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Radio Zapatista

Una montaña para “artellarnos” – Diálogo con miembros de Xira pola Vida, Galiza

Una charla con Fernando y Denis de XirapolaVida, Galiza

Junio, 2021

Por Colectivo Radio Zapatista

Vives donde comienza y termina tu continente, donde amanece y oscurece al final. Luchas desde la zona templada a la que abrazan una zona frígida y una tórrida. Habitas aquella región que se pensó la Finisterre. Mientras contemplas el ocaso en el poniente oceánico, tu mirada apunta allende el mar para imaginar que vislumbras, a más de siete mil kilómetros, esa gigantesca isla continental de la que ha zarpado una “Montaña” en travesía por la vida. Antes, un poco más cerca, a unos doscientos kilómetros, tu memoria se nubla con el horror del hundimiento del buque petrolero Prestige, con su marea de chapopote que bañó de muerte dos mil kilómetros de costas atlánticas y cantábricas hace dos décadas. Pero estás en Galiza y sabes de resistencia. También recuerdas a la marea humana que se organizó para lavar miles de toneladas de petróleo y empapar de vida las playas turbias. Hoy que la gente ha llegado al puerto de Vigo desde muchos lugares para recibir al Escuadrón 421 que agrupa a Lupita, Carolina, Ximena, Yuli, Bernal, Felipe y Marijose, lees una manta provocadora que les llama a despertar y les apresta a levar anclas para zarpar hacia una travesía colectiva en su propia tierra, articulando experiencias tan diversas como olas. Así que es posible que veas la llegada de la “Montaña” como un reto “hermoso, grande y necesario” que nos anima a “artellarnos (articularnos, unirnos) territorialmente”, como lo plantean Fernando y Dennis, “artellados” en decenas de Colectivos de la Coordinadora Galega da Xira Zapatista pola Vida.

La comunidad autónoma de Galicia es una de las 17 que existen en el Estado Español. Las ahora cuatro provincias galegas (Pontevedra, Ourense, Lugo y A Coruña) se distribuyen en una cartografía que históricamente fue reduciéndose pero que aún abarca una gran extensión de tierra y territorios costeros, mareños y numerosas aldeas, además de centros urbanos, que albergan narraciones que dan sentido a su pasado común. Desde ahí cuidan su cultura, sus tradiciones, su lengua, su vida. Desde aquí se organizaron para recibir al zapatismo en el puerto de la ciudad de Vigo.

Fernando y Dennis nos comparten sus experiencias de lucha, organización y resistencia.

Fernando: Trabajo en varios colectivos, casi todos de una forma u otra ligados a la defensa del territorio. Con Dennis coincidí en las brigadas deseucaliptizadoras en Froxán (Galiza). Esto porque Galicia tiene un problema importante con el eucalipto como una especie invasora plantada cada vez más masivamente por los intereses de la industria papelera, de la celulosa. Y hay una iniciativa de las brigadas deseucaliptizadoras que nacieron del Monte Vecinal de Froxán y de la Asociación Ecologista de VerdeGaia (http://verdegaia.org/brigadas/) que es como un voluntariado ambiental para apoyar a los Montes Vecinales, que es una propiedad comunal de los pueblos, y a particulares que quieran eliminar el eucalipto de sus tierras y poner especies autóctonas. Porque el eucalipto empobrece el suelo, favorece los incendios, chupa mucha agua. Es un problema medioambiental. Igualmente me vinculo con la lucha de los Montes Vecinales en Mancomún. En Galicia permanece esta figura legal de propiedad de los montes que son del colectivo, de la comunidad, no se pueden vender ni partir. Es algo previo a la lógica capitalista. Las vecinas y vecinos, simplemente por el hecho de vivir en el sitio, tienen derechos de uso pero no de propiedad mercantil. Entonces es una forma muy extendida que ocupa una cuarta parte de Galicia. Este problema en Galicia en las últimas décadas, desde hace unos 50 años, se ha acrecentado sobretodo con la entrada en la Unión Europea, ha habido políticas capitalistas que se han ido imponiendo y que fomentan el abandono rural. Políticas que buscan romper las comunidades labregas, la autosuficiencia, la cultura campesina, e ir ‘vaciando el campo’, para dejarlo en manos de los intereses de las grandes empresas. De hecho, relacionado con el eucalipto, también hay un serio problema de acaparamiento de tierras en Galiza por empresas de la celulosa y del papel, o bien, directamente, hay acaparamiento del uso, aunque la propiedad siga siendo de particulares. Sobre los Montes Comunales, y debido al abandono, el mal gobierno está planeando leyes para poder obligar a una cesión de gestión a empresas privadas. Pero hay otros lugares en donde si se mantiene una comunidad viva, que quiere gestionar el territorio y defenderlo hay proyectos muy interesantes como el de las brigadas de Froxán. Donde yo vivo, estamos luchando por un monte donde aún tenemos que recuperar la titularidad de los vecinos. El ayuntamiento lo usurpó en los años sesenta, en tiempos de (Francisco) Franco. Ahí estamos en esa lucha, y estamos también enfrentándonos a una ola tremenda en este último año de proyectos eólicos que arrasarían una gran parte de los montes gallegos, por no decir todos. En Galiza hay 4,000 eólicos instalados en los montes de compañías eléctricas privadas, algunas de ellas que están operando en el Istmo de Oaxaca (México, como Naturgy, Fenosa, Endesa o Iberdrola).

Nos identificamos con los problemas del extractivismo:
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Denis: Yo estoy trabajando en construir Bravos Foundry (Ferrería de Bravos, http://bravosfoundry.com/es/), un proyecto con una aldea abandonada, pero yo no soy gallego (viene de Berlín, Alemania), es una lucha menos local. El objetivo principal de Foundry es crear espacios, o liberar espacios del neoliberalismo, crear espacios afuera del ámbito de estado y capital. Soy académico y no me gusta trabajar en una universidad, pero me gusta investigar y quería crear un espacio donde se pueda hacer de otra manera. Llegando a Galicia ‘el campo te come’. Ya no haces tanto trabajo académico. Estás con el monte, estás con la tierra. Yo no veo una contradicción ahí. Creo que liberar estos espacios del neoliberalismo se trata de construir una infraestructura que funcione fuera de este ámbito. Y la autonomía comienza con la tierra, con la autosuficiencia, con la defensa de la tierra. Lo que yo defiendo tal vez es menos concreto que las luchas que dibuja Fernando ahora pero es parte. Tal vez sea más una “tierra mental” o algo así, pero el neoliberalismo también nos coloniza mentalmente. Para liberarse de eso hay que tener espacios liberados y tejer redes entre ellos. Y trabajar para construir infraestructuras afuera del capitalismo que nos destruye. También estoy involucrado en un proyecto que se llama freeingspace.com (https://freeingspace.com/) que es un mapa sin ánimo lucro, sin estados, sin discriminación, proyecto manejado de manera democrática. Creo que lo más importante es tejer redes entre ese tipo de espacios para crear otro tipo de mundo, como suelen decir los zapatistas, “un mundo en que quepan muchos mundos”, no sé si lo digo bien.

Construir espacios liberados y tejer redes entre ellos:
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RZ: Pues vemos muchas similitudes con los múltiples rostros del despojo. Nos gustaría conocer más a profundidad qué tipo de acciones, qué personas están involucradas en crear estos espacios y tejer estas redes como un movimiento hacia la Xira.

Fernando: ¿Cómo hacemos aquí en Galiza con la Xira? Cada uno aportando lo que podemos y lo que sabemos. La vemos como una oportunidad de reconectarnos, de reconocernos, de aprender de las otras luchas (…) Es muy interesante que estamos gente ligada a movimientos rurales contra megaproyectos, colectivos feministas, LGTB, organizaciones obreras, anarcosindicalistas, colectivos antifascistas, organizaciones por la recuperación de la memoria histórica (que vivieron la represión tras la guerra civil), proyectos autogestivos de educación. Es la muestra de un mundo donde quepan muchos mundos.

Las reconexiones y cómo nos organizamos:
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Denis: Aquí vivo en la aldea y hay ese sentido de apoyo mutuo, toda la gente se conoce y la gente se apoya en enfrentar cosas muy concretas que trascienden las divisiones partidarias. El sentido de proyecto de Montes Comunales es para las generaciones que vienen. Y ese sentido es súper importante. La gente siente la necesidad de construir eso. (La delegación zapatista) va a llamar a Europa La Tierra Insurgente, pero aún no existe, está por construir, la gente lo quiere. Estamos en un camino de muerte y destrucción mundial. Y hay que construir esta tierra comunal. La Xira trata de trabajar para esto. Esta red se trata no sólo de mostrar solidaridad con los zapatistas sino de hacer las redes.

