En el municipio de Aldama, región Altos de Chiapas se encuentran alrededor de 638 personas en situación de desplazamiento forzado desde el pasado 3 de marzo cuando un grupo armado del vecino ejido Manuel Utrilla, también conocido como Santa Marta en Chenalhó realizó disparos de arma de fuego de grueso calibre contra las casas, y escuelas en las comunidades de Koko’, Tabak y San Pedro Cotsilnam. Los conflicos agrarios se potencian en medio de una región en donde los paramilitares nunca fueron desarmados, además de ser amparados por el estado mexicano. Regeneración Radio realizó un recorrido por las comunidades afectadas y pudo constatar los disparos constantes y el riesgo a la vida de las personas que se encuentran bajo escases de alimento, en medio de las inclemencias del tiempo y del terror; esta es su historia.
La impunidad con la que actúan grupos civiles armados en Los Altos de Chiapas intensifica la crisis por desplazamiento forzado en comunidades de pueblos tsotsiles, de los municipios de Aldama, Chalchihuitán y Chenalhó. El Estado mexicano es responsable porque no ha investigado, desarmado ni sancionado a dichos grupos lo que propicia el aumento de la violencia.
Grupos civiles armados, de corte paramilitar, vinculados a redes de crimen organizado, atacan con armas de fuego a comunidades, con la permisividad y protección de autoridades del gobierno de Chiapas. Viejos conflictos agrarios son administrados según intereses políticos, en un ambiente electoral de manipulación y control para operar renovadas estrategias contrainsurgentes.
El territorio del municipio de Chenalhó ha sido una pieza clave en la estrategia de contrainsurgencia, que el Estado mexicano gestó en los Altos de Chiapas con el objetivo de aniquilar la resistencia autónoma de las comunidades indígenas. En esta zona, el Ejército mexicano formó, entrenó y protegió a grupos paramilitares responsables de crímenes de lesa humanidad, como la Masacre de Acteal. El Estado mexicano no desarticuló ni desarmó a los grupos que capacitó en el uso de armas con el objetivo de sembrar terror; actualmente, siguen siendo el motivo de la acción que mantiene en vilo a la población con impactos psicosociales que van desde el miedo, a brotes de enfermedades que están afectando principalmente a las niñas, niños, jóvenes, mujeres y ancianos.(1)
A los pueblos Ikoot y Binnizá de San Dionisio del Mar
Al pueblo de México
A los medios de comunicación
El Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno enviamos nuestro apoyo y solidaridad con los hermanos y hermanas de la comunidad de San Dionisio del Mar, Oaxaca.
Repudiamos el cobarde ataque que personas priistas, bajo las órdenes de la presidenta municipal Teresita de Jesús Luis Ojeda, realizó en contra de nuestros hermanos y hermanas de la comunidad Ikoot de San Dionisio del Mar, Oaxaca, ocurrido el pasado jueves 29 de marzo durante la celebración de las tradiciones de semana santa en la comunidad y que dejó a cinco compañeros heridos por armas de fuego.
Sabemos que detrás de los intentos por sembrar la violencia está la intensión de concretar el despojo a favor de los intereses capitalistas apostados en la región del Istmo de Tehuantepec, a los cuales los pueblos Ikoot y Binnizá, con su histórica organización, han resistido con determinación desde el año 2012, en que detuvieron la invasión por la empresa Mareña Renovables, que pretendía imponer aerogeneradores que despojan de esos territorios a las comunidades.
Al Congreso Nacional Indígena
A los medios de comunicación
A las organizaciones sociales
A los pueblos indígenas de México y el mundo
A la opinión pública
Al pueblo istmeño
La Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio manifiesta su repudio a las agresiones realizadas contra integrantes de la Asamblea General de Pueblo de San Dionisio del Mar por pistoleros a cargo de la actual presidenta municipal Teresita de Jesús el pasado 29 marzo, al atacar a balazos a compañeros de la Asamblea de San Dionisio del Mar, durante la celebración de las festividades del Judío, resultando de ese ataque 5 compañeros heridos, estos actos se inscriben en una escalada de agresiones contra los defensores y defensoras del territorio en nuestro Estado.
