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Teia dos Povos

Saludo de la Teia dos Povos para el EZLN en el 30 aniversario del levantamiento zapatista

En el 30 aniversario del inicio de la guerra contra el olvido, la Teia dos Povos (Tejido de los Pueblos) de Bahía, Brasil, manda este saludo para el EZLN.

(Haz clic en [CC] para subtítulos en español.)

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Movimiento de Mujeres de Kurdistán

Saludo del Movimiento de Mujeres de Kurdistán para el EZLN en el 30 aniversario del levantamiento

En ocasión del 30 aniversario del levantamiento zapatista, el Movimiento de Mujeres de Kurdistán envía este saludo para el EZLN.

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Radio Zapatista

30 Aniversario del Levantamiento Zapatista: Lo común y el autogobierno

¿Cómo enfrentar la crisis civilizatoria que vivimos? ¿Cómo enfrentar la devastación medioambiental, la crisis energética, la guerra, la reproducción de la violencia, la creciente polarización de la riqueza, la descomposición social, la brutalidad del crimen organizado y desorganizado?

Son éstas las preguntas que el zapatismo se ha planteado a lo largo de la última década. Y es a estas preguntas que el zapatismo responde con el nuevo camino que se abre al celebrar el 30 aniversario del levantamiento armado de 1994: lo común y el autogobierno. Así lo resumió el Subcomandante Insurgente Moisés en su discurso poco antes de la media noche el 31 de diciembre de 2023: “La propiedad debe ser del pueblo y común, y el pueblo tiene que gobernarse a sí mismo”.

La teoría fue detallada en los 20 comunicados publicados entre octubre y diciembre de 2023, en especial la novena parte, donde se explica la nueva estructura del autogobierno zapatista, y la vigésima parte, donde se habla de lo común y la no propiedad. La práctica, sobre la que se basa siempre toda teoría zapatista, es la que ya se lleva a cabo en las comunidades rebeldes. Mientras los medios de comunicación “de paga” se empeñaron en decir y repetir que el zapatismo ya no existe, lo que presenciamos los miles de personas que acudimos al Caracol VIII, “Resistencia y Rebeldía: Un Nuevo Horizonte”, inaugurado hace tres años en el poblado Dolores Hidalgo, cuenta una historia muy diferente, visible ya desde el trayecto hasta el lugar del encuentro: decenas de comunidades con letreros anunciando “Gobierno Autónomo Local Zapatista”. Eso sin hablar del gigantesco espacio que nos recibe, donde se congregan unos 10 mil zapatistas, sobre todo jóvenes y jóvenas, que nos deleitan con obras de teatro, música y poesía, y un gran contingente de milicianas y milicianos.

Es significativo que la celebración se realice aquí, en el mismo lugar donde hace 18 años se llevó a cabo una de las reuniones preparatorias para lo que sería la Otra Campaña. Un lugar donde, como explicó el entonces Subcomandante Marcos, existió otrora la finca Campo Grande: más de mil hectáreas de tierras fértiles con abundante agua, pista de aterrizaje, caminos y “miles de indígenas a quienes explotar, despreciar, violar, engañar, encarcelar, asesinar”. Estas tierras fueron recuperadas en el levantamiento hace 30 años, y desde entonces en ellas se construyen la autonomía, la justicia, la salud, la educación, la democracia, la libertad.

En este lugar, que tanto dolor experimentó antes del levantamiento, jóvenes de diferentes caracoles presentaron obras de teatro donde representaron el caminar zapatista en estos 30 años y los grandes cambios que se anuncian ahora (aunque se vienen implementando desde hace algún tiempo). Si quienes llegamos de otras geografías esperábamos que nos explicaran mejor las propuestas delineadas en los comunicados, fue por medio de esas obras que respondieron nuestras muchas preguntas.

Democracia

En 2003, ante la negativa del Estado mexicano de reconocer los Acuerdos de San Andrés, se fundaron los primeros cinco caracoles y las Juntas de Buen Gobierno (JBG), que junto con los consejos autónomos de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAREZ), representaron una de las experiencias de autogobierno y democracia directa más importantes del mundo. En estos 20 años, las JBG mostraron al mundo que es posible crear una forma de gobierno fuera de la lógica del Estado liberal y de la democracia representativa. Un gobierno colectivo, rotativo, sin salarios ni prebendas ni mucho menos enriquecimiento a costas del erario público.

Y sin embargo, a partir de una intensa autocrítica, se pasa ahora a una forma aún más horizontal y más democrática de gobierno, centrada en las asambleas comunitarias, donde todas y todos participan: los Grupos de Autonomía Local (GAL). Como mostraron las y los jóvenes en las obras de teatro, cuando algo no se puede resolver al nivel local, se convoca un Colectivo de Grupos de Autonomía Local (CGAL), que reúne delegados de varias comunidades cercanas. Y cuando tampoco a este nivel se puede resolver un asunto, se convoca una Asamblea de Colectivos de Grupos de Autonomía Local (ACGAL), a nivel de zona, que se reúne en un caracol.

Lo Común

La frase que más se escuchó en estos días de celebración fue “Lo común”, un desafío radical al fundamento mismo del sistema capitalista: la propiedad privada. La propiedad, como dijo el Subcomandante Moisés, “debe ser del pueblo y común”.

Después del levantamiento, cuando los finqueros, que durante tanto tiempo explotaron y violentaron a los indígenas, huyeron, se recuperaron grandes extensiones de tierra. Pero muchas de esas tierras quedaron en una suerte de limbo legal, lo que ha ocasionado incontables conflictos por la tenencia de la tierra a lo largo de todos estos años. Se diría que los zapatistas lucharían por lo tanto por obtener los documentos legales de la propiedad de la tierra que, con la sangre de los caídos, recuperaron en 1994. Pero no. Como explica el Subcomandante Moisés en el vigésimo comunicado, “Los papeles de propiedad no dicen ‘esto es tuyo’, lo que dicen es ‘esto no es de aquél, atácalo’”.

Por lo tanto, en vez de eso, el zapatismo propone (y pone en efecto) la no propiedad. A la “base material de la producción”, que hasta ahora consistía en una combinación de trabajo individual-familiar y de trabajo colectivo, se le suma ahora lo que llaman “trabajo en común” o “no propiedad”. O sea, porciones de tierras recuperadas que no tienen dueño, que no son de nadie (y por lo tanto, son de todos). Es tierra que no se vende ni se compra, que se trabaja por turnos y cuyos frutos pertenecen a quienes la trabajan. Y lo más ambicioso: tierras donde se invita a trabajar también a no zapatistas: partidistas, migrantes, citadinos, desplazados, extranjeros… quien quiera que sea, siempre y cuando exista acuerdo en las GAL, CGAL y ACGAL. “Todo lo que sirva al bien común, nada que vaya contra el bien común.”

