ASISTE al CompArte por la Humanidad 2017
CIDECI-Unitierra del 23 al 27 de julio
Oventik el 28 y 29 de julio
Regístrate en la cuenta: asistentescomparte2017@ezln.org.mx
Habrá música, danza, artes plásticas, teatro
***TODAS LAS ARTES***
En la página de Enlace Zapatista se anuncia que ya están abiertas las inscripciones al Festival “CompArte por la Humanidad” 2017.
“Elige de qué lado estás, del lado de la razón, o del lado de la fuerza. Obra colectiva de (autodenominado) arte creado por insurgentas e insurgentes del EZLN. Un saludo al CNI-CIG.
Para el ‘Comparte 17’ “
Para el “CompArte por la Humanidad”, a celebrarse del 23 al 29 de julio del 2017 en el caracol de Oventik y el CIDECI-UniTierra, pueden escribir a los siguientes correos:
Reunidos en la Asamblea Constitutiva del Concejo Indígena para México, en el CIDECI – UNITIERRA, Chiapas, los pueblos, naciones y tribus indígenas que conformamos el Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional le decimos al pueblo Wixárika que estamos juntos, que su dolor y su rabia son nuestros también y que el caminar de su lucha histórica es parte de la esperanza que tenemos como país y como mundo.
Repudiamos y condenamos el cobarde asesinato de los compañeros Miguel Vázquez Torres y Agustín Vázquez Torres, de la comunidad Wixárika de Waut+a- San Sebastián Teponahuaxtlán, en el estado de Jalisco el pasado día 20 de mayo del presente año, a manos de sicarios de la delincuencia organizada, que no puso ser sin la complicidad absoluta de los malos gobiernos en todos sus niveles, pues la riqueza de su tierra es ambicionada por los poderes del capital que no conoce límites y usa a sus grupos narcoparamilitares para tratar de desmantelar una organización tan ejemplar como la que tienen los Wixaritari.
Sabemos que no lo lograran, porque no lo han hecho ni lo harán nunca, porque del tejido que mantiene vivo a los pueblos originarios sostiene también la esperanza que estamos, juntos, construyendo para que un nuevo mundo nazca de la resistencia, la rebeldía y la determinación de seguir existiendo.
Saludamos la ejemplar defensa de su territorio que encabezó el compañero Miguel, sin dar un paso atrás y las veredas que la comunidad de San Sebastián está dando por recuperar cerca de 10mil hectáreas invadidas por ganaderos, supuestos pequeños propietarios de Huajimic, Nayarit, cobijados por la determinación de los gobiernos capitalistas de fingir que dialoga mientras viene sembrando una salida sangrienta a este conflicto, disfrazándolo de cárteles de la droga, de indefinición de límites estatales o municipales, de mesas mentirosas de trabajo, de entrampados procedimientos judiciales o de supuestas limitaciones presupuestales.
Al pueblo de México
A los pueblos del Mundo
A los medios de comunicación
A la Sexta Nacional e Internacional
Desde la Asamblea Constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno, donde nos dimos cita pueblos, comunidades, naciones y tribus del Congreso Nacional Indígena: Apache, Amuzgo, Chatino, Chichimeca, Chinanteco, Chol, Chontal de Oaxaca, Chontal de Tabasco, Coca, Cuicateco, Mestizo, Hñähñü, Ñathö, Ñuhhü, Ikoots, Kumiai, Lakota, Mam, Matlazinca, Maya, Mayo, Mazahua, Mazateco, Me`phaa, Mixe, Mixe-Popoluca, Mixteco, Mochó, Nahua o Mexicano, Nayeri, Popoluca, Purépecha, Q´anjob´al, Rarámuri, Tének, Tepehua, Tlahuica, Tohono Odham, Tojolabal, Totonaco, Triqui, Tseltal, Tsotsil, Wixárika, Xi´iuy, Yaqui, Binniza, Zoque, Akimel O´otham, Comkaac decimos al mundo nuestra palabra urgente.
