militarización
Alerta ante la violenta ofensiva neoliberal del mal gobierno federal mexicano (Tercera de tres partes)
A los pueblos de México y del mundo,
A los medios de comunicación.
Estado de excepción
Nos declaramos en alerta porque el mal gobierno decidió hacer más violenta su ofensiva neoliberal, pretendiendo suprimir por decreto los derechos humanos que tenemos todas y todos como sociedad, con el fin de imponer sus megaproyectos y obras de infraestructura que privatizan, contaminan, despojan y entregan el sureste mexicano, la Península de Yucatán, el Istmo de Tehuantepec, el centro, todo el país, al despojo transnacional, arrasando nuestros territorios y destruyendo a la Madre Tierra.
Mediante un acuerdo del presidente de México publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 22 de noviembre, que clasifica las obras de infraestructura y proyectos del gobierno de la República como de seguridad nacional e instruye a las dependencias de la administración pública federal a otorgar autorizaciones provisionales hasta por un año para dichas obras y proyectos por encima del marco constitucional y legal vigente, el régimen neoliberal pretende imponer un estado de excepción, en el que no podamos inconformarnos y protestar contra las acciones del gobierno que propician el despojo y la destrucción de nuestros territorios.
De esta suerte el acuerdo da paso para que puedan ser intervenidas nuestras comunicaciones, negarnos información que solicitemos y desalojar con el uso de la fuerza pública cualquier manifestación o movilización que hagamos en defensa de lo que es nuestro y cuestionen sus megaproyectos y las obras que se están realizando o se realicen en múltiples áreas y sectores como hidrocarburos, ferrocarriles, aeropuertos, comunicaciones, telecomunicaciones, aduanas y fronteras, infraestructura hidráulica, medio ambiente, turismo, salud, producción y distribución de energía, puertos, etcétera.
Para nuestros pueblos esas obras de infraestructura representan la muerte; en el Istmo de Tehuantepec, por ejemplo, la corrupción, el despojo y la violencia se imponen del Océano Pacífico al Golfo de México; la modernización de las vías del ferrocarril y de las carreteras es en favor de quienes usarán los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz para trasladar sus mercancías de lado a lado del mundo; el beneficio es para quienes puedan extraer minerales, agua, bosques, hidrocarburos, biodiversidad y todo elemento natural que les genere ganancia; asimismo, el establecimiento de diez corredores urbano industriales tiene como propósitos establecer una cortina a la migración desde Centroamérica hacia los Estados Unidos y explotar nuestra fuerza de trabajo sin consideración de la vida humana y de la naturaleza.
Para ejecutar las obras y proyectos que invaden, despojan y destruyen nuestros territorios sin nuestro consentimiento, más bien nos amenazan, nos persiguen y nos asesinan para sacarlos adelante. Simulan consultar, dividen las asambleas comunitarias y dejan claro que lo harán de una u otra forma; y aun así llaman a la guerra con palabras como progreso, desarrollo nacional o cuarta transformación.
En la península de Yucatán, con contratos fraudulentos, el Tren Maya se va apropiando de tierras indígenas, y los ricos llegan a valerse de la profunda corrupción agraria para adueñarse terrenos ejidales en la selva maya y aumentar sus ganancias a costa del despojo de nuestros pueblos y la destrucción de la naturaleza, mientras que las empresas porcícolas, eólicas o turísticas se posicionan en torno al proyecto del tren. O sea que con las obras de infraestructura que el mal gobierno quiere proteger de nosotros, esas regiones enteras se transforman, en favor de quienes nos están robando como pueblos y como país.
Los territorios que ocupamos, en donde buscan instalar los megaproyectos que impulsa el gobierno neoliberal mexicano, están siendo destruidos y contaminados para instalar vías de tren, carreteras, tendidos eléctricos, gasoductos, oleoductos, etcétera; al mismo tiempo que las mineras van ganando territorio en el Istmo, las empresas extranjeras con parques eólicos se benefician de la red eléctrica nacional a costa del robo de nuestros territorios y la represión a nuestros pueblos. Mientras las empresas petroleras están apostadas sobre los territorios indígenas en el Totonacapan, la empresa Constelation Brands en el Sur de Veracruz y la empresa Bonafont en Puebla ya están sobre importantes acuíferos; y en el centro del País, con violencia están imponiendo el Proyecto Integral Morelos en los pueblos de aledaños al Popocatépetl.