Los Montes Comunales son para las generaciones que vienen:
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Es a partir de esa necesidad de construir redes que los colectivos organizados en torno de la llegada zapatista a Europa se identifican con el mensaje y la práctica cotidiana de las comunidades indígenas rebeldes. Dennis agrega que “los proyectos de estos movimientos y colectivos parten de cosas muy concretas”, como por ejemplo la lucha contra los eólicos, el trabajar junto con los vecinos. “Eso nos junta, poco a poco podemos construir burbujas de autonomía para poder autogestionar nuestros territorios, nuestros barrios, nuestras vidas, nuestros cuidados”, agrega Fernando.

La importancia de reconstruir la comunidad local:
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RZ: ¿Qué tanto se ha logrado la vinculación? ¿Cuáles son los desafíos?

Denis: Un desafío es entender que lo que enfrentamos globalmente -la hidra y sus cabezas y sus manifestaciones, con su poder de metamorfosis y sus bichos expansivos- siempre quiere más, junto con el Estado que es expansivo y quiere poder. El desafío es fomentar una conciencia de que en varias luchas estamos afrontando el mismo bicho, pero al fin es un bicho. ¿Cómo hacerlo? Conectándonos, no sé, haciendo mesas redondas. Es muy difícil. El enemigo es global, eso es cierto, la lucha es global. Hace cien años había un internacionalismo. Hoy es otra cosa, la globalización de hoy es la del capital, es la de Facebook, es otra cosa, de hecho nació un nacionalismo nuevo. No tengo una respuesta buena.

Fernando: El reto que afrontamos es muy grande ahora mismo, estamos ante la gran tormenta y la definen muy bien los compas. Llevamos doscientos años de combustibles fósiles que han permitido la expansión del capitalismo para llegar a esta destrucción y ahora se acaban y el sistema va hacia un colapso. Y tiene una capacidad de mutar para conseguir el beneficio, el poder y la explotación. Yo veo que la excusa de la pandemia, en Europa, se usa como doctrina del shock. La gente está preocupada. Si es para tanto o no es discutible. Pero se está usando para incrementar el control sobre la población. Hay medidas represivas y empobrecimiento de sectores populares (por desvío recursos hacia grandes empresas). Vamos hacia otra fase del capitalismo. Los compas lo están viendo claro. ¿Cómo reaccionar ante esto? Acá es difícil por lo desestructurado de las comunidades. En las aldeas a veces por el despoblamiento se deja de celebrar la fiesta, pero hay que intentar de múltiples maneras. Debe haber múltiples respuestas porque son múltiples las realidades. La izquierda convencional, partidista, está totalmente perdida, no quiere ver cuál es la situación histórica a la que nos enfrentamos. Se sueña con los tiempos del estado bienestar, ferramenta inútil, y si se dice (lo que ocurre) no hay votos.

El reto es grande, hermoso y necesario:
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Aquí agrega Dennis que hay otro desafío, que es conectar todas las luchas. Parte del objetivo de la Xira por la Vida es eso y de hecho ya se está logrando. Nos cuenta que ya estaba anunciado y que, con la preparación para la llegada del escuadrón zapatista, comenzaron a conectarse, aunque el desafío no termina.

Crear comunidad haciendo cosas conjuntamente:
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RZ: En la preparación de la gira, más allá de lo local, ¿cómo lo ven en lo europeo?

Denis: Lo que ha llamado la atención ante el anuncio de la gira es la conformación de comités a nivel nacional y luego subcomités. Creo que hay mucho contacto entre colectivos que antes no lo tenían y eso es bueno. Yo conozco un montón de proyectos que no conocía y tienen más contacto que antes. Toda la gente está haciendo lo que puede.

Fernando: ¡Yo es que flipo!, cuando ves en la Escuelita (iniciativa zapatista de 2013) su capacidad organizativa y observas que tienen todo el rodaje de treinta años de organización. En Europa no lo tenemos. Llegan y nos hacen un reto muy hermoso pero nos muestran nuestras incapacidades. Yo no sé si estar muy de acuerdo con Dennis acerca de la burocracia en los comités. Nos falta mucho que aprender para ser operativos, pero nos falta porque no tenemos costumbre de trabajar colectivamente. Decía una compañera del sindicato labrego que no hay un espacio común de movimientos sociales en Europa, como mucho la Marcha Mundial de las Mujeres y la Vía Campesina. Pero no había cuando los compas lanzan esta maravillosa ‘proposta’ de la XirapolaVida, no hay ese espacio. Al principio desde Galiza estábamos esperando un poco qué es lo que se organiza desde Europa y tal. Y me acuerdo que nos decía un compa en una reunión: “es que no hay a quién dirigirse en Europa, tenemos que tejerlo nosotros con Europa”. El reto es muy grande, es muy hermoso y es muy necesario. Es difícil, no partimos de cero, partimos de menos diez y es muy necesario. Creo que los compas nos dan un ejemplo de abajo arriba y ellos lo hacen así, en asambleas en comunidades, los MAREZ (Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas), las Juntas de Buen Gobierno. Aquí en Galicia hemos intentado establecer grupos locales, comarcas, ciudades y artellarnos (articularnos) territorialmente. Aquí en el Estado Español se pretende un poco así, que a veces es poco operativo, farragoso, pero bueno, por lo menos vamos caminando e intentando mejorar.

RZ: Y para esta Gira por la Vida, ¿qué necesidades hay en cuestiones operativas, teniendo en cuenta que es el primer puerto?

Fernando: Hay un equipo de gente trabajando. En Vigo tenemos prevista la llegada, recibimiento, acto primero en el puerto. Antes de que llegue La Montaña llegarán las delegaciones europeas para recibirlos, tenemos espacios para alojamiento de la delegación zapatista pero también un espacio para el trabajo, el encuentro y para delegaciones europeas. Hay muchas comunidades de montes y algunas tienen instalaciones muy buenas y nos han ofrecido la de Taneiga, el Centro Sociocultural y Deportivo las Pedriñas (Caracol Base de la Europa Zapatista que se reúne para recibir a la Montaña) y otras más.

Los colectivos articulados en la Xirapolavida han organizado un equipo de comunicación y trabajan en la difusión por redes sociales, como Facebook, Twitter y un blog. Recogen las acciones en la calle, en mesas informativas, foros, seminarios, con acciones de recaudación de fondos. Desde el punto de vista más logístico, trabajan en comisiones y grupos de trabajo, con una comisión legal, una de logística, de finanzas, de alimentación para la llegada y el recibimiento para la delegación zapatista, así como para las delegaciones europeas y del Estado Español.

Fernando: Habrá fiesta y acto político, porque van juntas, quien quiera acercarse puede poner sus necesidades de alojamiento, alimentación, etcétera, y lo que se puede aportar, actos, actividades, menaje de cocina, para que el equipo logístico sepa lo que se necesita y lo que se cuenta. Aquí tenemos una lengua, hermana del portugués, hay diferentes lenguas y pueblos en el Estado Español como en Catalunya o Euskadi. Los enlaces estarán en galego.

Para cerrar la charla, Fernando narra la que recuerda como “una de las cosas más bonitas” que alguien le ha dicho en la vida. Fue algo que escuchó en uno de sus viajes a México. Ocurrió en la Escuela Normal de Cherán (municipio autónomo en el estado de Michoacán) cuando él estaba hablando de la realidad de Galicia, cuando contó que eran un pueblo que estaba perdiendo su lengua por la fuerza del castellano, cuando contó que eran un pueblo campesino, marinero. Uno de los niños le respondió “¡Es que no sabíamos que en Europa hubiera pueblos indígenas!” Fernando comenta que “el 99.9 por ciento de los gallegos no se identificarían con esa definición de indígena” y propone “buscar en esa raíz común indígena que creo que todos los pueblos tenemos de conexión con la tierra” mucho más viva en Latinoamérica que en Europa, quizá, nos dice, porque “ustedes llevan quinientos años de represión, pero nosotros llevamos dos mil, por lo que ese pozo de raíz indígena aquí está mucho más borrado”.

Denis, para despedir la conversación, nos cuenta que se está preparando una exhibición “Samir Vive”, a más de dos años del fallecimiento del defensor de la tierra y del agua Samir Flores Soberanes, comunicador asesinado en la puerta de su casa en Morelos, México, en febrero de 2019.

Hay muchas historias por contar sobre las tormentas que han sorteado estas tierras en su empeño antifascista y republicano. El legado de los núcleos de resistencia de mujeres libertarias que se “artellaron” en A Coruña en 1936 está por cumplir un siglo. Ese legado es lucha que continúa, incluso al interior de las organizaciones anticapitalistas. La migración, el arraigo inadvertido, el dolor de la invisibilidad que excluye a personas migrantes y racializadas son heridas abiertas, también al interior de las organizaciones anticapitalistas, como sueños pendientes.

Hace 528 años que Cristóbal Colón, los hermanos Pinzón y sus marineros volvieron a Europa de su primer viaje al Caribe. Mientras Martín Pinzón tocó puerto en Bayona con La Pinta, Colón regresó por Lisboa. Llevaba en La Niña a un grupo de diez pobladores taínos capturados en La Española (hoy Haití y República Dominicana), aunque sólo cuatro sobrevivieron la travesía. Siguiendo una ruta similar, el capitán Ludwig y su tripulación, en medio de una pandemia, han llevado a buen puerto en Vigo a la delegación marítima zapatista “Escuadrón 421”, gente libre que se embarcó en la Isla Mujeres, la Finisterre del sureste mexicano.

