Pueblos indígenas de Bolivia reafirman su lucha contra el despojo del bosque de Tsimanes
El pasado 18 de julio cinco pueblos indígenas concluyeron la “Caminata de reafirmación de nuestro derecho histórico sobre el área de bosque de Tsimanes”, tras 13 días de recorrido y reconocimiento del Bosque, su territorio, que ahora ha sido declarado área fiscal por el Instituto de Reforma Agraria (INRA).
La Caminata devela lo que, en perspectiva nacional, enfrentan varios pueblos indígenas afectados por proyectos extractivos, o por otras acciones del estado y sus instituciones. Pero también señala la respuesta desde las comunidades indígenas, las cuales alarmadas por las continuas agresiones a sus territorios, se movilizan desde sus propios espacios para proteger sus lugares de vida, que por centenares de años han ocupado.
Testimonio de Paulina Nosa, Presidenta de la Organización de Mujeres del TIM:
DATOS: El INRA declaró el Bosque de Tsimanes (provincias Mojos, Ballivián y Yacuma, departamento del Beni), mediante una resolución del 2010, como área fiscal, abriendo así la posibilidad que ésta pueda ser entregada a colonos. La Caminata indígena iniciada el 5 de julio de este año, reclama que se respete el decreto 22611 logrado por la Primera Marcha Indígena de 1990, que reconoce al Bosque Tsimán como territorio indígena de cuatro pueblos. Decreto desconocido por dicha resolución.
La Primera Marcha Indígena, de 1990 surgió precisamente por la defensa del Bosque Tsimán ante las leyes neoliberales que declararon esta zona como áreas forestales en beneficio de empresas privadas.
El Bosque de Tsimanes: el territorio no se “parcelea”
Bernardo Muiba: Después de tantos años hacer una caminata similar a la Marcha del 90, una emoción al mismo tiempo, un buen reencuentro al mismo tiempo con los hermanos, con los abuelos que han marchado y han hecho reseñas históricas de sufrimientos que han sufrido.
Bernardo Muiba, presidente del Territorio Indígena Multiétnico (TIM) expresa así, con claridad, la importancia de la lucha por el Bosque Tsimán para los pueblos indígenas que lo recorrieron de nuevo hace unos días. El territorio también es memoria.
El camino que años atrás la empresa maderera San Ambrosio había construido para sacar madera, fue cubierto por la vegetación, entonces machete en mano, la columna de la caminata abrió una pequeña senda para que las cerca de 150 personas que la integraron, puedan recorrer el territorio. Es la primera vez que cinco pueblos indígenas congregados en una caravana pudieron evaluar la situación del Bosque de Tsimanes, ver como había quedado este territorio después de que empresas forestales lo explotaran.
Don Adhemar Mole, dirigente de la Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni, narra que la caravana se encontró con comunidades chimanes que viven en este territorio: Naranjal, San Antonio de Chirisi, San José del Cavitu, Mercedes del Cavitu y Piñal.
La chicha con la que fueron recibidos en dichas comunidades del Territorio Indígena Multiétnico, (TIM), es parte de este reconocimiento entre pueblos indígenas y de la bienvenida a la Caminata, luego se dió paso al compartimiento entre una generación que casi 30 años atrás participó de la Primera Marcha Indígena por el Territorio y la Dignidad, en 1990, y nuevas generaciones de diversos pueblos indígenas.
A medida que la Caminata recorría las sendas del bosque, se vio que, a pesar de la actividad maderera abusiva que generó problemas en las comunidades por la tala indiscriminada, aún hoy existen árboles muy cotizados por la calidad de su madera, así como agua y gran biodiversidad:
Adhemar Mole: Es impresionante ver las riquezas naturales, con razón está al acecho el gobierno, con razón está al acecho mucha gente, los ríos, los arroyos, los peces, es impresionante en el Bosque de Tsimanes, eso está intacto, eso es sagrado como lo venimos diciendo nosotros, ahí es la Loma Santa, estamos seguros de eso. Nosotros como hemos manifestado, vamos a defender ese lugar sagrado, porque nuestros hermanos ahí hacen sus rituales, los hermanos chimanes, siempre lo han hecho.
Dice Bernardo Muiba:“Son 185.445 hectáreas que están en problemas” . Hectáreas que son parte de La Loma Santa, el mundo y espacio de las comunidades chimánes[1] , que habitan esta región circulando y moviéndose constantemente a lo largo y ancho de todo su territorio, cazando y pescando, alejadxs de centros urbanizados, de manera diferente incluso a otros pueblos indígenas vecinos. Forma de vida que estudiosos llaman “semi-aislamiento voluntario” y que se halla en puertas de desaparecer.
Paulina Nosa: Van a ser bien afectadas, allí el INRA está declarando área fiscal y solamente 50 hectáreas por familia y eso no les va a servir para ellos, porque su vivencia de los hermanos chimanes es otro, porque ellos un año están viviendo en otra parte y en otro año así se van moviendo, ellos no se quedan en un solo lugar.
El planteamiento del INRA de otorgar a las comunidades chimanes 50 hectáreas por familia, atenta mortalmente contra todo su universo de vida. El estado colonial, el republicano y el ahora autodenominado “plurinacional”, históricamente cercenó y cercena sociedades y territorios, las persiguió, las exterminó o negoció con ellas para hacerlas desaparecer en una ciudadanía de tercera clase. Del otro lado las comunidades resistieron y lucharon por conservar el núcleo de su vida: el territorio que, con todo, aún es gestionado comunitariamente.
