Acteal
Las Abejas se deslindan de entrevista de Eugenio Bermejillo
Organización de la Sociedad Civil Las Abejas
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Chenalho, Chiapas, México.
28 de noviembre de 2011
A todas las Organizaciones Sociales y Políticas
A todos los Defensores de los Derechos Humanos
A la prensa Nacional e Internacional.
A la Sociedad Civil
A la Otra Campaña y
A la Opinión Pública
Hermanos y hermanas
A través de este comunicado la organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal se manifiesta enérgicamente contra una entrevista que realizó Eugenio Bermejillo director de la organización “Red de Comunicadores Boca de Polen” en las instalaciones de Radio UNAM como parte del programa “Chiapas expediente Nacional”, a Sebastián Gómez Pérez, a quien presentó como “Presidente de la Mesa Directiva de la Sociedad Civil Las Abejas”. Al respecto vamos a dar explicaciones y queremos recordarles que no es la primera vez que este grupo se hace pasar por la organización Las Abejas e intenta confundir a la sociedad nacional e internacional con intereses políticos y económicos.
Por lo tanto aclaramos lo siguiente:
- El señor Eugenio Bermejillo bien sabe y se le notificó en persona, que en el año de 2008 un grupo de “líderes” de Las Abejas dividieron a nuestra Organización y en consecuencia los sobrevivientes de Acteal y la mesa directiva en ese momento dieron a conocer públicamente en un comunicado que ese grupo de personas de ninguna manera podría hablar ya en nombre de la Sociedad Civil Las Abejas en cualquier situación y circunstancias.
- Como Eugenio Bermejillo mencionó en dicha entrevista realizada a Sebastián Gómez, el proyecto de la radio comunitaria Radio Chanul Pom próximamente celebrará 10 años de transmisión. Esa radio ya no pertence a Las Abejas, Eugenio sabe muy bien eso, porque la mesa directiva de Las Abejas del periodo 2008 fue a decirle que ya no apoyara a ese proyecto porque dejó de ser de Las Abejas, y Eugenio decidió seguir trabajando con ese proyecto sabiendo las causas del conflicto interno en nuestra Organización y en la zona de Chenalhó.
- Como dijimos al principio no es la primera vez que el grupo de Sebastián Gómez manipula y usa a su antojo el nombre de Las Abejas, sino, que en varias ocasiones lo utilizan en marchas, en gestiones de proyectos o programas asistencialistas del mal gobierno de Juan Sabines Guerrero, y cuántas veces no hemos protestado y pedido públicamente a este grupo que busque otro nombre a su organización, y ya así que hiciera lo que considerara adecuado, pero sin confundir a la gente.
- Cuando este grupo se separó de la lucha verdadera de Las Abejas, sus integrantes actuaron como los políticos mañosos, registrando “legalmente” el nombre de Las Abejas, denominándola “Las Abejas, A.C.”. Para las personas que no han tenido información verdadera del contexto de este conflicto interno de Las Abejas, el objetivo de este grupo al registrar el nombre de Las Abejas, es conseguir poder con intensiones electorales, beneficios económicos y un trato especial con el gobernador Sabines. Y que los nombres de esos “líderes” que manipularon y lo siguen haciendo con sus “representados”, son: Agustín Vázquez Ruiz, José Vázquez Pérez, Sebastián Gómez (presentado por Eugenio como presidente de la Sociedad Civil Las Abejas)
- Aunque pareciera igual el nombre del grupo de Sebastián con la de nuestra Organización, en realidad para nada coincide nuestros objetivos, misión, visión, filosofía y metas.
Está muy claro que Eugenio Bermejillo director de “Boca de Polen”, ayuda a que en la organización Las Abejas siga habiendo confusiones y alimenta a una política de contrainsurgencia, que es lo que busca el mal gobierno estatal y federal, con el fin de olvidar la masacre de Acteal y que lo autores materiales e intelectuales se queden impunes. Eugenio Bermejillo debería haber aclarado que si bien Sebastián Gómez fue presidente de Las Abejas en el 2005, que ahora es presidente del grupo que se separó en el año de 2008, pero, no lo hizo, en cambio habló de que es la segunda vez que ocupa el cargo, intentando confundir con una supuesta continuidad entre el cargo que ocupó en Acteal y la organización a la que actualmente pertenece. Eso nos indigna tajantemente. El señor Sebastián Gómez junto con Agustín y José Vázquez han hecho daño a la lucha de Las Abejas y en especial a la justicia por la masacre de Acteal. Sebastián y sus cómplices aunque aparentan hablar a favor de la justicia y por los derechos humanos, en realidad en su corazón sólo les interesa el poder y el dinero.
En conclusión subrayamos que:
- Sebastián Gómez Pérez no es presidente de Las Abejas, sino que del grupo gobiernista.
