena de Gobierno en territorio zapatista había terminado, señalando el inicio de un largo caminar.
Escucha los audios:
Palabras de bienvenida de la Junta de Buen Gobierno “Corazón céntrico de los zapatistas delante el mundo” por la compañera Jimena (lee aquí): (Descarga aquí)
Palabras de bienvenida del CCRI de la Zona Altos de Chiapas por la compañera Jessica (lee aquí): (Descarga aquí)
Hermanos y hermanas del pueblo de México, de los pueblos del mundo, de la Sexta nacional e internacional.
Medios libres de comunicación.
Medios de paga.
Ahora les hablo con la voz que el Concejo Indígena de Gobierno para México me dio para decirles que desde el 12 de Octubre hemos estado reunidos con el fin de celebrar la primer Asamblea Nacional de Trabajo entre el Concejo Indígena de Gobierno y los pueblos que integran el Congreso Nacional Indígena, en el CIDECI-UNITIERRA, y con el fin de hacer la presentación del Concejo Indígena de Gobierno y su vocera en los cinco caracoles zapatistas, en el estado de Chiapas, ratificando lo que los pueblos originarios sabemos bien, o sea, que el futuro de nuestros pueblos es posible únicamente en reconocernos uno solo con la tierra, nuestra madre. En ella está nuestro pasado y futuro, y por lo tanto la libertad y la autonomía por la que luchamos.
Desde territorio rebelde zapatista nos escuchamos y pensamos en colectivo, con las artes y las palabras creativas nos hablamos, nos compartimos los modos y los caminos para desmontar el poder que de arriba nos diseñan e imponen hasta que da lugar a reproducir ese corrompido poder en el sistema patriarcal, machista y capitalista en nuestros pueblos; desmontarlo es voltear a ver en el fondo de nuestra historia y hacerlo nuestra apuesta y propuesta a los pueblos de México y del mundo. Por eso decimos: ¡Que vivan las mujeres que luchan y se organizan!
El Concejo Indígena de Gobierno, integrado hasta este momento por 156 concejales y concejalas de 63 regiones indígenas del país, hablantes de 39 lenguas originarias, pensamos que es el tiempo de escuchar el sonido que viene del desastre capitalista en todos los territorios del campo y las ciudades.
Arriba, el poder se resquebraja y la política del mal gobierno y los poderosos capitalistas demuestran con descaro la mentira que son, estremecen con su destrucción todo lo que tocan, matan, contaminan y a su paso van dejando destrucción, desolación, indignación y rabia.
Abajo, desde el fondo de la tierra, la dignidad está naciendo un nuevo mundo en medio de la destrucción, el dolor y la rabia de nuestros pueblos, del México de abajo en los campos y las ciudades. Del pueblo trabajador que es explotado hasta su muerte, despojado de todo cuanto tiene, reprimido por pensar y rebelarse, despreciado por ser diferente, por ser pobre, por ser mujer, por hablar nuestra propia lengua, por decir la verdad, por mirar abajo y no arriba, por voltear a ver a la compañera, al compañero y no al amo, al cacique, al patrón, al mal gobierno.
Y por eso decimos nuevamente que en el reloj de eso que somos la humanidad, se marca la hora de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que seremos.
Es la hora de escuchar lo que el sufrimiento de las familias que buscan un hijo, un padre, una madre desaparecidos tienen que decirnos con su lucha incansable por encontrar entre los escombros la verdad y la justicia.
Es la hora de sacudir este país y agitar en cada rincón de él, de organizarnos en cada espacio, en cada barrio, nación y tribu, en cada ciudad, en el campo y en las ciudades, de no dejarnos, de organizarnos, de gobernarnos de acuerdo a nuestras formas propias, ejerciendo y tomando el destino en nuestras manos sin esperar a que otros lo hagan por nosotros.
Es la hora de tejer desde abajo una telaraña tan grande que sea capaz de perdurar los tiempos venideros, aprovechando el llamado de nuestra tierra para que la organización que construyamos penetre en todas las estructuras de esta nación y nos garantice la libertad, la democracia y la justicia.
Es la hora de los trabajadores, maestros, intelectuales honestos, artistas, jóvenes, campesinos, estudiantes, homosexuales, comunicadores y todos los que de abajo somos.
Es la hora de hacer retemblar en sus centros la tierra, mirándonos en el espejo que son los pueblos originarios con sus luchas y sus sufrimientos. Tomando los principios del mandar obedeciendo la guía para renacernos.
Pero sobre todo es la hora de las mujeres que luchan y se organizan por nacer su libertad, por nacer su patria nueva con justicia, por nacer un mundo nuevo de paz y diferente sobre las ruinas que el sistema capitalista y patriarcal van dejando por todos lados. Es el momento de que las mujeres nos organicemos sí, por el respeto de nuestros derechos, pero también por todos y por todas porque en nosotras está la fuerza para empujar esta enorme lucha.
La plaza central de Palenque se llenó de pueblos indígenas y campesinos y pobladores locales, protegidos por un cordón de bases de apoyo zapatistas que rodeaban toda la plaza, para recibir al Concejo Indígena de Gobierno y su vocera Marichuy. Palenque es centro de grandes desarrollos turísticos que lucran con la herencia de los pueblos mayas. Bares, restaurantes, hoteles, tiendas, agencias de viaje abundan sobre la calle que conduce a la plaza. Pero por Palenque pasa también el tren llamado La Bestia, que carga cientos de migrantes rumbo a los Estados Unidos todos los días. Así, Palenque se vuelve punto de contraste y símbolo del sistema en el que vivimos. La conquista de los pueblos mayas hace más de cinco siglos; el creciente despojo de los pueblos mayas de hoy; la folclorización y mercantilización de las culturas mayas; el desplazamiento forzado de millones de personas.
Las concejalas del CIG, Marichuy y la Comandancia General del EZLN hicieron esa realidad presente con sus palabras. La concejala de Chapultenango, Chiapas, habló sobre las afectaciones por el despojo fruto de la minería, los hidrocarburos, la privatización del volcán Chichonal con fines turísticos y la migración de los jóvenes. La concejala de Nayarit señaló la mala administración de la energía eléctrica y los petróleos mexicanos. La concejala de Santa María Ostula relató la historia de la comunidad por recuperar sus tierras y defenderlas del crimen organizado y del Estado, de la represión que desde 2008 han sufrido, de la organización de las autodefensas y de la complicidad del ejército mexicano con el narco. Las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa denunciaron la impunidad y, nuevamente, complicidad del Estado con el crimen organizado. La Comandancia General del EZLN, en voz de una compañera y después de la Comandanta Amada, habló sobre la migración y las mujeres, de la impunidad en los casos, entre muchos otros, de Atenco, Acteal, la Guardería ABC, los feminicidios en Ciudad Juárez, los mineros enterrados de Coahuila, los desaparecidos de Ayotzinapa.
Ante esto está la alternativa del autogobierno. “¿Por qué un pequeño grupo de personas, holgazanes, buitres, bestias, zánganos nos vienen a mandar si somos miles y millones de mexicanos trabajadores del campo y la ciudad?”, preguntó la Comandanta Amada. Una miembra de la Junta de Buen Gobierno de Roberto Barrios explicó el funcionamiento del autogobierno zapatista y los trabajos en las áreas de salud, educación, justicia, producción. “Es posible gobernarnos nosotras y nosotros mismos, donde el pueblo manda y el gobierno obedece”, concluyó.
El proceso no es fácil, como quedó evidente con la denuncia que hizo Marichuy a nombre del Concejo Indígena de Gobierno, sobre las diferentes maneras en que el INE intenta obstaculizar su registro como candidata a la presidencia. Pero, “como es costumbre para los pueblos, claudicar no es una opción”, dijo, y anunció que se redoblarían los esfuerzos para la recolección del casi millón de firmas requeridas por el INE.
Al terminar el acto la caravana se dirigió a San Cristóbal de Las Casas, y hoy concluye la gira del CIG por territorio zapatista en el Caracol de Oventic. Y sigue lo que sigue…
Escucha los audios:
Palabras de bienvenida de la Junta de Buen Gobierno del Caracol de Roberto Barrios en voz de Alejandra (lee aquí): (Descarga aquí)
Marichuy denuncia trabas y engaños por parte del INE para validar su registro como candidata independiente (lee aquí): (Descarga aquí)
La noche había caído sobre la selva y el rumor del Río Bascán competía con las chicharras para sobresalir sobre el concierto de insectos y otros bichos. Desde la entrada del caracol de Roberto Barrios una doble fila de zapatistas, esperando en silencio, se extendía hasta el puente sobre el río. Y entonces se escucharon los cuetes anunciando la llegada de la caravana del Concejo Indígena de Gobierno y su vocera Marichuy.
