Comunicado del Consejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores en la montaña baja, por su 4º aniversario
27 agosto, 2018
Al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional
Al Concejo Indígena de Gobierno
Al Congreso Nacional Indígena
Al pueblo digno y rebelde de Guerrero
A los medios libres, alternativos o como se llamen
A los medios de comunicación de paga pero honestos
A la sexta nacional e internacional
A los pueblos de México y el mundo
El Concejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata CIPOG-EZ saluda con alegría la dignidad y resistencia de los pueblos Nahua de la montaña baja, en los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera que se organizan desde hace cuatro años en el Sistema Comunitario de Seguridad y Justicia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores.
Cumplir cuatro años de combatir la delincuencia, de enfrentar el hostigamiento del ejército y de vivir en carne propia la represión, con la zozobra que dejan 67 órdenes de aprensión y un preso se dice fácil. Pero sentir el dolor y la rabia como mujeres, niños y ancianos mientras se marcha por las calles de Chilpancingo, bajo un sol de por lo menos cuarenta grados, es otra cosa. Regresar a nuestras casas de madera y lámina, sin saber en qué momento nos vuelven a llover las balas o pensar que cuando nuestros hijos e hijas salen por las veredas, pueda ser que ya no regresen.
Sabemos que no es fácil, sabemos también, que nadie se da cuenta, que muy pocos lo ven o simplemente no les interesa. En este país donde ahora se vive como en una fantasía, donde los jóvenes están aspirando a tener todo lo que les llega a su teléfono celular. ¿Qué importan los indígenas? ¿Qué importa si viven o mueren? ¿A quién le importa si comen, o pueden dormir, o se enferman, si tienen o no tienen techo, salud, educación o futuro? ¿A quién le importa si nos mienten una y otra vez los gobiernos de derecha, o de supuesta izquierda?
Comunicado de la CRAC-PC-PF 4to Aniversario del municipio de Chilapa.
Al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional
Al Concejo Indígena de Gobierno
Al Congreso Nacional Indígena
A los pueblos Nahua, Na Savi, Me´pháá, Ñamnkué y Afromexicanos
Al pueblo digno y rebelde de Guerrero
A los medios libres, alternativos o como se llamen
A los medios de comunicación de paga pero honestos
A la sexta nacional e internacional
A los pueblos de México y el mundo
Somos los pueblos Nahua, Na Savi, Me´pháá, Ñamnkué y Afromexicanos que nacimos el Sistema Comunitario de Seguridad y Justicia. Este sistema se levantó con autoridades elegidas y respetadas por las comunidades, y eso es lo que se llama legitimidad y es lo que no tienen las autoridades de ningún gobierno, de ningún partido. En 1995 nació la Policía Comunitaria y en 1998 la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. Estas formas de organización y de gobierno no fueron inventados, vienen del conocimiento y las prácticas de nuestros antepasados durante cinco siglos de resistencia indígena y de nuestras experiencias como pueblos.
Retomamos los usos y costumbres que había antes de que existieran las leyes de quienes invadieron nuestros territorios, porque nuestros pueblos han sabido hacer justicia y así se demostró que en estas montañas, entre la miseria y la represión en la que nos han tenido sumidos, los pueblos somos capaces de recuperar la paz y la tranquilidad. Esta forma de gobierno comunitario le dio vida a la Asamblea Regional de Autoridades Comunitarias y el camino para construir un Territorio Comunitario.
Hace cuatro años los pueblos Nahua de los municipios de Chilapa de Álvarez y de José Joaquín de herrera decidimos integrarnos al Sistema Comunitario de Seguridad y Justicia de los Pueblos Fundadores de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias. Porque en nuestro territorio la vida dejo de ser respetada, la muerte comenzó a llegar no solo por la pobreza y la miseria en la que nos han mantenido los malos gobiernos para tratar de exterminarnos. Ahora también los grupos narco-paramilitares se infiltraron en nuestras comunidades, dividieron a las familias, corrompieron a las autoridades y llenaron nuestros campos, caminos y montañas de sangre.
Desde que nació la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores en la Montaña Baja, tuvimos que enfrentar no solo a los grupos Narco-Paramilitares, también al Ejercito Mexicano, a la Policía federal y al Gobierno del estado. Ninguno de ellos podía creer que nos organizamos voluntariamente por la seguridad y la justicia, siempre han dicho que hay otros intereses, ellos no lo pueden entender, porque cada uno sirve y se sirve de la lógica capitalista y en ese pensamiento, nada puede existir o funcionar si no tiene una ganancia económica.



El primer día del Festival CompArte por la Humanidad 2018, en el caracol de Morelia, zona tzoj choj del territorio rebelde, lxs zapatistas salvaron al mundo con una inyección. Y así, entre las risas que la actuación de las y los artistas zapatistas provocó, surgió entre nosotrxs la pregunta: ¿Qué poción, qué fórmula, qué elementos curativos contendría la sustancia verde color de esperanza que llenó la gran jeringa zapatista? Y más: ¿Cuál fue la enfermedad que el análisis del gran colectivo de salud autónoma ha venido diagnosticando tras años (¿décadas? ¿siglos?) de pacientes estudios?
Desde hace ya tiempo el zapatismo viene anunciando lo que en su momento llamó la tormenta y que ahora (ahora que la tormenta está aquí) entendemos como el colapso, el apocalipsis, la enfermedad terminal del sistema. En la plenaria del encuentro de redes de apoyo al CIG el 5 de agosto, la Comandancia General del EZLN, en voz del Subcomandante Galeano, enumeró los principales ejes de dicha enfermedad terminal: la crisis ambiental, que a todas vistas nos está conduciendo a un colapso a nivel planetario; las migraciones de poblaciones que para el sistema son descartables, y que buscan alguna forma para sobrevivir; y el agotamiento de los recursos. Ante esto, lo que se observa es un repliegue antiglobalización conducido por la derecha mundial, por medio del cual el centro intenta crear islas (protegidas por muros físicos y virtuales) donde salvaguardarse de dicho colapso planetario. Para tal, el Estado se convierte en un estorbo cuya única utilidad es garantizar la seguridad para el capital, por medio sobre todo, aunque no exclusivamente, de la violencia.

