Temas
¡50 años! El Partido Pantera Negra
Por Mumia Abu-Jamal
Cuando dos jóvenes universitarios se reunieron en una oficina del programa anti-pobreza en Oakland, California a mediados de octubre, 1966, nadie ––ni siquiera ellos mismos– sabía lo que iban a lograr.
Los hombres, Huey P. Newton, de 24 años, y Bobby G. Seale, de 29 años, salieron de la oficina con algo llamado el Programa de 10 Puntos*, que a través de la organización que ellos fundaron (el Partido Pantera Negra, BPP) afectaría a la nación y entraría en las crónicas de la historia.
El Partido tuvo impactos globales, y dejó en toda una generación una gran huella de la juventud negra and de la resistencia de clase.
Pero como sabemos, esto sucedió 50 años atrás –hace toda una vida. ¿Quién hubiera sabido que cualquiera de nosotros aún viviría hoy?
Sin embargo, cinco décadas después, algunos de nosotros quedamos en las celdas del sistema carcelario. Somos presos políticos en todo menos el nombre, es decir, sin el reconocimiento del gobierno.
No olvidemos a nuestros hermanos, hermanas y compañeros guerreros en cadenas:
*Sundiata Acoli, camarada de la presa política liberada, Assata Shakur, y del guerrero caído Zayd Malik Shakur; capturado el 2 de mayo de 1973, Sundiata es un escritor prolífico.
*Delbert Orr Africa, integrante de la agrupación de Panteras en Chicago quien después se unió a la Organización MOVE; forma parte del grupo de hombres y mujeres conocidos como “los 9 de MOVE”, encarcelados después de un enfrentamiento con la policía de Filadelfia el 8 de agosto de 1978.
*Russell ‘Maroon” Shoatz, integrante del Consejo de Unidad Negra, afiliado con el Partido Pantera Negra en Filadelfia; un brillante escritor, historiador y pensador.
*Imam Jamil Abdullah Al-Amin (antes conocido como ‘Rap’ Brown), Ministro de Justicia del Partido Pantera Negra, y después, activista anti-droga en Atlanta, líder comunitario e Imam de la mezquita local.
*Joseph ‘Jo-Jo’ Bowen, de la rama de los Panteras en Filadelfia.
*Robert Seth Hayes, del BPP en Nueva York, ahora enfrenta graves condiciones de la salud, incluyendo diabetes y hepatitis C.
*Fred ‘Muhammad’ Burton, del BPP en Filadelfia, ahora encarcelado en la prisión de SCI Somerset, PA.
*Dr. Mutulu Shakur, acupunturista de formación, fue encontrado culpable de ayudarle a Assata Shakur liberarse; el cariñoso padrastro del legendario rapero, Tupac Shakur.
*Jalil Muntaqim, del BPP en Nueva York, era co-fundador, junto con la fallecida líder revolucionaria, Safiya Bukhari, del Movimiento Jericó en 1998, para informar a la gente sobre los presos políticos y apoyar su liberación.
Éstas son algunas de las personas que han pasado décadas en prisión por sus revolucionarias actividades políticas durante los años 60, 70 y 80. La mayoría han sido integrantes del Partido Pantera Negra y/o el Ejército de Liberación Negra (BLA) ––luchadores por la libertad de la Nación Negra.
No los olvidemos. Organicemos para ganar su libertad y la de todos nosotros y nosotras. Para más información consulten al Movimiento Jericó en: jerichomovement.com.
Han pasado 50 años increíbles desde que Huey y Bobby teclearon el Programa de 10 Puntos y la Plataforma del Partido Pantera Negra para la Autodefensa.
¿Cuántas veces durante estos 50 años han leído el Programa de 10 Puntos ustedes? ¿Y cuántas veces se han quedado asombrados sobre el hecho de que las condiciones siguen siendo gravísimas para millones de personas negras?
Medio siglo después y las vidas de la gente negra aún no importan.
¡Unámonos con nuestros hermanos y hermanas jóvenes y ayudemos a construir un movimiento de libertad digno de nuestros guerreros y guerreras caídos –y digno también de nuestros antepasados!
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
–©’16maj
8 de octubre de 2016
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México
Mujeres enfrentando el feminicidio: no queremos vivir con miedo
Por Carolina S. Romero
Es cada vez más peligroso ser mujer (o niña) en México, donde matan a siete hermanas, amigas, compañeras, madres o hijas cada día con impunidad y con un nivel de odio y desprecio antes considerado impensable. Personas llenas de vida, ahora torturadas hasta morir, se convierten en las personajes de una macabra obra de teatro: la descuartizada, la golpeada, la empalada, la enmaletada, la ahogada en un canal de aguas negras, prácticamente todas violadas. Ésta es la cara del feminicidio.
Con rabia e indignación sobre esta alarmante situación, muchas mujeres mexicanas en la Ciudad de México y los estados de Guerrero, Guadalajara, Michoacán y Oaxaca, entre otros, se sumaron a la movilización contra el feminicidio convocada desde Argentina a partir de la violación y asesinato de la joven de 16 años, Lucía Pérez, el pasado 8 de octubre. La chica fue drogada y atacada por al menos tres hombres —Juan Pablo Offidani, Matías Farías y Alejandro Alberto Masiel— quienes dejaron una gran cantidad de condones usados en el cuarto y violaron a Lucía por vía anal con un palo. Según la fiscal que investigó el crimen, «el excesivo dolor le causó la muerte por reflejo vagal», que provocó un paro cardio-respiratorio.
En Argentina, el 19 de octubre, a la 1 de la tarde, miles de mujeres salieron de su lugar de trabajo para participar durante una hora en un paro nacional —el primero en la historia de Argentina y el mundo en rechazo a la violencia de género. Luego celebraron multitudinarias marchas en todo el país, acompañadas por acciones solidarias en Chile, Bolivia, México, Estados Unidos, Uruguay, Honduras, Paraguay, Ecuador, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Guatemala, España y Francia.
Ese día a las 11 de la mañana cientos de mujeres y decenas de hombres en la Ciudad de México observaron el «Miércoles Negro» en el Ángel de la Independencia con el lema de «Ni una menos» deletreado en grandes pancartas. Es decir, explicó una joven, «ni un asesinato más para que tengamos una mujer menos con nosotras». Las y los participantes gritaron consignas como «Vivas nos queremos» para exigir justicia y un fin a la impunidad por las mujeres asesinadas en México y el mundo.