autonomía
Reparto de tierras y reconstrucción de la comunidad en Ostula
Reparto de tierras y reconstrucción de la comunidad en Ostula
Heriberto Paredes
[…] ti quin tlanizque aquihque yancuic
mahcoquizque de quin palehuizque non
tetlalquiquixtilihque de non mo
huei tomin chihua ican equitl den to ampoa […]
***
venzamos a aquellos que de nuevo
se han encumbrado, de los que ayudan a
los que han quitado la tierra a otros, de los que para sí
gran dinero hacen con el trabajo de los que son como nosotros
Segundo manifiesto en nahuatl, Emiliano Zapata, 27 de abril de 1918.
______________________________
Seguir combatiendo sin desmayar por la conquista de la tierra que fue de nuestros antepasados y que manos rapaces nos arrebataron a la sombra de pasadas dictaduras; continuar enarbolando con mano firme y corazón resuelto el hermoso estandarte de la dignidad y de la libertad campesina; luchar hasta el fin contra los nuevos cómplices de los despojadores de tierras, de los explotadores del trabajo, de los negreros de las haciendas; tal es nuestro deber, si queremos merecer el dictado de hombres libres y de ciudadanos conscientes.
Han pasado ya 6 años desde que la comunidad nahua de Santa María Ostula decidió recuperar alrededor de 1000 hectáreas que estaban en poder de organizaciones criminales y que originalmente pertenecen –oficialmente desde la década de los 60, aunque históricamente, desde la fundación, en 1531, de este asentamiento– al territorio comunal. En mayo de 2015 tuvo lugar uno de los procesos más complejos en lo que respecta a la posesión de la tierra, el equilibrio entre lo colectivo y la producción familiar, es decir, el reparto de tierras.
Caminando hacia la autonomía
Cherán K’eri es una comunidad indígena pur’épecha ubicada en el estado de Michoacán, México. A partir del año 2000, el crimen organizado empezó a filtrarse en la comunidad. Con el tiempo, la presencia de los narcotraficantes y su poder de control sobre la comunidad se incrementaron substancialmente y empezaron a arrasar con los bosques más preciosos de la comunidad. Cuando los integrantes de la comunidad intentaban defenderlos, eran asesinados o desaparecidos. El bosque era devastado y la gente vivía aterrorizada; todo el mundo sentía que su vida estaba en peligro. Al atardecer, Cherán se convertía en un pueblo fantasma.
El 15 de abril de 2011, un grupo de mujeres decidió poner un alto a esa situación: empezó a tapar las calles para impedir el paso de los talamontes. Rápidamente, la comunidad entera reaccionó y se unió al levantamiento, quemando carros y levantando barricadas en todas las entradas del pueblo. Frente a eso, los políticos y policías municipales, llenos de miedo, huyeron de Cherán. La comunidad tomó las oficinas del gobierno municipal, así como los vehículos de la policía y sus armas, para empezar a brindarse seguridad. En paralelo, el pueblo decidió expulsar definitivamente a los partidos políticos, para retomar sus formas tradicionales de autogobierno.
A cuatro años de su levantamiento, comuneros y comuneras nos hablan de las distintas etapas por las que ya han pasado en la construcción de su nuevo mundo, en el que realmente se le da la voz al pueblo, en el que la que manda es la asamblea, mientras el gobierno está obedeciendo; el principio de un largo proceso de construcción de autonomía, del que todas y todos podemos aprender.