A 5 meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se intensifica la estrategia contrainsurgente a Pueblos Originarios BAEZLN.
A 5 años de la impune ejecución extrajudicial de José Luis Solís López,(1) maestro Galeano, durante una agresión al proyecto autónomo zapatista, en la comunidad de La Realidad, el Estado mexicano reafirma su apuesta por la guerra en una región donde Pueblos Originarios construyen Vida Digna.
Desde diciembre de 2018, el Estado mexicano incrementó la militarización a territorios de Pueblos Originarios Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN) especialmente en la región de la Selva Lacandona,(2) como parte de la continuación de la estrategia contrainsurgente para erosionar proyectos de autonomía en Chiapas, México.
El Centro de derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), a través de la documentación que realizan las Brigadas Civiles de Observación (BriCO), registró que desde fines del 2018, se duplicó el número de incursiones del Ejército mexicano a la sede de la Junta de Buen Gobierno (JBG) Hacia la Esperanza, en el Caracol de La Realidad (Municipio oficial de Las Margaritas). Las BriCo observaron 19 patrullajes terrestres, (con soldados armados con metralletas) y 5 sobrevuelos desde helicópteros, de enero a abril de 2019. Preocupante es la regularización de los sobrevuelos a las comunidades y el aumento de los movimientos militares en el último mes.(3)
Las incursiones militares constituyen actos de intimidación y hostigamiento en contra de los Pueblos Originarios zapatistas en resistencia, significan una agresión a su derecho a la autonomía y representan un riesgo a la vida, integridad y seguridad de toda la población: «Se observó que los vehículos militares muchas veces pasan a alta velocidad por las comunidades, sin preocuparse de personas, niñas y niños o animales en el camino».
Además en lo que va del presente año, el Frayba registró dos actos de espionaje en contra de las BriCo, en el campamento de observación internacional ubicado en La Realidad. Esta acción vulnera la integridad y seguridad personal de quienes realizan monitoreo de violaciones de derechos humanos en la región y cuya labor se fundamenta en la Declaración Sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente Reconocidas, de la Organización de Las Naciones Unidas.
El Frayba constata con los datos recabados por las BriCo la denuncia que publicó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en su comunicado del pasado 10 de abril: «En nuestras montañas y valles ha aumentado la presencia militar, policíaca, paramilitar, y de espías, orejas e informantes. Han reaparecido los sobrevuelos de aviones y helicópteros militares, así como de vehículos artillados (4)».
El Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno denunciaron que el pasado 25 y 27 de abril un grupo de personas fuertemente armado irrumpieorn en la comunidad Chol de San José El Bascán, en el municipio de Salto de Agua, Chiapas, agrediendo a uno de los delegados del CNI de esa comunidad. Según la denuncia del CNI-CIG, el grupo está liderado por Artemio Álvaro Vázquez, autoproclamado dueño de las tierras de la comunidad, e incluye autoridades de la comunidad de Tioquipá El Bascán y otras 86 personas, convencidas por medio de promesas de regalo de tierras.
El pasado 13 de octubre de 2018 salió de San Pedro Sula, Honduras, el primer grupo de la llamada “Caravana de migrantes” centroamericanos, conformado por más de 7,000 personas, desplazadas por el contexto de violencia y pobreza generalizadas en Centroamérica. Este grupo estaba integrado por miles de personas con necesidades de protección específicas, entre ellas niñas, niños, adolescentes, familias, mujeres embarazadas, adultos mayores, personas con discapacidades, periodistas, integrantes de la comunidad LGBTTI, víctimas de persecución, sobrevivientes de violencia sexual y de género, defensores y defensoras de derechos humanos. Posteriormente, durante octubre y noviembre, se sumaron otros grupos, complejizando las características de este gran movimiento migratorio, y con ello, los retos para atender a sus necesidades, y defender y garantizar sus derechos humanos.
