Palabras de María de Jesús Patricio Martínez en Guadalajara, Jalisco, 5 de diciembre de 2017:

Hermanos y hermanas de esta ciudad de Guadalajara.
Medios de comunicación.

Hoy, con compañeras y compañeros del Concejo Indígena de Gobierno, estamos en esta ciudad azotada por la violencia de la delincuencia organizada, la desaparición forzada y la impunidad. La ciudad, como es su naturaleza capitalista, es el espejo del desprecio de la clase política a los de abajo, sea cual sea su origen o su color.

En la ciudad debemos buscar las formas para organizarnos, para no dejarnos y para gobernarnos. Buscar en las resistencias que se construyen aquí, en las y los compañeros conscientes, para organizarnos en lo chiquito. Buscar en nuestras rebeldías la creatividad que se necesita para reconstruir a partir del desastre capitalista. Nos toca organizarnos porque la represión y el despojo se harán cada vez más agresivos y la tormenta que se viene manda peligrosos avisos como la supuesta “ley de seguridad interior”, con la que el mal gobierno busca hacer legal la dictadura, las violaciones graves a los derechos humanos cometidas por policías y militares, y la guerra contra quienes se organicen.

Entonces, como es el mandato de nuestra asamblea general, les estamos pidiendo que miren esa tormenta que se viene, que nos preparemos para proteger lo que somos en las ciudades y en el campo, indígenas y no indígenas. Preparémonos sin miedo y con alegría.

Los pueblos originarios también somos parte de esta ciudad, somos migrantes organizados radicados en Guadalajara, somos wixaritari, purépechas, triquis, mazahuas, choles, otomís, mixtecos, zoques, zapotecos y nahuas, que con esfuerzo van sosteniendo y tejiendo su organización y autonomía con identidad y tradición. Con ellas y ellos somos el Concejo Indígena de Gobierno y el Congreso Nacional Indígena.

Les pedimos que volteemos a ver la lucha de los pueblos indígenas que del norte al sur del estado defienden sus tierras, recursos naturales y su forma de organizarse. Volteemos a ver la extensión de la superficie que defienden y la fuerza de sus gobiernos, sus formas de hacer justicia, de curarse, de alimentarse, de luchar. De ser lo que son en colectivo en medio de la oscuridad, donde son luces que iluminan la esperanza.

Por eso es lo que en nuestros pueblos, naciones y tribus estamos luchando, pero necesitamos que desde dentro de las ciudades, epicentro del destructivo tejido capitalista, brille la organización de abajo, la de los colectivos, sindicatos, colonias, barrios, cuadras, manzanas, familias, lo que sea, pero gobernémonos, veamos al compañero a la compañera, hagamos una sola palabra rebelde que agriete el muro.

Sin su lucha en la ciudad, hermanas, hermanos, no estamos completos, nos necesitamos para hacer caer los muros, necesitamos andar por los caminos que nos hacen ser uno, que nos hacen ver en el horizonte el nuevo mundo donde quepan todos los mundos.

Nuestro camino es también con ustedes, los que luchan cada día por tejer comunidades y territorios en las ciudades, que se organizan para defender sus parques, bosques urbanos y ríos, como son los colectivos, comités y organizaciones que se han conformado para la defensa de los espacios en los que la comunidad se construye con cada reunión, y el territorio con las determinaciones que entre todos acuerdan, y que reivindican el bosque de El Nixticuil, el Cerro de la Reyna, el Cerro del Cuatro y el parque San Rafael. Y los que defienden sus territorios en la barranca de las miles de toneladas de basura que se generan en la ciudad, o de quienes en El Salto y Juanacatlán deben sobrevivir al río de muerte en lo que los capitalistas convierten al río Santiago, sagrado para varias de nuestras culturas como pueblos originarios y que defendemos en las geografías a las que nos debemos.

Nuestro camino es con la lucha de las madres y padres de desaparecidas y desaparecidos, que con dolor no olvidan y no paran en la exigencia de que sus hijos sean presentadas y presentados con vida; ellas que hablan lo que los malos gobiernos del estado de Jalisco esconden con complicidad.

Nuestro camino es con los trabajadores organizados para defender sus derechos y que su lucha los ha llevado a construir desde abajo otras formas de hacer digno el trabajo, apropiándose de sus medios de producción.

Nuestro camino es abajo, desde ahí los llamamos a todas y a todos para reconstruirnos como nación con los principios del mandar obedeciendo. O sea, nuestra propuesta somos ustedes.

Atentamente
A 5 de diciembre de 2017
Nunca Mas un México sin Nosotras.

Palabras de Marichuy, vocera del CIG, en Mezcala, Jalisco, 5 de diciembre de 2017:

Buenas tardes hermanos y hermanas de esta comunidad de Mezcala, gracias por ese recibimiento tan bonito, y a los medios que nos acompañan.

