CIG
Denuncia del Congreso Nacional Indígena – Concejo Indígena de Gobierno por el Intento de Desalojo de la Casa de los Pueblos
A los pueblos y gobiernos de México y del mundo.
A los organismos de derechos humanos.
A los medios de comunicación.
Denunciamos que desde hace algunas horas un numeroso contingente de granaderos del gobierno de la Ciudad de México está tratando de desalojar con violencia a la Comunidad Indígena Otomí residente en la Ciudad de México de la Casa de los Pueblos «Samir Flores Soberanes» (antes edificio central del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas), incluidos niños, mujeres y ancianos indefensos.
Recordamos que este espacio está «tomado» por la Comunidad Otomí desde hace tres años exigiendo vivienda y un conjunto de derechos básicos, exigencias ante las cuales el gobierno ha guardado un vergonzoso silencio.
A tres años de la toma del INPI, ésta es la respuesta del gobierno hacia lxs compañerxs, ésta es la política del Estado hacia los pueblos originarios.
Llamamos a las organizaciones y colectivos solidarios con las luchas del CNI y de los pueblos originarios a no dejar sola a la Comunidad Indígena Otomí en estos momentos.
Exigimos a los gobiernos de la Ciudad de México y federal a detener este violento desalojo.
!!!ALTO AL DESALOJO DE LA CASA DE LOS PUEBLOS SAMIR FLORES SOBERANES!!!
!!!ALTO A LA GUERRA CONTRA NUESTROS PUEBLOS!!!
POR LA RECONSTITUCIÓN INTEGRAL DE NUESTROS PUEBLOS!!!
NUNCA MÁS UN MÉXICO SIN NOSOTROS!!!
México, 16 de octubre de 2023.
CONGRESO NACIONAL INDÍGENA/CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO
Alto a la guerra contra los pueblos de México y el mundo, hacia los pueblos Zapatistas y hacia los pueblos originarios
A los pueblos de México y del mundo,
A los organismos y colectivos defensores de derechos humanos,
A los medios de comunicación.
Hoy 12 de octubre se cumplen 531 años del inicio de la invasión europea a nuestras tierras y territorios, fecha que marcaría el inicio de uno de los mayores genocidios en la historia de la humanidad y de la salvaje globalización capitalista que ha sido impuesta a todos los pueblos del mundo; pero también se cumplen 531 años del inicio de la resistencia y la rebeldía de nuestros pueblos en contra de esta interminable guerra de invasión y conquista capitalista patriarcal; y 27 años de haberse fundado el Congreso Nacional Indígena como el espacio de lucha y unidad de los pueblos originarios de México,
Actualmente el mundo vive en medio de grandes guerras como lo acreditan la masacre y el exterminio que en estos momentos lleva a cabo el ejército de ocupación israelí en contra del pueblo palestino en la franja de Gaza y en Cisjordania. De guerra en guerra y por medio de ellas el capitalismo global se reproduce cotidianamente.
México, a pesar de los disfraces y mentiras que brotan del gobierno de la Cuarta Transformación, no es la excepción y los cifras que describen la violencia y la guerra son elocuentes: más de 156 mil homicidios dolosos, más de 43 mil personas desaparecidas y no localizadas, más de 4 mil feminicidios, 75 periodistas y 104 personas defensoras de tierra y territorio, pueblos indígenas, derechos humanos y medio ambiente asesinadas en este sexenio, casi la mitad de estos últimos participantes en el espacio que es el CNI.
México entero es un campo de guerra que se expresa en la militarización, el militarismo y el paramilitarismo exacerbados, la presencia de los cárteles criminales por doquier y la persecución, nunca antes vista, de migrantes mediante el uso de la guardia nacional y las fuerzas castrenses.
Particularmente la frontera de México con Guatemala en Chiapas, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa disputan sangrientamente el territorio, o regiones enteras de estados como Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Guanajuato, Sonora, Chihuahua, Zacatecas y Tamaulipas, viven un clima de aguda violencia bajo el control casi total de los cárteles criminales, mismo que se complementa con la ausencia de gobierno y la simbiosis entre instituciones públicas, funcionarios, mandos militares y grupos de la delincuencia organizada. Adicionalmente, en Chiapas existe un claro cerco de guerra en contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los pueblos zapatistas, escenario en el que los grupos paramilitares operan con total impunidad desde hace tres décadas y últimamente han aumentado sus agresiones contra las comunidades zapatistas, destacando los más de 100 ataques, entre 2019 y 2023, que la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) ha llevado a cabo en contra de poblados zapatistas pertenecientes al Caracol 10, Floreciendo la Semilla Rebelde.