LA GUERRA QUE VIVIMOS Y ENFRENTAMOS
Nos encontramos en un grave momento de violencia, de miedo, de luto y de rabia, por la agudización de la guerra capitalista en contra de todas y todos en el territorio nacional. Vemos el asesinato de mujeres, por el hecho de ser mujeres, de niños por el hecho de ser niños, de pueblos por el hecho de ser pueblos.
La clase política se ha empecinado en hacer del Estado una corporación que vende la tierra que es de los pueblos originarios, campesinos, urbanos, que vende a las personas como si fueran una mercancía que se mata y se entierra como materia prima de los cárteles de la droga, para venderlas a las empresas capitalistas que los exploten hasta que enfermen o mueran, de venderlas en partes para el mercado ilegal de órganos.
El dolor de los familiares de desaparecidos y su decisión de encontrarlos a pesar de que los gobiernos estén empecinados en que no los encuentren, pues junto con ellos, también va apareciendo la pudrición que manda en este país.
Gracias compañeras y compañeros de México y del mundo.
Gracias hermanas y hermanos de México y del mundo.
Gracias les digo porque hicieron un gran esfuerzo por escucharnos estos días y esfuerzo por llegar y esfuerzo por regresar, no es cualquier cosa eso.
Dijimos muchas palabras los ponentes, les toca cernir para ver cuál le sirve para organizarse, trabajar y luchar, haya donde viven.
Sólo les insistimos, El mundo los van a convertir, en sus fincas, el capitalismo.
Eso, nos está diciendo, que tenemos que organizarnos, luchar y trabajar nosotras y nosotros los pobres en el mundo.
Ya vimos, ya entendimos y ya dijimos tantas y tantas veces, como nos tienen el capitalismo, haya en nuestros pueblos donde vivimos cadi quien, o sea en el país donde vivimos, o sea en el continente donde somos.
“En Chiapas, los indígenas están igual o peor que antes del alzamiento zapatista”, reiteran los medios de paga cada que su caporal se los indica.
Hace 23 años, de diversas partes del mundo llegó “ayuda humanitaria”. Los indígenas zapatistas entendimos entonces que no era limosna lo que nos mandaban, sino apoyo para resistencia y rebeldía. En lugar de zamparnos todo o venderlo, como hacen los partidistas, con esos apoyos fuimos levantando escuelas, hospitales, proyectos para la autogestión. Poco a poco y no sin problemas, dificultades y errores, construimos las bases materiales para nuestra libertad.
Ayer hemos escuchado al Subcomandante Insurgente Moisés decirnos que las comunidades indígenas zapatistas se organizaron no para pedir ayuda, sino para apoyar a otra gente en otra tierra, con otra lengua y cultura, con otro rostro, con otro modo, para que resista. Nos ha platicado el proceso seguido para cumplir con eso. Cualquier que haya escuchado sus palabras puede decir, y no se equivocaría, que lo que se ve en ese largo camino que va del cafetal a este kilo de café empacado, hay una constante: organización.
Pero volvamos a 1994-1996.
Conforme llegaban mujeres, hombres y otroas de diversos rincones del México y del mundo, las zapatistas, los zapatistas entendimos que, en ese calendario, no era una geografía específica la que nos tendía la mano y el corazón.
Buenas tardes o buenos días a los que nos escuchan en el mundo.
Lo que les voy a platicar compañeros, compañeras, hermanos y hermanas aquí presentes y los que nos ven en otro lado… Lo que yo les platico no es lo que yo creo, sino de lo que creen las compañeras y los compañeros bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Las compañeras y los compañeros que aquí están al lado nuestro hemos entendido de que somos el apoyo de las miles de compañeras bases de apoyo; somos apoyo de ellos, de los miles de compañeros bases de apoyo. Así lo hemos definido últimamente porque les pasamos lo que vemos, lo que escuchamos, lo que llegamos a saber. Y ¿qué es eso de lo que llegamos a saber o que llegamos a escuchar? Es el muro del Trump.