Se prevén problemas, desde luego, y eso queda muy claro en las obras de teatro. Para que lo común funcione, es necesario construir una ética colectiva. Una ética del bien común. Una ética que se construye no con discursos, sino en la práctica. En la práctica de una justicia digna basada en el diálogo y el consenso. En la salud autónoma, que se entiende no como mercancía, sino como un derecho de todas y todos. En la educación fundamentada en las necesidades de los pueblos, y no en la homogenización de una supuesta “nación mestiza” impuesta desde el Estado. En la comprensión del bien común como camino para el bien individual y familiar. En el respeto y la dignidad.

La urgencia y la mirada hacia el futuro

Los zapatistas no están mirando solamente hacia las comunidades. No se preocupan únicamente por su supervivencia ante la violencia del narcoestado y el desenfreno del capital. Nos lanzan un posible salvavidas ante una crisis global que nos afecta a todos y todas. Si es el capitalismo, por naturaleza depredador, pero ahora enloquecido con una voracidad sin precedentes, lo que está destruyendo el planeta, la pregunta es: ¿cómo destruir el capitalismo?

“No es necesario matar”, dice el Subcomandante Moisés, y dicen también las obras de teatro. La crisis climática y el agotamiento de los recursos naturales nos conducen a un futuro apocalíptico. En ese proceso, se desata una guerra de todos contra todos, como vemos con elocuencia en Chiapas y en tantos otros lugares. Ante eso, es necesario regresar a la tierra, regresar a lo que los antepasados nos han enseñado. Y es necesario también construir una ética de lo común. En todo esto, nos quedó claro el papel que desempeña la mujer en esta nueva fase de construcción del futuro. La mujer, dadora y cuidadora de vida, es quien más entiende y practica la ética de la comunalidad. Una ética basada en el cuidado, en la compartición, en el respeto, en el compromiso unos con otros. Eso nos enseñaron a lo largo de los cuatro días de celebración de tantas maneras. Con la atención de la salud autónoma cuidadosa y gratuita. Con la cocina colectiva que con tanto cariño nos alimentó. Con las conversaciones, los partidos de baloncesto, voleibol, futbol. Con la alegría de las y los niños desfilando en sus bicicletas. Con la extraordinaria organización colectiva que hizo posible que unas 12 mil personas convivieran durante cuatro días en ese espacio de libertad y colectividad.

Poco antes del discurso del Subcomandante Moisés, la fuerza de la organización zapatista se hizo presente con el desfile de milicianas y milicianos. Un desfile que fue no sólo demostración de disciplina y organización militar, sino también de alegría y celebración, cuando las milicianas rompen filas para bailar.

Del caracol de Dolores Hidalgo regresamos a nuestras geografías con la esperanza renovada de que es posible construir otros caminos en medio del desastre. De que es posible bailar bajo la tormenta. Y de que el camino requiere mucho compromiso y organización, para romper con el individualismo y el sálvese quien pueda, construyendo lo común.

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Regeneración Radio

Heredar vida: 30 años del levantamiento zapatista

Entre el 29 de diciembre y el 2 de enero del 2024 se llevó a cabo la celebración del 30 Aniversario del Inicio de la Guerra Contra el Olvido en el Caracol VIII “Resistencia y Rebeldía: Un Nuevo Horizonte”, en el poblado zapatista de Dolores Hidalgo. El evento fue organizado por miles de bases de apoyo zapatistas, hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianas que cubiertos del rostro con pasamontañas, paliacates y cubrebocas celebraron con deportes, artes, música, comida y baile popular las tres décadas de resistencia al sistema capitalista. Estas tierras recuperadas tras el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994, son evidencia concreta de cómo el zapatismo en Chiapas ha mejorado las condiciones de vida de las comunidades con base en la organización, la autonomía y la rebeldía.

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CLACSO

30 libros / 30 años del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional – Colección Al Faro Zapatista

El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), en conjunto con la Cooperativa Editorial Retos, la Cátedra Jorge Alonso y el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, conmemoran los 30 años del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional con la publicación de 30 libros de bolsillo en el marco de la Colección Al Faro Zapatista.

Esta serie de 30 libros es un homenaje a las mujeres, niñas(os), ancianas(os), otroas y hombres zapatistas en sus más de 500 años de resistencia y sus 30 años de vida pública rebelde desde el levantamiento del 1 de enero de 1994.

La iniciativa fue impulsada por el Grupo de Trabajo CLACSO «Cuerpos, territorios, resistencias» y más de medio centenar de trabajadorxs de las Ciencias Sociales, activadas activistas de México, América Latina, E.U., Europa Insumisa y Asia. Los libros muestran por qué, dónde y cómo el zapatismo ha sido el faro para muchos y muchas habitantes del planeta Tierra. Un faro en medio de La Tormenta provocada por lo que en 2017 las mujeres zapatistas nombraron como el “sistema capitalista machista y patriarcal”, alimentada por el racismo y la “cisheteronormatividad”, como le llaman las diversidades sexuales en movimiento y re-existencia.

La colección se encuentra disponible para su descarga gratutita en acceso abierto a través de la Librería Latinomericana y Caribeña de Ciencias Sociales de CLACSO, en la sección Producción editorial de los Centros CLACSO.



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Subcomandante Insurgente Moisés

EZLN | INVITACIÓN AL TREINTA ANIVERSARIO DEL INICIO DE LA GUERRA CONTRA EL OLVIDO

INVITACIÓN AL TREINTA ANIVERSARIO
DEL INICIO DE LA GUERRA CONTRA EL OLVIDO.

Diciembre del 2023.

Las comunidades zapatistas y el EZLN invitan a todas las personas, grupos, colectivos, asociaciones, organizaciones y movimientos firmantes de la llamada Declaración por la Vida, a los pueblos originarios acuerpados en el Congreso Nacional Indígena, a la Sexta Mundial, a las organizaciones no gubernamentales defensoras de los derechos humanos y, especialmente, a quienes tienen en la creación artística su destino, a la celebración del treinta aniversario del inicio de la guerra contra el olvido.

La celebración será los días 30 y 31 de diciembre del 2023 y el 1 y 2 de enero del 2024.  Los invitados podrán llegar desde el día 29, no antes de ese día.

El registro de asistentes será en el CIDECI de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.  Prensa, invitados y Congreso Nacional Indígena se registran ahí, o directo en el caracol sede.