Este fenómeno, también llamado “Éxodo”, demuestra que la región centroamericana se encuentra ante un nuevo paradigma migratorio. Frente a las políticas de violencia, exclusión y despojo vigentes en los países de origen, las personas salieron de la “clandestinidad” para conformar un sujeto migrante colectivo, con voz propia, que decidió caminar en grupo para reducir los costos y los peligros a los que están usualmente expuestos en la ruta migratoria. Las causas sistémicas que motivan a las personas centroamericanas a partir de sus lugares de origen existen y persisten desde hace muchos años, pero la diferencia en la dinámica migratoria actual se ha dado por la coincidencia de diferentes perfiles sociales y en el número de personas que se han ido movilizando contemporáneamente. La crisis social no es nueva en su centralidad como motor de esta migración. El sistema mortal que la nutre la hace cada vez más virulenta e insoportable, y genera, como en esta ocasión un Éxodo Centroamericano continuo y masivo.
¡Todo el bosque es sagrado! nos dice enérgicamente, pero con los ojos llorosos y la voz entrecortada América Morales, una mujer indígena otomí de la comunidad indígena Otomí de San Francisco Xochicuautla, municipio de Lerma en el Estado de México. Ella, junto con un grupo de comuneros y habitantes que se reivindican como indígenas, enfrentan cotidianamente a los trabajadores de las empresas Autopistas de Vanguardia S.A. de C.V. (Autovan), Constructora Teya, S.A. de C.V. (Teya), –ambas filiales de Grupo Higa– y también recientemente a la constructora Grupo Carso. Las y los comuneros nos dicen que las constructoras han intensificado sus incursiones a la comunidad desde septiembre del 2018 y, específicamente el 25 de marzo de 2019 –día en que pudimos estar presentes– se atrevieron a presentarse en el paraje Zarzamora con un grupo de golpeadores contratados por las mencionadas constructoras. Subversiones pudo constatar que: 1) estos golpeadores no son trabajadores regulares de las constructoras, es decir, no operan maquinaria ni realizan labores de construcción, exclusivamente –dijeron– «venimos a la negociación»; 2) eran alrededor de cuarenta hombres visiblemente agresivos que se estuvieron drogando cómodamente frente a los representantes de las empresas, los medios de comunicación que ahí estábamos y frente a las y los comuneros y habitantes indígenas; 3) amenazaron directamente a las y los comuneros, diciéndoles que «es mejor arreglarse así entre pocos» porque «es como todo, el dinero puede más, si tú me traes 100 yo te traigo 200 y si tú me traes 200 yo te traigo 300».
El largo camino hacia la libertad de Mumia Abu-Jamal ahora se despeja con el retiro de la oposición del Fiscal de Filadelfia Larry Krasner a un dictamen favorable al preso político encarcelado durante más de 37 años.
La superación de este obstáculo significa que el internacionalmente aclamado periodista y escritor puede proceder con la re-argumentación ante la Suprema Corte de Pensilvania de cuatro apelaciones rechazadas por la Corte entre los años 1998 y 2012. Éstas involucran veinte distintas reclamaciones. El éxito lo podría llevar a un nuevo juicio para Mumia por el asesinato del policía Daniel Faulkner en 1981. Su meta es la revocación del veredicto de culpabilidad y su subsecuente libertad.
Es probable que los asuntos tratados en las apelaciones incluyan la declaración del Juez Albert Sabo, “Les voy a ayudar a freír al nigger”, el ocultamiento de la presencia de una cuarta persona en la escena del crimen, la fabricación de pruebas, la intimidación y coacción de testigos, las mentiras de testigos y el sesgo racial en la selección de los integrantes del jurado.
Voces del movimiento
En una conferencia de prensa/mitin celebrada el 18 de abril en Filadelfia, la jefa del movimiento Pam África dio la bienvenida al cambio de postura de Krasner como respuesta a la constante acción del movimiento que exige justicia y libertad para Mumia. En un ambiente revitalizado, también señalo que aparte del renovado proceso de apelación, hay múltiples motivos para que Mumia salga libre ahora mismo, una postura respaldada por todos las y los oradores, quienes llamaron a aumentar las acciones en las calles y en las comunidades para llevar a Mumia a casa.
“En MOVE nunca nos rendimos”, dijo Mike África, hijo. Por eso pudimos llevar a casa a mi madre Debbie y mi padre Mike después de 40 años en prisión. Y por eso, vamos a sacar a nuestro hermano Mumia y los demás también. “No podemos esperar justicia debido a la buena voluntad de ningún juez, fiscal u oficial, pero sabemos que responden a la presión y ésta la vamos a aumentar”.
NotiFrayba: Tortura a Pueblos Originarios en Chiapas ante la ONU
En el Informe alternativo que organizaciones de la sociedad civil entregaremos al CAT, el 25 de abril, en Ginebra Suiza, se evidencia la sistemática Tortura a personas integrantes de pueblos originarios en Chiapas, especialmente durante detenciones arbitrarias y discriminatorias. Escucha el testimonio de Adrian Gómez Jiménez, uno de los 13 presos que iniciaron, el 15 de marzo de 2019 una huelga de hambre desde distintas cárceles y actualmente se encuentra en ayuno parcial:
Como nunca ha querido ni ha sabido mantenerse quieto, en estos dos meses Samir ya estuvo con Zapata en Chinameca e incluso fue a ver a don Goyo y lo convenció de ayudar en la lucha contra el PIM. Así lo cuentan tres compañeras del oriente de Morelos muy cercanas a él. Compañeras en cuyos testimonios palpamos la magnitud de su palabra, de sus acciones, sus sueños y su liderazgo comunitario. Todo ello y una enseñanza –una puesta en práctica- humilde, potente y siempre peligrosa. Una elección de vida que puede definir los pasos y el destino: ser capaz de desobedecer para entonces obedecer a quiénes sí vale la pena obedecer. Dos meses y cien años después, el zapatismo sigue cabalgando. Fracturado, sí, pero con mucho coraje y ganas de hacer realidad y defender los anhelos y las decisiones pactadas en comunidad, como bien lo sabía y hacía Samir en Amilcingo:
Cumplir nuestras locuras
Todavía nos duele mucho, muchísimo. Más porque fueron 15 años al lado de él. En las buenas, en las malas, compartiendo cosas. Locuras. Muchas locuras que se le venían a la cabeza y que las cumplía. Y que de repente teníamos dos niñas, pequeñas apenas, y que en esas locuras pues también las andábamos jalando a ellas, porque desde que nosotros empezamos a vivir juntos pues esta idea traía, creo que ya es algo que lo traía en la sangre. Y me decía “yo voy a hacer esto”, “y no voy a dejar que pase esto”, “ “que voy contra el gobierno”…y yo decía “tú estás loco, ¡cómo crees que vas a hacer esto!” Pero no sé cómo me fue envolviendo en sus locuras. Me fue envolviendo. Mis hijas estaban pequeñas pero asistíamos a marchas. Apoyaba mucho a la Normal de Amilcingo… apoyamos marchas a las que íbamos. Él andaba llevando un pequeño sonido que tenía. Y ahí andábamos con las normalistas. O que había una marcha en Cuautla… y bueno, vamos. Que había que repartir volantes… pues ahí andábamos con mis hijas pequeñas. Y la más grande se ríe porque se acuerda. Andaban pequeñitas y ahí andaban las dos repartiendo volantes. Porque desde entonces él ya tenía eso en la sangre, de defender, de estar ahí. Y como decían las compañeras, la agricultura también. Empezó a descubrir esto de la agricultura orgánica y que había otra forma de cómo cuidar la tierra, de cómo tener una alimentación sana… y bueno, ahí vamos de lleno también con la agricultura orgánica. Siguiéndolo. Y pues era divertido, entre estar ahí haciendo abonos, sembrando de repente con él. Nos reíamos. Y les estoy hablando de la persona, del ser humano que era. Ayudándole ahí de repente … Y pues era muy divertido, aprendimos juntos todo esto de cómo agarrar el amor a la tierra, de cómo cuidarla, de cómo descubrir que hay posibilidades de tener una alimentación sana… y pues enseñarle a nuestros hijos también que la tierra se cuida, y que la tierra también está viva, y que la tierra siente. Y que él sí llevó a cabo esto de Zapata, de que la tierra es de quien la trabaja. Y pues así venimos… Cuando empezamos a escuchar esto del PIM, del gasoducto, de la termoeléctrica, él entonces estaba muy duro con la herrería, y cuando empezamos e escuchar todo esto, y empezaron a llegar los compañeros de Puebla, y a investigar los pueblos por donde iba a pasar el gasoducto, pues yo lo empecé a acompañar …
Es Chinameca y es 10 de abril un siglo después del crimen. Aquí, donde murió asesinado, Zapata quema y nos espabila. El sol abrasador entra por los pies, por la cabeza y hasta por las uñas. Las gargantas secas de los pueblos en lucha y de las organizaciones en resistencia y rebeldía se empapan cuando denuncian otros asesinatos mucho más recientes. Aquí Zapata es anhelo y horizonte. Su recuerdo nos empuja hacia delante. Entre maizales que ya quieren lluvia caminan 134 organizaciones de 28 estados mexicanos y otros cuatro países. Andan a pie la ruta que anduvo Zapata montado en un alazán y acompañado por 15 revolucionarios en 1919. Acostumbradas a seguir andando, voces en lucha exigen un alto al despojo y a la destrucción que generará el Proyecto Integral Morelos con su termoeléctrica. “¡Viva Zapata, vivan los ríos, vivan los bosques!”, van a gritar.