Les quiero platicar que esta propuesta surge así como ustedes lo han platicado aquí, todos los problemas, todos sus dolores, todo lo que está destruyendo a esta comunidad. Hemos caminado el sur de este país, hemos caminado varios estados, varias comunidades, varios pueblos indígenas, y todos los problemas que nos han planteado es en relación al despojo del territorio, a la contaminación de las aguas, a los árboles que están talando y que están destruyendo, a las aguas que están acaparando unos cuantos, a los proyectos que están poniendo en las comunidades sin el consentimiento de la comunidad. El miedo que están metiendo a través del crimen organizado, y sobre todo ante los intentos organizativos de las diferentes comunidades, la represión que han tenido, el encarcelamiento, la muerte, los desaparecidos; y al escuchar aquí lo que ustedes también han venido sufriendo como comunidad, es algo que está pasando en todos los pueblos indígenas.

Y quién le está beneficiando este despojo de las riquezas que se tienen en las comunidades, lo quiere el sistema capitalista, lo quieren los que tienen el dinero y les estorbamos nosotros. ¿Y qué hacen para que nosotros dejemos ese territorio? Nos hacen que nos peleemos entre nosotros, nos traen a engaños, diferentes dádivas y caemos.

Ustedes manifestaban aquí la situación de los jóvenes y está pasando en otros lugares, y es con ese fin, para que los jóvenes se enajenen y no piensen, y dejen esa libertad para que vengan los de fuera y despojen esas comunidades. Es algo que se está dando en todos lados. Por este caminar que hemos dado, hemos escuchado a las mujeres, a los hombres, jóvenes, todos han hablado y han dicho qué es lo que les molesta, qué es lo que les duele, cómo se han venido organizando, y en algunos lugares dicen “no nos vamos a dejar, a pesar de que estamos sufriendo, a pesar de que nos encarcelen, a pesar de que nos maten, vamos a seguir luchando por nuestra tierra”.

Entonces por eso nuestra propuesta en este caminar surge a raíz de que nuestros pueblos están sufriendo, se están acabando, se están llevando sus riquezas. Y lo que decimos es que es necesario organizarnos, es necesario darnos la mano entre todos ante este despojo que están pasando nuestras comunidades. Tenemos que florecer nuestras comunidades, tenemos que empezar a ver cómo están despojando a nuestras comunidades y cómo es que nos tenemos que organizar nosotros desde dentro, desde abajo.

Y tenemos que crecer como esas plantitas que están y que crecen de abajo para arriba, y que esas plantas crezcan sin plaga y que crezcan fuertes, y que florezcan. Así tienen que ser nuestras comunidades. Así tienen que ser nuestros pueblos.

Solamente nosotros desde nuestras comunidades, desde el lugar donde estemos, tenemos que empezar a platicarnos, tenemos que empezar juntos a analizar cómo le vamos a hacer para no permitir que sigan despojando nuestras comunidades, que no se lleven esas riquezas que nos dejaron nuestros antepasados y que ahorita nosotros estamos cuidando y se las vamos a heredar a los que viene atrás. Y si supimos conservar nuestra tierra, y si supimos conservar nuestros árboles, y si supimos cuidar nuestras aguas, va a haber vida para todos, no solamente para la comunidad de Mezcala sino para todos los que están alrededor.

Entonces esa es una propuesta, un llamado que surge desde los pueblos que han caminado por más de 20 años en el Congreso Nacional Indígena. Esto es lo que nos hizo avanzar y participar en este proceso electoral 2018: dar a conocer las problemáticas que se tienen en las comunidades, que las vean, que la escuchen, que no es cierto que las comunidades ya están bien, que ya no tienen problemas.

Aquí ahorita escuchamos las problemáticas que tienen, y están fuertes, entonces es dar a conocer los problemas pero también, al ir caminando, al ir conociendo a las comunidades y escuchando su palabra, es cómo nos vamos a hacer fuertes nosotros, ¿cómo nos vamos a dar la mano entre comunidades?

Aquí tendría que estar pensando la comunidad de Mezcala, juntos, hombres, mujeres, porque no se puede reconstruir una comunidad si no participan las mujeres, entonces tiene que ser juntos, ¿cómo le vamos a hacer para que nuestra comunidad no muera? ¿Cómo le vamos a hacer para que nuestra comunidad siga conservando sus bosques, sus aguas, sus tierras, su organización propia, sus fiestas que es el centro de convivio, que es lo que le da vida a nuestras comunidades?

Entonces por eso nuestra propuesta es anticapitalista, porque el capital lo que quiere es despojarnos de esas riquezas, es hacernos pelear y quitarnos. Lo que quiere hacer es que nosotros desaparezcamos para que ellos queden libres y puedan hacer en los territorios lo que les dé dinero. Y por eso nuestra propuesta es ese llamado a que tenemos que organizarnos, es la única alternativa ante este proceso de destrucción.