Una comitiva de mujeres esperaba para recibirla con una lluvia de pétalos de flores y el aroma del incienso de copal. Así recorrieron el largo camino hasta el caracol: Marichuy acompañada de dos ancianas y dos niñas, símbolo del camino recorrido y del nuevo camino por andar. “María de Jesús, ¡no te vendas! María de Jesús, ¡no te rindas! María de Jesús, ¡no claudiques! María de Jesús, ¡no estás sola! ¿Con quién estás? ¡Con el pueblo!”, gritaban dos jóvenas junto a ella mientras todas las y los zapatistas repetían en coro y gritaban vivas. Fue un recibimiento muy diferente de los demás. Sencillo pero sentido.
El caracol se llenó de bases de apoyo zapatistas y en el templete, después de la bienvenida por la Junta de Buen Gobierno, el dolor se hizo presente al lado de la resistencia.
Como en los demás caracoles, Marichuy cedió primero la palabra a cuatro concejalas del Concejo Indígena de Gobierno. La concejala de Mezcala, Jalisco, explicó que en su región se desarrollan grandes centros turísticos y fraccionamientos residenciales, en lo que es una de las mayores colonias estadounidenses en el país. La concejala de Tilapan en la región de Zongolica, Veracruz, habló de la presencia de la delincuencia organizada, de la desaparición forzada de jóvenes y del miedo que la población tiene de denunciar. La concejala de la Sierra Chontal, Oaxaca, denunció los proyectos extractivos que destruyen el territorio. Y la concejala de San Sebastián Bachajón, Chiapas, habló del despojo de la tierra y su defensa, que les ha costado dos muertos.
Ante eso, dijeron, es la unión y la organización lo único que los mantiene resistiendo. La concejala de Mezcala, por ejemplo, explicó que lo que los mantiene de pie es el hecho de que, a pesar de todo, siguen teniendo un gobierno tradicional y sus tierras son comunales.
Aquí, como en los demás espacios que ha visitado la caravana, se ha hecho énfasis en la unión y en el esfuerzo colectivo. Fue esa colectividad la que construyó los espacios en los que se realizan los eventos, no sólo en términos de mano de obra, sino de fondos obtenidos con mucho esfuerzo con las cooperativas de cada zona. Es esa colectividad organizada que se ve en cada recibimiento, en cada acto. Es esa unión lo que permite a los pueblos originarios defender a la madre tierra, fuente de alimentación y de vida, tema repetido por las mujeres que, a fin de cuentas, son quienes cuidan y reproducen la vida. Y es también esa unión lo que da fuerzas para seguir de pie en medio de la desesperanza.
“Me estoy muriendo poco a poco”, dijo una de las madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Desde que te despiertas, cuando desayunas, cuando trabajas, en todo momento, está el dolor de no saber dónde está tu hijo. Un dolor que, por más que las madres y padres de los 43 repitan a lo largo y ancho del país, no se puede expresar. Estar aquí entre tanta gente linda, dijo, es tan importante. Explicó que la noche anterior se sentía muy mal, desesperada, y que una compañera la animó diciéndole que había que seguir luchando y que no estaban solos. Y enseguida se escucharon las voces en todo el caracol: “¡No están solos!”
“Esa es la realidad, es lo que está pasando en México”, dijo Marichuy. “Pero los pueblos indígenas dijimos que no estamos de acuerdo. Dijimos que vamos a salir a las diferentes comunidades indígenas de México para decirles lo que pensamos, para decirles y escuchar si ellos también están pensando como nosotros, que es necesario unirnos, hacer una fuerza grande entre los trabajadores del campo y la ciudad para quitar a este sistema capitalista.”
Palabras de la Comandanta Amada a nombre del CCRI-CG del EZLN del Caracol V “Que habla para todos”, Zona Norte, en el acto político cultural realizado en Palenque el 18 de octubre de 2017
Compañera@s bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Compañer@s de la Sexta nacional e internacional.