La celebración central del 30 aniversario será en el Caracol “Resistencia y Rebeldía: Un Nuevo Horizonte”, inaugurado hace 3 años en el poblado Dolores Hidalgo, fundado en tierra recuperada.  Clima de templado a caluroso en el día.  De fresco a frío en la noche- madrugada.

Ubicación: a una hora de la cabecera del municipio oficialista de Ocosingo, carretera a Monte Líbano.  A unas 4-5 horas desde San Cristóbal de las Casas.  En Ocosingo hay hoteles de diferentes precios.  Desde San Cristóbal, se recomienda la ruta por Chanal- Altamirano rumbo a la cabecera de Ocosingo.  Luego agarrar la carretera a Monte Líbano.  Pasan el cuartel federal de Toniná y más adelante, siempre en la carretera a Monte Líbano, habrá letreros en los diferentes GALes que hay a pie de carretera.  Desde Ocosingo, en una hora-hora y 20 minutos llegarán al Caracol de la celebración.

Fechas: 30 y 31 de diciembre del 2023.  Fiesta cultural con participaciones de la juventud y niñez zapatista.  Habrá obras de teatro, canciones, bailables y poesías.  Baile en la tarde y noche.

1 de enero del 2024.  A las 00:00: palabras centrales zapatistas.  En la tarde y noche participaciones culturales de familiares invitados de todo el mundo.  Quienes tienen como vocación el arte y la cultura podrán presentar sus creaciones frente a las comunidades zapatistas e invitados los días 1 y 2 de enero del 2024.  Danza, Teatro, Cine, Música, Murales, etc., serán bienvenidos.

2 de enero del 2024.  Participaciones culturales de familiares de todo el mundo.  Baile.

Se recomienda traer algo para poner entre el suelo y su maltrecha anatomía a la hora de dormir.  Acá, además de digno, el suelo es duro.

Habrá servicio de internet por fichas, para que avisen a sus familiares que llegaron bien.  Habrá puestos no especializados de venta de alimentos (o sea que no hay puestos de comida vegana, ni vegetariana).  Ahí lo vean.

Las personas con régimen alimenticio y medicación especiales, recomendamos traigan lo necesario.  Habrá servicio de ambulancia y atención médica primaria.

Para la asignación de zonas de reposo y dormitorios, tienen preferencia las personas de juicio (lo que ustedes llaman “tercera edad” o “edad dorada” o “ancianos” o “personas en proceso de añejamiento”), y los menores de edad.

A los menores de edad se les avisa que está prohibido apedrear, acosar o cazar a las ballenas, unicornios, cocodrilos, dragones, perros, gatos, cuches, gallinas, gallos, conejos, vacas, bueyes (sin agraviar), mulas (sin agraviar), caballos, yeguas, borregos, bicicletas y otros animales fantásticos que puedan encontrar.  El 3 veces T “Comando Palomitas” estará patrullando y vigilando que ningún ser vivo sea agredido de pensamiento, palabra u obra.  En cambio, está permitido agredir a las piedras, siempre y cuando sea con la cabeza.  Ahí lo vean.

Les recordamos que en los territorios zapatistas está prohibido el consumo, comercio, trasiego y siembra de drogas.  Igualmente, está prohibido el consumo de alcohol en cualquiera de sus formas.

También está prohibida la exhibición, distribución, propaganda y apología de cualquiera de los partidos políticos electorales de cualquier geografía.

Están prohibidas también las manifestaciones sexistas, religiosas, nacionalistas, racistas, ideológicas, políticas y deportivas que promuevan la burla, el acoso, el hostigamiento, la agresión y la violencia en contra de las personas por su color, raza, orientación sexual, religión, lengua, cultura, origen social, tamaño, nacionalidad, ideología, etc.

La celebración es de y para los pueblos zapatistas.  Se exige respeto a nuestros usos y costumbres, a nuestros modos y tiempos, a nuestra lucha.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés.
México, diciembre del 2023.

Milicianos y milicianas zapatistas trabajando en el acondicionamiento del lugar para la celebración de los 30 años.  Taller zapatista de bicicletas.  El 3 veces T “Comando Palomitas” reforzado con la pelusa colocha en su ala canina.  Imágenes cortesía de Los Tercios Compas, copyleft diciembre del 2023.  Música: Armad@s de Baile.  Bossanónimos. Original y Copla ℗ 2014 Bossanónimos Released on: 2014-10-23

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ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ

EZLN | Vigésima y Última Parte: El Común y la No Propiedad

Vigésima y Última Parte: El Común y la No Propiedad

Abre bien los ojos, hijo, y sigue al pájaro Pujuy. Él no se equivoca. Su destino es como el nuestro: caminar para que otros no se pierdan”.
Canek.  Ermilo Abreu Gómez

  En alguna ocasión pasada, hará ya algunos años, los pueblos zapatistas se explicaban la lucha de “como mujeres que somos” señalando, no una cuestión de mera voluntad, disposición o estudio, sino la base material que hizo posible ese cambio: la independencia económica de las mujeres zapatistas.  Y no se referían a tener empleo y salario o a la limosna en monedas con que los gobiernos de todo el espectro político compran votos y adhesiones.  Señalaban al trabajo colectivo como la tierra fértil para ese cambio.  Es decir, el trabajo organizado que no tenía como destino el bienestar individual, sino el del grupo.  No se trataba sólo de juntarse para las artesanías, el comercio, la cría del ganado, o la siembra y la cosecha de maíz, café, hortalizas.  También, y, tal vez, sobre todo, a los espacios propios de ellas, sin varones.  Imaginen lo que en esos tiempos y lugares hablaban y hablan entre ellas: sus dolores, sus rabias, sus ideas, sus propuestas, sus sueños.

No abundaré más sobre ello -las compañeras tienen su propia voz, historia y destino-.  Sólo lo menciono porque queda por conocer cuál es la base material sobre la que se construirá la nueva etapa que han decidido las comunidades zapatistas.  La nueva iniciativa, como la catalogarían los de fuera.

Tengo el orgullo de señalar que, no sólo la propuesta íntegra fue producto, desde su concepción, del colectivo de dirección organizativa zapatista -toda ella de sangre indígena de raíz maya-.  También que mi labor se limitó a proporcionar información que mis jefas y jefes “cruzaron” con la suya, y, después, a buscar y argumentar objeciones y probables y futuros fracasos (la mentada “hipótesis” a la que hice referencia en un texto anterior).  Al final, cuando terminó su deliberación y concretaron la idea central, para someterla a la consulta con todos los pueblos, a mí me sorprendió tanto como tal vez a ustedes ahora que la van a conocer.