Siete compas que navegaron por miles llevan la fuerza de las batallas comunitarias libradas dignamente. Acaban de renombrar un continente (Slumil K’ajxemk’op, Tierra Insumisa, la que no se resigna) tras desplegar un mensaje que se ancló en Vigo en pleno solsticio de verano: “DESPERTAD”. Pisaron este nuevo continente en plenilunio. Con la profundidad histórica que “artella” la conexión de Galiza con la vida, la lengua, la tierra y el trabajo, si vives o luchas o habitas en colectivo este confín, el pronóstico anuncia que volverás a sortear el barlovento.

Fotografías: Xira pola Vida

 

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La Travesía por la Vida: ¿A QUÉ VAMOS?

Junio del 2021.

Una aclaración: Muchas veces, cuando nosotros usamos el “los zapatistas” no nos estamos refiriendo a los varones, sino a los pueblos zapatistas.  Y cuando nosotras usamos “las zapatistas”, no describimos a las mujeres, sino a las comunidades zapatistas.  Así que encontrará usted ese “salto” de género en nuestra palabra.  Cuando nos referimos al género, siempre agregamos “otroa” para señalar la existencia y lucha de quienes no son ni hombres ni mujeres (y que nuestra ignorancia en el tema nos impide detallar –pero ya aprenderemos a nombrar todas las diferencias-).

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Ahora bien, lo primero que tiene usted qué saber o entender es que los zapatistas, cuando vamos a hacer algo, nos preparamos primero para lo peor.  Se parte de un final de fracaso, y, en sentido inverso, nos preparamos para enfrentarlo o, en el mejor de los casos, evitarlo.

Por ejemplo, imaginamos que nos atacan, las masacres de rigor, el genocidio vestido de civilización moderna, el exterminio total.  Y nos preparamos para esas posibilidades.  Bueno, para el Primero de Enero de 1994, no imaginamos la derrota, la asumimos como una certeza.

En fin, que tal vez eso le ayude a usted a entender el por qué de nuestro pasmo inicial, nuestros titubeos y una improvisación desconcertante cuando, después de mucho tiempo, trabajo y preparación para la ruina, nos encontramos con que… vivimos.

A partir de ese escepticismo es que se desarrollan nuestras iniciativas.  Algunas pequeñas, otras más grandes, delirantes todas, nuestras convocatorias siempre van dirigidas a “lo otro”, lo que está más allá de nuestro horizonte cotidiano, pero que reconocemos como algo que es necesario en la lucha por la vida, es decir, en la lucha por la humanidad.

En esta iniciativa o apuesta o delirio o sinrazón, por ejemplo, en su versión marítima nos preparamos para que el Kraken, una tormenta o una ballena blanca extraviada hicieran naufragar la embarcación, por eso fabricamos cayucos -y viajaron con el Escuadrón 421 en La Montaña hasta llegar a Vigo, Galicia, Estado Español, Europa-.

También nos preparamos para no ser bienvenidos, por eso buscamos antes el consenso para la invasión, es decir, la visita… Bueno, de eso de ser “bienvenidos” no estamos muy seguros todavía.  Para más de uno, una, unoa, nuestra presencia es perturbadora, por decir lo menos, cuando no francamente irruptora.  Y lo entendemos, puede ser que a alguien, después de un año o más de estar en confinamiento, le resulte al menos inoportuno que un grupo de indígenas de raíz maya, tan poca cosa como productores y consumidores de mercancías (electorales y no), pretenda platicar en persona.  ¡En persona! (¿recuerda usted que antes eso era parte de su cotidianeidad?).  Y, además, que tenga como misión principal el escucharle a usted, llenarlo de preguntas, compartir pesadillas y, claro, sueños.

Nos preparamos para que los malos gobiernos, de uno y otro lado, nos impidan u obstaculicen la salida y la llegada, por eso algún@s zapatistas ya estábamos en Europa… Ups, no debí escribir eso, bórrenlo.  Ya sabemos que el gobierno mexicano no pondrá obstáculos.  Falta ver qué dicen y hacen los demás gobiernos europeos –porque Portugal y el Estado Español no se opusieron-.

Nos preparamos para que fracase la misión, es decir, que se convierta en un evento mediático y, por lo mismo, fugaz e intrascendente.  Por eso primordialmente aceptamos las invitaciones de quienes quieren escuchar y hablar, o sea platicar.  Porque nuestro objetivo principal no son los actos masivos –aunque no los excluimos-, sino el intercambio de historias, conocimientos, sentimientos, valoraciones, retos, fracasos y éxitos.

Nos prepararemos para que falle el avión, por eso fabricamos paracaídas con bordados de muchos colores para que, en lugar de un “Día D” en Normandía (oh, oh, ¿quiere decir eso que el desembarco aéreo sería en Francia?… ¿eh?… ¡¿en París?!), sea un “Día Z” para la Europa de abajo, y parecerá entonces que del cielo, llueven flores como si Ixchel, diosa madre, diosa arcoíris, nos acompañara y, de su mano y con su vuelo, abrir un segundo frente para la invasión.  Y más seguro porque ahora, gracias a la Galicia de abajo, el escuadrón 421 ha logrado afianzar una cabeza de playa en las tierras de Breogán.

En suma, siempre nos preparamos para fracasar… y para morir.  Por eso la vida, para el zapatismo, es una sorpresa que hay que celebrar todos los días, a todas horas.  Y qué más que mejor si es con bailes, música, artes.


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Durante todos estos años hemos aprendido muchas cosas.  Acaso la más importante es darnos cuenta de lo pequeños que somos.  Y no me refiero a estatura y peso, sino al tamaño de nuestro empeño.  Los contactos con personas, grupos, colectivos, movimientos y organizaciones de diferentes partes del planeta, nos han mostrado un mundo diverso, múltiple y complejo.  Con esto se ha reforzado nuestra convicción de que toda propuesta de hegemonía y homogeneidad no sólo es imposible, es, sobre todo, criminal.

Porque los intentos -no pocas veces ocultos detrás de nacionalismos de cartón piedra en los escaparates del mall de la política electoral-, de imposición de modos y miradas, son criminales porque pretenden el exterminio de diferencias de todo tipo.

Lo otro es el enemigo: la diferencia de género, racial, de identidad sexual o asexual, de lengua, de color de piel, de cultura, de credo o descredo, de concepción del mundo, de físico, de estereotipo de belleza, de historia.  Contando con todos los mundos que en el mundo son, prácticamente hay tantos enemigos, actuales o potenciales, como seres humanos.

Y podríamos decir que casi cualquier afirmación de identidad es una declaración de guerra para lo diferente.  He dicho “casi”, y a ese “casi” nos aferramos como zapatistas que somos.

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Según nuestros modos, nuestros calendarios y en nuestra geografía, hemos llegado a la conclusión de que siempre es posible que la pesadilla empeore.  La pandemia del llamado “Coronavirus” no es el apocalipsis.  Es sólo su preludio.  Si los medios de comunicación y las redes sociales nos querían tranquilizar, antes, “informando” sobre la extinción de un glaciar, de un terremoto, de un tsunami, de una guerra en una parte lejana del planeta, del asesinato de otro indígena por paramilitares, de una nueva agresión a Palestina o al pueblo mapuche, de la brutalidad gubernamental en Colombia y Nicaragua, de imágenes de campos de migrantes que son de otro lugar, otro continente, otro mundo, y así nos convencen de que eso “pasa en otro lado”; en tan sólo unas semanas, la pandemia demostró que el mundo puede ser apenas una pequeña parroquia egoísta, necia y vulnerable.  Los distintos gobiernos nacionales son las pandillas que pretenden controlar, con violencia “legal”, una calle o un barrio, pero el “capo” que controla todo es el capital.

En fin, que se vienen cosas peores.  Pero eso usted ya lo sabía, ¿no?  Y si no, pues ya va siendo hora de que se entere.  Porque, además de tratar de convencerle de que las penas y las desgracias siempre serán ajenas (hasta que dejan de serlo y se sientan con usted a la mesa, le perturban el sueño y le dejan sin lágrimas), le dicen que la mejor forma de enfrentar esas amenazas es individualmente.

Que el mal se evita alejándose de él, construyendo su mundo estanco, y haciéndolo cada vez más estrecho hasta que sólo cabe el “yo, mi, me, conmigo”.  Y para eso, pues le ofrecen “enemigos” a modo, siempre con un flanco débil y al que es posible derrotar adquiriendo, oiga usted, este artículo que, mire qué casualidad, por esta única ocasión, tenemos en oferta y podrá usted adquirirlo y recibirlo en la puerta de su bunker en cuestión de horas, días… o semanas, porque la máquina ha descubierto, oh sorpresa, que la paga depende también de la circulación de las mercancías, y que, si ese proceso se detiene o aletarga, la bestia sufre… así que también es negocio su distribución y reparto.