Cuando empezamos a escucharlo eso, cuando empezamos a saber cómo está eso, nos reunimos con las compañeras del Comité Clandestino Revolucionario Indígena y con los compañeros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena y empezamos a platicar de lo que les pasa a los hermanos y hermanas migrantes que están en Estados Unidos.
Como siempre, las compañeras comandantas, los compañeros comandantes, somos parte de ellos. Eso es lo que dijeron. Y entonces, son iguales que nosotros, que nosotras, dicen. Pero está muy cabrón lo que les va a pasar, porque esos hermanos y hermanas migrantes no fueron porque quisieron, fueron porque entonces ya les está apretando la vida de su pueblo o en la finca de donde estaba (para ya no decir país).
Entonces, no tienen nada. Y si tenía algo, lo tuvo que vender o lo tuvo que empeñar, para tener el dinero y irse pues en Estados Unidos, porque ahí se piensa que ahí hay trabajo.
Hace unos meses, el Subcomandante Insurgente Moisés me dijo una síntesis de lo que ahora les ha contado a ustedes con más extensión y sustento.
Tal vez sin proponérselo, había él detectado una línea de tensión entre el pasado y la tormenta que ya está.
Esa madrugada, después de escuchar las historias que, en voz del SupMoy, contaron los más antiguos de nuestros compañeros, regresé a mi champa. De todas formas una lluvia, fuera de temporada, comenzaba a azotar el techo de lámina y era ya imposible escuchar nada que no fuera la tormenta.
Volví a hurgar en el baúl que me encargó el SupMarcos porque me pareció haber visto un texto que algo podría referir a lo que acababa de escuchar.
Revisar esos escritos no es fácil, créanme. La mayoría de los textos que se amontonan con desorden dentro del recipiente van del año 1983 al primero de enero de 1994, y, cuando menos hasta 1992, se ve que el Sup no sólo no tenía computadora, tampoco una máquina de escribir mecánica. Así que los textos están manuscritos en hojas de todos los tamaños. La letra del finado distaba de ser legible de por sí, así que agregue usted a eso la mella del tiempo en la montaña, la humedad y las manchas y quemaduras de tabaco.
Hay ahí de todo. Por ejemplo, encontré el original manuscrito de las órdenes operativas para las distintas unidades militares zapatistas la víspera del alzamiento. No sólo vienen las plantillas de las unidades, también cada operación detallada con una minuciosidad que devela una preparación de años.
Buenas noches, buenas tardes, buenos días, según adónde nos escuchan.
Hermanos, hermanas, compañeros, compañeras:
Lo que les voy a platicar no es lo que creo, sino lo que nos platicaron nuestros bisabuelos y abuelos y bisabuelas y abuelas.
Platiqué con uno de nuestros bisabuelos que, él dice, que tiene 140 años. Según yo, mi calculo, por ahí de los 125 años. Tiene que uno estar ya muy pegado en el oído, para que te escucha lo que le preguntas.
Más o menos como veinte y tantos, entre bisabuelos y bisabuelas, que platiqué con ellos. Les estuvimos preguntando –porque estaban ahí compañeros del Comité Clandestino también—y, entonces, resulta que la parte que como estaba diciendo el Sub Galeano, viene una parte real de lo que nos platicaron ellos y ellas.
Por ejemplo, la teja que le hacían antes a los finqueros –o sea los dueños de las haciendas, los hacendados, el patrón como dicen ellos–, tienen por tarea que tienen que entrar costales de excremento del caballo. Y eso lo secan. Después de haber secado, los hacen polvo con un garrote de palo, los abollan. Y para eso, entonces, lo mezclan con el lodo para hacer la teja, para hacer los ladrillos o los adobes con los que se les construyó su casa a los patrones, los hacendados.
El bisabuelo dice que él se acuerda, porque es por tarea. Tarea quiere decir que tienen que entregar tantos costales cada uno de ellos. Lo que hacían es que aun cuando hace ratito había deshecho el caballo, la tienen que traer, escurriendo el agua en sus espaldas. La cosa es que es de entregar los costales de tarea que pide el patrón.