Es eso lo que el mal gobierno neoliberal mexicano quiere proteger y blindar en contra de los pueblos de abajo, los que hemos cuidado durante miles de años la tierra, los que no podemos dejar de defendernos porque están en juego nuestra vida, nuestro patrimonio, la paz y nuestra Madre Tierra.
Las sucesivas reformas constitucionales, las leyes vigentes y los órganos judiciales están fundamentalmente a favor de los intereses empresariales, pues, son parte sustancial de este sistema; por lo mismo nos dejan caminos difíciles para defendernos en el ámbito legal y aun así resistimos con nuestra organización utilizando los resquicios que las leyes nos dejan e interponiendo toda clase de juicios y recursos en contra de las arbitarias determinaciones políticas, administrativas y judicales que nos atacan, que buscan cercarnos y arrinconarnos.
Con el acuerdo neoliberal del presidente pretenden cerrar el cerco aún más ya que éste, en forma autoritaria y atropellando la constitución federal, ordena a las dependencias del gobierno federal otorgar autorizaciones provisionales exprés para las obras de infraestructura y proyectos gubernamentales, pretendiendo no dejar tiempo ni espacio para que podamos decir o hacer algo, es decir, imponiendo un estado de excepción propio de la guerra.
Los derechos y garantías que como sociedad entera tenemos quedan sin valor alguno, sin oportunidad de defenderlos ante la urgencia de entregar el país a los capitalistas que lo están matando. Sin hacer respetar siquiera la constitución mexicana, ni los derechos que tenemos sobre nuestros territorios, sin cubrir los requisitos ni cumplir con los procedimientos que marcan las leyes y mucho menos con el de por sí endeble derecho a la “consulta” indígena.
A todo este siniestro escenario nosotros le llamamos literalmente una guerra de conquista, porque cuando no estamos de acuerdo nos reprimen con grupos de choque, paramilitares, militares y policías; invaden y ocupan nuestros territorios destruyendo todo lo que es nuestra vida, tejiendo un sistema mundial que no se puede sostener sin la explotación, el despojo y la cruenta represión.
Para nosotros y nosotras, tanto el acuerdo presidencial, como las obras de infraestructura y proyectos que pretende cobijar, no tienen otro fin que favorecer intereses económicos de gran alcance, inmorales y desmedidos; se trata, pues, de una descarada y oscura corrupción, continuación de la que hemos vivido en décadas.
Es por eso que estamos en alerta y denunciamos el carácter ilegal, autoritario, corrupto y neoliberal del acuerdo capitalista del mal gobierno mexicano, al que no tengan duda, resistiremos y sabremos derrotar.
Atentamente
Diciembre de 2021
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más Un México Sin Nosotros
Comisión de Coordinación y Seguimiento del
Congreso Nacional Indígena- Concejo Indígena de Gobierno
Parroquia San Pedro y San Pablo, Chicomuselo, Chiapas, Diócesis de San Cristóbal de las Casas. 21 de diciembre de 2021
“El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir, yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10, 10).
“Cuando somos capaces de superar el individualismo, se vuelve posible un cambio importante en la sociedad”. (Papa Francisco)
A LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO
A LAS ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS
A LOS MEDIOS DE COMUNICACION
A LAS MUJERES Y HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
A LA OPINION PUBLICA GENERAL
El pueblo Creyente de Chicomuselo, el movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio, (MODEVITE) y el Comité para la Promoción y Defensa de la Vida “Samuel Ruiz García” nos reunimos el día de hoy para celebrar la fiesta del maíz. espacio de encuentro para compartir nuestros anhelos en la construcción de un mundo más justo y fraterno de acuerdo al plan de Dios, Madre y Padre, por ello nos manifestamos en contra de todo proyecto que genera muerte y destrucción de nuestros pueblos y comunidades a través de la imposición de proyectos y programas impulsados por las grandes corporaciones multinacionales avalados por los gobiernos en sus distintos niveles.
Como pueblo creyente nos pronunciamos contra el incremento de bares y cantinas en la cabecera municipal y en las comunidades, problema que ninguna administración municipal ha podido atender, pese a que se encuentran regulados en las leyes y reglamentos a nivel municipal, estatal y federal, aumentando con esto la delincuencia, como son: robos a casa-habitación, asaltos, accidentes, asesinatos y desintegración familiar, generando descomposición social como es el caso en la cabecera municipal donde recientemente se han registrado asesinatos y balaceras derivado de la delincuencia, provocando más militarización que nada ha podido hacer para combatir esta situación .