Asimismo, manifestamos nuestro apoyo a la Asamblea del Pueblo de San Dionisio del Mar quienes desde hace varios años han estado desarrollando y acompañando conjuntamente con otros pueblos de la región, una fuerte lucha contra el despojo de nuestro territorio para la imposición de los proyectos eólicos, especialmente el proyecto de Mareña Renovables. Sabemos que esta agresión se enmarca en una ofensiva del estado contra las comunidades indígenas para imponer sus proyectos de despojo y muerte.
Riesgo de mayor confrontación derivado del ataque armado contra defensores de la Asamblea General del Pueblo de San Dionisio del Mar
5 heridos de bala durante celebraciones de Semana Santa.
Condenamos la violencia contra defensores de la tierra y el territorio del pueblo Ikojts
El Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha A.C. manifiesta su preocupación ante el ataque armado sufrido por integrantes de la Asamblea General del Pueblo de San Dionisio del Mar el pasado 29 de marzo y donde resultaron heridos 5 personas, una de ellas permanece hospitalizada actualmente. La asamblea comunal echó abajo el proyecto de la empresa Mareña Renovables que pretendía construir uno más de los parques eólicos que invaden la zona lagunar del Istmo de Tehuantepec.
HECHOS:
La noche del 29 de marzo del año en curso cinco personas integrantes de la Asamblea General del Pueblo de San Dionisio del Mar resultaron heridas de bala como resultado de un ataque cometido por simpatizantes de las autoridades municipales. El ataque ocurrió desde el domicilio de la Sra. Sandra Isabel Castellanos Díaz, secretaria general del PRI municipal, en calles principales de la población donde como cada año, se celebraban ritos populares relacionados con la Semana Santa. El recorrido del judío es costumbre del pueblo y participan en él hombres y mujeres de todas las edades.
Los heridos Luis Daniel A. M. (16 años), José de Jesús G. R. (18), Ovaldo T. E. (19), Daniel R. M. (38) y Teodosio G. G. (4 5 ) fueron trasladados para su atención médica a Juchitán, donde uno de ellos fue intervenido ante lo delicado de su estado de salud. En el ataque fueron usadas escopetas cuyos proyectiles se impactaron contra las personas y mototaxis en el lugar. Pobladores afirman se trató de una emboscada, pues fueron atacados también con piedras en un lugar oscuro y donde ya los esperaban.
Hacemos énfasis en la falta de actuación de la autoridad local , pues la policía municipal no llegó al lugar, esto puede constituir violaciones al derecho a la integridad física, a la cultura y al acceso a la justicia, pues a más de 72 horas de los hechos, no hay ningún detenido, a pesar de que víctimas y testigos en el lugar lograron identificar a Cesáreo Castellanos Vázquez, Rómulo Ramos Gallegos, Crisoforo Torres Castellanos y Pedro Castellanos Noriega, como las personas que portaban escopetas y una pistola que fueron accionadas contra la población, se escucharon al menos 12 disparos .
N os preocupa que estos hechos de violencia contra población civil ocurran a pocas semanas de realizarse las elecciones generales, incluidas las autoridades municipales de San Dionisio del Mar. Este ataque hasta ahora impune, incrementa el riesgo de una confrontación mayor en la población.
Recordamos que esta es la segunda ocasión en que miembros de la Asamblea de Pueblos de San Dionisio del Mar son atacados con armas de fuego. En diciembre del año 2014 una persona también resultó herida por arma de fuego durante hechos de violencia ocurridos durante la realización de unas elecciones extraordinarias que finalmente fueron suspendidas.
Por todo lo anterior,
Responsabilizamos a la autoridad municipal de San Dionisio del Mar de la escalada de violencia en la población y de cualquier daño a la integridad física que integrantes de la Asamblea puedan sufrir por parte de sus seguidores.
Exigimos una investigación pronta, expedita y apegada a derecho del ataque armado sufrido por 5 integrantes de la Asamblea General del Pueblo de San Dionisio del Mar, así como atención médica para cada uno de ellos, pues a 3 de los 5 no les fueron extraídas las postas .
Exhortamos a las autoridades estatales y federales a atender la problemática interna de la comunidad, toda vez que en este clima de impunidad, puede generar nuevos hechos de violencia con consecuencias lamentables.
Insistimos, la conflictividad en San Dionisio del Mar se gestó a raíz del intento de instalación del parque eólico de Mareña Renovables, hoy Eólica del Sur, en 2012; la Asamblea General del Pueblo ha defendido su Territorio desde ese año.
