La organización de la sociedad civil Las Abejas de Acteal desmintieron las declaraciones públicas del coordinador de Subsecretarios Regionales de la Secretaría de Gobierno, Gustavo Moscoso Zenteno, tres días después de la liberación de 9 integrantes de Las Abejas, secuestrados en la comunidad de Río Jordán, Los Chorros, Chiapas.
En dichas declaraciones, el Sr. Moscoso minimiza la gravedad de los hechos, tergiversa las causas, ignora el trasfondo paramilitar del conflicto y afirma una supuesta solución al conflicto mientras los agravados continúan siendo hostigados.
Incluimos aquí la denuncia completa:
Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal Tierra Sagrada de los mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
13 de Enero del 2018.
Al Congreso Nacional Indígena CNI
Al Concejo Indígena de Gobierno CIG
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
A 3 días de ser liberados nuestros 9 compañeros en la comunidad “Río Jordán”, de la colonia Miguel Utrilla Los Chorros del municipio de Chenalhó, Chiapas, queremos DESMENTIR la declaración pública de un tal coordinador de Subsecretarios Regionales de la Secretaría de Gobierno, Gustavo Moscoso Zenteno, que el día 10 de enero declaró, en la web del mal gobierno http://www.chiapas.gob.mx/noticias/liberan-a-integrantes-de-las-abejas-retenidos-la-comunidad-los-chorros-de-chenalho que nuestros compañeros habían sido “retenidos por incumplimiento de cargos comunitarios” y que después de “una mesa de diálogo entre las autoridades tradicionales de la comunidad fueron puestos en libertad además de que les fueron restablecidos el servicio de agua y de luz”.
Suljaa’, Guerrero, 12 de enero de 2018.- La Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria se moviliza en San Luis Acatlán, Ayutla y Tlapa para exigir justicia para los comunitarios ejecutados por policías ministeriales y estatales, así como libertad para los comunitarios detenidos el pasado 8 de enero en la comunidad de La Concepción, bienes comunales de Cacahuatepec, municipio de Acapulco.
En entrevista Sabas, vocero de la CRAC – PC, manifestó que las movilizaciones son para “repudiar las acciones del gobierno del estado, respaldado por el gobierno federal en contra de la CRAC – PC y del CECOP.” Así mismo exigen respeto al sistema jurídico de las comunidades indígenas en donde los policías comunitarios “son nombrados en asamblea, están para defender los pueblos, están para defender los territorios y los recursos naturales, contrario a lo que hacen los policías del gobierno estatal y del gobierno federal.”
Por su parte Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan aseguró que fueron detenidas 38 personas, de los cuales 23 son del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa la Parota (CECOP), 11 de la CRAC y otros dos que estaban en reeducación, todos acusados de homicidio calificado. Durante las detenciones se cometieron violaciones graves de derechos humanos como el uso excesivo de la fuerza, el uso de la fuerza letal, refiriendo las ejecuciones extrajudiciales contra dos policías, lo que “es gravísimo para un gobierno que se dice democrático”, así como la tortura, tratos crueles e inhumanos cometidos contra Marco Antonio Suástegui, vocero del CECOP.
Hermanos, hermanas del gobierno tradicional de la tribu Yaqui
Caminando los pasos de las tribus y naciones del desierto en este estado de Sonora, viendo sus culturas, territorios y gobiernos, vemos también sus dolores y resistencias para enfrentar la guerra que viene de las empresas, los gobiernos y los narcotraficantes, junto a la violencia que siempre los acompaña, sea de sus grupos de policías, militares o delincuentes.
A todos ellos les estorbamos los pueblos vivos, que creemos que la tierra es sagrada y el agua nuestra vida, pues en ella está también la memoria de lo que somos y de lo que fuimos, de lo que pelearon nuestros abuelos ante el despojo que siempre han querido hacer los ricos y los gobiernos para arrebatarnos lo que para ellos es una mercancía, pero que para los originarios de este país y del mundo son nuestra única forma de seguir existiendo.
El mal gobierno dice que el robo del agua del río Yaqui es necesario para llevarla a la ciudad de Hermosillo para la gente que lo necesita, pero nosotros que somos pueblos indígenas sabemos bien que no es así, que quien necesita el agua son los capitalistas para mantener la explotación y el desprecio contra todos en el campo y la ciudad.
El pasado lunes 8 de enero, el Concejo Indígena de Gobierno y su vocera Marichuy se encontraron con la comunidad Tohono Odam en la plaza principal de la comunidad de Pueblo Viejo, Caborca, Sonora.
“El capitán John Smith fue un mercenario,” dice Roxanne Dunbar Ortiz al iniciar su conversación sobre la supremacía blanca con Johanna Fernández en un programa de Inside the Activist Studio el 9 de enero de 2018.
¿En serio? ¿El valiente explorador protegido por Pocahontas y recordado cada año en el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos? ¿El líder, según Walt Disney y otros admiradores suyos, que buscó amistad entre la tribu algonquina del jefe Powhatan y los sufridos colonos ingleses?
Pues sí, él mismo, pero no fue así, dice la autora de Cargada: Una historia desarmante de la Segunda Enmienda. Smith había peleado contra los musulmanes en Turquía durante varios años en beneficio del imperio británico. Al llegar a lo que sería Jamestown, Virginia, en 1607, ayudó a los colonos a conquistar a los residentes de los bosques, granjas y áreas de pesca. No lograron esclavizarlos, pero tomaron sus tierras y todo lo que tenían a pesar de su resistencia. La colonización del estado de Virginia siempre se logró con un contingente militar.
Cuando los extraordinariamente ricos hacendados de Barbados llegaron a la parte de Virginia que se convirtió en Carolina del Sur, los blancos eran superados en número por los Africanos esclavizados. La mayoría de los indígenas habían sido sometidos a la limpieza étnica. Los hacendados llevaron con ellos a sus patrullas para controlar y atrapar a esclavos. Estas se aumentaron a finales del siglo XVII con el cultivo de algodón. En otras partes de Virginia, las patrullas eran participantes en las milicias. Dice Dunbar Ortiz que el panfleto de Mumia Abu-Jamal** sobre los orígenes de la policía fue su inspiración para que ella agregara a su libro un capítulo sobre las patrullas.
La historiadora relata que en la colonia de Virginia, fue ilegal que un colono blanco saliera de su casa sin arma, asistiera a una iglesia sin arma, o descuidara de tener su arma engrasada y lista para disparar. Hubo recompensas para atrapar a un esclavo o tomar el cuero cabelludo de uno.
La Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos sobre el derecho de poseer y portar armas se basa en el mandato a mantener activas las patrullas y las milicias y la obligación de cada colono blanco de participar en ellas.
“La fuerza del espíritu colectivo venció a la violencia”, dijo el compañero de nuestro colectivo que estuvo presente en Acteal este 9 de enero de 2018.
Este martes 9 de enero, 22 mujeres de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal lograron liberar a los nueve miembros de su organización presos arbitrariamente en la comunidad de Río Jordán, colonia Miguel Utrilla Los Chorros, municipio de Chenalhó. Veintidos mujeres, 13 de ellas sobrevivientes de la masacre de Acteal y cuatro con bebés en brazos, arribaron a esa comunidad que, en la década de 1990, fue el principal centro de actividad paramilitar que desembocó en la masacre de Acteal en diciembre de 1997, y donde se sabe que hoy residen muchos de los autores materiales de dicha masacre. Veintidos mujeres armadas sólo con grandes banderas blancas inscritas con la palabra PAZ, una imagen de la Virgen de Guadalupe y una del Señor de Tila, dispuestas a enfrentar con sus cantos y su dignidad a quienes 20 años atrás asesinaron a sus familias.
Cuatro días antes, el 5 de enero, José Ramón Vázquez Entzín, miembro del Congreso Nacional Indígena e integrante de Las Abejas de Acteal, transitaba por Río Jordán con un camión de arena que había comprado para construir su casa. Desafortunadamente, el camión se atascó en el lodo y ya no pudo salir. Los pobladores, al darse cuenta que el camión le pertenecía a Juan Vázquez, convocaron una asamblea urgente y, con las autoridades de la comunidad, detuvieron a José, supuestamente porque no tenía derecho a usar el camino. Esto porque, en 2015, José y Antonio Ramírez Pérez, ambos integrantes de Las Abejas, se negaron a aceptar un proyecto de drenage del gobierno, lo que les costó el corte de luz y agua y, en 2017, el encarcelamiento de cuatro compañeros.
Dos días después de la detención de José Vázquez, Las Abejas de Acteal organizaron una comisión de diez personas para visitarlo, compuesta por sobrevivientes de la masacre, promotores y promotoras de salud y un catequista. La promotora de salud María Vázquez, que formó parte de la comisión, relató lo sucedido ese 7 de enero.
La comisión llegó alrededor de medio día y dio inicio a una jornada de oración y ayuno, al tiempo que las y los promotores revisaban a José para determinar su estado de salud. Terminada la oración, levantaron el ayuno e iniciaron un convivio con rezos y cantos. Sin embargo, a pesar de tratarse de una iniciativa pacífica, los pobladores de Río Jordán se indignaron con su presencia y, junto con el agente municipal, detuvieron a los ocho hombres de la comisión, dejando libres a las dos mujeres, ambas promotoras de salud, después de interrogarlas. Una de ellas, sobreviviente de la masacre, declaró que en el interrogatorio se encontraba Víctor López López, “quien es uno de los autores materiales de la Masacre de Acteal y quien anda contando cínicamente en su comunidad que cuando masacraban a las mujeres el día 22 de diciembre de 1997, cuenta con orgullo que también las violaban”.
El agente municipal de Río Jordán exigió que las autoridades de Las Abejas acudieran al lugar y pagaran una multa de 5 mil pesos por persona para liberar a los detenidos.
Dos días después, el 9 de enero, la organización Las Abejas de Acteal recibió información por parte de la alcaldesa de Chenalhó Rosa Pérez en el sentido de que ese día liberarían a los nueve presos y que se establecería una mesa de diálogo. Sin embargo, pobladores de Río Jordán también afirmaban que, aunque liberarían a los presos, a las 14 familias de Las Abejas que residen en Río Jordán les quemarían sus casas, venderían sus tierras para que no pudieran regresar, los golpearían e incluso podrían llegar a quitarles la vida.
Fue entonces que las mujeres de Acteal decidieron formar una nueva comisión, esta vez compuesta exclusivamente por mujeres.
Al mismo tiempo, organizaciones solidarias acudieron a Acteal y los medios libres estuvieron difundiendo los acontecimientos en sus páginas y en las redes sociales, información que fue replicada en muchos lugares en México y en el mundo.
La presión logró que se liberaran a los nueve presos. Sin embargo, en vez de entregarlos a las mujeres, los subieron a dos camionetas del gobierno, sin placas, sin informarles a dónde se disponían a llevarlos. Entre burlas y ofensas por parte de los hombres de la comunidad, las mujeres exigieron que se les informara a dónde los llevarían. El agente del gobierno dijo que a la cabecera municipal de Chenalhó. Conscientes del peligro de secuestro, las mujeres dijeron que no.
Guadalupe Vázquez, una de las mujeres presentes, sobreviviente de la masacre de Acteal y concejala del Concejo Indígena de Gobierno, relató lo sucedido.
Se dirigieron entonces al crucero Majomut, donde se les unieron otras integrantes de Las Abejas, que se movilizaron desde Acteal junto con miembros de organizaciones solidarias y de los medios libres. Allí, mujeres y niños impidieron el paso de las camionetas y forzaron a los representantes del gobierno a liberar a los presos y a acordar la creación de una mesa de diálogo.
Ya en Acteal, se celebró una ceremonia de agradecimiento. Agradecer a Dios, agradecer a las organizaciones e individuos solidarios, agradecer a la fuerza de las mujeres, a la perseverancia de la organización, a la vida. Agradecer.