Rechazamos el programa MOSCAMED porque insisten entrar en las comunidades aun en contra de la mayoría de la población, generando confrontación, división, contaminación y sin ningún beneficio, al contrario, nuestras plantaciones nativas se van exterminando lentamente provocando que las grandes empresas de semillas impulsen nuevas plantaciones en nuestra región de acuerdo a sus intereses económicos.
Seguimos resistiendo en la lucha por la defensa de los recursos minerales en el municipio amenazado por las empresas mineras transnacionales que insisten en el saqueo de nuestros bienes naturales poniendo en riesgo la vida de nuestras comunidades, toda vez que los recursos naturales como el agua, la tierra, la flora y fauna de la región se ven amenazados con este proyecto que solo beneficia a unos cuantos, dejando a nuestras comunidades más pobres y sin recursos naturales para subsistir.
Rechazamos la creación de nuevos municipios en los ejidos Pablo L. Sidar y Unión Buena Vista, por ser una estrategia de despojo, control territorial de los bienes naturales y del control político y económico, dejando en manos de las empresas el libre comercio, redes de trata, migración, incremento del alcoholismo y de los problemas sociales que las autoridades no han podido frenar.
De igual manera nos pronunciamos en contra de la inseguridad que se vive en el municipio y la región, amenazados por diversos grupos delictivos que a diario se enfrentan por el control de plazas y del territorio para imponer sus intereses, a quienes no les importa la vida de las personas como aconteció el 9 de diciembre del presente año en el estado de Chiapas, la mayoría originarios de Honduras y Guatemala que intentaban por todos los medios la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Por ultimo Rechazamos de manera enérgica el Acuerdo Presidencial que declara de interés público y de seguridad nacional, los megaproyectos mineros, Tren Maya, Programa Integral Morelos, Corredor Interoceánico, Aeropuerto de Santa Lucia entre otros, impulsados por el gobierno federal y que ordena a las dependencias oficiales que las autorizaciones para su realización se otorguen en un plazo de cinco días hábiles. Con ello nuestros pueblos quedan en un estado de indefensión, ya que promueve la imposición de los megaproyectos, el ocultamiento de información, la imposibilidad de las comunidades de utilizar medios de defensa frente a la militarización y criminalización de la protesta social.
Lo rechazamos por ser un acto autoritario, contrario a la Constitución y por ser violatorio de los derechos de nuestros pueblos, conquistados después de largos años con la lucha y sangre de nuestras hermanas y hermanos que han dado su vida.
Hacemos un llamado a los diversos sectores, colectivos y movimientos en general en nuestro municipio, estado y país a levantar la voz para anular este Acuerdo por todas las vías posibles y de manera organizada, movilizándonos e impulsando recursos legales con el fin de frenar esta ofensiva que desde el gobierno de la mal llamada cuarta transformación beneficia al gran capital y que ponen en peligro el territorio, los derechos de los pueblos, la soberanía nacional y la vida de nuestras comunidades.
Nos solidarizamos con la lucha y el trabajo del párroco Marcelo Pérez Pérez, por su trabajo como mediador en la búsqueda de la paz con justicia y dignidad entre los pueblos que sufren la violencia y el despojo de sus derechos individuales y colectivos. Y a la vez, solicitamos a los distintos órdenes de gobierno, garanticen el derecho a su vida e integridad personal.
Nuestra resistencia es también propuesta, por lo que hacemos un llamado fraterno para seguir construyendo y fortaleciendo nuestra autonomía con el fin de defender nuestros bosques, el agua y conservar las semillas nativas; convocamos a impulsar con mayor fuerza el rescate de las medicinas tradicionales que han mostrado su eficacia ante la pandemia de covid, las redes de comercio justo y de resistencia civil pacífica.
Nos pronunciamos en favor de la vida, los derechos de nuestros pueblos y de la Madre Tierra, por lo tanto, hacemos un llamado a la unidad para fortalecer la capacidad organizativa de nuestras comunidades.
Nos manifestamos en contra de las acciones autoritarias de los gobiernos, de la militarización, de los abusos de las empresas y de sus megaproyectos de muerte.
VIVA LA RESISTENCIA DE NUESTROS PUEBLOS
VIVA LOS PUEBLOS ORGANIZADOS
VIVA LA UNIDAD
VIVA NUESTRAS SEMILLAS CRIOLLAS
VIVA LA PARROQUIA SAN PEDRO Y SAN PABLO
VIVA LA DIOCESIS DE SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS.