Texto, fotos y audios: Radio Zapatista

Chapultenango, Chiapas. Hace 37 años, el 28 de marzo de 1982, el volcán Chichonal hizo erupción, causando la muerte de unas 2 mil personas y el desplazamiento de más de 22 mil. La tragedia es una herida abierta aún para los pueblos zoques, aunada a las muchas heridas a lo largo de su existencia. Esa herida, pero también la historia de lucha, unión y perseverancia, se recordó este pasado 30 de marzo en el poblado de Chapultenango, Chiapas, donde se celebró el Segundo Foro del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Tierra y el Territorio.

El territorio zoque es sumamente rico en recursos naturales. Agua, petróleo, gas natural y minerales abundan en la región. Por esa razón, desde hace décadas el territorio zoque es codiciado por empresas extractivas y proyectos de “desarrollo” del Estado, que han devastado tierras, contaminado las aguas, desplazado comunidades enteras y provocado fuertes conflictos agrarios. Presas hidroeléctricas, minas, extracción de hidrocarburos y proyectos geotérmicos amenazan el territorio y la propia sobrevivencia de los pueblos.

Ante esto, los pueblos zoques han sabido resistir, aunque hasta tiempos recientes de manera fragmentada. Pero hace poco más de dos años comenzó a surgir un movimiento que vincula las diferentes luchas contra los distintos megaproyectos extractivos en el amplio territorio. Por primera vez, viene surgiendo la conciencia de la necesidad de unir esfuerzos, vinculando las diversas problemáticas, para hacer frente al despojo sistemático. Se trata de diversos movimientos y organizaciones que se vinculan, con un fuerte eje en la teología de la liberación, pero que abraza otras religiones y que se manifiesta en diversas formas de lucha, todas ellas pacíficas.


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El evento en Chapultenango inició con una marcha liderada por músicos y danzantes tradicionales, que recorrió varias calles del pueblo hasta llegar a la cancha a un lado de la catedral. Allí se dieron cita diversas organizaciones que se manifestaron en su resistencia contra los megaproyectos.

El Movimiento por la Paz, la Justicia y el Bien Común de Amatán, surgió para combatir el cacicazgo Amatán, logrando expulsar del poder a la familia caciquil que dominaba la región. El Comité en Defensa de Nuestra Madre Tierra, del municipio de Soluchiapa, se mantiene en lucha contra la minería. Eduardo Montejo, del Movimiento Campesino Regional Independiente (MOCRI-CNPA-MN), alertó sobre los peligros de la extracción de hidrocarburos, minería y otros proyectos, y exigió justicia para los luchadores Noé Jiménez Pablo y José Santiago Gómez Álvarez, asesinados el 17 de enero de este año en Amatán.

Elena Bours y Pedro Moctezuma Barragán, de la Coordinadora Nacional Agua para Todxs, Agua para la Vida, que abraza luchas en 26 estados por el derecho al agua y contra la minería y el fracking, hicieron un recuento de los esfuerzos de la organización por frenar los proyectos hidroeléctricos, geotérmicos y mineros en el país, hasta que se apruebe una Ley General de Aguas que no considere este recurso como una mercancía, como sucede con la ley actual, impuesta por Carlos Salinas y vinculada al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

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Fortino Domínguez Rueda, de Guadalajara, Jalisco, habló en representación de los zoques desplazados por la erupción del volcán Chichonal en 1982, y que residen desde entonces en esa ciudad, mandando un saludo también de parte de los zoques desplazados en Estados Unidos.

La Red Ambiental por el Cuidado de la Vida y la Madre Tierra y el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, de San Cristóbal de Las Casas, estuvieron también presentes.

Durante el evento, se leyó un pronunciamiento en el que se detalla un Plan de Defensa del Territorio Zoque de Chiapas. El Plan hace las siguientes exigencias al Estado mexicano:

  • Reconocimiento del territorio zoque como territorio ancestral e indígena.
  • Cancelación definitiva de la ronda petrolera 2.2 y de permisos para exploraciones y extracciones mineras, aguas, geotermia, geoparque, presas y mini-hidroeléctricas, declarándose así territorio indígena libre de proyectos extractivos.
  • Disculpa pública por parte del Estado al pueblo zoque de Chiapas por los agravios e injusticias cometidos, en especial la muerte de 2 mil personas durante la fallida evacuación durante la erupción del volcán Chichonal.
  • Declaratoria pública reconociendo el derecho de los pueblos a decidir sobre sus formas de gobierno, a tener su propio sistema de educación y medios de comunicación, economía y vida cultural.
  • Declaración de los ríos, arroyos, cerros, bosques, animales y lugares sagrados como zona de salvaguarda para prohibir los proyectos extractivos.
  • Reconocimiento del derecho de los pueblos zoques a organizar sus propias consultas.
  • Justicia por los asesinatos y encarcelamientos injustos de luchadores sociales, campesinos, hombres y mujeres zoques.

Asimismo, el pronunciamiento enumera una serie de acciones como parte del Plan de Defensa:

  1. Defender el territorio de forma pacífica.
  2. Construir la Asamblea Permanente de los Pueblos Zoques.
  3. Cada pueblo, barrio, ejido y ranchería organizará su propio plan de defensa del territorio según sus formas y costumbres.
  4. Cada pueblo, barrio y ranchería levantará su acta de asamblea para rechazar cualquier proyecto extractivo.
  5. Recuperar saberes, conocimientos y prácticas ancestrales.

Lee el Plan de Defensa en español aquí.
Lee el Plan de Defensa en zoque aquí.

El padre Margarito de Chapultenango, el padre Marcelo de Simojovel, el padre Fernando Flores de Guayabal y el padre Hidalgo de Solosuchiapa estuvieron presentes. Aquí sus palabras:

La resistencia del pueblo zoque es también una lucha por preservar las formas culturales, las creencias, la lengua, los símbolos, la presencia viva de los guardianes de la Madre Tierra. Todo esto subyace las formas de lucha y organización, y se manifiesta explícitamente en los rituales que arropan los actos de resistencia, en la música, el baile, la poesía y la pintura, como es el caso de las obras del artista plástico Saúl Kak, que fueron expuestas durante el evento, junto con una exposición fotográfica de las luchas zoques. El evento concluyó con una representación por los músicos y danzantes tradicionales en el atrio de la iglesia, y un ritual en honor a los muertos y desplazados hace 37 años por la erupción del volcán Chichonal.