
EZLN
La Calamidad Zapatista
La Calamidad Zapatista.
(Que narra la historia del encuentro del SupGaleano y la Calamidad, con el agregado de la Historia del Maíz Palomero y, en la sección deportiva: el primer partido de futbol mundial; así como otros infelices -para el Sup- acontecimientos)
Notas de cabeza de página (nomás por joder a las de pie de página):
(1) Una primera versión de esta historia fue contada, de viva voz, en el Segundo Puy ta Lecuxlejaltic, celebrado en el Caracol de Tulan Kaw en diciembre del 2019. Como texto era inédito, hasta ahora. En esta versión se mantiene el corpus original y se agregan algunos detalles que pueden ayudar o no a que más de uno se desespere, acostumbrado como está, tal vez, a lecturas mínimas en ideas y extensión. Es posible que usted detecte algunos spoilers sobre lo que ahora se conoce como “Travesía por la Vida”. No preocupar, suele suceder que el zapatismo enuncie cosas que no han sucedido todavía. Esa irresponsabilidad zapatista es ya legendaria, así que deje de quejarse y mal hablar.
(2) Lamentablemente, este texto no tiene los efectos especiales que se usaron en el mencionado caracol, y que le valieron, al SupGaleano, 7 nominaciones para “La Palomita de Cartón”, máximo galardón que se entrega a quien mayor número de tazones de palomitas de maíz , con harta salsa picante, consuma… sin recurrir a antiácidos. Nivel “con o son película”.
(3) Warning: las siguientes narraciones pueden contener imágenes que escandalicen a quienes carecen de imaginación, inteligencia y cosas igualmente sin valor en la modernidad. No se recomienda su lectura a adultos mayores de 21 años, a menos que sean supervisados por infantes menores de 12 años. ¡¿Cómo?! ¿Va usted a leer a pesar de esta seria advertencia? No le digo, si ya no hay valores, oiga.
(4) La narración está inspirada en hechos reales. Los nombres se mantienen para deslindar responsabilidades ante la Comisión de Justicia de la Junta de Buen Gobierno… ¿Qué?, ah, claro, puede usted dudar de la veracidad de lo que aquí se narra, pero… ¿no dudó usted también de que los zapatones iban a invadir Europa? ¿Ah, verdad? Todos los seres que aquí se detallan, existen en la realidad. Si alguien no se imagina que esto sea posible, no es culpa de la realidad. Más bien es que le falta imaginación.
(5) ¿Eh?, no, no le estoy regañando, estoy, como quien dice, dándole el contexto de lo que sigue y que es…
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Ésta es la historia de una niña zapatista a la que nadie quería, porque era, y es, diferente entre los diferentes.
La niña que les cuento nació en una comunidad indígena zapatista. El nombre de su pueblo, región o zona, no importa ahora.
Lejos de los espejos siempre, ella creció mirando y escuchando el mundo a través de la mirada y el oído de otras niñas y niños. Ella nació grande y es una niña grande. Y cuando digo grande, me refiero a su tamaño, su estatura y peso, no a su edad cronológica. Pero, como ya les dije que miraba según la mirada de las niñas y niños de su edad, ella no era consciente de su diferencia.
En su idea de sí misma, ella era tan pequeña como el resto de las niñas y niños de su generación, ahora entre 3 y 6 años de edad.
Cuando nació, se cayó a los pocos días. Ya saben ustedes que la costumbre de las mujeres indígenas es que, después del parto, no tardan en reincorporarse a sus trabajos. Con el reboso cargan a la cría como mamá canguro, ahí el producto o producta come, duerme y hace las necesidades que llaman primarias (o sea 25 y 50 –orinar y defecar, para los neófitos-). Con la creatura incorporada a su propio cuerpo, la mujer maniobra con el reboso mientras hace sus trabajos, y, no pocas veces, se tercia el reboso a la espalda. Ergo, las mamaces son superiores a las canguras.
En fin, esto le da a la creatura una superioridad sobre quien la creó, porque puede mirar lo que su madre no. Así, la cría mira lo que mira la mamá cuando la trae al frente; y mira lo que no mira su madre, cuando está a su espalda. Y ambas perspectivas sin abandonar la cercanía íntima con su creadora.
Esta doble mirada, que les puede parecer normal a quienes nacen, crecen, viven y mueren en una comunidad indígena, le permite a la creatura escapar de la censura. Es decir, puede mirar cosas que tal vez la madre no quiere que mire, o no todavía.