Pero, como zapatistas que somos, hemos estudiado y analizado.  Y queremos confrontar las conclusiones a las que hemos llegado, con científicos, artistas, filósofos y analistas críticos de todo el mundo.

Pero no sólo, también y especialmente con quienes, en la cotidianidad de sus luchas, han padecido y advertido las desgracias por venir.  Porque, en lo que a lo social se refiere, tenemos en alta estima el análisis y la valoración de quien se juega el pellejo en el combate contra la máquina, y somos escépticos de la de quien, desde la óptica externa, opina, valora, aconseja, juzga y condena o absuelve.

Pero, ojo, consideramos que esa mirada crítica “outsider” es necesaria y vital, porque permite ver cosas que no se miran en el fragor de la lucha y, atención, aporta conocimientos sobre la genealogía de la bestia, sus transformaciones y su funcionamiento.

En fin, que queremos hablar y, sobre todo, escuchar a quien se ponga a modo.  Y no nos importa su color, tamaño, raza, sexo, religión, militancia política o traspié ideológico, si es que coincide en el retrato hablado de la máquina asesina.

Porque si, cuando hablamos del criminal, alguien lo identifica con el destino fatídico, la mala suerte, “el orden natural de las cosas”, el enfado divino, la desidia o el desenfado, pues ahí no tenemos ningún interés en escuchar ni en hablar.  Para conocer esas explicaciones basta con ver telenovelas y acudir a las redes sociales en busca de confirmación.

Es decir, creemos haber establecido quién es el criminal, su modus operandi y el crimen en sí.  Estas 3 características se sintetizan en un sistema, es decir, en una forma de relacionarse con la humanidad y con la naturaleza: el capitalismo.

Sabemos que es un crimen en curso y que su consecución será desastrosa para el mundo entero.  Pero no es ésa la conclusión que nos interesa corroborar, no.

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Porque resulta que, también estudiando y analizando, hemos descubierto algo que puede ser o no importante.  Depende.

Dando por sentado que este planeta será aniquilado, al menos como hasta ahora lo percibimos, hemos estado investigando sobre las posibles opciones.

Es decir, el barco se hunde y allá arriba dicen que no pasa nada, que es pasajero.  Sí, como cuando el buque-tanque Prestige naufragó frente a costas europeas (2002) – Galicia fue testigo y víctima primera-, y las autoridades empresariales y gubernamentales decían que apenas unos chorritos de combustible se habían derramado.  El desastre no lo pagaron ni el Mandón, ni sus capataces y mayorales.  Lo pagaron, y lo siguen pagando, los poblados que viven de la pesca en esas costas.  Ellos y sus descendientes.

Y por “Barco” nos referimos al planeta homogeneizado y hegemonizado por un sistema: el capitalismo.  Claro, podrán decir que “ése no es nuestro barco”, pero el hundimiento en curso no es sólo de un sistema, sino del mundo entero, completo, total, hasta el rincón más apartado y aislado, y no sólo el de sus centros de Poder.

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Entendemos que alguien piense, y actúe en consecuencia, que es posible todavía remendar, parchar, pintar un poco aquí y allá, remozar la embarcación.  Mantenerla a flote como sea, incluso vendiendo la fantasía de que son posibles megaproyectos que no sólo no aniquilen poblados enteros, también que no afecten a la naturaleza.

Que existan personas que piensen que basta con estar muy decididos y echarle ganas al maquillaje (al menos hasta que pasen los procesos electorales).  Y que crean que la mejor respuesta a los reclamos de “Nunca mais” -que se repiten en todos los rincones del planeta-, sean promesas y dinero, programas políticos y dinero, buenas intenciones y dinero, banderas y dinero, fanatismos y dinero.  Que sean fieles creyentes de que los problemas del mundo se reducen a la falta de dinero.

Y el dinero necesita carreteras, grandes proyectos civilizatorios, hoteles, centros comerciales, fábricas, bancos, mano de obra, consumidores,… policías y ejércitos.

Las así llamadas “comunidades rurales” son clasificadas como “carentes de desarrollo” o “atrasadas” porque la circulación de dinero, es decir de mercancías, es inexistente o muy reducida.  No importa que, por ejemplo, su tasa de feminicidios y de violencia de género sea menor comparada con la de las urbes.  Los logros gubernamentales se miden por la cantidad de zonas destruidas y repobladas por productores y consumidores de mercancías, gracias a la reconstrucción de ese territorio.  Donde antes había una milpa, un manantial, un bosque, ahora hay hoteles, centros comerciales, fábricas, termoeléctricas,… violencia de género, persecución de la diferencia, narcotráfico, infanticidios, tráfico de personas, explotación, racismo, discriminación.  En suma: c-i-v-i-l-i-z-a-c-i-ó-n.

Su idea es que la población campesina se convierta en empleada de esa “urbanización”.  Seguirán viviendo, trabajando y consumiendo en su localidad, pero el dueño de todo su entorno es un conglomerado industrial-comercial-financiero-militar cuya sede está en el ciberespacio y para quien ese territorio conquistado es sólo un punto en el mapa, un porcentaje de ganancias, una mercancía.  Y el resultado real será que la población originaria tendrá que migrar, porque el capital llegará con sus propios empleados “calificados”.  A la población originaria le tocará regar jardines y limpiar estacionamientos, locales y albercas donde antes había campos de cultivo, bosques, costas, lagunas, ríos y manantiales.

Lo que se oculta es que, detrás de las expansiones (“guerras de conquista”) de los Estados -sean internas (“incorporando a más población a la modernidad”), o sean externas con distintas coartadas (como la del gobierno de Israel en su guerra contra Palestina)-, hay una lógica común: la conquista de un territorio por la mercancía, es decir por el dinero, es decir por el capital.

Pero entendemos que esa gente, para poder llegar a ser el cajero que administre los pagos y cobros que le dan vida a la máquina, forme partidos políticos electorales, frentes -amplios o estrechos- para disputar el acceso al gobierno, alianzas y rupturas “estratégicas”, y todos los matices en los que se empeñan esfuerzos y vidas que, detrás de pequeños éxitos, esconden grandes fracasos.  Una pequeña ley por ahí, una interlocución oficial aquí, una nota periodística allá, un tuit más acá, un like acullá, y sin embargo, por poner un ejemplo de un crimen mundial en curso, los feminicidios van en aumento.  En el entretanto sube la izquierda y baja, sube la derecha y baja, sube el centro y baja.  Como cantaba la inolvidable malagueña Marisol, “la vida es una tómbola”: todos (arriba) ganan, todas (abajo) pierden.

Pero la “civilización” es sólo una coartada endeble para una destrucción brutal.  El veneno sigue brotando (ya no del Prestige –o no sólo de ese navío-), y el sistema entero parece estar dispuesto a intoxicar hasta el último rincón del planeta, porque son más rentables la destrucción y la muerte que detener la máquina.

Estamos seguros que usted podrá agregar más y más ejemplos.  Botones de muestra de una pesadilla irracional y, sin embargo, actuante.

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Entonces, desde hace varias décadas nos hemos concentrado en buscar alternativas.  La construcción de balsas, cayucos, lanchas, y aún de embarcaciones más grandes  (la 6ta como improbable arca), tienen un horizonte bien definido.  En algún lugar habrá que desembarcar.

Leímos y leemos.  Estudiamos y lo seguimos haciendo.  Analizamos antes y ahora.  Abrimos el corazón y la mirada, no a ideologías actuales o pasadas de moda, sino a las ciencias, a las artes y a nuestras historias como pueblos originarios.  Y con esos conocimientos y herramientas, nos hemos encontrado con que hay, en este sistema solar, un planeta que podría ser habitable: el tercero del sistema solar y que, hasta ahora, aparece en los libros escolares y científicos con el nombre de “La Tierra”.  Para más referencia, está entre Venus y Marte.  Es decir, según ciertas culturas, está entre el amor y la guerra.

El problema es que ese planeta es ya un montón de escombros, pesadillas reales, y horrores tangibles.  Es poco lo que queda en pie.  Incluso la tramoya que oculta la catástrofe se agrieta.  Entonces, pues, ¿cómo les diré?, el asunto no es conquistar ese mundo y disfrutar de lo placeres de quien vence.  Es más complicado y requiere, ése sí, un esfuerzo mundial: hay que hacerlo de nuevo.

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Ahora bien, según las grandes producciones fílmicas de Hollywood, la salida frente a la catástrofe mundial (siempre algo externo –alienígenas, meteoros, pandemias inexplicables, zombis parecidos a candidatos a algún puesto público-), es producto de una unión de todos los gobiernos del mundo (encabezados por los gringos)… o, peor, del gobierno estadunidense sintetizado en un individuo, o individua (porque la máquina ya aprendió que la farsa debe ser incluyente), que puede tener las características raciales y de género políticamente correctas, pero lleva en su pecho la marca de la Hidra.

Pero, lejos de esas ficciones, la realidad nos muestra que todo es negocio: el sistema produce la destrucción y te vende los boletos para que huyas de ella… al espacio.  Y de seguro, en las oficinas de las grandes corporaciones, hay brillantes proyectos de colonización interestelar…  con la propiedad privada de los medios de producción incluida.  Es decir, el sistema se traslada, íntegro, a otro planeta.  El “all included” se refiere a quienes trabajan, a quienes viven sobre de quienes trabajan y a su relación de explotación.

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Pero a veces no sólo miran al espacio.  El capitalismo “verde” pugna por zonas “protegidas” en el planeta.  Burbujas ecológicas donde pueda resguardarse la bestia mientras el planeta se cura de los mordiscos (lo cual tomaría apenas unos cuantos millones de años).

Cuando la máquina habla de “un nuevo mundo” o “de humanizar el planeta”, está pensando en territorios a conquistar, despoblar y destruir, para luego repoblar y reconstruir con la misma lógica que ahora tiene al mundo entero frente al abismo, siempre dispuesto a dar el paso adelante que el progreso demanda.

Usted podrá pensar que no es posible que alguien sea tan imbécil como para destruir la casa donde vive.  “La rana no bebe toda el agua del charco que habita”, dicen que dice un proverbio del pueblo originario Sioux.  Pero si usted pretende aplicar una lógica racional al funcionamiento de la máquina, no entenderá (bueno, tampoco la máquina).  De nada sirven valoraciones morales y éticas.  La lógica de la bestia es la ganancia.  Claro, ahora usted podrá preguntarse cómo es posible que una máquina irracional, inmoral y estúpida rija los destinos de todo un planeta.  Ah, (suspiro), eso está en su genealogía, en su esencia misma.

Pero, dejando de lado el imposible ejercicio de dotar de racionalidad a lo irracional, llegará usted a la conclusión de que es preciso destruir ese engendro que no, no es diabólico.  Desgraciadamente es humano.

Y, claro, usted estudia, lee, confronta, analiza, y descubre que hay grandes propuestas para salir adelante.  Desde las que proponen afeites y maquillajes, hasta las que recomiendan clases de moral y lógica para la bestia, pasando por nuevos o viejos sistemas.

Sí, le entendemos, la vida es una mierda y siempre es posible refugiarse en ese cinismo tan sobrevalorado en las redes sociales.  El finado SupMarcos decía: “lo malo no es que la vida sea una mierda, sino que te obligan a comerla y todavía esperan que lo agradezcas”.

Pero supongamos que no, que usted sabe que, en efecto, la vida apesta, pero su reacción no es la de replegarse en sí mismo (o en su “mundo”, eso depende del número de sus “seguidores” en las redes sociales habidas y por haber).  Y entonces usted decide abrazar, con fe, esperanza y caridad, alguna de las opciones que se le presentan.  Y elige la mejor, la más grande, la de más éxito, la más famosa, la que va ganando… o la que le queda cerca.

Grandes proyectos de nuevos y viejos sistemas políticos.  Retrasos imposibles del reloj de la historia.  Nacionalismos patrioteros.  Futuros compartidos a fuerza de que tal opción tome el Poder y se mantenga en él hasta que todo se solucione.  ¿Su grifo gotea?, vote por tal.  ¿Mucho ruido en el vecindario?, vote por cual.  ¿Subió el costo de transporte, alimentos, medicinas, energía, escuelas, ropa, diversión, cultura?, ¿Le teme a la migración?, ¿Le incomodan las personas de piel oscura, las creencias distintas, las lenguas incomprensibles, las diferentes estaturas y complexiones?, vote por…

Incluso los hay quienes no difieren del objetivo, sino del método.  Y luego repiten arriba lo que criticaron abajo.  Con malabares asquerosos y argumentando estrategias geopolíticas, se apoya a quien se reitera en el crimen y la estupidez.  Se demanda que los pueblos aguanten opresiones en beneficio de la “correlación de fuerzas internacional y el ascenso de la izquierda en la zona”.  Pero Nicaragua no es Ortega-Murillo y no tardará la bestia en entenderlo.

En todas esas grandes ofertas de solución en el supermercado mortal del sistema, muchas veces no se dice que se tratan de la imposición brutal de una hegemonía, y un decreto de persecución y muerte a lo que no es homogéneo al ganador.

Los gobiernos gobiernan para sus seguidores, nunca para quienes no lo son.  Las estrellas de las redes sociales alimentan a sus huestes, aún a costa de sacrificar la inteligencia y la vergüenza.  Y la “corrección política” traga sapos, que habrán luego de devorar a quien aconseja resignación “para no beneficiar al enemigo principal”.

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¿Es el zapatismo una gran respuesta, una más, a los problemas del mundo?

No.  El zapatismo es un montón de preguntas.  Y la más pequeña puede ser la más inquietante: ¿Y tú qué?

Frente a la catástrofe capitalista, ¿el zapatismo propone un viejo-nuevo sistema social idílico, y con él repetir las imposiciones de hegemonías y homogeneidades ahora “buenas”?

No.  Nuestro pensamiento es pequeño como nosotros: son los esfuerzos de cada quien, en su geografía, según su calendario y modo, que permitirán, tal vez, liquidar al criminal, y, simultáneamente, rehacer todo.  Y todo es todo.

Cada quien, según su calendario, su geografía, su modo, habrá de construir su camino.  Y, al igual que nosotros, los pueblos zapatistas, irá tropezando y levantándose, y lo que construya tendrá el nombre que le dé la gana tener.  Y sólo será diferente y mejor que lo que hemos padecido antes, y lo que padecemos actualmente, si reconoce lo otro y lo respeta, si renuncia a imponer su pensamiento sobre lo diferente, y si al fin se da cuenta de que muchos son los mundos y que su riqueza nace y brilla en su diferencia.

¿Es posible?  No lo sabemos.  Pero sí sabemos que, para averiguarlo, hay que luchar por la Vida.

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Entonces, ¿a qué vamos en esta Travesía por la Vida si no aspiramos a dictar caminos, rutas, destinos?  ¿A qué, si no buscamos adherentes, votos, likes?  ¿A qué, si no vamos a juzgar y a condenar o absolver?  ¿A qué, si no llamamos al fanatismo por un nuevo-viejo credo? ¿A qué, si no buscamos pasar a la Historia y ocupar un nicho en el panteón enmohecido del espectro político?

Bueno, para serles sinceros como zapatistas que somos: no sólo vamos confrontar nuestros análisis y conclusiones con lo otro que lucha y piensa críticamente.

Vamos a agradecer a lo otro su existencia.  A agradecer las enseñanzas que su rebeldía y su resistencia nos han regalado.  A entregar la flor prometida.  A abrazar lo otro y decirle al oído que no está sola, soloa, solo.  A susurrarle que valen la pena la resistencia, la lucha, el dolor por quienes ya no están, la rabia de que esté impune el criminal, el sueño de un mundo no perfecto, pero sí mejor: un mundo sin miedo.

Y también, y sobre todo, vamos a buscar complicidades… por la vida.

SupGaleano.
Junio del 2021, Planeta Tierra.

 

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EZLN

El desembarco

EL DESEMBARCO


«El desembarco» de León Gieco interpretado por León Gieco (Voz y Armónica), Jairo (Voz y Djembe), Silvina Moreno (Voz), Sandra Corizzo (Voz), Diego Boris (Armónica), Antonio Druetta (Mandolin), Pablo Elizondo (Guitarra), Luciana Elizondo (Viola da gamba). 2021.

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radio
Radio Zapatista

Cartas náuticas III: Desembarca el Escuadrón 421 en Galicia

A nombre de todas las mujeres, niños, hombres, ancianos y, claro, otroas zapatistas, declaro que el nombre de esta tierra, a la que sus naturales llaman ahora Europa, de aquí en adelante se llamará “Slumil K’ajxemk’op”, que quiere decir “Tierra insumisa”, tierra que no se resigna, que no desmaya. Y así será conocida por propios y extraños mientras haya alguien aquí que no se rinda, que no se venda y que no claudique.

Con esas palabras Marijose, otroa zapatista del Escuadrón 421, rebautizó el “viejo continente” este martes 22 de junio de 2021 en la ciudad de Vigo, Galicia.


Foto: Juana Machetes

Quinientos veintiocho años después de que la carabela La Pinta arribara a estas costas tras el primer y fatídico “encuentro” entre el continente europeo y el que poco después sería nombrado América, llegó a Galiza el navío La Montaña, tras 50 días de navegación desde Isla Mujeres en el Caribe mexicano.

A bordo trajo a siete zapatistas, el Escuadrón 421 –cuatro mujeres, dos hombres, unoa otroa–. A bordo trajo cinco siglos de resistencia y 38 años de lucha zapatista. A bordo trajo oídos y miradas atentas y corazones abiertos, para encontrarse con quienes resisten y luchan contra el sistema enloquecido que atenta contra la humanidad. A bordo trajo la utopía de un verdadero Encuentro que no sea de muerte sino de vida, de lucha, de resistencia y rebeldía.

