México
Ayotzinapa: la rabia y la esperanza
A decir de Roberto González, autor del libro “Ayotzinapa, la rabia y la esperanza” (Edit. Terracota, 2015), desde hace un par de décadas el México de Abajo presenta innovaciones profundas en el arte de la Resistencia. Se trata de innovaciones que, sumadas, inauguran un nuevo ciclo de revolución profunda y tosuda, digna y abierta. De ello da cuenta la emergencia de una Multitud capaz de permanecer unida a pesar de sus diferencias y de permanecer en acción frente a un dispositivo al que tiene más identificado que nunca: el Estado. “En Iguala no ocurrió -escribe Roberto- un triste incidente, como quieren verlo los interesados en mantener el Estado criminal, sino un verdadero acontecimiento: cuando reinició el grito de ‘¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!’, se abrió un nuevo horizonte de posibilidades para transformar el país. Está ahí, cada vez más visible, cada vez más cerca”.
(Descarga aquí) Charla con Roberto González, profesor e investigador autor del libro “Ayotzinapa, la rabia y la esperanza”. Duración: 7 ‘min. México, 17/02/15.
(Descarga aquí) Reflexión de Roberto González en la presentación de su libro “Ayotzinapa, la rabia y la esperanza”: Duración: 23 ‘min. México, 17/02/15.
Con todo y contra todos. Los pasos en Guerrero rumbo a una Convención Nacional Popular
Ayotzinapa ¡La constitución ha muerto!
En esta crónica, J.A. Buendía registra el avance del dolor y la acción social mexicana organizada rumbo a una Convención Nacional Popular . “El hervidero político y social en que se ha convertido el estado de Guerrero en los últimos meses es el epicentro de la lucha social que en México cuestiona y señala al Estado como el culpable, no como la solución de la violencia y el crimen. Aquellas voces provienen de todos los rincones de Guerrero”, sintetiza Buendía.
>>La justicia en México, desde hace muchos años –y cada vez más– ha dejado de estar del lado de las instituciones, el cascarón vacío en que se ha convertido el Estado es cada vez más evidente. Si bien, éste puede operar sin problema como un aparato administrativo; caro, corrupto y burocrático en la mayoría de la ocasiones, el sentido social –del que fue dotado luego de más de diez años de lucha fratricida en donde murieron por lo menos 1 millón de mexicanos– se ha ido diluyendo hasta convertirse en la caricatura que es hoy en día, donde el presidente envuelto en escándalos de corrupción, regala televisores en año electoral y sus empleados dan «verdades históricas» cocinadas al vapor y bajo sospechas de tortura, en medio de un show televisivo donde las cosas nunca son lo que aparentan.