Entreveradas con un festival escolar, decenas de consignas reciben en la puerta de la hacienda a centenares de jóvenes que, mientras marchan, escuchan “¡agua sí, termo no!” y “¡Samir no murió, el gobierno lo mató!”. Desde un templete sencillo, hablan mujeres y hombres del Congreso Nacional Indígena y su Concejo Indígena de Gobierno, del Comité de Padres de Familia de Amilcingo, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos, de la revolución del Kurdistán, de policías comunitarias, de colectivos de música y arte. La vocera del CIG, María de Jesús Patricio Martínez, transmite el mensaje del Subcomandante Insurgente Moisés, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional que nos convoca y aglutina.
En Amilcingo, en Cuautla, en Ayala y en Huexca, Zapata pesa. De ahí el aplomo con que enfrentan su duelo familiares y compas de lucha de Samir Flores Soberanes, asesinado unos días después de que lo marcara con virulencia un presidente que hoy no se atrevió a venir a señalarnos. Al terminar el acto en Chinameca hay que volver a Huexca. En las puertas de una de las dos termoeléctricas que, junto con un acueducto y un gasoducto, contempla el PIM, la protesta se calienta tanto como el entorno. Ahí el dolor se desborda despacio. La poca prisa con que decenas de personas se arremolinan en la puerta cerrada contrasta con la velocidad a la que abandonan la termo quienes ahí trabajan.
Muy lejos de lo profundo, de lo que duele, se busca impulsar un Zapata a modo y una revolución a la medida de franjas sociales que dicen no querer más violencia mientras aplauden el nacimiento de una guardia nacional. En los albores de nuestra militarización permanente, toda la fuerza de los medios de comunicación gubernamentales, toda la ambición de sus instituciones se concentran en inventar una historia donde la muerte es chida porque es light. El fiasco de Museo de la Revolución Mexicana remodelado por Marcelo Ebrard en 2010 nos advierte que sólo se aceptará hablar de procesos que resulten wow. Zapata hípster, Zapata classy, Zapata súper cool. Una revolución que se contempla y se disfruta porque no habla de despojo, desprecio, explotación ni represión.
Pero “quien lucha por la vida no muere”, como dijo una luchadora en Amilcingo el día anterior, donde tanto Zapata como Samir Flores Soberanes estuvieron presentes de una forma muy otra. Allí, en Amilcingo, en la escuela por la que tanto luchó Samir Flores y que ahora lleva su nombre, se celebró una asamblea que congregó al Congreso Nacional Indígena y su Concejo Indígena de Gobierno, a las Redes de Resistencia y Rebeldía, a adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y a más de una centena de organizaciones que luchan por la vida en México y varios otros países. En cinco mesas de trabajo se analizó la presente administración y lo que la supuesta “cuarta transformación” significa para los pueblos. El diagnóstico fue unánime: continuidad. Continuidad de un proyecto neoliberal de nación. Continuidad del desarrollismo, de la privatización del sector energético, del despojo de tierras y territorios, de destrucción del medio ambiente, de una educación orientada a los intereses del capital, de la militarización, de la criminalización de la resistencia y la oposición, del clientelismo, de la devastación.
Y sin embargo, también fue unánime la percepción de que esta administración es aún más peligrosa que las anteriores, pues oculta su verdadera afiliación tras un ropaje de “izquierda” y la apropiación de discursos y formas propias de los pueblos, como las supuestas consultas con las que se pretende legitimar megaproyectos devastadores como el Proyecto Integral Morelos, el Corredor Transístmico y el Tren Maya.