Desde hace días, empezaron a llegar a Galiza delegaciones de muchos rincones de Slumil K’ajxemk’op y de otros países, para darle la bienvenida al Escuadrón 421, la avanzada de una “invasión zapatista” a la que se sumarán muchos y muchas más que llegarán por vía aérea, incluyendo a niñas y niños. No muy lejos del local del desembarque, el Centro Social das Pedriñas, renombrado “Caracol Base de la Europa Zapatista”, se acondicionó para recibir  a lxs delegadxs que llegaron de las muchas geografías.

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radio
Xira pola Vida

Ceremonia de bienvenida al Escuadrón 421 en Vigo, Galicia

  • La bienvenida a La Montaña se llevará a cabo a las 17:00 (10:00 hora de México) en la playa de Carril, en Alcabre (Vigo). Incluirá saludo, intervenciones y música tradicional gallega.
  • La Gira por la Vida confía en la colaboración de las personas que acudan al acto para garantizar las medidas de seguridad.

Galicia (SLUMIL K´AJXEMK´OP), 22 de junio de 2021. La recepción de La Montaña se llevará a cabo HOY, martes 22 de junio a las 17:00 en la playa viguesa de Carril, en Alcabre.

La delegación de La Montaña será traslada a tierra, donde dará inicio una ceremonia de recibimiento que incluirá saludo, acompañamiento a un escenario situado en las inmediaciones y bienvenida de la asamblea gallega de la Xira pola Vida. A continuación se le cederá la palabra al Escuadrón 421. La música tradicional gallega arropará este momento histórico.

La Asamblea Gallega de la Gira por la Vida confiamos en la colaboración y responsabilidad de las personas que participarán en esta bienvida para mantener las medidas de protección requeridas por el protocolo COVID-19 (máscaras, distancia). También para garantizar el satisfactorio desarrollo de la ceremonia de bienvenida en sí misma, así como el bienestar de las personas presentes, en especial de la tripulación de La Montaña, que vienen de navegar casi dos meses.

Para facilitar la cobertura de los medios de comunicación, se habilitará una zona de prensa. Las solicitudes de entrevista empezarán a gestionarse a partir de mañana, miércoles 23 de junio.

Sabemos que el tiempo estará bravo, epseramos que los vientos amainen y que el Escuadrón 421 y la tripulación de La Montaña puedan desembarcar con seguridad. Pero como dice el Capitán Ludwig: el viento manda. Y una vez con los pies en la tierra, iniciaremos el baile.

Muchas gracias por su atención y difusión.

Contactos: Edi (+34 649 26 66 19) y Ana (+34 659 394 387)

xirapolavida.org · @xirapolavida

xirapolavida@riseup.net

¡¡A Xira pola Vida vai!!

¡¡EUROPA, DESPIERTA!!

radio
Radio Zapatista

‘Soñar y vibrar por un mundo diferente’. Jornada Internacional Solidaria en Vigo

La jornada de convivencia comenzó con un mitin en el Puerto de Vigo, para posteriormente trasladarse al Centro Social y Cultural As Pedriñas. Las delegaciones internacionales y la asamblea gallega llaman a la acción para fortalecer la lucha y caminar juntas y juntos hacia la construcción de otro mundo.

Voceras

Galicia (SLUMIL K´AJXEMK´OP), 20 de junio de 2021. Esta mañana llegaron delegaciones desde Suiza, Alemania, Francia, Suecia, Italia, Portugal, Grecia, Marruecos, Brasil, Suecia, Colombia, República Checa, Irán, Cataluña, País Vasco, País Valenciá, Andalucía, Murcia, Cantabria, Asturias, Madrid y Castilla y León. Se unieron a la asamblea gallega de Xira pola Vida en el Puerto de Vigo para dar inicio a la jornada de convivencia y de solidaridad internacional en el rebautizado ‘Caracol Zapatista As Pedriñas’, lugar de recepción para las personas que lleguen a Galicia para participar en la Travesía por la Vida.

La asamblea gallega aprovechó esta oportunidad para reiterar su agradecimiento y dar la bienvenida a las personas desplazadas hasta Vigo para participar en la recepción del Escuadrón 421:

“Llevamos muchos meses trabajando, con mucho entusiasmo, en una agenda común. Sobre todo este último mes,  por la noticia que llegaría el Escuadrón 421 al Puerto de Vigo. Este regalo nos hizo soñar y nos dio el impulso para seguir fortaleciendo la lucha, la unidad y para gritar que hay que construir un mundo diferente. Para esto contamos con la energía de este mar que nos une a todos y todas”.

“Esperamos que la llegada de los compañeros zapatistas funcione como un impulso de energía que nos permita fortalecernos, avanzar en las luchas sociales y en la construcción de otro mundo, un mundo solidario donde quepan muchos mundos”, enfatizaron delegadxs internacionales ahí presentes. “Lxs compañerxs zapatistas nos dan el regalo de venir a visitarnos a nuestras tierras. Ellas y ellos nos enseñaron un camino, ahora depende de nosotros y nosotras encontrar el nuestro. Nos hace falta, pero el viaje ya ha comenzado”.

Xira pola Vida agradece la difusión y el apoyo en la organización colectiva del acto de bienvenida. Igualmente comunicarán a la brevedad sobre el evento de bienvenida-acto-festejo al Escuadrón junto con el resto de delegaciones.

Fuente: Comisión Comunicación Xira pola Vida (Galiza)


radio
Subcomandante Insurgente Galeano

LLEGAMOS.

LLEGAMOS.

20 de junio del 2021.

Serían las 06:59 –hora de México- del día 20 de junio del 2021, cuando, desde La Montaña y por entre un horizonte brumoso, se avistó tierra de la península ibérica.  Serían las 09:14:45 cuando el navío fondeó en la bahía de Baiona o Bayona, Galicia, Estado Español, Europa.  De ahí queda cerca, “a tiro de piedra”, la geografía llamada Portugal, y un poco al Noreste se avista Vigo.  Tod@s bien de salud.  Por cuestiones de papeleo y etcétera, La Montaña y el Escuadrón 421 permanecerán aquí hasta, tentativamente, el día martes 22 a las 1700 –fecha y hora de Vigo-, en que se hará el desembarco.  La Guardia Civil del Estado Español abordó la nave, tomó los datos de la tripulación y pasajeros, revisó los pasaportes y realizó el chequeo de rutina.  Sin novedad.  Condiciones climatológicas: nublado, lluvias ligeras pero frecuentes, 15 grados centígrados.

Al poco tiempo se acercaron varios veleros con compas de la Europa insumisa, para dar la bienvenida… o para comprobar si eran ciertos los rumores que corren por los barrios, campos y montañas del mundo: “los zapatistas han invadido Europa”.

En tierra, al pie de lo que parece un faro, otro grupo gritaba algo como “¡Nos rendimos!”… Nah, es broma.  Gritan que Zapata Vive, que Bienvenid@s, que… no se entiende bien.  Portan pancartas y dibujos.  Hasta donde se alcanza a ver, no hay señales obscenas –lo que puede indicar que no nos han repudiado… todavía-.  Algún desubicado porta un cartel que reza: “Comedor La Palomita Insurrecta. Caldo Gallego, Empanadas Ídem y Xoubas.  Descuentos especiales a Invasor@s, escarabajos y gato-perros”.  En otro cartel se lee “¡Sáquenme de aquí!”.  Las personas más prudentes usan las pancartas como paraguas.

El cielo europeo llora conmovido.  Sus lágrimas se confunden con las que humedecen las mejillas –curtidas a sol, mar, angustias y adrenalina-, del intrépido Escuadrón 421.  En sus pasos, en sus miradas, en sus latidos, los pueblos mayas -así dirá la leyenda-, cruzaron el Atlántico en 50 días con sus noches, en su larga y accidentada travesía por la vida.

Afuera hace frío, pero dentro, en la geografía del corazón, algo como un sentimiento entibia el alma.  En las montañas del sureste mexicano el sol sonríe y, del equipo de sonido, salen alegres las primeras notas de una cumbia.

Claro, falta el desembarco, el traslado de la delegación aérea, la organización de la agenda, los encuentros,… y la fiesta de la palabra.

Es decir, falta todo.

SupGaleano.
Junio del 2021.

 


Música: La Cumbia del Sapito – Alfredo y sus Teclados

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EZLN | Sub Galeano

La Calamidad Zapatista

La Calamidad Zapatista.

(Que narra la historia del encuentro del SupGaleano y la Calamidad, con el agregado de la Historia del Maíz Palomero y, en la sección deportiva: el primer partido de futbol mundial; así como otros infelices -para el Sup- acontecimientos)

Notas de cabeza de página (nomás por joder a las de pie de página):

(1) Una primera versión de esta historia fue contada, de viva voz, en el Segundo Puy ta Lecuxlejaltic, celebrado en el Caracol de Tulan Kaw en diciembre del 2019.  Como texto era inédito, hasta ahora.  En esta versión se mantiene el corpus original y se agregan algunos detalles que pueden ayudar o no a que más de uno se desespere, acostumbrado como está, tal vez, a lecturas mínimas en ideas y extensión.  Es posible que usted detecte algunos spoilers sobre lo que ahora se conoce como “Travesía por la Vida”.  No preocupar, suele suceder que el zapatismo enuncie cosas que no han sucedido todavía.  Esa irresponsabilidad zapatista es ya legendaria, así que deje de quejarse y mal hablar.