- La Radio chanulpom ya no es de Las Abejas.
- Eugenio Bermejillo no apoya a Las Abejas de Acteal que lucha por: justicia, paz, libertad, defensa de la Tierra, Territorio y Recursos Naturales y por la libre determinación de los pueblos originarios. Sino que apoya a un grupo que tiene una relación cercana con el mal gobierno de Sabines que reprime, encarcela a luchadores sociales, que persigue a defensoras y defensores de derechos humanos, etc.
Por todo lo anterior, exigimos:
- a Eugenio Bermejillo aclaración de la entrevista realizada a Sebastián Gómez el pasado 22 de noviembre en Radio UNAM. Y que no use el nombre de nuestra Organización para bajar financiamientos a costa de nuestra lucha.
- Y otra vez le decimos nuestros hermanos de “Las Abejas” gobiernistas ya no usar nuestro nombre. ¿Qué les cuesta cambiar de nombre a su grupo? Pero, si siguen confundiendo a la sociedad, nunca vamos a callarnos. Cuando nació Las Abejas y se le puso ese nombre, es porque las abejas se defienden y cuidan su panal. Si alguien intenta hacerle daño y profanar nuestro panal, aquí estamos los hombres y mujeres, jóvenes, niñas y niños para defenderla, como lo estamos haciendo en este momento.
¡No a la impunidad de quienes hablan de lucha social con fines de lucro!
Atentamente
La Voz de la Sociedad Civil Las Abejas
Firma la Mesa Directiva:
Mariano Pérez Vázquez
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Juan Vázquez Luna |
José Ramón Vázquez Entzín |
Victorio Pérez Paciencia
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Mariano Pérez Sántiz |
Palabras del Movimiento por la Paz al pueblo de Acteal
Difusión Cencos México D.F., 15 de septiembre de 2011
Comunicado
MPJD
Esta noche del 15 de septiembre, una noche en que la memoria de la libertad y de la independencia, está dolida y traicionada, quiero empezar con unos versos del poeta Alberto Blanco: “[…] pertenezco a la tribu/ de los que no tienen tribu;/ o a la tribu de las ovejas negras;/ o a una tribu cuyos ancestros vienen del futuro;/ una tribu que está por llegar/ […]/ […] grande/ […] fuerte, / una tribu donde nadie/ quede fuera de la tribu,/ donde todos,/ todos y siempre/ tengan su santo lugar”. Por esa tribu que somos nosotros y que esta noche traicionada carga con el dolor y la memoria de sus muertos que viven en nosotros pido un minuto de silencio.
Como en 1810, como desde hace 101 años, los mexicanos no hemos dejado de rememorar el grito de Hidalgo que, en medio del dolor y de la sangre, inició la independencia de nuestra nación. Sin embargo, desde hace 17 años, después de que los Acuerdos de San Andrés Larrainzar, que visibilizaron y dignificaron a aquellos con los que la independencia tenía un largo pendiente, se traicionaron y se coronaron con la infamante masacre de Acteal y con de de muchas de dulces y hermosas Abejas, el grito se vació de contenido. Esa traición, en nombre del capital, del liberalismo económico, de los valores de cambio sobre los valores de uso, del dinero sobre los ámbitos de comunidad, fundados en la sacralidad de la tierra, en la proporción y la memoria; esa traición que ha reducido los territorios y las personas a “recursos materiales” y “recursos humanos” explotables, mmanipulables, miserabilizables, como presindibles, ha redundado en el horror de una guerra que, impuesta por el gobierno norteamericano para proteger su alto consumo de droga, y decretada y avalada irresponsablemente por el gobierno de México, tiene desgarrada a la nación.
En ella, los ciudadanos –que no la hicimos ni la queremos– hemos ido perdiendo, como ha sucesido en el mundo indígena, a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros hermanos. Sesenta mil muertos, más de 10 mil desaparecidos, más de 120 mil desplazados, que se suman a los miles de muertos y de desplazados de los pueblos indios, y que día con día acrecientan su número –simplemente desde el diálogo que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad sostuvo el 23 de junio con el Presidente de la República, al 9 de septiembre, es decir, menos de tres meses después, se han sumado a las miles de víctimas que visibilizamos, 2867 nuevos asesinatos– son el saldo de una guerra en donde, como un lodo en el que el agua y la tierra están mezcladas, se han borrado las fronteras entre los criminales y los gobernantes.