Parcelear la Loma Santa, es decir, dividirla en pequeñas o grandes propiedades privadas, reproduce la ocupación colonialista de los territorios y significa la muerte de otras formas de caminar espacios y mirar los “recursos naturales”.
Bernardo Muiba: Ellos (los chimán) están preocupados la verdad por esta situación de tierras fiscales que están en proceso de ser distribuido a personas que lo van a parcelear, ellos no acostumbran a vivir en un espacio así nomás de metros cuadrados, sino, ellos habitan en sectores y sectores que ellos pueden habitar y pueden estar de tiempo. Están preocupados de verdad y nos han pedido que nosotros como dirigentes hagamos el seguimiento.
Algo que recalcan Adhemar Mole de la CPEMB y Bernardo Muiba (Presidente de la Subcentral del TIM), es que en este conflicto que se suscita desde el 2010, las comunidades afectadas por la resolución del INRA, no fueron informadas y menos consultadas:
Adhemar Mole La verdad es que mis hermanos chimanes de información no tienen nada, es poca la que llega, estamos hablando de un lugar bastante retirado de San Ignacio, ellos poco también salen acá al pueblo, para ellos ha sido muy lamentable enterarse de esto, de que están a punto de quedarse sin tierra, porque el INRA está atentado contra ellos, contra su vida más que todo, porque si le dan 50 hectáreas esos hermanos es mentira que van a sobrevivir.
Mujeres recuperando el territorio
En toda la complejidad de lo que son los territorios indígenas, y su relación con el estado , el territorio como práctica de vida no “parceleada” sino comunitaria, no se entendería sin las mujeres.
Doña Paulina Nosa, Presidenta dela Organización de Mujeres del TIM, nos cuenta que las mujeres y sus familias participaron de la caminata, desde comunidades como San José del Cavitu. Relata cómo las comunidades chimanes acuden al bosque para su subsistencia cotidiana:
Yo como presidenta yo fui (a la Caminata), soy de la comunidad de San José del Retiro (…) las demás hermanas chimanes llegaron hasta allá, donde es el bosque, donde ellos habitan, donde ellos sacan sus necesidades, porque allá ese bosque es su mercado de ellos, ellos lo tienen como si tuvieran un mercado donde tuvieran de todo, ellas llegaron allá con sus hijos.
La Loma Santa es el bosque chimán que ahora lo hemos visto con nuestros propios ojos que ese bosque tiene la riqueza natural, la flora y la fauna, ahí está todavía, no está todo destrozau como ya hay en otras subcentrales ya no lo tienen, (…) lo llamamos la Loma Santa porque ahí están los recursos naturales que beneficia a nosotros mismos a las comunidades.
Son claras las palabras de doña Paulina, el territorio es parte de lo que ella llamó “visión larga”, para las generaciones que recién llegaron o lo harán en un futuro:
Todo esto (el territorio) lo consiguieron en la marcha del 90 nuestros primeros líderes que ellos tuvieron esa visión larga, porque ellos saben que tienen hijos y nietos, y eso era su preocupación, y de nosotros igual es nuestra preocupación.
La larga marcha que no se detiene
Habiendo concluido la Caminata que recuperó memorias y senderos antiguos de la Loma Santa, las comunidades chimanes así como las de los otro cuatro pueblos que están siendo afectados directamente por la resolución del INRA, intentarán reunirse en su territorio con autoridades de estado.
De no concretarse este acercamiento, las comunidades chimanes expresaron su intención de realizar una nueva Marcha a la ciudad de La Paz, para defender su territorio.
Paulina Nosa: Nosotros como mujeres hemos tenido reuniones, hemos charlado con las señoras, con las compañeras que el gobierno no nos escucha, nosotros podemos hacer la caminata hasta allá, hasta la sede de gobierno
Adhemar Mole: Nos ha emocionado a nosotros los dirigentes es la decisión de ellos de poder llegar a la ciudad de La Paz en protesta en una marcha en defensa de su territorio, en defensa de la vida
Sin embargo el contexto político es sumamente complicado para las organizaciones indígenas, y aún más para pueblos como el chimán que, más que otros, prefieren tener contacto mínimo con los espacios externos. Este contexto nos muestra al gobierno nacional imponiendo ahora mismo, sin contemplaciones, mega proyectos destructivos en el TIPNIS, el Madidi, Pilón Lajas, Tariquía, Río Grande de Santa Cruz, y otros lugares, acudiendo a estrategias divisionistas en las organizaciones indígenas, donde se presiona a las comunidades a recibir proyectos de desarrollo (agua, luz, telefonía, etc.), a cambio de su aceptación a dichos proyectos. Así como desató diferentes formas de represión contra movilizaciones indígenas (TIPNIS y Takovo Mora).
¿Acudirán las autoridades al TIM para siquiera escuchar el pedido de comunidades, las cuales viven y quieren vivir lejos de la destrucción y parcelamiento privado? Un estado que vive gracias a la depredación capitalista de territorios indígenas ¿respetará el Bosque de Tsimanes y las formas de vida de los pueblos indígenas que lo habitan?
Sea cual fuera la respuesta de los personeros de gobierno, ahora las comunidades están organizándose, reconociéndose y reconectándose entre ellas; y diciéndonos a las urbes tan lejanas que también sufrimos los efectos del despojo capitalista, que ellxs aún defienden el territorio, que éste no puede parcelearse, que no pueden desaparecer sociedades y culturas enteras bajo la garra de los regímenes extractivistas.
Consulta las siguientes notas para mayor información sobre la defensa del bosque de Tsimanes en Bolivia: