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3 años de la siembra de la niña Antonia. Continúan los despojos y el desplazamiento
Del 21 al 23 de marzo de 2018 por tercer año consecutivo las familias desplazadas de Banavil retornaron temporalmente para recordar la siembra de la niña Antonia, quien perdiera la vida en condiciones de desplazamiento forzado el pasado 21 de febrero de 2015 en medio de discriminación y una atención médica precaria en el hospital de Las Culturas en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Sus hermanas Lucia, Petrona y María, así como sus primos y primas Alonso, Lorenzo, Miguel y Petrona junto a sus tías, tíos y su abuela Antonia rezaron junto a acompañantes de la Sociedad Civil Nacional e internacional.
El pequeño Lorenzo se detiene un momento para regalarnos una fotografía.
El regreso a sus tierras para recordar a Antonia se da en medio de nuevos despojos de sus tierras, de nueva cuenta actores que les desplazaron hace 6 años están repartiendo ilegalmente 5 hectáreas y media de tierras en el ejido Santa Rosa, propiedad de Lorenzo López Girón y Alonso López Luna, éste último cabeza de las familias desaparecido desde el 4 de diciembre del 2011.
La experiencia de vida de las familias de Banavil está relacionada con la oposición política en los Altos de Chiapas por lo menos desde la década de los noventa, primero afiliados al Partido de la Revolución Democrática (PRD), para pasar en 1996 a incorporarse como Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN). Junto a indígenas sin tierras llevaron a cabo acciones de recuperación en medio del alzamiento, en donde recuperaron las 5 hectáreas y media en Santa Rosa, que después serían legalizadas y se convertirían en ejido en 1997 como apuesta gubernamental para calmar los ánimos en los pueblos.
Lorenzo López Girón visto a través de un vidrio quebrado durante las agresiones que les llevaron al desplazamiento.
Enseguida se inaugura un proceso de violencia que fue impulsado por las discordias que causó el reconocimiento oficial de sus tierras, y en medio de un intenso “bombardeo” de programas sociales que beneficiaron alrededor de 30 familias, pero sobre todo a un grupo de personas que posteriormente desembocaría en la constitución de un grupo de carácter clientelar con rasgos caciquiles que actúa por encomienda del gobierno municipal y estatal, hostigando y amenazando a las familias zapatistas y sus simpatizantes.
Apartir de la cooptación de las personas en la comunidad, en el año 2000 salieron las familias del Paraje adscritas al zapatismo. Una parte de éstas participaron en el proceso de violencia que desembocó en el desplazamiento forzado de las familias López Girón, López Méndez y López Guzmán en el 2011. En medio de este periodo se presentaron diversas tensiones y violencias con distintas características: aparentes conflictos al interior de la iglesia, continuas multas de autoridades comunitarias, montajes jurídicos avalados por la asamblea de la comunidad, amenazas, expulsiones a las niñas de la escuela primaria y finalmente el desplazamiento.
Dentro de quienes llevaron a cabo este largo proceso de violencias se encuentra Pedro Méndez López, actual comisariado del ejido Santa Rosa. Junto a Agustín Guzmán Méndez y Diego Méndez López, así como sus cuñados Miguel Guzmán Méndez, y Agustín Guzmán Méndez, a partir del 16 de septiembre de 2017 reactivaron los hostigamientos y despojos en contra de las familias desplazadas de Banavil. Talaron 4 árboles en las tierras de la familia López Girón, cuyos titulares son Alonso, padre de familia y Lorenzo, su hijo, denunciaron las familias desplazadas en un comunicado el pasado 23 de octubre de ese mismo año. Las tierras están siendo repartidas entre personas del ejido, iniciando un nuevo despojo de sus tierras de las familias desplazadas de Banavil.
A su llegada, la señora Antonia recolecta flores de mostaza para la comida que serán acompañadas con frijol.