El colectivo Huellas de la Memoria nació el 10 de mayo de 2013, durante la Segunda Marcha de la Dignidad Nacional: Madres buscando a sus hijas e hijos y buscando verdad y justicia. El colectivo registra las historias de personas desaparecidas en México y otras partes de Latinoamérica y la lucha y los procesos de búsqueda de sus familiares. Lo hacen grabando, en suelas de zapatos que han sido usados durante la búsqueda, un mensaje que nombra a la persona dsaparecida, el día y lugar de la desaparición, y palabras de amor y esperanza.
La madrugada de hoy, 1 de abril de 2018, el departamento de dos compañeros del colectivo fue allanado, en lo que parece ser un claro mensaje de intimidación. Compartimos abajo la denuncia del colectivo.
1 de abril de 2018
Ciudad de México, México
Denuncia pública.
La madrugada de hoy, 1 de abril de 2018, entre las 00:30 y 02:30 horas entraron por la fuerza al departamento de dos compañeros de nuestro colectivo. La puerta fue forzada y la irrupción fue en el momento en el que no había nadie en el inmueble. Quienes entraron no movieron nada; los objetos de valor que estaban a la vista no fueron sustraídos por lo que descartamos la incursión con fines de robo. Luego de revisar el departamento, salieron a la calle a verificar que no hubiera nadie vigilando, en ese momento pasó un automóvil negro con placas del Estado de México, lo hizo a velocidad lenta, como inspeccionando la zona. Asociamos este hecho a nuestras actividades como organización en la denuncia y visibilización de la desaparición forzada como una política del Estado mexicano. Que en los últimos tiempos, se han presentado al menos dos eventos que son de llamar la atención:
1. Durante la exposición de Huellas de la Memoria en la ciudad de Saltillo, Coahuila, en agosto de 2016, un hombre de corte militar estuvo fotografiando de forma insistente a uno de los compañeros de nuestro colectivo.
2. En la presentación de Huellas en la ciudad en Taxco, Guerrero, el 23 de marzo del año en curso, asistieron funcionarios del gobierno municipal con quienes se tuvieron claras diferencias en el tema.
De manera que, no descartamos que esta acción haya tenido fines de intimidación. A pesar de esto, seguiremos en nuestro quehacer cotidiano: señalando y denunciando la práctica de la desaparición forzada en nuestro país, a los responsable y sus cómplices, pero también recuperando la memoria y la lucha de los familiares contra este crimen. La agenda programada para éste año se seguirá construyendo y las muestras serán conocidas en los estados de Guerrero, Michoacán, Jalisco, Nuevo León y Veracruz.
Responsabilizamos al Estado mexicano de cualquier situación que ponga en riesgo la integridad de nuestros compañeros y exigimos el cese de estos actos intimidatorios, no sólo contra nuestro colectivo sino contra cualquier persona y organización que luche contra el terror y la violencia de este país.
No descansaremos hasta que la memoria, la verdad y la justicia se sienten entre nosotros como sociedad.
INSERVIBLES LOS MECANISMOS DE PROTECCIÓN A LAS VÍCTIMAS DE NOCHIXTLÁN.
Por Jaime Ortiz
Amparado por la noche, el edil del municipio de Asunción Nochixtlán, Ruben Alcides Miguel, junto con un grupo conformado por integrantes de su cabildo así como por varios choferes de distintos sitios de taxis, acudieron la noche del día 26 de marzo al lugar donde se encuentran los camiones que fueron calcinados durante el operativo del 19 de junio del 2016, con el objetivo de retirar dichos vehículos. Cabe recordar que en dicho operativo murieron 8 personas a manos de policías estatales y federales, y a casi dos años no se han realizado las diligencias correspondientes para deslindar responsabilidades.
Fue al filo de las 10 de la noche cuando, ayudados por una retroexcavadora, comenzaron a quitar de aquel lugar dichos camiones. Esto alertó al comité de víctimas, quienes acudieron al lugar para intentar hacer entrar en razón a los acompañantes del presidente para que dejaran los camiones, ya que argumentaban que todavía está abierto ante la PGR el expediente del caso 19 de junio, y esos camiones son evidencias para esclarecer dichos hechos. No obstante, estos se mofaron de las víctimas, lo que creó una situación tensa, que derivó en hechos violentos donde los acompañantes del presidente dispararon armas de fuego en contra de integrantes del comité de víctimas así como profesores y personas que acudieron en apoyo. El resultado de este hecho son dos heridos de bala, quienes fueron trasladados a un hospital en la ciudad de Oaxaca.