En este otro fragmento de la entrevista al Subcomandante Insurgente Moisés, él nos explica cómo fue que llegaron a esta idea de “el común”.  Tal vez alguien de ustedes pueda valorar el sentido profundamente rebelde y subversivo de esto en lo que, para no variar, nos jugamos la existencia.

El Capitán.

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LA NO PROPIEDAD.

Bueno, pues en resumen ésta es nuestra propuesta: establecer extensiones de la tierra recuperada como del común.  Es decir, sin propiedad.  Ni privada, ni ejidal, ni comunal, ni federal, ni estatal, ni empresarial, ni nada.  Una no propiedad de la tierra.  Como quien dice: “tierra sin papeles”.  Entonces, en esas tierras que se van a definir, si preguntan de quién es ese terreno o quien es el propietario, pues se va a responder: “de nadie”, es decir “del común”.

Si preguntan si es tierra de zapatistas, de partidistas o de quién, pues de ninguno de ellos.  O de todos, es lo mismo.  No hay comisariado o agente a quien comprar, asesinar, desaparecer.  Lo que hay son pueblos que trabajan y cuidan esas tierras.  Y las defienden.

Una parte importante es que, para que se pueda lograr esto, tiene que haber un acuerdo entre los pobladores sin importar si son partidistas o zapatistas.  O sea que tienen que hablar entre ellos, no con los malos gobiernos.  Eso de buscar el permiso de los malos gobiernos sólo ha traído divisiones y hasta muertes entre mismos campesinos.

Entonces, respetando las tierras que son de propiedad personal-familiar, y las que son para trabajo de los colectivos, se crea, en terrenos recuperados en estos años de guerra, esta no propiedad.  Y se propone que se trabaje en común por turnos, sin importar qué partido eres, o qué religión, o qué color, o qué tamaño, o que género eres.

Las reglas son sencillas: tiene que ser acuerdo entre los pobladores de una región.  No cultivar drogas, no vender la tierra, no permitir la entrada de ninguna empresa o industria.  Quedan excluidos los paramilitares.  El producto del trabajo de esas tierras es de quienes la laboren en el tiempo acordado.  No hay impuestos, ni pago de diezmos.   Cada instalación que se construya queda para el siguiente grupo.  Se llevan sólo el producto de su trabajo.  Pero de todo esto ya iremos hablando más después.

Esto, así muy resumido, es lo que se presentó y se consultó con todos los pueblos zapatistas.  Y salió que la inmensa mayoría estuvo de acuerdo.  Y también que, en algunas regiones zapatistas, ya se estaba haciendo desde hace años.

Y nosotros lo que hicimos fue, pues, proponer un camino para poder cruzar la tormenta y llegar con bien al otro lado.  Y no hacer ese camino solos como zapatistas, sino que juntos como pueblos originarios que somos.  Claro, sobre esa propuesta saldrán más: de salud, de educación, de justicia, de gobierno, de vida.  Digamos que lo vemos necesario eso para poder enfrentar la tormenta.

PENSAR EL CAMINO Y EL PASO.

¿Qué cómo llegó en nuestra cabeza?  Bueno, pues te platico.  Vimos varias cosas.  O sea que no sólo salió de una vez esta idea.  Como que se juntaron y pues como que lo fuimos viendo parte por parte y ya luego todo junto.

Una fue, pues, la tormenta.  Todo lo que se refiere a la inconformidad de la naturaleza.  Su forma de protestar, cada vez más fuerte y cada vez más terrible.  Porque decimos destrucción, pero muchas veces lo que pasa es que como que la naturaleza recupera un lugar.  O que ataca las invasiones del sistema: las presas, por ejemplo.  Lugares turísticos, por ejemplo, que se construyen sobre la muerte de las costas.  Megaproyectos que hieren, lastiman la tierra.  Entonces pues hay respuesta.  A veces rápido responde, a veces tarda.  Y el ser humano, bueno, lo que el sistema ha hecho con el ser humano es que está como pasmado.  No reacciona.  Aunque ve que viene la desgracia, que hay avisos, que hay alertas, pues sigue como si nada y, bueno, pues pasa lo que pasa.  Dicen que tal desgracia fue sorpresiva.  Pero resulta que ya lleva varios años de que se avisa que la destrucción de la naturaleza va a pasar a cobrar.  La ciencia, no nosotros, lo analiza y lo demuestra.  Nosotros, pues, como gente de la tierra lo vemos.  Todo es inútil.

La desgracia no se aparece de pronto en tu casa, no.  Primero se va a acercando, va haciendo su ruido para que sepas que ahí viene.  Toca a tu puerta.  Rompe todo.  No sólo tu casa, tu gente, tu vida, también tu corazón.  Ya no estás tranquilo.

La otra es lo que llaman la descomposición social o que dicen que se rompe el tejido social porque la violencia.  O sea que una comunidad de personas se relaciona con ciertas reglas o normas o acuerdos, como decimos nosotros.  A veces se hacen leyes escritas y a veces no hay nada escrito, pero como quiera la gente sabe.  En muchas comunidades se dice “acta de acuerdo” o sea que se pone en palabras.  “Esto se puede hacer, esto no se puede hacer, esto se tiene qué hacer”, y así.  Por ejemplo, que quien trabaje pues avanza.  Que el que no trabaja, pues se queda jodido.  Que está mal obligar a alguien a hacer lo que no quiere, por ejemplo, en el caso de los hombres contra las mujeres.  Que está mal violentar a los débiles.  Que está mal matar, robar, violar.  ¿Pero qué pasa si es al revés?  Si se premia la maldad y se persigue y castiga la bondad.  Por ejemplo, un campesino indígena que ve que está mal la destrucción de un bosque, se convierte entonces en su guardián.  Lo protege al bosque, pues, de quien lo destruye para sacar ganancias.  Eso de defender es un bien, porque ese hermano o hermana están cuidando la vida.  Eso es humano, no es de una religión.  Pero pasa que ese guardián es perseguido, encarcelado y, no pocas veces, asesinado.  Y si se pregunta cuál es su delito de por qué lo mataron, y se escucha que su delito fue defender la vida, como el hermano Samir Flores Soberanes, pues ahí se ve claro que el sistema está enfermo, que ya no tiene remedio, que hay que buscar por otro lado.

¿Qué se necesita para darse cuenta de esa enfermedad, de esa podredumbre de la humanidad?   No se necesita una religión, o una ciencia, o una ideología.  Basta mirar, escuchar, sentir.