Oh, lo sé. Estoy especulando desde el mundo adulto sobre el mirar de la niñez temprana, pero esto es un cuento o una historia que ustedes nunca sabrán si ocurrió u ocurre realmente; o fue inventada en esas madrugadas solitarias, pobladas de café y humo de tabaco, que se reiteran en las montañas del sureste mexicano.
Así que, volviendo a la niña, sus primeros días no se diferenciaban mucho de los del resto: en veces miraba lo que miraba la madre: el fogón, el altero de leña, la olla, los platos, la cuchara, el arroyo y la cubeta, los animales, el creador cómplice (“papá”, le dirá después) y, tal vez, las demás creaturas de diversos tamaños que corrían y trabajaban y a quienes llamará luego “hermanos” o “hermanas”, y serán su primer conflicto. Porque, como todos ustedes saben, hermanos que no pelean entre sí, no son hermanos.
Cuando le tocaba estar a la espalda, la niña miraba otro mundo. Ahí podría ser que le diera miedo lo que aparecía y se refugiara dentro del reboso, tal vez pensando: “no, demasiada información, ahora debo concentrarme en lo esencial en este mundo: llorar, comer, cagar, dormir, repite”.
O podría ser que no se escondiera. Podría ser que sus ojos se abrieran más y sus manitas trataran de alcanzar el vuelo de un ave, o a ese pato (sin agraviar) que, sí, caminaba muy otro pero, ¿quién era ella para criticar, si ni siquiera sabía que esas dos cosas que tenía al final inferior de su cuerpo servían para algo más que tratar de meterlas en la boca?
Lo que pasó le pudo pasar a cualquiera. La madre, atareada en acomodar la leña, se terció a la espalda el reboso y no se dio cuenta de que, en el movimiento, quedó expuesta la parte inferior y la niña, como les dije que era grande y pesada, se resbaló y cayó al suelo con un “plop” casi imperceptible, porque el charco con lodo en el que aterrizó aminoró el impacto.
No todos los accidentes son desafortunados. A la niña no le dio tiempo de llorar porque, justo en ese momento, pasaba la mamá cucha, una gran cerda, con varios cuchitos persiguiéndola. La niña se unió a la procesión y, gateando, iba detrás como un cuchito más de la pequeña piara.
¿La mamá? Ni en cuenta. Fue hasta que regresó el marido de la milpa y le preguntó por la niña, que la mamá se dio cuenta de que el reboso a su espalda pesaba menos que de costumbre.
Empezaron a buscar a la niña, pero no tardaron mucho en encontrarla: sentada junto con los cuchitos, la niña se divertía con el lodo y abrazaba a un cuchito que no estaba nada feliz con la muestra de cariño, porque, ¿ya lo dije?, la niña era grande y fuerte.
El hombre rio de buena gana y fue por su celular para tomarle una foto, pero la madre dijo lo que todas las mamaces que en el mundo son y han sido, dirían en un caso semejante: “¡Niña, eres una calamidad!”
Puesto que la niña ya gateaba, dejó el reboso -lo que la espalda de la compañera agradecía profundamente-. La niña, además de grande, era curiosa. Una vez se le ocurrió probar qué pasaría si envolvía el leño encendido que cayó del fogón con un trapo. El asunto es que el trapo era el medio fondo de la compañera. La mamá se dio cuenta con el olor a nailon quemado y gritó: “¡Niña, eres una calamidad!”.
Un día, su mamá la llevó al mercado en la cabecera municipal. Mientras la señora buscaba un medio fondo para reponer el quemado, la niña se acercó a una pirámide de latas y le pareció que las latas de mero abajo no estaban cómodas, así que quitó una de la base. El estrépito se escuchó en todo el galerón del mercado. El dueño del puesto tomó a la niña en brazos y la entregó a su mamá diciendo: “Señora, su niña es una calamidad”.
Cuando se encontraban de nuevo, después de una larga jornada de trabajo, cada quien en lo que le tocaba, el señor y la señora intercambiaban informes. En su turno, la mamá iniciaba: “esta niña es una calamidad”, y seguía con una larga lista de travesuras.
40 ciudades europeas celebran la llegada del Escuadrón 421; en México, SRE niega pasaportes a zapatistas
Por Sare Frabes
Durante los días 12 y 13 de junio, en 40 ciudades de Europa, una red de colectivos llevó a cabo actividades culturales y políticas en apoyo a la “Gira por la Vida” emprendida por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Festivales, charlas, proyecciones, conciertos y movilizaciones fueron parte de las actividades realizadas en distintas geografías europeas, las cuales coincidieron con la llegada del “Escuadrón 421”, una delegación zapatista que viaja por mar, a las islas de las Azores, Portugal.
Desde el inicio de la travesía zapatista en mayo pasado, hasta la fecha mas de 700 organizaciones sociales, partidos políticos, sindicatos, representantes políticos y personalidades del mundo de la cultura y la academia han suscrito la declaración “Esperando al barco por la vida”.
“Desde nuestros territorios y pequeños espacios de lucha, esperamos con impaciencia la llegada de los y las zapatistas, portador@s del virus de la resistencia y la rebeldía, como ellos mismos dicen, su llegada a cualquier puerto del Atlántico, en este viaje por la vida en el que confiamos se rompan las fronteras, visibles y simbólicas”.
En contexto ⇒ Delegación marítima del EZLN fue nombrada para partir hacia Europa
Según reportes publicados en el portal Enlace Zapatista, se espera que la embarcación La Montaña alcance el puerto de Vigo (Galicia), en las costas de la península Ibérica, entre los días 19 y 20 de julio.
Red de colectivos
En entrevista para Avispa Midia, Danae, integrante del colectivo “Y Retiemble”, plataforma de apoyo al EZLN y al Concejo Indígena de Gobierno de México desde Madrid, Estado Español, relata que actualmente en esa ciudad son más de 60 colectivos quienes se preparan para recibir a las delegaciones zapatistas que llegarán tanto por mar y aire en los próximos meses.
“Formamos parte también de una coordinación entre colectivos de Europa en donde hemos estado llamando acciones cada 15 días para celebrar la llegada de La Montaña a Europa”, contextualiza Danae.
La integrante de Y Retiemble también hace énfasis en la importancia de la “Gira por la Vida” para la vinculación de colectivos en toda Europa, a nivel local y regional. “Toda esta gira y las actividades en torno a ella son justo lo que necesitábamos, porque veníamos de un año de pandemia y con mucha desmovilización social y la propuesta de que viniera aquí una delegación zapatista pues nos movilizó muchísimo, nos llenó de ilusión”, comenta sobre el trabajo en red entre los colectivos europeos.
Alemania
Austria
Francia
Grecia
Italia
Suiza
País Vasco
Para Danae, la diversidad de organizaciones es también una muestra de la relevancia de la travesía zapatista en Europa puesto que no sólo se han integrado grupos en apoyo al EZLN, sino también organizaciones feministas, antirracistas y de quienes mantienen centros sociales autogestionados, luchan por la memoria histórica o en apoyo a otros proyectos de construcción de autonomía como el de l@s Kurdos en Rojava.
Racismo institucional
Mientras tanto, en México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha negado la aprobación de los trámites para emitir pasaportes a varias personas indígenas, quienes fueron nombrad@s como delegad@s del EZLN para viajar por avión hacia Europa y sumarse a la “Gira por la Vida”.
En una carta enviada el 14 de junio al colectivo “Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos”, la Comisión Sexta del EZLN denunció que en la negación de la SRE para completar los trámites de pasaporte, existen conductas racistas por parte de sus funcionarios.
De acuerdo al documento, l@s delegad@s zapatistas “cumplen todos los requisitos que se exigen, hacen el pago estipulado, viajan desde sus comunidades hasta las oficinas de la mal llamada “Secretaría de Relaciones Exteriores” y, con todo y la pandemia, hacen cita, fila, esperan su turno y… se les niega el documento”.
La carta, firmada por el sup Galeano, resalta las dificultades “del supremo gobierno y su burocracia ignorante, necia y racista. Porque podría pensarse que es sólo burocracia, que te toca la mala suerte de topar con alguien que piensa que tiene poder porque está detrás de una ventanilla, un escritorio, una oficina. Pero no, es también algo más y se podría sintetizar así: racismo”.
Por ello, distintas organizaciones en México y Europa convocaron a mostrar su rechazo al racismo institucional que obstaculiza la “Gira por la Vida”. En redes sociales se convirtió en tendencia la etiqueta #SRERacista, además de que se convoca para el 16 de junio a un “Mitin en repudio al racismo y estupidez de la SRE”.