El CNI y el EZLN lucharán por cambiar la forma en que se gobierna México
Por Romeo LopCam – SubVersiones
Fotografías por Elis Monroy, María González, Regina López y Dante A. Saucedo
Este 1° de enero el Congreso Nacional Indígena (CNI) anunció los resultados de la consulta que se llevó a cabo entre los pueblos, tribus y comunidades en donde tiene presencia, sobre la posibilidad de formar un Concejo Indígena de Gobierno, cuya voz sea materializada por una mujer indígena que participe como candidata independiente en las elecciones presidenciales de 2018. Luego de dos días de discusión y deliberación, delegados y delegadas reunidos en el Centro Indígena de Capacitación Integral – Universidad de la Tierra (CIDECI-UniTierra) de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, decidieron que la propuesta va.
Originalmente planteada en octubre pasado por los representantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), durante la primera etapa del V Congreso Nacional Indígena (V CNI), la iniciativa fue llevada por las y los representantes hasta sus lugares de origen, mediante asambleas informativas y deliberativas en las que la gente pudo conocerla, criticarla y por supuesto, enriquecerla. Así, la organización indígena la hizo suya con el objetivo de reagruparse y pasar a la ofensiva en la lucha por mantener la integridad de sus territorios, su lengua y su cultura.
Los detalles de la propuesta —que sorprendió a propios y extraños— fueron explicados unas semanas después en un extenso comunicado, firmado por los Subcomandantes Moisés y Galeano. En él, respondieron puntualmente a las dudas legítimas que surgieron entre sus afines, así como a las tergiversaciones e interpretaciones mal intencionadas expresadas por políticos, analistas y medios cercanos a los grupos de poder —incluida la izquierda partidista, que vio la iniciativa como un afrenta.
Para empezar, Moisés y Galeano aclararon que su intención no es convertirse en un partido político y que no es de las filas del EZLN de donde saldría la representante de los pueblos indios de México, sino que serían éstos los que acordarían los modos y las formas para nombrar al mencionado Concejo (con «c») Indígena de Gobierno que, de manera autónoma, designará a una vocera que enarbole sus demandas. La coyuntura electoral serviría entonces como un mero pretexto para, en su propias palabras: «llevar un mensaje de lucha y organización a la gente pobre del campo y la ciudad de México y el mundo».
A veinte años de su formación, el CNI se prepara para mostrarle nuevamente al resto del país su «muy otra» forma de hacer política, donde lo importante no son las dádivas que ofrecen los aspirantes a los cargos de elección, sino la capacidad de los propios pueblos para organizarse, construir gobiernos que manden-obedeciendo y destruir la red de complicidades que se teje entre todos aquellos que se benefician del despojo y la explotación indiscriminada de nuestras riquezas.
Hace mucho tiempo el EZLN entendió que su ritmo lo deben marcar las comunidades organizadas. En las montañas del sureste mexicano, su área de influencia, ha subordinado toda su capacidad política y militar a las necesidades de sus bases de apoyo. Mientras, a nivel nacional, ha mantenido un espacio abierto para los principales afectados por las políticas de destrucción en todas las mesas, foros y tribunas que ha conquistado con su accionar. Tal es el caso de los pueblos originarios, quienes han tenido y siguen teniendo un papel destacado en la elaboración de sus propuestas y el trazado de sus estrategias. Basta recordar aquí el proceso de negociación y firma de los Acuerdos de San Andrés y las movilizaciones que le sucedieron para exigir su cumplimiento.
Durante este V CNI las y los zapatistas han decidido ir más allá, al pedirle a los pueblos, tribus y comunidades que lo conforman que sean ellas las que encabecen y decidan los modos y las formas de una movilización que ha de cimbrar al corrupto sistema político mexicano desde sus cimientos. En su segunda etapa participaron delegados y delegadas de 523 comunidades pertenecientes a 43 pueblos distribuidos en 25 estados de la república. De estas, 430 estuvieron de acuerdo con avalar la propuesta. En 80 comunidades la consulta continúa ya que en algunas regiones del país, el clima de violencia y hostigamiento ha hecho aún más difícil un proceso de por sí complejo.
Cabe recordar que desde octubre pasado el CNI determinó que las comunidades que no estén a favor de formar un Concejo Indígena de Gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena que contienda a la presidencia en 2018, seguirán en el CNI, pues éste se rige por los siete principios del mandar-obedeciendo, uno de los cuales es «convencer y no vencer». Dichos principios fueron ratificados en su sesión plenaria este 1° de enero en el Caracol de Oventic. El resto son: «representar y no suplantar, obedecer y no mandar, bajar y no subir, servir y no servirse, construir y no destruir, proponer y no imponer».
La mesa del evento, conformada por cinco mujeres del CNI y dos subcomandantes del EZLN, se encargó de preguntar a la asamblea si se avalaban o no cada uno de los acuerdos tomados durante las sesiones del 30 y 31 de diciembre de 2016 en el CIDECI-UniTierra. Uno de los momentos más emotivos de la tarde fue cuando se ratificó que la representante del concejo sería una mujer indígena conocedora de su lengua y su cultura, que tenga un largo caminar junto al CNI. La ovación que se desató luego de que los delegados y delegadas contestaran al unísono con un sonoro «¡sí!» fue atronadora. El nombre de la representante se conocerá hasta el 27 y 28 de mayo del presente año, cuando se realice la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno, en un lugar aún por determinar.
Concluida la primera parte del acto, subieron al templete algunos de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos por la policía en Iguala, Guerrero, quienes saludaron al EZLN y al CNI y exigieron la presentación con vida de sus hijos. Los abrazos entre ellos y los subcomandantes del EZLN fueron particularmente efusivos. Posteriormente se dio lectura a una carta enviada por Gonzalo Molina, fundador de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria (CRAC-PC) del estado de Guerrero, actualmente preso. Y en seguida se abrió el espacio para que los jóvenes de la okupación Chanti Ollin, recientemente desalojados en la Ciudad de México, denunciaran su caso.
Para finalizar el evento tomó la palabra el Subcomandante Insurgente Moiśes, quien leyó un comunicado en el que recordó que, en 1994, el EZLN tomó un camino que para muchos y muchas era excluyente, el de las armas. Y mencionó que se les cuestionó el método, mas no la legitimidad de sus demandas. Hoy el CNI se plantea transformar el país por la vía pacífica, llevando a cabo una movilización sin precedentes en tiempos electorales. A esta propuesta, ¿qué pero podrían ponerle?, preguntó el jefe rebelde.