No sé que es lo que pensaron, no sé dónde encontraron la idea, empezaron a partir nuestro terreno, nuestro terreno y su tierra de mi papá. Y lo partieron, hicieron un callejón pero no sé qué tanto de lo hicieron el callejón, lo limpiaron, no sé porque no podemos entrar en Santa Rosa y de ahí empezaron a cortar el árbol y enseguida empezaron a destruir nuestra casa ahí y ya no tenemos casa ahí y no podemos entrar, así empezó el mes de septiembre. Empezamos a denunciar, giramos oficio en delegado de gobierno, presidente municipal, juez de paz de Tenejapa, pero como que no lo quieren, está cómplices el juez. Lorenzo López Girón.
Pedro Méndez López ha sido parte del proceso de violencias que han vivido las familias de Banavil por mantenerse en resistencia sin recibir apoyos gubernamentales. Junto a Alonso López Ramírez, actualmente recluido en el CERESO No. 5 de San Cristóbal de Las Casas, en el año 2003 iniciaron los hostigamientos en contra de la familia López Girón, hasta la fecha siguen haciendo activos, cubiertos de la anuencia de las autoridades municipales y estatales, respondiendo con despojos y amenazas a la lucha por justicia, verdad y retorno que exigen las familias desplazadas desde hace 6 años de Banavil.
María, madre de la pequeña Antonia, frente a su tumba después del rezo.
Pedro Méndez López ha sido parte del proceso de violencias que han vivido las familias de Banavil por mantenerse en resistencia sin recibir apoyos gubernamentales. Junto a Alonso López Ramírez, actualmente recluido en el CERESO No. 5 de San Cristóbal de Las Casas. En el año 2003 iniciaron los hostigamientos en contra de la familia López Girón, hasta la fecha siguen activos, cubiertos de la anuencia de las autoridades municipales y estatales, respondiendo con despojos y amenazas a la lucha por justicia, verdad y retorno que exigen las familias desplazadas desde hace 6 años de Banavil.
“Esto no se va acabar hasta encontrarlos”
A inicios de febrero, Minerva Bello, a quién Ixchel Cisneros describió “de apariencia frágil, la piel pegada a los huesos y las manos agrietadas por trabajar la tierra y lavar la ropa de siete hijos”*, no alcanzó a ver a su hijo Everardo de vuelta en Omeapa, Guerrero. A casi 41 meses de la desaparación forzada de los 43 de Ayotzinapa, sus madres y sus padres insisten en romper el silencio y el olvido. En su paso por Cuernavaca, Morelos y otros estados del país rumbo a la VI Convención Nacional Popular a celebrarse los días 17 y 18 de marzo, ellxs y la Caravana que encabezan han agradecido el apoyo brindado desde el 2014 pero han señalado que aún hace falta más para seguir exigiendole a la PGR y al gobierno federal que cumplan con las cuatro líneas de investigación propuestas por el GIEI expulsado del país. En su camino, los padres y madres de los 43 han dejado claro que clarificar estas líneas de investigación será vital para poder encontrar a sus hijos:
I. Investigar al Ejército por su participación documentada en la desaparición de los 43.
II. Investigar a los cuerpo policíaco de Huitzuco, pues fue este grupo quien llegó al puente del Chipote para llevarse a estudiantes normalistas deben ser castigados.
III. Investigar la telefonía celular que muestra la ubicación de los policías de Huitzuco, además de que se encontraban activos los celulares de los jóvenes días después de la agresión.
IV. Investigar el trasiego de droga de Iguala a Chicago como móvil principal de la agresión a los normalistas desaparecidos.
“Los padres de los 43 estamos muy unidos y esto no se va a acabar hasta encontrarlos”*, decía Doña Mine…
Testimonio de Don Celso, padre del normalista Emiliano Alen Gaspar de la Cruz (1 min.)
Testimonio de Cristina Bautista, madre del normalista Benjamín Ascencio Bautista (6 ”43 min.)
Testimonio de María Concepción Tlatempa, madre del normalista Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa (3 ”35 min.)
Palabras de Vidulfo Rosales, abogado de los padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa (5 ”30 min.)
Fotografía de Minerva Bello: Scott Brennan, de la serie fotográfica “Los estamos esperando”/Amnistía Internacional
*En Ayotzinapa. La travesía de las tortugas, del colectivo Marchando con letras (Ediciones Proceso, Septiembre 2015)