
Por José Valdemar
Ciudad de México 28 de junio de 2018-A dos meses de la desaparición de la estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Unam, familiares, organizaciones civiles de derechos humano y el abogado de la familia, convocaron a una rueda de prensa el día de ayer en el local Café Zapata Vive, en donde dieron a conocer los pormenores sobre el caso de la estudiante.
Mencionaron que a dos meses de la desaparición de Mariela Vanessa, que la Carpeta de investigación solamente esta integrada por los informes escritos de las autoridades y de personas cercanas a la estudiante desaparecida, los cuales no han abonado nada a la posible localización de Mariela Vanessa, dicha investigación se esta llevando a cabo, únicamente, conforme a disposiciones contenidas en el Código Nacional de Procedimientos Penales y la Ley Orgánica de la PGJCDMX, y no así conforme a la Ley de General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida Por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, y mucho menos con perspectiva de genero.
El Ministerio Público ha sido omiso en solicitar los vídeos a los sistemas de transporte, tanto metro como metrubus, en donde posiblemente exista la posibilidad en la Mariela Vanessa salga en los vídeos, dentro de sus omisiones el MP no ha recabado información de la línea telefónica de Mariela, sobre todo porque la familia le informo al Ministerio Público en su debido tiempo que el número telefónico de Mariela seguía repicando línea, los familiares mencionaron que esta información, la del teléfono, es de vital importancia para conocer la llamadas hechas y recibidas en el teléfono de Mariela antes y en los momentos posteriores a su desaparición.
Mariela Vanessa Díaz Valverde, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Unam, desapareció el día 27 de abril de este año, en donde según la localización del teléfono indicaron que se encontraba en los alrededores del Cerro de la Estrella, en la Delegación Iztapalapa.
Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas”
Tierra Sagrada de los mártires.
Acteal, Chenalhó. Chiapas. México.
27 de Junio del 2018
Al pueblo de México y del mundo
A la prensa Nacional e Internacional
A la opinión publica
Hermanos y hermanas
En tiempo electoral los gobiernos y candidatos aspirantes se olvidan de lo más fundamental, los “Derechos Humanos”. Sus discursos centran únicamente en sumar votos y los dirigen para ganar simpatía de los electoreros. Caber decir que la corrupción no es el único mal que aqueja nuestro país, también son graves problemas nacional la enorme desigualdad social, marginación, extrema pobreza, injusticias, violaciones de derechos humanos impunes e imperante en nuestro país, es lo que más hiere y sangra nuestro país, pero sobre todo es el reclamo constante de los pueblos indígenas de México.
Como mexicanos, preguntamos a los gobiernos y aspirantes ¿el respeto de los Derechos Humanos no es principio básico para ejercer la democracia en México?, ¿Dónde quedan las víctimas de violencias, los asesinatos y las masacres cometidos por el estado mexicano?, ¿Los desaparecidos y los presos políticos?, ¿el derecho de los pueblos indígenas? y ¿los Acuerdos de San Andrés Sakamchen de los Pobres?. En México hay muchos mundos diferentes, nuestro país es multicultural y plurietnico, así con sus indiferencias ¿cómo piensan representar México ante el mundo negando la diversidad y los pueblos indígenas?. Está claro que, con este escenario que tenemos, indica que sea quien gane el 01 de julio, no habrá cambios y lo que es seguro, es que recrudecerá la violencia sistemática contra los pueblos indígenas y el despojo ambiental-cultural en todas sus manifestaciones.
Preocupados por los Derechos Humanos, más de cien sobrevivientes de la masacre de Acteal mismo que desde el 22 de Diciembre de 2017 se declararon en asamblea permanente, hoy solicitaron encarecidamente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que emita lo más pronto un informe de fondo correspondiente el caso 12.790, Caso Acteal, México. Nosotros, somos testigos que en la comunidad de Acteal sigue sin asomarse la justicia y los sobrevivientes sufren cada día el efecto de la impunidad del crimen de lesa humanidad. Pues, estos más de veinte años de la masacre la vida no ha sido nada fácil para los sobrevivientes y familiares de las víctimas, muchos han fallecidos esperando Verdad y Justicia, y otros más se encuentran hoy en graves situaciones de salud. Tememos por los sobrevivientes que por falta de un justicia integral sufran posibles daños irreparables a su salud física y psicológica ya que sabemos en opinión de médicos que el caso de Zenaida Pérez Luna sobreviviente herido reconocido por la CIDH, quien perdiera el campo visual por causa de un impacto de bala que recibió en el día de los hechos del 22 de Diciembre de 1997, el daño causado a su salud ya es irreversible. Por ello, en colectivo le preguntamos a la Honorable Comisión Interamericana de Derechos Humanos ¿cuántos sobrevivientes más tienen que morir para encontrar justicia en el caso 12.790? recordamos que fue desde Octubre del 2015 que se realizó la audiencia de fondo del caso en Washington D.C., y consideramos que más de dos años es tiempo suficiente para que concluya el fondo del caso y emita un pronunciamiento correspondiente.