Juan José Acebedo, de 24 años de edad, recibió un impacto de bala en el pecho, perforándole parte del pulmón. Su estado se reporta como estable. Ésta es la segunda agresión en su contra; la primera ocurrió el 19 de junio del 2016, en esa ocasión una bala le entró por la parte trasera de su cabeza con orificio de salida en su cara, destrozándole parte de la mandíbula, por lo que por varios meses no pudo ingerir alimentos ya que tuvieron que inmovilizar su boca. Ahora se encuentra hospitalizado nuevamente esperando entrar en cirugía para la extracción de la bala que recibió. Otra de las personas heridas es Martín Silva, de 37 años de edad, con impacto de bala a la altura de la rodilla.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C. cuenta con información del desplazamiento forzado de 90 familias tsotsiles de la comunidad de Koko’, municipio de Aldama, Chiapas, México, el pasado 24 de marzo de 2018, por el actuar violento de un grupo armado proveniente de Manuel Utrilla, Chenalhó. Las familias se encuentran dispersas en la montaña, sin condiciones de seguridad ni de asistencia humanitaria que garanticen sus derechos como pueblos indígenas en desplazamiento.
Adicionalmente, familias Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN) de comunidades del municipio de Aldama y del ejido Manuel Utrilla, Chenalhó, se encuentran también en grave riesgo de desplazamiento forzado así como de amenazas a su vida, integridad y seguridad por el mismo grupo armado que provocó el desplazamiento, el 20 de marzo de 2018, de 145 familias tsotsiles de Tabak, Aldama.(1)
Estos hechos son la continuidad de la violencia en la región con la crisis humanitaria por el desplazamiento forzado de 5 023 personas en Chalchihuitán2 y el desplazamiento forzado de 7 familias de Aldama desde mayo de 2016. La ineficacia del gobierno de Manuel Velasco Coello ha generado impunidad en la zona, protegiendo a la presidenta municipal de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez, y a los grupos armados que operan en la región.
Dialogamos con algunas mujeres que asistieron al Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan que se realizó en Morelia, Chiapas, México entre el 8 y 10 de marzo del presente año. Mujeres provenientes de diversas luchas a las que les preguntamos: ¿quiénes somos?, ¿qué nos convocó a estar aquí?, ¿por qué luchamos las mujeres?, ¿cómo te sentiste en el encuentro? Aquí recogemos esas múltiples voces en un collage que entrelaza los sentires de “un chingo” de mujeres. Mujeres que se nombran, que luchan y que resisten sin miedo.
Producción colaborativa de Radio Zapatista, Subversiones y La tinta
Somos y hacemos
Fuimos miles. Como no somos buenas para las matemáticas ni tampoco en eso de exagerar o contar multiplicando, con humildad arrojamos un tímido y poco certero número ante la pregunta ¿cuántas mujeres había? Entre 5 mil y 10 mil, dijimos. Luego, las zapatistas serían mucho más precisas que nosotras: “A saber cuántas mujeres que luchan llegamos en estos días, pero creemos que podemos estar de acuerdo en que somos un chingo”.
Fuimos venidas de diversos rincones del planeta. Hablantes de español, tzeltal, tzotzil, mapudungun, aymara, francés, italiano, inglés, tojolabal, portugués, zapoteco, entre tantas otras lenguas. Muchas latinoamericanas, venidas desde el sur de nuestro continente. Otras que cruzaron el charco y atravesaron tempestades. Miles desde los distintos estados de México. Algunas con larga experiencia en esto de “estar organizadas” y luchando. Otras autoconvocadas llegaron porque andaban viajando por allí, y se enteraron de un encuentro de mujeres y de unas luchadoras llamadas zapatistas que las invitaban a su territorio.
