“La vagina contraataca”, o la insolencia del feminismo callejero
Muchacha en el “tetazo”, Argentina, feb 2017. Foto: lamula.pe.
Por: Eugenia Gutiérrez (colectivo Radio Zapatista).
México, 8 de marzo de 2017.
¿Quiénes son ellas? Irreverentes, impúdicas, libres. Salen a las calles a gritar indignación, a presentarla sin poses de revista. Redactan cartulinas y pancartas incómodas: “Mi cuerpo, mi territorio”, “Mi vientre, mi decisión”, “Mi vagina, mis reglas… con o sin toalla”, “Quítame tus leyes de encima”.
Otro Día Internacional de la Mujer en Lucha con más razones que nunca. En tanto, millones se organizan sin liderazgos contra un anhelo misógino que crece. Ha pasado un año más y las protestas continúan. Convocan a paros y conferencias. Allí se conocen en el debate de la humillación común y la necesidad de revertirla. Pero es en las calles donde somos iguales y nos hermanamos. Día con día, en decenas de ciudades se marcha de manera multitudinaria, ya sea contra el feminicidio y las agresiones sexuales o a favor de la soberanía del cuerpo, del placer sexual, de los derechos reproductivos y de la sencilla libertad de amamantar a una criatura donde se nos hinche un ovario. En todas las movilizaciones se cruzan dos ejes, la crítica a la hipocresía capitalista que mercantiliza el cuerpo femenino controlado y la solidaridad que se compromete con la gama más amplia de derechos a nivel mundial, contra el racismo, la xenofobia, la homofobia y el clasismo: “Mi útero no es propiedad pública”, “Les molesta la teta que no pueden vender”, “Sin mujeres libres no hay pueblos libres”.