Así mismo, como organización defensora de los Derechos Humanos nos sumamos al rechazo de la política migratoria “cero tolerancia” impulsado por el gobierno de Estados Unidos de América Donald Trump, por su característica consideramos que es inhumano el ejercicio de dicha política y carece de sentido común. Desde ya decimos que se equivoca Donald Trump si piensa que con la separación de los niños de sus padres busca usar el llanto de los menores como moneda de cambio para construir su muro no le funcionará y será una estrategia fallida.
Por lo anterior exigimos:
Justicia por la masacre de Acteal, caso 12.790, caso Acteal. México.
Aunque nosotros no votamos este 01 Julio, pero respetamos a quienes sí lo hacen, por ello exigimos una elección respetuosa y libre de violencia.
ATENTAMENTE
Concejo de la Organización de la Sociedad Civil “Las Abejas”
El dia 24 de Junio en Café Zapata CDMX-MEX se llevo a cabo el Foro y Tianguis de Medios Libres en Memoria de Salvador Olmos, joven libertario y radialista que fue asesinado por el mal gobierno, en el marco de la lucha magisterial y popular en 2016 en Huajuapan, Oaxaca. El foro tuvo como objetivo recordar la trayectoria de nuestro compañero y abrazar la lucha y resistencia de los proyectos que ayudo a construir como la Radio Ñu Dee resultado del trabajo libertario en Ñu Savii la radio magisterial. Y tambien tuvo como objetivo darnos espacios de encuentro y díalogo fraterno entre las y los comunicadores de abajo.
Chava Vive.

El pasado 22 de junio de 2018, familiares y compañerxs de los presos políticos de Eloxochitlán de Flores Magón comunidad indígena mazateca del estado de Oaxaca estuvieron presentes en el plantón en Defensa del Agua, en Avenida Aztecas # 215 de la Ciudad de México, ahí compartieron sus experiencias de resistencia y lucha. Compartieron con los asistentes, reflexiones sobre los efectos que han tenido la evasión de la justicia y la represión por parte de aquellos que concentran el poder en su comunidad y por parte de los representantes de la justicia en el Estado de Oaxaca. Finalmente dieron a conocer la situación jurídica actual de los compañeros encarcelados injustificadamente en diferentes penales del Estado. ¡Xitā’ra titsaya ndā ya kata bitjoni! ¡Presos políticos libertad!
(Sigue este link para escuchar los audios de este encuentro)

Por Rafael Camacho
Masaya, Nicaragua.
“Que ningún arma forjada por la mano del hombre te haga daño y que la fuerza del todo poderoso acompañe al pueblo en la lucha para derrotar al tirano”, rezaba una mujer menuda de unos 60 años mientras ponía su mano en la cabeza de aquellos quienes se acercaron a recibir la bendición que llegó a ofrecer a una de las barricadas que se extienden a lo largo y ancho de Masaya. “Yo no he estado con ustedes en las barricadas, pero sepan que he luchado desde mi trinchera, que es la fe, haciendo mi lucha para que las cosas cambien”.
Una vez terminada la fila que se había formado para recibir su gracia, la mujer se hincó frente a la barricada levantada con adoquines que cortaba una de las calles aledañas al parque central de Masaya y, tocándola suavemente, también la bendijo. Con una calma solemne se incorporó y lentamente se echó a andar repartiendo bendiciones a quien se cruzaba en su camino. El pequeño gesto había creado un ambiente sereno que velozmente fue interrumpido por el sonido de disparos provenientes de algún lugar no muy lejano ¡ra-ta-ta-ta-tá!, ¡ra-ta-ta-tá!
Los recién bendecidos, quizás influenciados por uno de los grandes éxitos de lo que fuera la nueva canción latinoamericana, tan presente en Nicaragua durante las décadas de los setentas y ochentas, recordaron al instante que no, no basta rezar y que hacen falta muchas cosas para conseguir la paz. Tomaron así sus morteros y una que otra arma casera que portaban. Mientras algunos asumían nuevamente una posición de alerta, otros preparaban bombas molotov en frascos de Gerber, “esta técnica se usa desde los tiempos de la revolución”, comentaba un hombre canoso que decía haber luchado contra la dictadura de Somoza.
