justicia
“EZLN: no están sol@s”, un mensaje solidario global
Jornada de movilización global contra los proyectos de destrucción y en defensa de la madre tierra, CDMX. Foto: RZ.
Ciudad de México, 25 de enero 2019.
Texto, audios y fotos: Colectivo RZ.
Quien habite el palacio nacional que enmarca el zócalo de la Ciudad de México habrá podido leer desde sus ventanas una frase pintada a brochazos en el arroyo vehicular con grandes letras blancas: #EZLNNoEstánSolos. Decenas de manos rebeldes la estamparon en el pavimento justo cuando nacía una tarde soleada de cielo clarísimo que acompañaba a una pequeña multitud de personas convencidas de que los megaproyectos que enarbola el actual gobierno de México sólo traerán consigo destrucción.
La “Jornada de movilización global contra los proyectos de destrucción y en defensa de la madre tierra”, convocada desde las Redes de Resistencia y Rebeldía para este 25 de enero, responde al mensaje lanzado por el zapatismo el pasado 31 de diciembre, cuando el Subcomandante Insurgente Moisés se dirigió al Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el 25 aniversario de su levantamiento. En ese mensaje, el Sub Moi lanzó fuertes críticas a proyectos impulsados por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como el tren maya y la guardia nacional, al tiempo que enfatizaba una y otra vez que el zapatismo está solo. Como respuesta inmediata a su mensaje, miles de voces en diversos países se unieron a la crítica y decidieron organizarse para buscar maneras de hacer sentir al EZLN, y a ellas mismas, que la solidaridad global con la lucha zapatista y la necesidad de organización propia están de pie.
Comunidad Otomí en resistencia ante el sismo y desalojo en la CDMX
El pasado 19 de septiembre un grupo de sujetos sin identificar (cargadores y golpeadores), acompañados por un cuerpo de 400 granaderos, desalojaron a la comunidad Otomí quienes mantenían un campamento en las calles de Roma 18 y Liverpool en la delegación Cuauhtémoc de la CDMX. El violento desalojo dejó 15 personas de la comunidad heridas, la destrucción del campamento y el robo de pertenencias, entre éstas, la mercancía que la comunidad vendía para el sostén sus familias. Cabe señalar que la comunidad Otomí mantenía la posesión del inmueble desde hace aproximadamente 15 años. Tras el sismo del 19 de septiembre del 2017, el inmueble fue dañado y presenta riesgo de colapso, por lo que las 70 familias que habitaban el espacio desde hace más de 365 días, instalaron un campamento en las puertas del predio.
El desalojo tuvo lugar mientras se realizaban los preparativos para el mega simulacro, se rememoraba la solidaridad de la sociedad civil, se recordaba a los que “no debieron morir” y se alistaban las manifestaciones en el marco de la exigencia de reconstrucción por parte de los damnificados unidos; quienes tras un año de lucha, han ventilado la ambición de las inmobiliarias al pretender lucrar con la tragedia y han evidenciado la falta de transparencia del gobierno local y federal, en la administración y distribución de los recursos.
Tras el desalojo, la Policía Bancaria Industrial PBI resguarda el interior del inmueble: las rocas, los muros derrumbados, la basura acumulada y las ventanas, son su misión. En la periferia del predio; la comunidad se organiza, prepara la olla común, cuida a sus heridos, convoca a asamblea, distribuye comisiones, participa en las movilizaciones e intenta recuperar lo que les fue arrebatado.