Y luego pues vemos que los grandes Mandones, los capitalistas, pues no les importa ya qué pasa mañana.  Quieren ganar la paga hoy.  Lo más que se pueda y lo más rápido posible.  No importa que les digas “oyes, pero eso que haces destruye y la destrucción se contagia, crece, se convierte en incontrolable y regresa a ti.  Como si escupieras para arriba o si orinaras contra el viento.  Se te regresa, pues”.  Y puedes pensar que qué bueno que la desgracia se pase a llevar a un sinvergüenza.  Pero resulta que, antes de eso, se lleva a un buen tanto de gente que ni sabe por qué.  Como las crías, por ejemplo.  Qué va a saber una cría de religiones, ideologías, partidos políticos o lo que sea.  Pero el sistema hace responsables a esas crías.  Las hace pagar.  Se destruye en su nombre, se mata en su nombre, se miente en su nombre.  Y se les hereda muerte y destrucción.

Entonces, pues no se ve que va a mejorar.  Lo sabemos que se va a poner peor.  Y que, como quiera, tenemos que cruzar la tormenta y llegar al otro lado.  Sobrevivir.

Otra cosa es lo que vimos en la travesía por la Vida.  Lo que hay en esas partes que se supone que son más avanzadas, que están más desarrolladas como dicen.  Lo vimos que es mentira todo eso de la “civilización occidental”, del “progreso” y esas cosas.  Vimos que ahí se estaba lo necesario para guerras y crímenes.  Ahora sí que vimos dos cosas: una es a dónde se encamina la tormenta si no hacemos nada.  La otra es lo que otras rebeldías organizadas están construyendo en esas geografías.  O sea que esas personas miran lo mismo que miramos nosotros.  O sea, la tormenta.

Gracias a estos pueblos hermanos pudimos ampliar la mirada, hacerla más ancha.  O sea, no sólo mirar más lejos, sino que también mirar más cosas.  Más mundo, pues.

Entonces nosotros, como pueblos indígenas que somos, pues nos preguntamos que qué hacemos, que si ya valió, que si cada uno ahí lo vea.  Pero vemos a esos hermanos que hacen así de que les vale madre lo que les pase a otros, que sólo miran por ellos, y pues igual les toca.  Se creen a salvo encerrados en sí mismos.  Pero de balde.

EL CAMINO DE LA MEMORIA.

Entonces pues pensamos, recordamos en cómo era antes.  Lo hablamos a nuestros anteriores.  Les preguntamos si antes era así.  Les preguntamos que nos digan si siempre hubo la oscuridad, la muerte, la destrucción.  De dónde vino pues esa idea del mundo.  Cómo es que se chingó todo.  Pensamos que si sabemos cuándo y cómo se perdió la luz, el buen pensamiento, el saber cabal qué es lo bueno y qué es lo malo, pues entonces tal vez podemos encontrar eso y con eso luchar porque se vuelva todo cabal, como debe de ser, respetando la vida.

Y entonces vimos cómo es que llegó eso y lo vimos que vino con la propiedad privada.  Y que no se trata de cambiarle el nombre y decir que hay propiedad ejidal o pequeña propiedad o propiedad federal.  Porque en todos los casos es el mal gobierno el que da los papeles.  O sea que es el mal gobierno el que dice si algo existe y, con su maña, que deja de existir.  Como hizo con la reforma de Salinas de Gortari y con los golpes contra la propiedad comunal, que sólo existía si estaba registrada y que, con las mismas leyes, la hacen menos hasta desaparecerla.  Y la propiedad comunal digamos que registrada, pues también provoca divisiones y enfrentamientos.  Porque esas tierras pertenecen legalmente a unos, pero contra otros.  Los papeles de propiedad no dicen “esto es tuyo”, lo que dicen es “esto no es de aquel, atácalo”.

Y ahí tiene a los campesinos dando vuelta y vuelta para que les den un papel que dice que es suyo lo que es suyo porque de por sí lo trabaja.  Y campesinos haciendo la guerra contra campesinos ni siquiera por un pedazo de tierra, no, es por un papel que dice quién es el propietario de esa tierra.  Y al que tenga más papel, pues más apoyo de paga, o sea más engaño.  Porque resulta que si tienes papel te dan programa social, pero te pide que apoyes, por ejemplo, a un candidato porque ése sí te va a dar el papel y te va a dar dinero.  Pero resulta que ese mismo gobierno te engaña, porque con ese papel lo vende a una empresa.  Y luego resulta que llega la empresa y te dice que te tienes que ir porque esa tierra no es tuya porque el papel ahora lo tiene el pinche empresario.  Y te vas a la buena o a la mala.  Y ahí tienen ejércitos, policías y paramilitares para convencerte de que te vayas.

Basta que la empresa diga que quiere tales terrenos, para que el gobierno decrete la expropiación de esas tierras y ya le dice a la empresa que haga su negocio “por un tiempo”.  Eso hacen con los megaproyectos.

Y todo por un pinche papel.  Aunque el papel sea de los tiempos de la Nueva España, el papel no vale para el poderoso.  Es un engaño.  Es para que te confíes y estés tranquilo hasta que el sistema descubre que, debajo de tu pobreza, hay petróleo, oro, uranio, plata.  O que hay un manantial de agua pura, y ahora resulta que el agua es ya una mercancía que se compra y que se vende.

Una mercancía como lo fueron tus padres, tus abuelos, tus bisabuelos.  Una mercancía como eres tú, y lo serán tus hijos, tus nietos, tus bisnietos y así por generaciones.

Entonces ese papel, es como las etiquetas de las mercancías en los mercados, es el precio de la tierra, de tu trabajo, de tus descendientes.  Y no te das cuenta, pero ya estás formado en la fila del cajero y vas a llegar.  Y resulta que no sólo vas a tener que pagar, también vas a salir de la tienda y te vas a encontrar con que te quitaron la mercancía, que ni siquiera tienes el papel por el que tanto luchaste tú y tus antepasados.  Y que a tus hijos tal vez le heredas un papel, y tal vez ni eso.  Los papeles del gobierno son el precio de tu vida, que tienes que pagar ese precio con tu vida.  O sea que eres una mercancía legal.  Ésa es la única diferencia con la esclavitud.

Entonces los más viejos te cuentan que el problema, la división, las discusiones y las peleas, llegaron cuando llegaron los papeles de propiedad.  No es que antes no había problemas, es que se resolvían haciendo acuerdo.

Y el problema es que puedes hacer muchos papeles que parten muchas veces la tierra, pero la tierra no crece como los papeles.  Una hectárea sigue siendo una hectárea, aunque haya muchos papeles.

Entonces pasa lo que ahora con esa cosa que llaman Cuarta Transformación y su programa de Sembrando Vida: en los ejidos hay los derecheros -que son los ejidatarios que tienen el mentado papel de certificado agrario-, y los solicitantes que, aunque participen en la comunidad, no tienen papel, porque la tierra ya está repartida.  Se supone que los solicitantes son eso, solicitan un pedazo de tierra, pero en realidad están solicitando un papel que diga que son campesinos que trabajan la tierra.  Entonces no es que el gobierno llega y les dice que tal tierra les toca.  No.  Les dice que, si demuestran la propiedad de 2 hectáreas, les dan el apoyo económico.  Pero esas dos hectáreas ¿de dónde salen?  Pues de los derecheros.

O sea la tierra que el papel dice que es propiedad de uno, se tiene que partir en pedazos para los solicitantes.  Se tiene que pedacear para pueda haber varios papeles de un mismo papel.  No hay reparto agrario, hay pedacear la propiedad.  Y ¿qué pasa si el derechero no quiere o no puede?  Sus hijos quieren el apoyo económico, pero necesitan el papel.  Entonces se pelean con el padre.  ¿Las hijas? Ni en cuenta, las mujeres no cuentan en la pedaceada de papeles.  Y pelean a muerte hijos contra padres.  Y ganan los hijos y con ese papel, porque la tierra sigue siendo la misma y sigue estando donde estaba, reciben su dinero.  Con esa paga se endeudan, se compran algo, o juntan para pagar al coyote para ir a Estados Unidos.  Como no les alcanza, pues venden el papel a otro.  Se van a trabajar fuera y resulta que están ganando para pagarle a quienes les prestaron.  Sí, mandan las remesas a sus familiares, pero sus familias usan eso para pagar la deuda.  Después de un tiempo, ese hijo regresa o lo regresan.  Eso si no lo matan o lo secuestran.  Pero ya no tiene tierra, porque vendió el papel y ahora esa tierra es de quien tiene el papel.  Entonces asesinó a su padre por un papel que ya no tiene.  Y entonces tiene que buscar la paga para volver a comprar el papel.

Crece la población, pero la tierra no crece.  Hay más papeles, pero sólo es la misma extensión de terreno.  ¿Qué va a pasar?  Que ahorita se matan entre derecheros y solicitantes, pero luego se van a matar entre solicitantes.  Sus hijos se van a pelear entre ellos, así como él peleó con sus padres.

Por ejemplo: eres derechero con 20 hectáreas y tienes digamos que 4 hijos.  Es la primera generación.  Lo repartes la tierra o más bien el papel y hay ahora un papel de 5 hectáreas para cada uno.  Luego esos 4 hijos tienen otros cuatro hijos cada uno, segunda generación, y reparten sus 5 hectáreas y les tocan a poco más de una hectárea a cada uno.  Luego esos 4 nietos tienen otros 4 hijos cada uno, tercera generación, y se reparten el papel y les toca como un cuarto de hectárea a cada uno.  Luego esos bisnietos tienen 4 hijos cada uno, cuarta generación, y se reparten el papel y les toca una décima parte de hectárea cada uno.  Y ya no le sigo porque apenas en 40 años, en la segunda generación, se van a matar entre sí.  Eso es lo que están haciendo los malos gobiernos: están sembrando muerte.

EL VIEJO NUEVO CAMINO.

¿Cómo ha sido en nuestra historia de lucha eso que dicen de “base material”?

Pues primero fue la alimentación.  Con la recuperación de las tierras que estaban en manos de los finqueros, se mejoró la alimentación.  El hambre dejó de ser la invitada en nuestras casas.  Luego, con la autonomía y el apoyo de personas que son “buena gente”, les decimos, siguió la salud.  Aquí fue y es muy importante el apoyo de los doctores fraternales, que así les llamamos nosotros porque son como nuestros hermanos que nos ayudan no sólo en las enfermedades graves.  También, y, sobre todo, en la preparación o sea en los conocimientos de la salud.  Luego la educación.  Luego el trabajo en la tierra.  Luego lo que es gobierno y administración de mismos pueblos zapatistas.  Luego lo que es gobierno y convivencia pacífica con los que no son zapatistas.

La base material de esto, es decir, la forma de producción es una convivencia del trabajo individual-familiar con el trabajo colectivo.  El trabajo colectivo hizo posible el despegue de las compañeras y su participación en la autonomía.

Digamos que los primeros 10 años de autonomía, es decir, del alzamiento al nacimiento de las Juntas de Buen Gobiernos, en 2003, fue de aprendizaje.  Los siguientes 10 años, hasta el 2013 fueron de aprender la importancia del relevo generacional.  Del 2013 a la fecha fue de constatar, criticar y autocriticar errores de funcionamiento, de administración y de ética.

En lo que sigue ahora, tendremos una etapa de aprendizaje y reajuste.  O sea que tendremos muchos errores y problemas, porque no hay manual o libro que te diga cómo hacer.  Tendremos muchas caídas, sí, pero nos levantaremos una y otra vez para seguir caminando.  Somos zapatistas, pues.

La base material o de producción de esta etapa va a ser una combinación del trabajo individual-familiar, el colectivo y esto nuevo que llamamos “trabajo en común” o “no propiedad”.

El trabajo individual-familiar se basa en la propiedad pequeña y personal.  Una persona y su familia trabajan su pedazo de tierra, su tiendita, su móvil, su ganado.  La ganancia o el beneficio es para esa familia.

El trabajo colectivo se basa en el acuerdo entre compañeras y/o compañeras para hacer un trabajo en tierra de colectivo (asignada así desde antes de la guerra y ensanchada después de la guerra).  Se reparten los trabajos de acuerdo con el tiempo, capacidad y disposición.  La ganancia o beneficio es para el colectivo.  Se suele usar para fiestas, movilizaciones, adquisición de equipos para salud, capacitación de promotores de salud y educación, y para los movimientos y manutención de autoridades y comisiones autónomas.

El trabajo común empieza, ahora, en la tenencia de la tierra.  Una porción de las tierras recuperadas se declara como de “trabajo común”.  Es decir, no está parcelada y no es propiedad de nadie, ni pequeña, ni mediana, ni gran propiedad.  Esa tierra no es de nadie, no tiene dueño.  Y, de acuerdo con las comunidades cercanas, se “presta” mutuamente esa tierra para trabajarla.  No se puede vender ni comprar.  No se puede usar para producción, trasiego o consumo de narcóticos.  El trabajo se hace por “turnos” acordados con los GALs y los hermanos no zapatistas.  El beneficio o ganancia es para quienes trabajan, pero la propiedad no es, es una no propiedad que se usa en común.  No importa si eres zapatista, partidista, católico, evangélico, presbiteriano, ateo, judío, musulmán, negro, blanco, oscuro, amarillo, rojo, mujer, hombre, otroa.  Puedes trabajar la tierra en común, con el acuerdo de los GALs, CGAL y ACGal, por pueblo, región o zona, que son quienes controlan que se cumpla con las reglas de uso común.  Todo lo que sirva al bien común, nada que vaya contra el bien común.

UNA COMPARTICIÓN MUNDIAL: LA GIRA POR LA VIDA.

Unas hectáreas de esa No-Propiedad se va a proponer a los pueblos hermanos de otras geografías del mundo.  Los vamos a invitar para que vengan y trabajen esas tierras, con sus propias manos y conocimientos.  ¿Qué pasa si no saben trabajar la tierra?  Pues las compañeras y compañeros zapatistas les enseñan cómo, y sus tiempos de la tierra, y sus cuidados.  Creemos que es importante saber trabajar la tierra, es decir, saber respetarla.  No creo que le haga daño a nadie que, así como estudia y aprenden en laboratorios y centros de investigación, también estudie y aprenda el trabajo del campo.  Y todavía más mejor si esos pueblos hermanos tienen conocimientos y modo de trabajar la tierra y nos traen esos conocimientos y modos y así también aprendemos nosotros.  Es como una compartición, pero no sólo palabras, sino que en la práctica.

No necesitamos que nos vengan a explicar la explotación, porque nosotros la vivimos desde hace siglos.  Tampoco que nos vengan a decir que hay que morirse para conseguir la libertad.  Eso lo sabemos y lo practicamos todos los días desde hace cientos de años.  Lo que sí es bienvenido es el conocimiento y la práctica para la vida.

Mira, la delegación que fue a Europa aprendió muchas cosas, pero la más importante que la aprendimos es que hay muchas personas, grupos, colectivos, organizaciones que están buscando la forma de luchar por la vida.  Tienen otro color, otra lengua, otra costumbre, otra cultura, otro modo.  Pero tienen lo mismo que nosotros, que es el corazón de lucha.

No están buscando quién es más mejor, o que les den un lugar en los malos gobiernos.  Están buscando curar el mundo.  Y sí, son muy diferentes entre ellos.  Pero son iguales, o más bien somos iguales.  Porque queremos realmente construir otra cosa, y esa cosa es la libertad.  O sea, la vida.

Y nosotras las comunidades zapatistas decimos que son nuestra familia todas esas personas.  No importa que estén muy lejos.  Y en esa familia hay hermanas mayores, hermanos mayores, hermanitas y hermanitos.  Y no hay quién mejor.  Sino misma familia.  Y como familia nos apoyamos cuando podemos, y nos enseñamos lo que sabemos.

Y todas, todos, todoas, es gente de abajo.  ¿Por qué?  Porque los de arriba predican la muerte porque eso le da ganancias.  Los de arriba quieren que cambien las cosas, pero para su beneficio de ellos, aunque cada vez está más peor.  Por eso son los de abajo los que van a luchar y están ya luchando por la vida.  Si el sistema es de muerte, entonces la lucha por la vida es la lucha contra el sistema.

¿Qué sigue después?  Bueno, cada quien va construyendo su idea, su pensamiento, su plan de qué es mejor.  Y cada quien tal vez tiene un pensamiento diferente y un modo distinto.  Y eso hay que respetar.  Porque es en la práctica organizada donde cada quien ve qué sí resulta y que no.  O sea que no hay recetas o manuales, porque lo que sirve para uno, tal vez no sirve para otro.  El “común” mundial es la compartición de historias, de conocimientos, de luchas.

O sea que, como quien dice, sigue el viaje por la vida.  Por la lucha, pues.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Moisés.
México, diciembre del 2023.  500, 40, 30, 20, 10, 3, un año, unos meses, unas semanas, unos días, apenas hace un rato. después.

P.D.- Al terminar la entrevista y revisar él si estaba cabal el sentido de sus explicaciones, el Subcomandante Insurgente Moisés -quien recibió el mando y la vocería zapatista hace 10 años, en el 2013-, encendió el enésimo cigarrillo.  Yo encendí la pipa.  Quedamos mirando el dintel de la puerta de la champa.  La madrugada daba paso al amanecer y las primeras luces del día despertaban los sonidos en las montañas del sureste mexicano.  No dijimos más, pero tal vez ambos pensamos: “y falta lo que falta”.

P.D. QUE DECLARA BAJO JURAMENTO. – En ningún momento o etapa de la deliberación que condujo a la decisión que tomaron los pueblos zapatistas, salieron a relucir citas o notas de pie de página o referencias, así sea lejanas, de Marx, Engels, Lenin, Trotski, Stalin, Mao, Bakunin, el Che, Fidel Castro, Kropotkin, Flores Magón, la Biblia, el Corán, Milton Freidman, Milei, el progresismo (si es que tiene alguna referencia bibliográfica que no sea la de sus caga tintas), la Teología de la Liberación, Lombardo, Revueltas, Freud, Lacan, Foucault, Deleuze, lo que esté de moda o modo en la izquierdas, o cualquier fuente de izquierdas, derechas, ni de los inexistentes centros.  No sólo, también me consta que no han leído ninguna de las obras fundacionales de los ismos que alimentan sueños y derrotas de la izquierda.  Por mi parte, les doy un consejo no pedido a quienes leyeron estas líneas: cada quien es libre de hacer el ridículo, pero les recomendaría que antes de empezar con sus tonterías tipo “el laboratorio de la Lacandona”, “el experimento zapatista”, y de catalogar esto en uno u otro sentido, lo pensaran un poco.  Porque, hablando de ridículos, ya vienen haciendo uno grande desde hace casi 30 años al “explicar” el zapatismo.  Tal vez ustedes no se acuerden ahora, pero acá lo que sobra, además de dignidad y lodo, es memoria.  Ni modos.

Doy fe.
El Capitán.

radio
Tercios Compas

EZLN | Diecinueveava Parte: A quien corresponda:

Producido por Los Tercios Compas. Montañas del Sureste Mexicano. Copyleft noviembre del 2023
Música: «El pueblo y el mal gobierno», Óscar Chávez, Guillermo Velázquez y los Leones de Xichú

radio
ͶÀTIꟼAƆ ⅃Ǝ Y TERCIOS COMPAS

EZLN | Dieciochoava parte: LA RABIA

Dieciochoava Parte: La Rabia.