Paula de Argentina, quien desde el Encuentro de Organizaciones propone la lucha para una vida libre y digna; Heydi que desde la música y la fotografía hace arte para resistir y para sanar desde Guatemala; Helena de Cuba que con su sonrisa nos invita a descolonizar nuestras caderas bailando y conectándonos con nuestras ancestras; Laura proveniente de pueblos originarios de México en lucha contra los megaproyectos mineros y eólicos, organizada como mujer campesina e indígena; Juana, Marta y Norma, que llegaron desde Ciudad Juárez, México, para denunciar el asesinato y desaparición de sus hijas; Rosemary de raíces yaki, apache y mexicana proveniente de la frontera con Estados Unidos, trabajadora agrícola; Vanesa y Sirsey que llevan adelante el activismo lésbico desde la Ciudad de México; Laura de Francia, que pinta mujeres desaparecidas y rastrea sus historias para sacarlas del anonimato.
Doña Herminia de Venustiano Carranza, delegada del Congreso Nacional Indígena, lucha en defensa de la tierra y el territorio desde hace muchos años y llegó junto con otras compañeras del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas; asimismo, Guadalupe, Aurelia, María y Teresa, de Ejido Tila, luchan por la tierra y por ser escuchadas como indígenas. Carolina, del colectivo Bondi Fotográfico de Argentina; Susana del Movimiento por Unidad Latinoamericana y Cambio Social con una lucha sindical desde Argentina; Sylke y Ada Luisa de Nicaragua, jóvenes mujeres de la Asociación de Trabajadores del Campo que llegaron a aprender y compartir sus experiencias muy emocionadas por estar en territorio zapatista. Deolinda de Argentina que llega a participar como delegada del Movimiento Campesino de Santiago del Estero; Carol de Costa Rica que hace canciones y llega con otras amigas del Colectivo Mujeres Libres Riendo; Juliana de Brasil que platicó sobre los medios de comunicación libres y comunitarios y Jéssica de la Unión Nacional Campesina y Frente Revolucionario Mujeres de Lucha de Brasil.
Río, de la Ciudad de México, presentó Qué Vulvaridad, exposición fotográfica que muestra una diversidad inmensa de cuerpos, tantos como hay mujeres en el mundo; Xochiquetzal de Cuernavaca quien participó como académica y poeta del colectivo de mujeres Lunámbula; Reyna y Araceli, mujeres indígenas mazahuas del Estado de México; Laura de La Sandía Digital; Yasna, periodista y Dafne de Radio Placeres, ambas de Chile; Carol de California que quiere llevar todo el aprendizaje de regreso a su tierra; y Gemma y Ana del Estado Español que ven muy importante tomar el ejemplo de lucha de las mujeres zapatistas y consideran este encuentro como una oportunidad de encontrarse con mujeres de otras realidades.
Convocadas
Venimos a encontrarnos con mujeres que luchan en todo el mundo, contactarnos y tejer redes para desarrollar conjuntamente las herramientas que necesitamos para la libertad y para confrontar la violencia del patriarcado. Somos curiosas, buscamos tanto preguntas como respuestas. Venimos a compartir experiencias, hacer propuestas, aprender de otras mujeres, crear enlaces y solidaridad entre nosotras. Venimos a conocer la problemática de las zapatistas y cómo se organizan, a conocer personas de tantos estados, de tantas ciudades con el mismo problema que nosotras: desapariciones, feminicidios, acoso sexual.
Venimos a reflexionar acerca de qué formas organizativas y políticas tenemos para poder hacer una revolución que contenga todos los derechos y necesidades de las mujeres del mundo. Venimos para ser escuchadas como indígenas ante la represión, el despojo de tierras y el abandono. Porque sólo luchando se hace la fuerza. Porque a ellos no les conviene que nosotras andemos en estos lugares, visibilizando lo que está pasando en Ciudad Juárez y en otras partes del mundo. Venimos para seguir en la lucha de justicia por nuestras hijas asesinadas, para nuestras hijas desaparecidas. Nosotras como madres de hijas desaparecidas tenemos que seguir visibilizando todo lo que está pasando. Venimos porque no nos podemos quedar calladas.
Luchamos
Estamos luchando por sobrevivir porque nos están matando y salir a la calle todos los días es un peligro. Esa violencia hacia nosotras se extiende a los que nos rodean, a nuestras hermanas, a nuestras amigas, a nuestros hijos e hijas. Personas que son asesinadas y quedan en el olvido. Algunas ni siquiera están en un archivo. ¿Cómo preservar su memoria, cómo recordarlas, cómo pedir justicia?
Luchamos por proteger nuestros cuerpos, nuestras tierras y a nuestros seres queridos; por un mundo mejor, por el ser humano y por la vida entendida como dignidad. Luchamos por el sufrimiento que tenemos y tenían nuestras mamás y nuestras abuelas. En contra de un sistema patriarcal que nos oprime en todas dimensiones, que tanto en el trabajo como en el hogar y en los espacios sociales, cada día, tenemos que librar una batalla por defender nuestras libertades y sobre todo por demostrar que somos autónomas, dueñas de nuestros cuerpos, de lo que pensamos y de quiénes queremos ser. Por ser la mujer que queremos ser sin ningún estigma ni regla impuesta. Luchamos por autonomía, por tener un lugar, por nuestros propios espacios. Espacios llenos de mujeres. Por eso es importante encontrarnos y organizarnos, voltear a vernos y hacer un compromiso con nosotras y con las otras para mejorar este mundo que pareciera no es para nosotras.
Luchamos porque vivimos injusticias en distintos niveles. Luchamos contra los distintos sistemas de opresión: el racismo, el capitalismo, el machismo y el patriarcado. Entendemos que toda la estructura debe transformarse, no solamente en términos del sistema económico. Luchamos por deconstruir y descolonizar los saberes, los sentires, los deseos. Por romper esa idea de que el cuerpo de la mujer sólo debe ser para el consumo de los hombres o para un consumo sexual. Por llevar esa fiesta de la revolución externa a una fiesta de la revolución interna. Luchamos por más arte para nosotras. Porque tenemos un corazón lindo, porque somos muy creativas, porque escribimos, porque brindamos apoyo, porque podemos hacer cosas juntas aunque no nos conozcamos, porque nos enamoramos del viento, del sol, de la abuela luna y la diosa del mar, de la naturaleza toda.
Luchamos para que nadie más pase lo que nosotras hemos pasado. Porque antes éramos sumisas a lo que el hombre dijera pero a través de reconocer nuestros derechos como mujeres, empezamos a salir. Luchamos para desarmar el patriarcado como una estructura de dominación que nos meten en la cabeza y en nuestras organizaciones. Somos las más afectadas y no podemos quedarnos con las manos cruzadas mientras el patriarcado está acabando con nosotras y el mundo. Luchamos por tener paz y dignidad. Por un lugar en este mundo. Luchamos por la tierra y porque nosotras estamos buscando a nuestras hijas. Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos. Luchamos todos los días por causas que nos unen todo el tiempo.
Resistimos
Nuestra resistencia es nombrarnos juntas, aprender juntas y salir a las calles, tomar el espacio público. Identificar que si el mundo sigue caminando es gracias a que las mujeres nos organizamos en todos los espacios, en todos los tiempos. Bordamos como una forma de unirnos y luchar para lograr que las voces de las compañeras que fueron asesinadas no queden apagadas, que difundamos lo que está sucediendo en nuestro país. Que escuchen nuestra voz de una vez por todas, que podemos hablar por nosotras mismas, que la lucha es nuestra, que no necesitamos a nadie para eso. Utilizamos la danza y la espiritualidad como un mecanismo de resistencia y empoderamiento, el erotismo como poder. Nos reconectamos con nuestras ancestras y esto es un momento especial de lucha y de resistencia.
Sin miedo
En el encuentro convocado por las zapatistas no sentimos miedo. Compartimos cuatro días sin violencia, sin agresiones, sin acoso. Sin miedo a ser agredidas por nadie, sin miedo a estar vestida de alguna forma en la que te sientas incómoda, sin miedo a decir lo que tengas que decir. Caminamos sin pensar en que si estábamos peinadas o no, o cómo estábamos vestidas. Sin pensar en nada de eso, simplemente vivir, respirar y saber que haga lo que haga no voy a ser juzgada y que si me caigo estoy segura que alguna compañera me hubiera levantado. Por un momento en el tiempo que estuvimos aquí no tuvimos miedo. Fuimos libres. Expresamos nuestros sentimientos. Seguras y tranquilas. Cerca de otras. Encontradas en nuestros cuerpos.
De las compañeras zapatistas aprendimos mucho. Estar aquí es estar en el corazón de ellas, estar en el corazón de la lucha. Verlas, escucharlas, esa es la mayor inspiración, la mayor motivación para seguir resistiendo. Ellas nos han abierto su espacio, su territorio, para recibirnos a mujeres tan diversas, con diversas luchas, experiencias, geografías. Y con mucho respeto estamos aquí compartiendo y escuchándolas, el primer día fue verlas desde su lenguaje y los otros días, estar conversando con ellas. Han sido muy generosas de compartir su espacio, de compartir sus conocimientos, de facilitar todo para este encuentro. Pudimos ver todos los avances, todos los logros que están haciendo desde el arte, la pintura, la danza, el teatro, la música. Nos están poniendo el ejemplo de que, pese a las dificultades y situaciones de discriminación y violencia que enfrentamos en nuestras comunidades, podemos salir adelante organizándonos.
Insistieron en que es necesario estar organizadas. Nos transmitieron mensajes llenos de aprendizaje. Aprendimos que podemos construir desde la diversidad no sólo cultural, de edad y creencia, sino de las distintas maneras de entender el feminismo y cuestionar esta especie de superioridad con la que algunos movimientos feministas creen tener la razón y enseñarnos. Tomamos una lección de humildad. Un camino tan correcto para nosotras, correcto en el sentido de que no es el hombre, no es el gobierno, no son ellos quienes van a cambiar la historia de desigualdad existente, somos nosotras, en colectivo, solas no. Y este colectivo es tan latinoamericano, es tan internacional que motiva, llena de fuerza y de energía.
Es un hecho histórico, venimos de diferentes partes del mundo, de diferentes realidades, diferentes clases sociales, diferentes maneras de luchar y tenemos que aprender mucho unas de otras, mujeres muy afectuosas, muy valientes,mujeres brillantes, de mucha fuerza y mucha sabiduría. Nuestras luchas están conectadas de una manera mundial. Compartir experiencias y saber que somos más de las que pensamos y que no estamos solas es muy potente y muy necesario. Apostamos a los feminismos descoloniales. Las compañeras que vienen desde Cuba con todo un posicionamiento crítico, compañeras aymaras con el feminismo comunitario, compañeras lesbianas que tienen también sus propias propuestas y las compañeras indígenas desde otras geografías del país, compañeras urbanas, argentinas, españolas. Conversamos y aprendimos en esta complejidad. Tendimos redes para seguir haciendo esta conversación. Son nuestras luchas las que vamos a continuar alimentando.
La Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional convoca al CONVERSATORIO (o semillero, según): “Miradas, Escuchas y Palabras: ¿Prohibido Pensar?”
EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. Comisión Sexta del EZLN. México.
Marzo del 2018.
A las personas, grupos, colectivos y organizaciones que, en todo el mundo, entendieron e hicieron suya la iniciativa del Concejo Indígena de Gobierno y su vocera:
A la Sexta nacional e internacional:
A quienes firmaron por la vocera del Concejo Indígena de Gobierno:
CONSIDERANDO QUE:
Primero y único:
La Familia Feliz.
Un poblado, o ciudad, o como se diga. Un lugar del mundo. Un muro. Pegado en la rugosa superficie del gran muro, un afiche, cartel, o como se diga. En la imagen, un hombre y una mujer sonríen frente a una mesa rebosante de comida variada. A un costado de la pareja, una niña sonriente; al otro costado, un niño mostrando su reluciente dentadura. Sobre de ellos, en letras grandes e intimidantes, se lee “LA FAMILIA FELIZ”. El cartel está ya viejo, con la pátina del tiempo apagando los colores que, suponemos, alguna vez fueron brillantes y, sí, se podría decir que felices. Algunas manos anónimas han agregado, en papel, pequeños letreros: “La familia feliz es feliz sólo con la bendición del divino”; “No a la familia homoparental, ¡mueran los maricas y las machorras!”; “La maternidad es lo que define a la mujer feliz”; “Se destapan caños. Presupuesto sin compromiso”; “Se renta casa feliz para familia feliz. Familias infelices, absténganse”.
Al frente, por la acera al pie del muro, la gente transcurre de un lado a otro sin apenas prestarle atención a la imagen opaca. De vez en cuando, alguna perece aplastada por un pedazo que cae del muro decrépito. Cierto, cada vez con más frecuencia suceden esos derrumbes parciales. Gajos del muro se desprenden y aplastan a veces a una sola persona o a un pequeño grupo, a veces a comunidades enteras. La conmoción en la muchedumbre dura apenas unos instantes, y reanuda su camino bajo la mirada pálida de la familia feliz.