Se hablaba también de lo asimétrico de esta lucha, de esos hijueputas que equipados con armas de alto poder están haciendo la guerra a una población desarmada, a los hijos y nietos de quienes lucharon para derrocar al dictador Anastacio Somoza sin saber que años más tarde, uno de los líderes de dicha revolución terminaría convertido en lo mismo contra lo que un día lucharon: un tirano despótico rodeado de una élite de sinvergüenzas saqueando un país.
La orquesta Orteguista ejecutaba al pie de la letra su sinfonía de muerte, avanzaba disparando y posicionando francotiradores en puntos altos y estratégicos de su camino. Los ¡ra-ta-ta-ta-tá! de sus ametralladoras, eran respondidos con estruendosos ¡pum-pum! de los morteros de quienes defendían las calles de la ciudad. Fue precisamente uno de esos francotiradores quien acabó con la vida de Marcelo Mayorga. Su cuerpo permaneció sin vida sobre la calle varios minutos ante los ojos de su madre y esposa, quienes, desesperadas, pedían a gritos ayuda para recogerlo, lo cual probó ser una misión imposible en esos momentos ya que cuando alguien se acercaba a intentarlo, era acechado por las balas de francotiradores, quienes por alguna siniestra razón, habían decidido o ejecutado la orden de que el cuerpo permanecería ahí, desangrándose a mitad de la calle, a la vista de todos, durante el tiempo que ellos quisieran. Marcelo, ya muerto, yacía sobre el concreto aún sosteniendo su arma en mano: una resortera de madera.
Con el paso de las horas la caravana del terror continuaba avanzando hacia su objetivo: la estación de policía de Masaya. Su misión: rescatar al comisionado Ramón Avellán, subdirector de la Policía Nacional quien se encontraba atrincherado desde hacía más de dos semanas en las instalaciones de la comisaría. Luego de iniciadas las protestas en Masaya el pasado 19 de abril, Avellán fue el responsable de “contener” el levantamiento. La represión desatada por el comisionado y su grupo de policías antimotines dejó un saldo de 18 muertos entre el 19 de abril y el 18 de junio.
El comisionado y su grupo de sicarios no contaban con que, para defenderse de las balas, los pobladores de una ciudad que desde tiempos coloniales, ha sido cuna de la resistencia y semillero de luchadores, levantarían cientos de barricadas a lo largo y ancho de la ciudad y que dichas barricadas terminarían por cerrar todos los caminos aledaños a la comisaría impidiendo su salida y provocando que se tuvieran que atrincherar en el centro de una población que los sabía responsables de asesinar a sus padres, hermanos, hijos y amigos.
En las calles continuaba la batalla para impedir el rescate de Avellán y su banda de matones. En algún momento entre las 10 y 11 de la mañana, un grupo de antimotines se posicionó en el parque central y comenzó el intercambio de balas y morteros con quienes defendían la barricada misma que, horas antes, había sido bendecida. Mientras algunas balas silbaban, otras se estrellaban contra la barricada de adoquines, que resistía firme, quienes la defendían, buscaban el mejor lugar para disparar un mortero, una pequeña rendija desde donde apuntar el arma casera o un lugar para proteger el cuerpo, la cabeza. La intensidad del combate se mantenía desde hacía varias horas pero el sonido de las balas, más letales que los morteros, se imponía con mayor vigor.
Luego de casi una hora de combate en las inmediaciones del parque llegó la noticia: el comisionado había sido rescatado y se encontraba a salvo fuera de la comisaría. La frecuencia de las balas en ese sector disminuía, los policías y paramilitares habían logrado su objetivo pero, aún así, buscaban mantener su posición a base de constantes ráfagas y disparos de diversos calibres. Algunos heridos de barricadas aledañas eran cargados y llevados a los puestos médicos organizados de manera autónoma ó entregados a la Cruz Roja. Por alguna razón terrenal o divina, ningún herido pertenecía a la barricada bendecida.
En varias zonas de la ciudad el asedio parapolicial continuaba variando en proporción y al recorrer las calles era posible encontrarse con grupos grandes de combatientes que volvían de la batalla, cansados, enojados por la impotencia de enfrentar a un enemigo muy superior en cuanto a poder de fuego y equipamiento. Se escuchaban historias del combate, se contabilizaba a los heridos y se trataba de confirmar las bajas mientras se preparaba la estrategia a seguir durante las próximas horas.
En redes sociales circulaban fotos de Avellán y sus asesinos, en ellas aparecían sonrientes, orgullosos de haber sido rescatados en el contexto de una operación militar dirigida contra población civil desarmada.

Encuentro con el Concejo Indigena de Gobierno y su vocera Marichuy
28 de junio, 18:00 horas
Casa San José, Calle Miguel Hidalgo No. 449
Saltillo, Coahuila