Compañer@s del Congreso Nacional Indígena.
A la compañera vocera María de Jesús Patricio Martínez.
Al Concejo Indígena de Gobierno.
A los compañer@s concejales de los diferentes estados de la república.
A los medios libres, alternativos, autónomos o como se llamen.
A la prensa nacional e internacional.
A la prensa de paga.
A los diferentes sectores de México y el mundo.
Al pueblo de Palenque, territorio de pueblos originarios mayas.
Lo que va a pasar en nuestro país y el mundo
Con las reformas estructurales que el mal gobierno reformó es con la finalidad de privatizar todo, porque toda nuestra riqueza natural lo vendió con empresas extranjeras con pretexto de crear empleos y tener buen desarrollo en nuestro país. Lo que va pasar en este país si no nos organizamos nos van acabar con el aire, la tierra, el agua, los minerales, los bosques, los animales y los seres humanos, nos van a destruir, nos van dejar en algo irreparable, nos va a arrasar con la tormenta. No va a haber trabajo , no va a haber alimentación, no va a haber empleo, nos van a dejar la naturaleza destruido, la tierra quedará estéril, no habrá vida, no habrá futuro, nos van a desaparecer. Por eso tenemos que luchar para defender la madre de todos que es la madre tierra, luchemos por las miles y millones de vidas que existen y están por nacer en este mundo, no nos encerremos en resignaciones, ni en conformismos que el sistema nos oferta para mantener el poder político, ideológico, económico, social, psicológico y cultural.
El mal sistema su base principal es el dinero para seguir controlando al pueblo, porque ya no encuentran otra forma de mantenerse en el poder, para nosotros la gente de abajo el dinero no es la fuente de vida, luchamos no sólo por nuestro país, nuestra lucha es por la humanidad mundial, el arma del poder es dividirnos y pelearnos entre nosotros los pobres, con los diferentes partidos políticos que abusan nuestros pueblos por falta de información, existen medios pero están controlados por el mal sistema no informan la verdad, cuando algunos medios informan la verdad son secuestrados, torturados y asesinado, se exige justicia nadie los protege, porque todas las autoridades se vende y sale ganando el que tiene dinero. Entre ellos está el narco, el narco órgano y narcogobiernos, ellos nadie les hace nada, porque son los que financian los gobiernos, los jueces y los partidos políticos en tiempos electorales, hacen creer al pueblo que van hacer el cambio por medio de la democracia, pero en realidad los partidos políticos no son los que van a dar el cambio,porque son ellos mismos que han saqueado el país, ellos han entregado el patrimonio de la nación, son una cúpula de personas de los partidos políticos que aprueban leyes detrás de los pueblos.
Les preguntamos al público en general ¿por qué un pequeño grupo de personas holgazanes, buitres, bestias, zánganos, nos vienen a mandar si somos miles y millones de mexicanos trabajadores del campo y la ciudad?
Para ellos les conviene elegir personas asesinos, por ejemplo Enrique Peña Nieto, fue premiado presidente porque él fue quien mandó hacer violaciones, a golpear, a torturar y asesinar mujeres y hombres al pueblo de Atenco por sus policías, cuando era gobernador del Estado de México. Desde entonces no se ha hecho justicia porque son ellos que controlan la justicia por medio del dinero, por eso no existe la libertad, la democracia y la justicia.
Para ellos la justicia es mercancía, es negocio, pasan los tiempos y se hacen del olvidado; tenemos el ejemplo la masacre de Acteal; la muerte de niños y niñas en la guardería de ABC , en Hermosillo, Sonora; las violaciones y asesinatos de las mujeres obreras de Ciudad Juárez; los mineros atrapados en los escombros en Coahuila y los 43 desaparecidos normalistas de Ayotzinapa, entre otros. En todos estos acontecimientos no ha existido justicia.
En la selva cuando llueve parece que el cielo se cae. La explanada del Caracol de La Garrucha se había convertido en un campo rojinegro de pasamontañas y paliacates enmarcado por el verdor de las montañas, la alegría resaltada por los murales retocados o recién pintados que decoran todos los edificios del caracol. En el gran templete, las concejalas y concejales del Concejo Indígena de Gobierno y Marichuy, su vocera, observaban a esa multitud festiva mientras la Junta de Buen Gobierno y la Comandancia General del EZLN daban la bienvenida.