¿Se hereda?  ¿Se adquiere? ¿Se cultiva?  ¿Se pierde?  ¿Se transforma?  ¿Se contagia?  ¿Por cuáles canales se trasmite?  ¿Cómo se hace colectiva?  ¿Es creativa?

¿En qué momento se convierte en digna?  ¿Cuándo empieza a distanciarse del rencor y la venganza?  ¿Se acerca a la justicia?

¿Cómo es que se convierte en raíz histórica de pueblos enteros, diferentes en geografía, lengua, cultura, historia, tiempo?

¿Es la rabia el puente entre el dolor y la rebeldía?

¿En qué momento la angustia, la desesperación, la impotencia se convierten en rabia?

¿Y si los desaparecidos, las desaparecidas, le heredan, a la inversa, la rabia a quienes les buscan?  ¿Y si paren a sus progenitoras?

¿Y si las buscadoras no buscan consuelo, lástima, simpatía, la limosna del oído ajeno?  ¿Y si también buscan nuestra rabia?

¿Y si todas las rabias tienen una misma raíz y ellas, nosotros -los pueblos-, nos encontramos en esa raíz?

¿Nos saludaremos?  ¿Tendremos fuerzas para sonreírnos, abrazarnos, intercambiar no sólo dolores, sino también los datos del responsable – su mismo rostro (aunque distinto), su risa sardónica, su mirada burlona, su cinismo, su modo de saberse impune, la bandera del dinero-?

¿Y si alguna vez, en el inconcluso libro de la historia, alguien mira una luz, cualquiera, que, sin aspavientos ni consignas, señale “esta luz la parió la rabia”?

¿Y si lo que nos une, a pesar de todas las diferencias, es una misma rabia?  ¿Quién habrá de enfrentarnos?  ¿Quién nos sentenciará a la misma derrota de antaño, de ahora, de hoy mismo?  ¿Quién nos amenazará con un mañana igual al ayer?

¿Quién perderá y quién encontrará?

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Jóvenas y jóvenes zapatistas practicando una obra de teatro para la celebración de los 30 años del inicio de la guerra contra el olvido.  Imágenes cortesía de Los Tercios Compas, copyleft diciembre del 2023.  Música de Keni Arkana: “La Rage”.

El Capitán.
México, diciembre del 2023.
40, 30, 20, 10, 1 año después.

radio
Avispa Midia

Tras un año de reclusión, base de apoyo del EZLN continúa rehén del Estado

Movilización del EZLN en la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Marzo, 2022. Foto: Tercios Compas / Enlace Zapatista

El pasado 25 de noviembre se cumplió un año de la detención arbitraria de José Díaz Gómez, Base de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN), quien permanece recluido en prisión preventiva oficiosa en el Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados (CERSS) No. 17, también conocido como “El Bambú”, ubicado en Catazajá, región norte de Chiapas.

Acorde a un comunicado del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (CDH Frayba), Díaz Gómez, integrante del pueblo Ch’ol y acusado por robo, “permanece en una situación grave de vulnerabilidad a su dignidad humana por la fabricación de un delito en su contra”.

La acusación se basa en montajes por parte de la Fiscalía General del Estado. Este ha sido el modo de operar de esta instancia quien opera un patrón de fabricación de culpables y criminalización contra personas defensoras en complicidad con el Poder Judicial local”, contextualiza el centro de derechos humanos.

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El CDH Frayba detalla que el proceso de prisión preventiva contra Díaz Gómez se ha visto “maliciosamente prolongado”. También señala que, ante la falta de evidencia para vincular a Díaz Gómez, la Fiscalía de Distrito Selva y el Juzgado de Control se han articulado para simular el proceso, a costa de su libertad.

Por ejemplo, ambas instancias han ampliado los tiempos de la investigación con el objetivo de retrasar la audiencia del juicio, “a sabiendas de que es imposible acreditar cualquier responsabilidad en su contra”, sostiene la organización.

Otro punto a destacar es la falta de la debida diligencia por parte de la defensoría pública del estado de Chiapas. Hace poco más de dos meses se le asigno un nuevo defensor, quien aún transcurrido este tiempo no se ha entrevistado con Díaz Gómez para actualizar su situación penal y conocer las necesidades de acceso a justicia del imputado. “En consecuencia, no ha realizado acciones necesarias para impulsar su pronta liberación”, denuncia el CDH Frayba.

Ante este escenario, el pasado 15 de noviembre, Díaz Gómez solicitó ante el Juzgado de Control de Catazajá la modificación de sus medidas cautelares para llevar su proceso en libertad condicionada.

El BAEZLN tiene dos hijos menores de edad y esposa, “quienes también sufren las consecuencias de su detención, afectando la convivencia familiar, así como su situación física, psicológica y económica por lo que el cambio de medida es una necesidad para aminorar tales impactos. Al momento no se ha dado respuesta a la solicitud”, contextualiza la organización de derechos humanos.

El EZLN ha denunciado que José Díaz Gómez es rehén del gobierno de Chiapas por ser zapatista. Lo mismo ocurrió en el caso de Manuel Gómez Vázquez, quien recientemente recuperó su libertad tras casi tres años de permanecer arbitrariamente privado de su libertad.

El 16 de noviembre pasado fue liberado Manuel Gómez Vázquez, base de apoyo del EZLN, recluido arbitrariamente durante casi tres años. Foto: CDH Frayba

El centro de derechos humanos, con sede en San Cristóbal de las Casas, enfatiza que existe un patrón de criminalización en otras latitudes de México, “donde los pueblos originarios se oponen a la imposición de megaproyectos por parte del actual gobierno. Destacan así la existencia de ordenes de aprehensión en contra de poblaciones opositoras al Tren Interoceánico” en referencia a la persecución contra los miembros de la comunidad binizaá de Puente Madera, en Oaxaca.

En el caso de Chiapas, se suman los casos de la detención de Cesar Hernández y José Luis Gutiérrez, defensores tseltales criminalizados por oponerse a la imposición de una base de la Guardia Nacional en su territorio. También, el caso de cinco defensores tseltales de San Juan Cancuc, quienes fueron sentenciados a 25 años de prisión por defender su territorio ante megaproyectos como la “carretera de las culturas”.

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“La fabricación de delitos en contra de defensores indígenas representa una estrategia selectiva del actual gobierno Federal, que busca ocasionar un efecto inhibidor hacia las comunidades y personas que defienden sus derechos, destaca que en su mayoría se dirige en contra de personas indígenas defensoras del territorio”, sostiene el CDH Frayba.