En Acteal, esa noche, el espíritu colectivo había vencido a la violencia. Con su dignidad, con su sencillez, con su organización, con su valor, las mujeres de Acteal nos enseñaban que es posible enfrentar el odio, la violencia y el terror no con más odio y más violencia, sino con organización, amor y dignidad.
Fotos: Regeneración Radio, Las Abejas, Radio Zapatista
Texto y audios: Radio Zapatista
Videos: Medios libres
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
10 de enero del 2018.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Después de más de 96 horas de estar secuestrado nuestro compañero José Vázquez Entzín y los 8 compañeros quienes también estuvieron más de 50 horas privados arbitrariamente de su libertad por la gente partidista y autoridades de la comunidad “Río Jordán”, fueron liberados ayer a las 8 de la noche, gracias a la presión de la sociedad civil y de muchas personas de buena voluntad quienes trabajan por la paz y la justicia.
Queremos agradecerles de corazón por sus rezos y oraciones unidos a los nuestros. Nos dimos cuenta que organizados se hace grande nuestra fuerza, que la paciencia y la organización derriba cualquier muro de mentiras e impunidad.
Gracias a las hermanas y hermanos del Congreso Nacional Indígena, al Concejo Indígena de Gobierno, a las y los concejales y nuestra Vocera María de Jesús Patricio Martínez por su solidaridad y denuncia contra la represión del que fuimos víctimas.
Gracias a las compañeras y compañeros del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas por apoyarnos y abogar por nuestra libertad, incondicionalmente.
En Bolivia, Machi Francisca Linconao toma la palabra
(La fuerza de Tralkan)
A pesar del revuelo y especulaciones, varias de ellas con aire racista, en la prensa y el ámbito político en Chile sobre la llegada de Machi Francisca Linconao a Bolivia, ella estuvo aquí la anterior semana simplemente porque tiene el derecho de viajar a donde quiera, después de haber sido absuelta por segunda vez en el caso Luchsinger-Mackay.
Francisca Linconao, Machi de la Lof Rahue, en Temuco, accedió a brindarnos un testimonio sobre su vida en estos últimos años. La vida de una mujer mapuche, autoridad espiritual de su comunidad, en la cual podemos ver reflejadas de muchas maneras la vida y la lucha en Bolivia de mujeres en comunidades indígenas que están siendo amenazadas en su propia existencia por actividades extractivas, expansión de monocultivos, proyectos de mega infraestructura, mineros o petroleros.
Machi Francisca, fue la primera mujer mapuche en interponer y ganar un Recurso de Protección el 2009, haciendo cumplir por vez primera en Chile el convenio 169.
Para muchos de nosotrxs, el nombre de Francisca Linconao, fue desconocido hasta varios años después, cuando la prensa difundió la noticia sobre su primera detención en enero de 2013 por el caso de la muerte del matrimonio Luchsinger Mackay.
Antes de que medios corporativos y el estado chileno a través de la Ley Antiterrorista, vincularan e inculparan a la Machi Linconao y otros 10 comuneros mapuche por la muerte de los dos hacendados, la lucha más subterránea de Francisca Linconao se había desarrollado en Temuco, cuando ella decidió proteger las plantas medicinales y los Menokos (o fuentes de agua) de su lof, interponiendo un Recurso de Protección frente a la Forestal Palermo, representada por Alejandro Taladriz.
Francisca Linconao es Machi Tralkan, es decir sus poderes de curación y sanación están ligados al trueno. Su victoria frente a una forestal que realizaba la tala ilegal de árboles, la plantación de especies nocivas como los pinos y eucaliptos, que afectaron los bosques nativos y los manantiales de la comunidad, no solo es la victoria de sus conocimientos de sanadora frente al poder de las empresas forestales, sino una de las claves, nos dice la Machi, para entender la persecución posterior que aún continúa enfrentando.
Ella, que ganó un recurso de protección a una forestal, y ahora, por decisión del poder judicial y presión de la familia Luchsinger, a sus 61 años, habiendo sido absuelta dos veces, deberá recomenzar por tercera vez el proceso legal por el mismo caso.