Y entonces, cuando Marichuy tomó la palabra para cederla primero a tres concejalas del CIG, empezó la lluvia. Un torrente violento que opacó las voces de las concejalas, de Marichuy y de la Comandanta Rosalinda del Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del EZLN. El campo rojinegro se transformó entonces en un mar de paraguas y lonas de plástico, bajo los cuales las bases de apoyo zapatista y los delegados del CNI se mantuvieron impávidos, gritando vivas, resistiendo la tormenta no con resignación, sino con alegría y determinación. Un niño que no tendría siquiera un año, arropado en un rebozo y protegido de la lluvia por un paraguas, limpiaba con cariño las gotas que salpicaban el brazo de su madre.
“Decíamos que se acerca la tormenta”, dijo Marichuy en su discurso, “pero creo que ya llegó”. Desde hace más de dos años, el EZLN ha estado advirtiendo que la tormenta se aproxima. En abril de 2015, el Subcomandante Galeano explicaba: “… subimos a lo alto de la ceiba para tratar de ver más lejos, no lo que pasó, sino lo que viene. Bueno, pues lo que vemos no es nada bueno. Vemos que viene algo terrible, más destructivo si posible fuera”. Por eso, porque los zapatistas veían llegar la tormenta, es que organizaron el seminario “El pensamiento crítico frente a la hidra capitalista” en mayo de 2015, al que acudieron pensadores de muchas partes de México y del mundo, para reflexionar sobre el contexto actual. Allí, los zapatistas compartieron su “mirada hacia la hidra”, y también su “mirada hacia adentro”, explicando cómo se organizan las comunidades zapatistas en términos de economía política, cómo la resistencia y la rebeldía son sus principales armas para enfrentar la tormenta y cómo, en ese contexto, luchan las mujeres zapatistas.
Fue también para enfrentar la tormenta que el EZLN organizó el festival de arte “CompArte por la Humanidad” y la compartición de ciencias “ConCiencias por la Humanidad”. Durante ésta última, en un texto titulado El gato-perro y el Apocalipsis, el Sup Galeano escribió esto:
“Según nuestros análisis (y hasta ahora no hemos visto a nadie ni nada que los refute, antes bien, los confirman), estamos ya en medio de una crisis estructural que, en términos coloquiales significa imperio de la violencia criminal, catástrofes naturales, carestía y desempleo desenfrenados, escases de servicios básicos, colapso energético, migraciones, hambre, enfermedad, destrucción, muerte, desesperación, angustia, terror, desamparo. En suma: deshumanización. Un crimen está en curso. El más grande, brutal y cruel en la breve historia de la humanidad. El criminal es un sistema dispuesto a todo: el capitalismo. En términos apocalípticos: es una lucha entre la humanidad y el sistema, entre la vida y la muerte. (…) En resumen; digan no a la muerte y sí a la vida. Pero no se engañen. Van a tener que luchar todos los días, a todas horas y en todo lugar. En esa lucha, tarde o temprano, se darán cuenta de que sólo en colectivo tendrán posibilidades de triunfar.”
Y es ante la tormenta que las comandantas, concejalas y la vocera han insistido tanto, durante estos encuentros, en la necesidad de unir fuerzas entre las comunidades, divididas como están por la ofensiva gubernamental a través de los proyectos asistencialistas, y entre el campo y la ciudad.
Como dijo Marichuy:
”Es el tiempo de los pueblos, es el tiempo de que nos unamos, es el tiempo de que juntos saquemos a estos grandes capitalistas que han por años despojado nuestras tierras. Nos han dividido, nos han hecho pelear entre nosotros. (…) Ahora es tiempo, hermanos, de unificar, de pensar juntos qué vamos a hacer, cómo vamos a ir construyendo ese México nuevo.”
Ahora, al escribir estas palabras, en este intervalo de la tormenta, la música inunda el caracol y el baile anima. Pies en botas, sandalias o huaraches chapotean alegremente en el lodo mientras la noche deja caer su manto sobre la selva. Es el tiempo de los pueblos.
Escucha los audios:
Llegada del Concejo Indígena de Gobierno y su vocera Marichuy: (Descarga aquí)