(2) Lamentablemente, este texto no tiene los efectos especiales que se usaron en el mencionado caracol, y que le valieron, al SupGaleano, 7 nominaciones para “La Palomita de Cartón”, máximo galardón que se entrega a quien mayor número de tazones de palomitas de maíz , con harta salsa picante, consuma… sin recurrir a antiácidos.  Nivel “con o son película”.

(3) Warning: las siguientes narraciones pueden contener imágenes que escandalicen a quienes carecen de imaginación, inteligencia y cosas igualmente sin valor en la modernidad.  No se recomienda su lectura a adultos mayores de 21 años, a menos que sean supervisados por infantes menores de 12 años.  ¡¿Cómo?! ¿Va usted a leer a pesar de esta seria advertencia?  No le digo, si ya no hay valores, oiga.

(4) La narración está inspirada en hechos reales.  Los nombres se mantienen para deslindar responsabilidades ante la Comisión de Justicia de la Junta de Buen Gobierno…  ¿Qué?, ah, claro, puede usted dudar de la veracidad de lo que aquí se narra, pero… ¿no dudó usted también de que los zapatones iban a invadir Europa? ¿Ah, verdad?  Todos los seres que aquí se detallan, existen en la realidad.  Si alguien no se imagina que esto sea posible, no es culpa de la realidad.  Más bien es que le falta imaginación.

(5) ¿Eh?, no, no le estoy regañando, estoy, como quien dice, dándole el contexto de lo que sigue y que es…

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Ésta es la historia de una niña zapatista a la que nadie quería, porque era, y es, diferente entre los diferentes.

La niña que les cuento nació en una comunidad indígena zapatista.  El nombre de su pueblo, región o zona, no importa ahora.

Lejos de los espejos siempre, ella creció mirando y escuchando el mundo a través de la mirada y el oído de otras niñas y niños.  Ella nació grande y es una niña grande.  Y cuando digo grande, me refiero a su tamaño, su estatura y peso, no a su edad cronológica.  Pero, como ya les dije que miraba según la mirada de las niñas y niños de su edad, ella no era consciente de su diferencia.

En su idea de sí misma, ella era tan pequeña como el resto de las niñas y niños de su generación, ahora entre 3 y 6 años de edad.

Cuando nació, se cayó a los pocos días.  Ya saben ustedes que la costumbre de las mujeres indígenas es que, después del parto, no tardan en reincorporarse a sus trabajos.  Con el reboso cargan a la cría como mamá canguro, ahí el producto o producta come, duerme y hace las necesidades que llaman primarias  (o sea 25 y 50 –orinar y defecar, para los neófitos-).  Con la creatura incorporada a su propio cuerpo, la mujer maniobra con el reboso mientras hace sus trabajos, y, no pocas veces, se tercia el reboso a la espalda.  Ergo, las mamaces son superiores a las canguras.

En fin, esto le da a la creatura una superioridad sobre quien la creó, porque puede mirar lo que su madre no.  Así, la cría mira lo que mira la mamá cuando la trae al frente; y mira lo que no mira su madre, cuando está a su espalda.  Y ambas perspectivas sin abandonar la cercanía íntima con su creadora.

Esta doble mirada, que les puede parecer normal a quienes nacen, crecen, viven y mueren en una comunidad indígena, le permite a la creatura escapar de la censura.  Es decir, puede mirar cosas que tal vez la madre no quiere que mire, o no todavía.

Oh, lo sé.  Estoy especulando desde el mundo adulto sobre el mirar de la niñez temprana, pero esto es un cuento o una historia que ustedes nunca sabrán si ocurrió u ocurre realmente; o fue inventada en esas madrugadas solitarias, pobladas de café y humo de tabaco, que se reiteran en las montañas del sureste mexicano.

Así que, volviendo a la niña, sus primeros días no se diferenciaban mucho de los del resto: en veces miraba lo que miraba la madre: el fogón, el altero de leña, la olla, los platos, la cuchara, el arroyo y la cubeta, los animales, el creador cómplice (“papá”, le dirá después) y, tal vez, las demás creaturas de diversos tamaños que corrían y trabajaban y a quienes llamará luego “hermanos” o “hermanas”, y serán su primer conflicto.  Porque, como todos ustedes saben, hermanos que no pelean entre sí, no son hermanos.

Cuando le tocaba estar a la espalda, la niña miraba otro mundo.  Ahí podría ser que le diera miedo lo que aparecía y se refugiara dentro del reboso, tal vez pensando: “no, demasiada información, ahora debo concentrarme en lo esencial en este mundo: llorar, comer, cagar, dormir, repite”.

O podría ser que no se escondiera.  Podría ser que sus ojos se abrieran más y sus manitas trataran de alcanzar el vuelo de un ave, o a ese pato (sin agraviar) que, sí, caminaba muy otro pero, ¿quién era ella para criticar, si ni siquiera sabía que esas dos cosas que tenía al final inferior de su cuerpo servían para algo más que tratar de meterlas en la boca?

Lo que pasó le pudo pasar a cualquiera.  La madre, atareada en acomodar la leña, se terció a la espalda el reboso y no se dio cuenta de que, en el movimiento, quedó expuesta la parte inferior y la niña, como les dije que era grande y pesada, se resbaló y cayó al suelo con un “plop” casi imperceptible, porque el charco con lodo en el que aterrizó aminoró el impacto.

No todos los accidentes son desafortunados.  A la niña no le dio tiempo de llorar porque, justo en ese momento, pasaba la mamá cucha, una gran cerda, con varios cuchitos persiguiéndola.  La niña se unió a la procesión y, gateando, iba detrás como un cuchito más de la pequeña piara.

¿La mamá?  Ni en cuenta.  Fue hasta que regresó el marido de la milpa y le preguntó por la niña, que la mamá se dio cuenta de que el reboso a su espalda pesaba menos que de costumbre.

Empezaron a buscar a la niña, pero no tardaron mucho en encontrarla: sentada junto con los cuchitos, la niña se divertía con el lodo y abrazaba a un cuchito que no estaba nada feliz con la muestra de cariño, porque, ¿ya lo dije?, la niña era grande y fuerte.

El hombre rio de buena gana y fue por su celular para tomarle una foto, pero la madre dijo lo que todas las mamaces que en el mundo son y han sido, dirían en un caso semejante: “¡Niña, eres una calamidad!”

Puesto que la niña ya gateaba, dejó el reboso -lo que la espalda de la compañera agradecía profundamente-.  La niña, además de grande, era curiosa.  Una vez se le ocurrió probar qué pasaría si envolvía el leño encendido que cayó del fogón con un trapo.  El asunto es que el trapo era el medio fondo de la compañera.  La mamá se dio cuenta con el olor a nailon quemado y gritó: “¡Niña, eres una calamidad!”.

Un día, su mamá la llevó al mercado en la cabecera municipal.  Mientras la señora buscaba un medio fondo para reponer el quemado, la niña se acercó a una pirámide de latas y le pareció que las latas de mero abajo no estaban cómodas, así que quitó una de la base.  El estrépito se escuchó en todo el galerón del mercado.  El dueño del puesto tomó a la niña en brazos y la entregó a su mamá diciendo: “Señora, su niña es una calamidad”.

Cuando se encontraban de nuevo, después de una larga jornada de trabajo, cada quien en lo que le tocaba, el señor y la señora intercambiaban informes.  En su turno, la mamá iniciaba: “esta niña es una calamidad”, y seguía con una larga lista de travesuras.

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La Hora de los Pueblos

Pronunciamiento del Colectivo Llegó la hora de los pueblos

Los y las integrantes del Colectivo “Llegó la Hora de los Pueblos” hemos recibido y leído con mucha indignación y preocupación el comunicado de la Comisión Sexta Zapatista, fechado el 11 de junio del 2021, en el que se describen las actitudes y prácticas racistas y discriminatorias con las que se ha negado a compañeros y compañeras zapatistas el derecho a un pasaporte mexicano, a pesar de cumplir con los requisitos correspondientes.

Lo descrito en el comunicado: el trato irrespetuoso, el lenguaje racista, la extranjerización y negación de su ciudadanía, la solicitud arbitraria de requisitos que no se solicitan a otros ciudadanos, revelan, en suma, la violencia burocrática y un racismo institucionalizado que se reproducen cotidianamente en las estructuras estatales.