Los pueblos, organizaciones e individuos que participaron en la asamblea acordaron unir fuerzas para enfrentar la amenaza, declarando emergencia nacional ante cualquier intento de imponer megaproyectos que atenten contra los pueblos y sus territorios, construyendo y fortaleciendo la articulación de luchas locales, regionales y nacionales. Y será justamente en el Istmo de Tehuantepec, uno de los territorios más amenazados por los proyectos del capital, donde se realizará la segunda asamblea de esta articulación de fuerzas que se rehúsa a aceptar la versión hipster de una revolución inofensiva porque no cambia nada. “Aquí quien habla es la tierra. Es la voz de la tierra, los ríos, las montañas, los cerros, el manantial —dijo la misma compañera, incansable con sus muchos años a cuestas—. Damos gracias a este lugar, porque lo más hermoso de un pueblo es cuando nos unimos todos. Aquí nos quitamos el yugo… es lo que estamos haciendo.”
En Chinameca y en 10 de abril se mezclan pasado y presente con miras a un mejor futuro porque “en esta tierra se gesta la revolución”. Los pueblos que trabajan por tierra y libertad se organizan en el dolor y la rabia. Desde su templete sencillo se escuchan verdades complejas. “Si no nos unimos y no nos volvemos más rebeldes” nos van a seguir aplastando. Que sepan las empresas que “la tierra está viva y a ella nos debemos”, que aquí, como en el Kurdistán, “las mujeres abren los caminos que el patriarcado les cierra” y que “las ideas no pueden ser detenidas”. Zapata vive, Samir vive. Aquí la lucha sigue. “AMLO no es el dueño” del agua ni de la tierra ni del aire ni del fuego. “No le venimos a hacer la guerra; él nos la hizo a nosotros”. Que le informen “que la dignidad no se vende y que la vida no se negocia”. Aquí “nos faltan 43” y miles más. En esta tierra donde mataron a Zapata y a Samir, “cada gota de nuestro sudor, cada sangre es para generar más conciencia”. Aquí nombramos y recordamos cada asesinato, cada desaparición, cada tortura porque no somos “rebaños de esclavos”. Y aunque “ha reaparecido la guerra de antes”, nos organizamos y avanzamos.
Aquí, “la lucha zapatista pervivirá, los pueblos originarios pervivirán”.
Hoy, 10 de abril de 2019, Chinameca y Amilcingo, Morelos, son la casa del Congreso Nacional Indígena, del Concejo Indígena de Gobierno, junto con organizaciones y colectivos que luchan y se organizan contra el capitalismo; los días 9 y 10 de abril nos dimos cita en este territorio en resistencia para reconocernos en la dignidad, el dolor y la esperanza ante el cobarde asesinato del compañero Samir Flores, perpetrado por el neoliberalismo y sus capataces. Para quienes ya se nos acabó el miedo, pues se convirtió en rabia y convicción.
A Samir lo seguimos viendo y escuchando. Camina entre nosotros y nos recuerda que el camino es abajo, que la dignidad no se vende y que la vida no se negocia. Hermano Samir, en nuestros pueblos vivos y luchando seguirás estando pues tu vida es esperanza para la nuestra.
Nos dimos cita también para conmemorar que el compañero general Emiliano Zapata vive y camina con nosotros, advirtiendo la traición y la mentira que desde lejos se percibe en los anuncios de muerte y guerra. Esa misma guerra que lo mató hace cien años y que nos arrebató a Samir, es la que nos hace convocarnos ante el hermano compañero general Emiliano Zapata, vivo y caminando la conciencia de los pueblos de Morelos, de este país y mundo que retiembla.
Aquí decimos nuevamente que la lucha por la tierra es también por la vida, pues la defensa de lo que es sagrado para los pueblos es un principio al que no renunciaremos. Hoy, a 100 años de que la traición y la mentira acabaran de forma cobarde con la vida del general Zapata, esa mentira y traición regresaron con un supuesto rostro de democracia, pero como entonces, esa palabra cuando viene de arriba solo significa la guerra, la suplantación y el engaño a toda la nación.
Al compañero General Emiliano Zapata lo saludamos alzando la voz en contra de los megaproyectos, que invaden la tierra de las comunidades que abajo nos construimos cada día mientras el gobierno neoliberal está decidido a convertir nuestro mundo en un cementerio, donde la destrucción y el sufrimiento de todos los pueblos aflora en los territorios indígenas.