Bajo ese horror, el grito de independencia se ha vuelto impronunciable. Hoy no podemos gritar Viva México porque en nombre de los intereses globales de un país extranjero tenemos una guerra en donde se secuestra a nuestros hijos e hijas, se les desaparece, se les viola, se les asesina o se les corrompe; no podemos pronunciar el nombre de los héroes que nos dieron patria porque a falta de un tejido social, que la clase política y el desprecio de los poderes fácticos ha ido desgarrado, nuestros jóvenes y niños tienen destruido y cerrado su futuro, que es el futuro del país; no podemos gritar porque cargamos a cuestas el nombre de nuestros muertos que la frialdad del Estado –el más frío de los monstruos fríos– ha querido borrar bajo la criminalización, la estadística y el deprecio que insulta con el epíteto de “bajas colaterales”; no podemos gritar porque la corrupción de la clase política y la impunidad, ha perdido la vocación fundamental del Estado que es cuidar la seguridad de los hijos e hijas de la patria y a causa de ello millones de nosotros vivimos en el terror y en la miseria; no podemos gritar porque hoy ningún ciudadano puede transitar por sus espacios públicos o poner un negocio o cultivar su tierra sin correr el riesgo de ser levantado, extorsionado, despojado o asesinado; no podemos gritar porque los ministerios públicos no sólo no hacen justicia a la víctimas, sino que, bajo este lodo en el que se ha convertido el suelo del país, se les desprecia e incluso se les amenaza, porque la delincuencia que habita en muchos funcionarios y miembros de partido que han hecho de la noble palabra gobernar un forma de delinquir, de expoliar a la nación y de vincularse con el crimen organizado, permanecen impunes, protegidos por la propia clase política, mientras las cárceles están repletas en su mayoría de hombres y mujeres cuyos delitos son acaso faltas morales, delitos del hambre o disidencias políticas; no podemos gritar porque el gobierno, al igual que los delincuentes del crimen organizado, sólo tienen imaginación para la violencia y quieren militarizar el país como una falsa garantía de paz; no podemos gritar porque el latido del corazón de la patria está desacompasado y, hundidos en un pantano hecho de miseria y despojo, ya no sentimos su suelo bajo nuestros pies.
Por eso hoy, este 15 de septiembre de 2011, guardamos silencio, como lo hicimos durante la marcha rumbo a la Ciudad de México. Ese silencio grita que nuestra independencia está traicionada, que la sangre de nuestros héroes –en la sangre de los hijos y las hijas de la patria, que la corrupción del Estado y los señores de la muerte han negado– está humillada, que los gritos de independencia que los poderes gritan hoy en las plazas vacías es una mentira que nos humilla a todos; ese silencio grita que necesitamos una ley de seguridad ciudadana y humana que haga la paz y no continúe la guerra, que necesitamos visibilizar a las víctimas y, mediante una buena procuraduría de atención a ellas y una comisión de la verdad, darles la justicia y el acompañamiento que les hemos negado, que necesitamos la memoria de todos nuestros muertos y retejer entre todos el tejido desgarrado de la nación, que necesitamos, por lo mismo, respetar los Acuerdos de San Andrés que los intereses del mercado y la miopía de un Estado sin sustancia han traicionado y repensar un mundo en el que, como es el mundo de las Abejas de Acteal, bajo la proporción y el límite puedan caber muchos mundos. Nuestro silencio grita hoy en este lugar que entre todos debemos hacer la paz con justicia y dignidad, una paz que sólo puede nacer de la humildad, del amor, de lo pequeño e inestable como el pueblo de Acteal y esta Caravana que hoy llegó a estas tierras para abrazarlos y consolarnos, para retejer junto con el norte el manto desgarrado y humillado de la patria.
Nosotros somos junto con ustedes los hijos y las hijas de la patria dolida y traicionada, los más pequeños, los pobres, los desconsolados, los humillados, los negados, somos, junto con ustedes y todos los olvidados de la historia, escalera, puente que viene desde la frontera norte del país a unir, no a separar, a servir, no a servirse, a mostrar con ustedes y todos los hombres y mujeres dignos, el corazón dolido de la patria que en la presencia de todos los que, como hoy, nos han acogido, amado, consolado, muestra la paz, el amor y la libertad que queremos, esa paz, ese amor y esa libertad que no hemos dejado de mostrar durante siglos de andar, como antorchas, bajo la noche de quienes quieren reinar con la muerte; somos los hijos y las hijas de “una tribu [que ya llegó] y está por llegar/ […]/ una tribu donde nadie/ quede fuera de la tribu,/ donde todos,/ todos y siempre/ tengan” el santo lugar que llevamos en nuestro corazón como una presencia y una promesa de lo que somos.
Que nuestro silencio resuene durante cinco minutos, en este lugar del dolor y del amor que en la reunión de las víctimas representa los inmensos dolores y reclamos de nuestra patria.
Acteal, Chiapas
15 de Septiembre de 2011.
Movimiento por la Paz Con Justicia y Dignidad
Información difundida por el Área de Comunicación y Visibilidad de Cencos