 A pesar de las reformas constitucionales en torno a los derechos indígenas y de los múltiples compromisos internacionales que se han firmado en la materia, se ha documentado ampliamente que el racismo en el trato que recibieron los y las compañeras zapatistas, es un problema estructural en los sistemas de justicia, salud y educación, y en múltiples espacios estatales donde la población indígena, afrodescendiente, campesina y los pobres racializados, son tratados como ciudadanos de tercera, negándoseles sus derechos fundamentales. Este racismo institucional se ha denunciado también en la expedición de otros documentos oficiales, como las actas de nacimiento, credenciales del INE, especialmente en regiones indígenas y afromexicanas.

En esta dirección, demandamos a la Secretaría de Gobernación que cese la demora y el bloqueo de múltiples actas de nacimiento al exigir igualmente requisitos indebidos que están impidiendo la tramitación del pasaporte.

En el caso específico que aquí denunciamos, los burócratas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), han extralimitado sus atribuciones, actuando como agentes migratorios que tratan de controlar la salida de ciudadanos mexicanos negando el derecho al pasaporte. Si bien la SRE establece en su página, que los únicos requisitos para obtener dicho documento, son la acreditación de la nacionalidad mexicana (con acta de nacimiento), fotografía y pago correspondiente (https://www.gob.mx/tramites/ficha/pasaporte-ordinario-para-personas-mayores-de-edad/SRE112) a los y las solicitantes zapatistas se les han exigido requisitos innecesarios como certificados de estudios, cartas de validación de sus municipios, hasta demostrar lo que los funcionarios consideran “conocimientos generales” sobre México, con prácticas racistas que los agentes migratorios aplican a la población centroamericana en nuestras fronteras.

El día de hoy 15 de junio, desde presidencia se informó que se tomarían las medidas necesarias “para aclarar esta situación, pero si se cometió un error se va a resolver”. Estaremos atentos y vigilando la pronta solución al problema de la emisión de pasaportes. Sin embargo, recalcamos que no se trata de casos aislados, y que el problema de fondo no se resuelve exclusivamente sancionando a los funcionarios de la SRE. Consideramos que la visibilización de estos casos de las y los compañeros zapatistas, debe servir para hacer una denuncia más amplia respecto a los patrones racistas que sustentan el aparato burocrático del Estado mexicano.

Aprovechamos para manifestar públicamente nuestro apoyo a estos “Viajeros por la vida”, cuya travesía busca articular esfuerzos y trascender fronteras en las luchas contra el racismo y las políticas de muerte.

Colectivo de apoyo al EZLN, CNI CIG Llegó la Hora de los Pueblos

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Subcomandante Insurgente Galeano

El Pasaporte Zapatista. (Hasta pronto Portugal, ahí vamos Galicia)

El Pasaporte Zapatista.
(Hasta pronto Portugal, ahí vamos Galicia).

Junio del 2021.

El 12 de junio del 2021, el llamado “Escuadrón 421”, y demás pasajeros y tripulación, recibieron en sus pasaportes el sello de entrada legal al llamado espacio o zona Schengen y desembarcaron en Horta, Islas Azores, Portugal, Europa.  Sin perder la gracia y la elegancia (es un decir), bajaron de La Montaña.  Como debe de ser, hubo azoro, baile, fotos y un atracón de comida.  Marijose se encontró con una vieja profecía que anunciaba su llegada.  Y se realizó una carrera (es un decir), tipo “el que llegue al último paga la comida” (Diego Osorno perdió).  Se brindó por la vida, claro.

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A las 09:17:45 del 14 de junio del año en curso, La Montaña se despegó del abrazo portugués y tomó dirección noreste a una velocidad de entre 6 y 7 nudos.  A las 12:30:06 rebasó por la izquierda el “Pico Das Urzes”.  Latitud: 38.805213; longitud: -28.343418.  El capitán Ludwig calcula avistar las costas de la península Ibérica, entre el 19 y el 20 de junio (aunque podría ser antes, porque La Montaña, reconciliada con el viento, parece apresurada en abrazar a sus hermanas portuguesas y gallegas).  De esa fecha en adelante, se saludarán las elevaciones en las islas de San Martino, Monte Faro y Monte Agudo.  Luego se entrará a la “Ría de Vigo”.  Se prevé llegar a la Marina Punta Lagoa, al norte del puerto de Vigo, Galicia, Estado Español.

Entonces, en silencio, lluvia hermana será la montaña nuestra, húmeda se tornará nuestra mirada, y así diremos sin palabras:

“(…)
desperta do teu sono
fogar de Breogán. 

Os bos e xenerosos
a nosa voz entenden
e con arroubo atenden
o noso ronco son,
mais sóo os iñorantes
e féridos e duros,
imbéciles e escuros
non nos entenden, non.*

Fragmento de “Os Pinos”, Himno de Galicia. Pascual Veiga y Eduardo Pondal.

 * “…despierta de tu sueño / Hogar de Breogán. / Los buenos y generosos / nuestra voz entienden / y con devoción atienden / nuestro ronco sonido. / Pero solo los ignorantes / y débiles y duros, / imbéciles y oscuros / no nos entienden, no.”

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Ahora permítame contarle de la documentación zapatista que lleva el Escuadrón 421 (que a estas horas ya podría agregar “marítimo” a su flamante nombre).  L@s compañer@s llevan un pasaporte zapatista.  Quiero decir, además del pasaporte oficial de México, llevan el llamado “pasaporte zapatista de trabajo”.  Aquí se los describo:

En la portada o tapa principal: un caracol con una estrella roja dentro. Y el letrero: “pasaporte zapatista de trabajo”. En la contra portada o tapa trasera: una estrella roja con un caracol dentro.

En la primera página se lee: “Este pasaporte es otorgado por las autoridades civiles autónomas de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno, Chiapas, México.  Sólo es válido durante el período establecido y en el lugar descrito.  Este documento consta de 32 páginas y no es válido si presenta deterioro, cortes, tachaduras y enmiendas”.

En las páginas 2 y 3 hay espacios para: foto del titular, sus datos personales, datos de la Junta de Buen Gobierno y MAREZ que expiden el documento.  Trabajo que va a desempeñar.  La fecha de expedición y el calendario y geografía donde va a cumplir el trabajo.  Lugar para sello de MAREZ y de JBG.

En las páginas 4 y 5. Se establecen las siguientes 7 limitantes:

“1.- El, loa o la titular de este pasaporte no puede ni debe pedir ni recibir apoyos en moneda o especie para su beneficio propio o de su familia, más allá de los estrictamente necesarios para cumplir con el trabajo que se le ha encomendado.

2.- La, loa o el titular de este pasaporte sólo podrá hacer el trabajo que se específica en este mismo documento.

3.- Loa, el o la titular de este documento tiene prohibida la portación y uso de armas de fuego de cualquier tipo, y no puede ni proponer, ni sugerir, ni alentar cualquier actividad que implique, o derive en, el uso de armas de fuego en el lugar donde haga su trabajo.

4.- La, loa o el titular de este documento sólo puede contar de nuestra historia de resistencia y rebeldía como pueblos originarios y como zapatistas, previa preparación y capacitación para ello.

5.- El, loa o la titular de este documento no puede establecer acuerdos o desacuerdos a nombre de las estructuras organizativas y/o de mando político-militar con personas, grupos, colectivos, movimientos y organizaciones, más allá de lo estrictamente necesario para el cumplimiento del trabajo que se le ha encomendado.

6.- Las opiniones personales sobre asuntos públicos y privados que exprese loa, el o la titular de este documento, no sólo no reflejan las posiciones zapatistas, también pueden ser completamente contrarias a nuestro pensamiento y práctica.

7.- La, el o loa titular de este documento deberá conducirse en todo momento respetando las diferencias de identidad, sexo, credo, lengua, cultura e historia, de las personas y lugares donde realice el trabajo para el que se expide el presente documento.

En la página 6 se establece: “Se acredita que la, loa o el titular de este documento recibió curso de capacitación (si aprendió o no, ahí se va a ver en los hechos) en__ (espacio para poner el nombre del lugar)”.

Y la página 7 indica las fechas de salida y llegada: “La, loa o el titular de este documento salió de territorio zapatista __ (espacio para detalles y sellos en media página)”.  La mitad de abajo de la página: “La, loa o el titular de este documento regresó a territorio zapatista: ___ (espacio para detalles y sellos)”

Las páginas subsiguientes están en blanco, para que las diferentes personas, grupos, colectivos, organizaciones y movimientos, de los distintos rincones de los disímiles mundos que se visiten, sellen, firmen, adornen, huellen, pongan dibujos, rayen o lo que sea para que el, la o loa compa tenga una especie de guía de dónde estuvo, además de los apuntes en su cuaderno, cuando regrese y platique cómo le fue.

La última página es para “Observaciones:” (por ejemplo alguna alergia, discapacidad o gustos musicales –digo, porque si le gusta la cumbia y le ponen a bailar un vals, pues ya se imaginarán-).

Doy fe.

SupGaleano.
Planeta Tierra, Junio del 2021.

Música «El lago de los Cisnes» de Cesar Acuña Lecca y Los Pasteles Verdes / Versión del sonidero: Heriberto Destructor